Enorme el sexto partido que hemos vivido entre Mavericks y Thunder. Los segundos, con el agua al cuello, mostraron todo su potencial para dominar durante la mayor parte del encuentro; sin embargo, Luka Doncic y compañía nunca dieron su brazo a torcer hasta lograr voltear el marcador y terminar cantando victoria por 117-116, la cual les lleva a superar a OKC por 4-2 y clasificarse para las finales de la Conferencia Oeste.
Lo visto sobre el American Airlines Center fue una auténtica batalla. Como decíamos, Oklahoma City salió con el cuchillo entre los dientes y se notó rápidamente en el marcador, y es que gozaron de rentas de al menos 10 puntos en los tres primeros cuartos. Sí, los de Mark Daigneault estaban jugando mejor, pero nunca llegaron a romper el partido y lo pagaron.
Ya en el último cuarto, los minutos finales fue una montaña rusa de emociones. Dallas se puso hasta cinco puntos arriba a falta de un minuto para la conclusión, pero Oklahoma respondió con un parcial de 6-0 que les dejaba con un punto de ventaja y 20 segundos en el reloj. Con el último balón en sus manos, Luka Doncic no encontró soluciones y casi pierde el balón, pero este acabó llegando a manos a P.J. Washington, quien recibió una falta de tres tiros por parte Shai Gilgeous-Alexander con 2.5 segundos que no desperdició. Metió los dos primeros, erró el tercero a propósito y el lanzamiento a la desesperada de Jalen Williams no encontró el milagro. Punto y final a una espectacular batalla entre dos fantásticos equipos.
Luka Doncic logró un triple-doble de 29 puntos, 10 rebotes y 10 asistencias, mientras que Kyrie Irving aportó otros 22 tantos; sin embargo, Jason Kidd entiende que la victoria estuvo en el buen hacer a nivel colectivo. «No fueron Luka o Kai los que dieron la victoria en este partido. Fue la confianza de Luka y como llevó el balón a la pintura, la manera en la que confió en P.J. Básicamente encontramos la manera de ganar», expresa el head coach de la organización de Texas.
El momento clave
OKC nunca llegó a rematar a los Mavs, pero lo tuvieron realmente cerca. Al comienzo del tercer cuarto llegaron a ponerse 17 puntos arriba y se podía oler que estaban a un par de acciones de desesperar a su rival. No lo consiguieron. Dallas se recuperó con un parcial de 14-0 y volvió a la pelea. Irving admite que verse con tal desventaja no es nada cómodo, pero de igual modo entiende que habla muy bien del equipo. «Estar abajo 17 puntos en un partido para cerrar una eliminatoria no es una posición en la que quieras estar, pero ahí es donde nos encontramos y tuvimos que responder como hemos estado respondiendo toda la temporada», señala el guard.
Lo cierto es que Dallas contó con una gran noche de sus dos estrellas, pero quien si duda les dio oxígeno (y algo más) fue un Dereck Lively II que firmó un doble-doble de 12 puntos y 15 rebotes desde el banquillo para que el equipo acumulase un +26 con él en pista. Fue uno de los jugadores de la noche, como también lo fue un Derrick Jones Jr. de 22 puntos.
Shai se arrepiente
Decir que Shai Gilgeous-Alexander ha hecho unos espectaculares playoffs es quedarse cortos. Anoche se despidió con 36 puntos y 8 asistencias, pero con la sensación de que tuvo la victoria en sus manos. En la última jugada del partido primero taponó a P.J. Washington, peor su ímpetu le llevó a cometer falta. Así muestra su arrepentimiento. «Obviamente, si pudiera volver a ese momento, no le haría falta. Simplemente le habría dejado fallar el tiro. Desearías poder volver atrás. Sólo tengo que aprender de ello y lo haré», avisa.
A diferencia de otros partidos, en el Game 6 sí tuvo un gran acompañamiento. Chet Holmgren se fue hasta los 21 puntos y Jalen Williams rozó el triple-doble con 22 puntos, 9 rebotes y 8 asistencias. Son muy jóvenes y seguro que volverán más fuertes.
(Fotografía de Sam Hodde/Getty Images)