Turín y Milán: guía y relato de una escapada al Piamonte y la Lombardia | Viatgeaddictes
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Guía y relato de un viaje a las ciudades de Turín y Milán

En este corto viaje de cuatro días a las regiones del Piamonte y la Lombardia, en el norte italiano, hicimos una visita de tres días a la ciudad de Turín y de menos de un día a la de Milán, donde ya habíamos estado anteriormente.

Yolanda y Toni (Viatgeaddictes)
Published on Data viatge: 2024 | Publicat el 13/05/2024
Darrera actualització: 05/2024
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Vista sobre el centro histórico de Turín desde la Piazzale Monte dei Cappuccini (Turín, Piamonte)
Vista sobre el centro histórico de Turín desde la Piazzale Monte dei Cappuccini (Turín, Piamonte)

Introducción

Este es un pequeño resumen con información, sobre todo práctica, de una escapada de cuatro días a las capitales de las regiones italianas del Piamonte y de la Lombardia, visitando las ciudades de Turín (Torino en italiano) y Milán (Milano).

El objetivo principal del viaje era la ciudad de Turín, a la que dedicamos tres días completos, mientras que en Milán solo pasamos unas cuántas horas, dado que esta ciudad ya la habíamos visitado en un viaje anterior.

Hace mucho tiempo que teníamos ganas de visitar Turín, una ciudad con alicientes de primer nivel para el viajero, pero que suele pasar desapercibida y esto hace que sea bastante desconocida, especialmente fuera de Europa.

La consecuencia de esto último es que es mucho más auténtica y no está tan masificada como otras ciudades italianas, pensando en Venecia, Roma, Florencia, etc. Y para nosotros este es un importante punto a favor y un motivo más para visitar esta ciudad del norte de Italia.

Por otro lado, la ciudad de Milán también merece una visita de unos cuántos días, ya que cuenta igualmente con muchos puntos de interés para el viajero. Pero, como ya hemos dicho antes, esta vez para nosotros solo fue un lugar de paso en el viaje de regreso desde Turín.


Ficha técnica del viaje

Fecha del viaje

Del 28 de marzo al 1 de abril de 2024.

Itinerario

Día 1: Barcelona → flightaeropuerto Milán-Malpensa - Turín

Día 2: Turín

Día 3: Turín

Día 3: Turín - Milán

Día 4: Milán - aeropuerto Milán-Malpensaflight → Barcelona

Esta escapada a la regiones italianas del Piamonte y la Lombardía tuvo su origen y final en el aeropuerto de Milán-Malpensa (MPX es su código IATA), con un vuelo directo a/del aeropuerto de Barcelona-El Prat.

En el aeropuerto de Milán-Malpensa subimos a un autobús directo con destino a la ciudad de Turín, donde pasamos tres noches. Y en Turín cogimos un tren que nos llevó hasta el centro de la ciudad de Milán, donde solo pasamos una noche.

Documentación

Solo es necesario un DNI o pasaporte en vigor para ciudadanos de la Unión Europea.

Nivel de vida

El coste medio para el viajero en Italia no es, en general, barato. Pero los precios en la ciudad de Turín no nos parecieron especialmente caros y, en cualquier caso, todo es bastante más asequible que en Milán: alojamiento, restaurantes, etc.

Transporte

Avión. Para volar al aeropuerto de Turín desde Barcelona solo hay vuelos directos, con Vueling y Ryanair, en los meses centrales del año. El resto del año para llegar a Turín en avión hay que hacer una escala en otro aeropuerto europeo, principalmente italiano o alemán.

En las fechas de nuestro viaje, a finales de marzo, aún no había empezado la temporada de vuelos directos y, dado que no queríamos coger un vuelo con escala, optamos por un vuelo directo hasta el aeropuerto de Milán-Malpensa porque sabíamos que la comunicación entre este aeropuerto milanés y la ciudad de Turín era fácil y relativamente rápida.

Así que cogimos un vuelo de la compañía Vueling que nos costó 185 € el billete de ida y vuelta por persona, incluyendo todos los extras habituales.

La duración del vuelo entre los aeropuertos de Barcelona y Milán fue de poco más de una hora. Los vuelos de Vueling salen de la Terminal 1 del aeropuerto de Barcelona y llegan a la Terminal 1 del aeropuerto de Milán-Malpensa.

Autobús. Para ir desde el aeropuerto de Milán-Malpensa hasta la ciudad de Turín cogimos un autobús directo de la empresa Arriva. El precio del trayecto fue de 22 € por cabeza.

Los billetes del autobús los habíamos comprado días antes en su página web, por si acaso, pero cuando cogimos el autobús vimos que iba casi vacío y hubiéramos podido comprarlos directamente al conductor.

Este autobús sale desde el exterior de la Terminal 1 (también se detiene cinco minutos después ante la Terminal 2). El cómodo trayecto en este autobús hasta Turín es de unas dos horas y transcurre principalmente por la autopista A4.

Una vez en Turín nosotros bajamos en la parada de autobuses ante la estación Porta Susa, en la calle Corso Bolzano, puesto que este era el punto más próximo a nuestro alojamiento en Turín.

Pero también podíamos haber elegido la opción de ir desde el aeropuerto de Milán-Malpensa hasta Turín en tren, aunque esto implicaba subir a un tren desde el aeropuerto hasta la estación central de Milán y allá coger otro hacia Turín. Todo ello nos suponía más tiempo de viaje, más incomodidad por tener que cambiar de tren y, además, era más caro que el autobús.

Tren. Para el viaje de regreso entre las ciudades de Turín y Milán, en cambio, preferimos coger el tren. El billete entre las estaciones Torino Porta Nuova y Milano Centrale en un tren regional de Trenitalia nos costó 12,45 € por persona y lo habíamos comprado en la misma estación turinesa días antes. El trayecto en este tren supone dos horas de viaje.

También había la opción de coger un tren de alta velocidad de la compañía Italo. En este caso el trayecto supone solo una hora de viaje, más o menos, pero el precio del billete era de casi el triple del precio del tren regional.


LA CIUDAD DE TURÍN

TURÍN (Torino en italiano) es la capital de la región italiana del Piamonte y una importante ciudad industrial situada en una llanura a los pies de los Alpes, en la zona noroeste de Italia.

Relieve de metal ante el Caffè Torino representando a un toro bravo, el símbolo de la ciudad (Turín, Piamonte)
Relieve de metal ante el Caffè Torino representando a un toro bravo, el símbolo de la ciudad (Turín, Piamonte)

Históricamente la ciudad fue a lo largo de los siglos un foco político importante en Europa. A partir del 1563 fue la capital del Ducado de Saboya y más tarde del Reino de Cerdeña-Piamonte gobernado por la Casa Real de Saboya. Fue también, entre los años 1861 y 1865, la primera capital de la Italia unificada, cuando se convirtió en el Reino de Italia.

Todo estos avatares históricos han dejado en la ciudad un imponente legado histórico, arquitectónico y cultural. Por este motivo en Turín encontraréis magníficos palacios reales, una cocina increíble y una arquitectura barroca impresionante, entre otros muchos alicientes para los visitantes.

Imagen nocturna de la Piazza Carlo Emanuele II y la iglesia de la Santa Croce (Turín, Piamonte)
Imagen nocturna de la Piazza Carlo Emanuele II y la iglesia de la Santa Croce (Turín, Piamonte)

Y, a pesar de todo esto, Turín es una ciudad relativamente desconocida fuera de Europa. Se trata, pues, de una joya escondida que a menudo pasa desapercibida ante otras ciudades italianas famosas, como Venecia, Roma, Florencia o, incluso, Nápoles.

Por este motivo Turín es una ciudad bastante más auténtica que las mencionadas anteriormente, lo cual permite al visitante disfrutar de una experiencia más local.

Alojamiento en Turín

En la ciudad de Turín nos alojamos en un apartamento de Loger Confort Residence & Apartments, situado en la Vía XX Settembre, 7, en el lado sur del centro histórico de Turín y a unos 350 metros de la estación de tren Porta Nuova.

Pagamos 115 €/noche por un magnífico apartamento muy confortable y muy equipado en el que nos encontramos muy cómodos. La limpieza es impecable y su ubicación es excelente, cerca de todos los monumentos y museos importantes del centro histórico.

Es mejor pedir un apartamento que no dé a la calle, puesto que por ella pasa el tranvía y puede ser ruidoso por la noche. Las que dan hacia el patio interior, como era nuestro caso, son tranquilos y solo hay ruidos en la parte posterior de un restaurante que hay en el otro lado del patio, pero que finalizan hacia las 23:00 horas aproximadamente.

El personal de recepción de estos apartamentos es muy atento y simpático. El último día pudimos dejar el equipaje hasta la tarde después de entregar las llaves del apartamento. Lugar muy recomendable.

Cómo moverse por Turín

El centro histórico de Turín es suficientemente compacto como para poderlo recorrer perfectamente a pie. Pero para trayectos fuera de esta área existe la posibilidad de coger el autobús urbano, el tranvía o el metro.

Un tranvía en una de las calles del centro histórico (Turín, Piamonte)
Un tranvía en una de las calles del centro histórico (Turín, Piamonte)

En Turín nosotros solo subimos a un autobús para ir hasta el Museo Lavazza, fuera del centro histórico. El billete nos costó 1,5 € por persona y pudimos pagar con la tarjeta de crédito.

Qué ver y que hacer en Turín: motivos por los cuales merece la pena visitar Turín

Como ya hemos dicho anteriormente, la ciudad de Turín tiene un montón de puntos de interés para tenernos ocupados durante unos cuantos días.

Pero, ¿cuántos días son necesarios para visitar Turín?. Alguien podría esta tentado de ver los principales puntos de interés de la ciudad en un solo día, yendo a contrarreloj de un lugar al otro, pero sería una verdadera lástima.

Incluso dedicarle solo dos días es muy justo. En realidad, tres días o más es el tiempo que consideramos idóneo para apreciar bien la ciudad y las experiencias que ofrece, tal como veréis a continuación. En nuestro caso le dedicamos tres días enteros y nos quedamos con ganas de más.

A continuación, más que explicar el día a día nuestro recorrido por la ciudad de Turín, intentaremos daros once motivos por los cuales deberíais colocar esta ciudad en las primeras posiciones de vuestra lista de destinos a visitar:

1. El centro histórico de Turín, un museo al aire libre

El centro histórico de Turín está repleto de arquitectura barroca. Y es que la pujanza económica y el hecho de convertirse en capital del Ducado de Saboya propiciaron que Turín tuviera que replantearse el crecimiento a partir de los límites de la ciudad romana original. Entre el siglo XVII y principios del siglo XVIII se llevaron a cabo tres ampliaciones de la ciudad siguiendo en todos los casos las pautas del urbanismo barroco que imperaba entonces y manteniendo siempre una coherencia de criterios.

La Galleria San Federico, una preciosa calle comercial cubierta (Turín, Piamonte)
La Galleria San Federico, una preciosa calle comercial cubierta (Turín, Piamonte)

De este modo se dio continuidad a la retícula de calles de la ciudad antigua, se crearon grandes ejes viarios y un gran número de plazas, intentando mantener siempre una rigurosa uniformidad estilística en las fachadas de los edificios residenciales, con sus característicos soportales.

Y es que una característica arquitectónica de Turín que la hace única en Europa son sus elegantes soportales, los cuales se extienden a lo largo de 18 km por diferentes calles de la ciudad, como la Vía Roma, la Vía Po o las plazas Piazza Vittorio, Piazza Castello y Piazza San Carlo. Están construidos con estilos y materiales diversos.

Soportales de mármol en la Via Roma (Turín, Piamonte)
Soportales de mármol en la Via Roma (Turín, Piamonte)

En su momento estos soportales se construyeron, principalmente, para permitir a la nobleza turinesa pasear por la ciudad a cubierto de la lluvia y el frío en los periodos invernales y protegidos del sol en los meses de verano.

Actualmente, cualquier persona que pasee por el centro de Turín puede disfrutar de este elemento arquitectónico tan bonito y práctico.

Pero, saltando unos cuántos siglos atrás, en el centro histórico de Turín también encontramos la Porta Palatina, la puerta norte que en la época romana (siglo I a.C.) permitía el acceso a través de las murallas a la antigua Julia Augusta Taurinorum, la actual Turín. Esta es una de las puertas de aquel periodo mejor preservadas en todo el mundo.

La Porta Palatina (Turín, Piamonte)
La Porta Palatina (Turín, Piamonte)

Por otro lado, la Catedral de San Juan Bautista (Duomo di San Giovanni Battista) es la principal iglesia de Turín. Fue construida durante los años 1491–1498, junto a un campanario construido en 1470. Y la Capilla del Santo Sudario se añadió a la estructura en 1668–1694, conectando la Catedral con el Palacio Real.

El Duomo o Catedral de San Juan Bautista (Turín, Piamonte)
El Duomo o Catedral de San Juan Bautista (Turín, Piamonte)

Esta capilla se construyó expresamente para custodiar el Santo Sudario, la famosa y polémica Sábana Santa, la cual pertenece a la familia de Saboya desde hace siglos. Es una obra maestra de la arquitectura barroca italiana, destacando su intrincada y maravillosa cúpula de madera y mármol. El interior de la capilla se puede ver en la visita al Palacio Real.

En cuanto al Santo Sudario no es visible para el público, excepto en ocasiones muy excepcionales, a causa de su estado extremadamente frágil. Se pueden ver réplicas en el interior de la Catedral y también en el Museo della Sindone o Museo de la Sábana Santa, donde además se explica la historia del Santo Sudario y de todos sus misterios.

Y para acabar este capítulo decir que la conjunción de todos estos elementos arquitectónicos de tantos siglos han dado lugar a un centro histórico sencillamente maravilloso, elegante y muy agradable para recorrer a pie y disfrutar de esta fantástica arquitectura a pie de calle.

2. Una ciudad de impresionantes palacios y residencias reales

En la ciudad de Turín y alrededores hay hasta un total de 22 palacios y residencias reales y es que, recordémoslo, Turín fue capital ducal y real durante tres siglos. Solo citaremos tres de ellos porque son los que visitamos:

  • Palacio Real (Palazzo Real). Se trata de un palacio impresionante que fue construido en el siglo XVI en estilo barroco y con elementos neoclásicos. En este palacio se estableció la sede de la Casa Saboya desde finales del siglo XVI.

    Patrimonio de la Humanidad El Palacio Real de Turín forma parte del conjunto de Residencias de la Casa Real de Saboya que están inscritas como Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde el año 1997.

    Vista de la Armeria Real del Palacio Real (Turín, Piamonte)
    Vista de la Armeria Real del Palacio Real (Turín, Piamonte)

    Desde mediados del siglo XX este palacio fue convertido en museo. La entrada costaba ahora 15 € por persona y si se compra por internet os podéis saltar las colas que se forman en las taquillas en los días de más afluencia.

    La magnífica cúpula de la Cappella della Sacra Sindone del Palacio Real (Turín, Piamonte)
    La magnífica cúpula de la Cappella della Sacra Sindone del Palacio Real (Turín, Piamonte)

    Con la entrada se pueden ver los principales aposentos reales y la espectacular sala donde se encuentra la Armería Real, así como la no menos imponente Capilla de la Sábana Santa (Cappella della Sacra Sindone) y también la fantástica galería de arte de los Saboya. Acabada la visita al interior del palacio se pueden visitar los jardines reales, los cuales son de acceso gratuito.

  • El Palacio Madama (Palazzo Madama), por su parte, es otro de los palacios que forma parte del conjunto Residencias de la Casa Real de Saboya que son Patrimonio de la Humanidad. Toma su nombre del hecho que fueron dos reinas (madama) de la Casa de Saboya las que llevaron a cabo entre los siglos XVII y XVIII las mayores reformas en él, convirtiendo el edificio original en un palacio barroco. Este palacio alojó el primer Senado del Reino de Italia.

    Vista lateral del Palazzo Madama (Turín, Piamonte)
    Vista lateral del Palazzo Madama (Turín, Piamonte)

    En la actualidad este palacio acoge el Museo Civico de Arte Antica, el cual posee una gran colección de pinturas de los periodos medieval, Renacentista y Barroco.

  • Palacio Carignano. Su nombre proviene del hecho de que fue la residencia privada de los príncipes de Carignano. Su construcción data de finales del siglo XVII. Su fachada principal, construida con ladrillo en un típico estilo barroco, tiene una característica forma elíptica que la hace distinta de las otras fachadas de la misma estructura.

    La fachada principal del Palacio Carignano que da a la Piazza Carignano (Turín, Piamonte)
    La fachada principal del Palacio Carignano que da a la Piazza Carignano (Turín, Piamonte)

    Actualmente aloja el Museo nazionale del Risorgimento italiano. Este palacio es uno de los 13 palacios y residencias reales que forman parte del conjunto Residencias de la Casa Real de Saboya que son Patrimonio de la Humanidad

3. Museos de primer nivel

Si Turín es, tal como hemos visto, una ciudad rica en palacios también cuenta con un conjunto de museos increíble y, entre ellos, encontraréis el museo egipcio más antiguo del mundo.

  • Museo Egizio. Fue fundado en 1824 por Carlos Félix I, duque de Saboya y rey de Cerdeña, y está considerado, por el valor de los objetos que contiene, como el más importante del mundo tras el museo egipcio del Cairo.

    El museo egipcio de Turín cuenta con cerca de 30.000 piezas de arte egipcio que cubren el periodo que va del paleolítico a la época ptolemaica y que ocupan un total de dos kilómetros de galerías que se extienden por varias plantas. Se pueden ver momias humanas y animales, artículos de las tumbas de los antiguos reyes y reinas, así como una colección de papiros.

  • Museo Nazionale del Cinema. Otro museo muy interesante e imprescindible para cualquier amante del cine. Cuenta con una colección increíble de artefactos de cine, desde artículos que se utilizan detrás de la cámara y ante ella hasta pósteres de una gran colección de películas clásicas.

    Además, el museo del cine se encuentra ubicado en el interior de la Mole Antonelliana, un característico y precioso edificio de 167 metros de altura que es el icono arquitectónico de Turín. Debe su nombre al arquitecto Alessandro Antonelli que inició su construcción en 1863 y la completó su hijo en 1889. El edificio tiene una terraza accesible desde donde se puede disfrutar de unas vistas magníficas de la ciudad.

    Exposición «The World of Tim Burton» en el Museo Nazionale del Cinema de la Mole Antonelliana (Turín, Piamonte)
    Exposición «The World of Tim Burton» en el Museo Nazionale del Cinema de la Mole Antonelliana (Turín, Piamonte)

    Coincidiendo con nuestra visita a Turín el Museo Nazionale del Cinema alojaba la exposición The World of Tim Burton, un viaje al universo visionario y a la creatividad del director de cine estadounidense Tim Burton a través de documentos, dibujos y esbozos que forman parte del archivo personal del director.

  • Galleria Sabauda, la cual contiene la colección de arte que la Casa de Saboya reunió a lo largo de varios siglos, con obras de arte de los siglos XIV al XVIII.

  • Museo Lavazza. A nosotros nos gustó mucho la visita a este museo, el cual ofrece una interesante experiencia inmersiva en la cultura del café y sus rituales, a través de un viaje multisensorial que recorre la historia de la empresa Lavazza y la cadena de suministro del café.

    Exterior del edificio corporativo de la empresa Lavazza y de su museo (Turín, Piamonte)
    Exterior del edificio corporativo de la empresa Lavazza y de su museo (Turín, Piamonte)

    La visita incluye la cata de una de sus variedades de café, donde la calidad del producto y la cuidadosa preparación hacen que la experiencia sea sublime. Visita imprescindible para los amantes del café.

    Un Fiat 1100 ELr de 1950 con el logo de Lavazza (Museo Lavazza, Turín, Piamonte)
    Un Fiat 1100 ELr de 1950 con el logo de Lavazza (Museo Lavazza, Turín, Piamonte)

    Lavazza es una conocida empresa italiana dedicada a la elaboración de productos del café que fue fundada en 1895 en la ciudad de Turín por Luigi Lavazza. La entrada al museo cuesta 10 €.

  • Museo Martini. Está dedicado a la popular marca de vermut Martini & Rossi, fundada en 1879 y con sede en Turín. Nos hubiera gustado visitarlo, pero este museo está situado en la población de Pessione, unos 26 km al sudeste del centro de Turín, y no nos dio tiempo de verlo.

    Logo del vermut Martini en el Caffè Torino de la Piazza San Carlo (Turín, Piamonte)
    Logo del vermut Martini en el Caffè Torino de la Piazza San Carlo (Turín, Piamonte)
  • Museo Nazionale dell'Automobile. Cuenta con una colección de casi 200 coches de varias épocas y de un interés excepcional.

  • Centro Storico Fiat, situado en un bonito edificio modernista en la zona donde se instalaron los primeros talleres de fabricación de la empresa automovilística FIAT (acrónimo de Fabbrica Italiana Automobili Torino), fundada en 1899.

  • Museo de la Juventus. Y si os gusta mucho el fútbol (no es nuestro caso) podéis encontrar interesante la visita a este museo, dedicado al club de fútbol de la Juventus (la Juve), el equipo local de Turín desde 1897.

4. Turín es la capital del chocolate

La larga relación entre Turín y el chocolate se inició en 1560, cuando, para celebrar el traslado de la capital ducal desde Chambéry a Turín, el duque Manuel Filiberto de Saboya sirvió simbólicamente a la ciudad una humeante taza de chocolate, un producto que había llegado de América unos decenios antes.

Y gracias a Cristina de Francia (Madama Reale), regente del ducado a mediados del siglo XVII, Turín se convirtió en la capital europea del chocolate, ya que el chocolate se hizo más accesible para el pueblo llano y se empezó a vender chocolate caliente en los cafés locales.

Durante el siglo XVIII nació en Turín el Bicerin, una bebida caliente hecha a base de café, cacao y crema de leche.

Un Bicerin en el Caffè Baratti & Milano (Turín, Piamonte)
Un Bicerin en el Caffè Baratti & Milano (Turín, Piamonte)

Y a principios del siglo XIX se inventó, también en Turín, la Gianduia, una mezcla de chocolate con avellanas que permitió transformar el chocolate en tabletas sólidas y dar vida a los bombones de todo tipo, desde los pralinés hasta los tartufos o los cremini. La empresa que inventó el producto en 1806 es Caffarel.

Y un descendente actual de la Gianduia es la marca Nutella, el nombre de una crema de avellana y cacao creada en 1964 por la empresa Ferrero, fundada en 1946 en la población piamontesa de Alba.

Aún se puede visitar la tienda original Caffarel de Turín, así como otras importantes e históricas tiendas de chocolate, como por ejemplo Peyrano Torino y Guido Gobino.

Y si vais a Turín en otoño, no os perdáis Cioccolatò, un festival anual del chocolate. Durante diez días, desde finales de octubre hasta noviembre, los mejores productores de chocolate de Italia se instalan en Turín. Hay espectáculos y eventos y toda la ciudad está totalmente dedicada al chocolate.

5. Y también de la cultura del café y de los cafés históricos

Siendo Turín la cuna del café expreso (espresso en italiano), así como del bicerin, no debería sorprendernos que esta ciudad tenga una rica historia de la cultura del café, así como de sus cafés históricos

Un café expreso en la terraza del Caffè Elena (Turín, Piamonte)
Un café expreso en la terraza del Caffè Elena (Turín, Piamonte)

Recordamos que el bicerin es una bebida caliente, originaria de Turín, hecho con capas de chocolate, café y nata. Esta bebida evolucionó posiblemente a partir de la bavarèisa, una bebida que era popular en Turín desde el siglo XVII y que tenía los mismos componentes que el bicerin.

La entrada del Caffè Fiorio en la Vía Po (Turín, Piamonte)
La entrada del Caffè Fiorio en la Vía Po (Turín, Piamonte)

La diferencia principal entre uno y el otro es que en el bicerin los tres componentes se sirven cuidadosamente en capas dentro del vaso y en el otro caso se mezclaban.

Los cafés más antiguos de Turín que aún se mantienen en funcionamiento datan de finales del siglo XVIII.

A principios del siglo XX, los cafés eran lugares de encuentro populares para artistas, escritores y revolucionarios, y desde entonces han continuado siendo un centro social.

Ahora estos cafés históricos se han convertido en iconos de la ciudad y son lugares de interés por si solos.

Durante la visita a la ciudad merece la pena entrar en cualquier de estos cafés con encanto para tomar un bicerin, un expreso, una merenda reale, un aperitivo o cualquier otra de las muchas exquisiteces que ofrecen.

Y mientras tanto vuestra vista se recreará con los techos, las paredes, los cuadros, los espejos y cualquiera de los muchos detalles que adornan estos increíbles espacios en un entorno barroco cargado de historia y de historias.

La lista de cafés históricos de Turín es larga, pero merece la pena visitar unos cuántos para disfrutar de su atmósfera única en un lugar donde el tiempo parece haberse detenido.

Una visita a Turín no estaría completa sin haber disfrutado del placer de entrar en uno o más de estos cafés históricos. Tuvimos la oportunidad de entrar en unos cuántos de los cafés más antiguos y nos gustaron mucho todos ellos.

A continuación algunos de los cafés históricos de Turín, ordenados de más antiguos a más nuevos:

  • Caffè Al Bicerin (Piazza della Consolata, 5 - Turín). Abrió en 1763 y es la cuna del bicerin.
  • La entrada al histórico Caffè Bicerin (Turín, Piamonte)
    La entrada al histórico Caffè Bicerin (Turín, Piamonte)
  • Caffè Fiorio (Vía Po, 8/C - Turín). Data de 1780 y también es una heladería.
  • Caffè San Carlo (Piazza San Carlo, 156 - Turín). De 1822 y fue el primer lugar de Europa que tuvo lámparas de gas.
  • La sala principal del Caffè San Carlo (Turín, Piamonte)
    La sala principal del Caffè San Carlo (Turín, Piamonte)
  • Caffè Baratti & Milano (Piazza Castello, 27 - Turín). Data de 1875. Este café pertenece a una de las marcas más reconocidas de la industria de la pastelería piamontesa e italiana. Café también de etilo modernista.
  • La barra del bar del Caffè Baratti & Milano (Turín, Piamonte)
    La barra del bar del Caffè Baratti & Milano (Turín, Piamonte)
  • Caffè Platti 1875 (Corso Vittorio Emanuele II, 72 - Turín). También data de 1875 y consta de una sala con un refinado mobiliario Luis XVI, de otra con una barra de bar de los años 20 y un techo de estuco de diseño barroco y colores pastel, y de una última sala con toques de Arte Decó y estilo racionalista.
  • Una de las salas del Caffè Platti 1875 (Turín, Piamonte)
    Una de las salas del Caffè Platti 1875 (Turín, Piamonte)
  • Caffè Mulassano (Piazza Castello, 15 - Turín). Data de 1879 y aquí se inventó el Tramezzino, un mini-bocadillo hecho con pan blanco suave y sin corteza. El interior del café es de estilo modernista.
  • Caffè Gelateria Pepino (Piazza Carignano, 8 - Turín). De 1884. Es la heladería más antigua del Piamonte e inventó y patentó el famoso Pinguino, el primer helado del mundo recubierto de chocolate, envuelto y servido en un palo.
  • Exterior del Caffè Gelateria Pepino (Turín, Piamonte)
    Exterior del Caffè Gelateria Pepino (Turín, Piamonte)
  • Caffè Elena (Piazza Vittorio Veneto, 5 - Turín). Data de 1889. El interior del café cuenta con unos cómodos sillones y en el exterior hay una terraza que da a la gran plaza Vittorio Veneto.

Por lo tanto, si sois amantes del buen café y de los cafés con historia, Turín es un lugar de visita obligada.

6. Un lugar auténtico y no masificado

Una de las cosas que más nos gustó de Turín, y nos gustaron muchas, es que visitándola no te sientes como un turista caminando entre multitudes y visitando un parque temático, cosa que suele pasar en otras ciudades italianas como Roma, Florencia y, sobre todo, Venecia.

Una Piazza San Carlo prácticamente desierta al atardecer (Turín, Piamonte)
Una Piazza San Carlo prácticamente desierta al atardecer (Turín, Piamonte)

Aquí no encontraréis las típicas tiendas y restaurantes turísticos impersonales que tanto abundan en otras ciudades del planeta. Ni tampoco tendréis que esquivar a todas horas los grupos de turistas o sufrir las largas colas en museos que son tan habituales en otros lugares.

En Turín es fácil sentirse como un turinés más, ya sea comprando en la panadería o en el mercado, o bien haciendo una parada en uno de los cafés históricos de la ciudad. Y sí, en estos cafés históricos uno esperaría encontrarse mayormente foráneos, pero la realidad es que gran parte de la clientela continúa siendo local.

El río Po y el puente Vittorio Emanuele I (Turín, Piamonte)
El río Po y el puente Vittorio Emanuele I (Turín, Piamonte)

Afortunadamente el centro histórico de Turín es aún una ciudad muy viva, en contraste con el centro de Venecia, por ejemplo. En Turín tendréis la oportunidad de disfrutar de esta sensación de autenticidad y sentir, a la vez, como si os adentrarais en el pasado de esta ciudad tan elegante.

7. El Mercato Centrale, el mercado exterior más grande de Europa

El mercado central de Turín (Mercato di Porta Palazzo) está considerado como el mercado exterior más grande de Europa, ocupando 4.500 m² repartidos en tres plantas. Está ubicado en la Piazza della Repubblica, muy cerca de la Porta di Palazzo.

Está abierto cada día de 8:00 a 23:00 horas, excepto los viernes y sábados que permanece abierto hasta la medianoche.

En este mercado encontraréis más de 500 paradas de venta de comer y bebidas donde hay de todo, desde pan hasta helados, pasando por embutidos y quesos o pasta fresca.

8. La rica gastronomía de Turín y del Piamonte

Cómo en otros muchos lugares de Italia, la vida en Turín se centra mucho en la comida y la socialización que gira alrededor de una comida. Quizás por eso, la cocina local de Turín, y del Piamonte en general, es una de las más variadas y celebradas del país.

Y no hay que olvidar que en la población de Bra, unos 60 km al sur de Turín, nació el movimiento Slow Food. Después, en esta zona, han ido surgiendo muchos restaurantes inspirados en el concepto Slow Food y centrados en productos locales, frescos y de primera calidad.

Cada otoño se celebra en Turín el Salone del Gusto e Tierra Madre, una feria y congreso internacional de alimentación donde se destaca la importancia de producir localmente, comer sano y saborear socialmente.

En cualquier caso la ciudad de Turín está llena de restaurantes, trattorias, osterías y pizzerías, algunas opciones vegetarianas y un número creciente de lugares que ofrecen cocina de fusión basada en los favoritos italianos y mezclada con sabores exóticos y variaciones sobre la cocina tradicional.

A continuación nuestras recomendaciones de restaurantes en la ciudad de Turín:

  • Melomangio Pizza & Food (Vía Porta Palatina, 2 - Turín). Si queréis comer como un local este es el lugar perfecto. Comida absolutamente fantástica a precios razonables y con un personal muy agradable. Todo cocinado a la perfección. Y de postres no os perdáis sus cannoli o el tiramisú.
  • Uno de los deliciosos platos de la carta del restaurante Melomangio (Turín, Piamonte)
    Uno de los deliciosos platos de la carta del restaurante Melomangio (Turín, Piamonte)
  • L'Antica Pizzería da Michele Torino (Vía San Quintino, 2 - Turín). Gran variedad de pizzas, muy buenas, muy grandes y a unos precios increíbles. Esta pizzería forma parte de una marca fundada en Nápoles en 1870.
  • Mari Misti (Vía Po, 51/D - Turín). Restaurante especializado en pescado, carne y pizzas tradicionales. Probamos un risotto de pescado y estaba delicioso.
  • Ristorante-Pizzera da Peppino (Vía dei Mercanti, 7 - Turín). Se trata de un restaurante sencillo y acogedor que sirve platos de pasta y carne tradicionales, así como pizzas y ensaladas. Menú de 14 € que incluye primero, segundo, pan y bebida, con cantidades generosas.

Para acabar con este apartado aquí tenéis algunos platos tradicionales de la cocina de Turín y del Piamonte.

9. El Aperitivo y la Merenda Reale, dos indulgencias muy turinesas

El Aperitivo turinés

El ritual local y social del aperitivo, que algunos también denominan «apericena», consiste en compartir una bebida, normalmente alcohólica, y algo para picar en las horas anteriores a la cena, entre las 16 y las 22 horas. Un aperitivo al atardecer es una forma de relajarse del día y de abrir el hambre para la cena. Incluso puede ser una cena ligera.

La hora del «aperitivo» con Aperol en el Caffè San Carlo (Turín, Piamonte)
La hora del «aperitivo» con Aperol en el Caffè San Carlo (Turín, Piamonte)

Ha formado parte esencial de la vida de Turín desde el siglo XVIII, cuando Benedetto Carpano introdujo en Turín el vermut, un vino aromatizado con raíces, cortezas, semillas, hierbas y especies.

La bebida del aperitivo turinés puede ser un vermut tradicional, un Aperol o simplemente una copa de vino blanco piamontés.

Son muchos los bares y cafés de Turín donde podéis disfrutar de un aperitivo junto con mucha gente local que por la tarde llena estos lugares. Nosotros disfrutamos de un magnífico aperitivo en el Caffè San Carlo.

La Merenda Reale

La dulce tradición de la Merenda Reale, o aperitivo real, nació en la corte de Saboya turinesa a finales del siglo XVII.

Durante el siglo XVIII esta merienda fue un pasatiempo real, donde los aristócratas con paladares exigentes bebían tazas de chocolate caliente, acompañadas de galletas tradicionales y de nuevas especialidades de refinada repostería creada por los cocineros del palacio.

Disfrutando de una Merenda Reale de 1700 en el Caffè Piatti 1875 (Turín, Piamonte)
Disfrutando de una Merenda Reale de 1700 en el Caffè Piatti 1875 (Turín, Piamonte)

Ya en el siglo XIX Turín era famosa en toda Europa por ser la «capital del gusto» y contaba con una constelación de cafés y pastelerías frecuentadas por representantes de la clase burguesa emergente, pero también por la realeza que salía del palacio para obsequiarse con un bicerin acompañado de delicadezas dulces que podían ser mojadas en el chocolate.

En la actualidad podéis disfrutar fácilmente de este placer yendo a alguno de los cafés históricos o de las Residencias Reales que se han adherido a la recuperación de este dulce ritual, entre los que se encuentran el Caffè Reale Torino, el Caffè Platti, el Caffè Elena, el Caffè Fiorio, el Castello di Rivoli o el Caffè degli Argenti della Reggia di Venaria, entre otros.

En nuestro caso fuimos una tarde al Caffè Platti 1875 y pedimos una Merenda Reale de 1700 (12 € por persona). Si visitáis Turín no os perdáis la oportunidad de hacer este pequeño viaje en el tiempo pidiendo una Merenda Reale en uno de estos espacios emblemáticos.

10. Turín y las vistas de postal

El telón de fondo de la ciudad de Turín son los Alpes, situados hacia el noroeste, y esto da lugar, si la visibilidad es bastante buena, a unas impresionantes vistas, sobre todo en el momento de la puesta de sol.

Los mejores lugares desde donde disfrutar de estas extraordinarias vistas son los siguientes:

  • Piazzale Monte dei Cappuccini. Esta plazoleta elevada, justo ante la Chiesa di Santa Maria del Monte dei Cappuccini, se encuentra en lo alto de un pequeño cerro sobre la orilla sudeste del río Po.

    Vista sobre el río Po y el centro histórico desde el Monte dei Cappuccini (Turín, Piamonte)
    Vista sobre el río Po y el centro histórico desde el Monte dei Cappuccini (Turín, Piamonte)

    Desde este mirador podréis ver la ciudad vieja de Turín y el río Po en primer término y, al fondo, los Alpes, si hay buena visibilidad. Para llegar desde el centro solo hay que cruzar el río por el puente Vittorio Emanuele I y subir hacia arriba siguiendo la calle Vía Vittorio Amedeo Gioanetti.

  • Mole Antonelliana. Desde la plataforma superior del característico edificio de la Mole Anonelliana tendréis vistas de 360 grados de toda la ciudad y mucho más allá. Eso sí, en este caso hay que pagar una entrada para poder acceder al mirador (12,50 €/pax).
  • La Mole Antonelliana levantándose sobre el centro histórico de Turín (Turín, Piamonte)
    La Mole Antonelliana levantándose sobre el centro histórico de Turín (Turín, Piamonte)
  • Basilica di Superga. La Basílica di Superga está edificada en lo alto del cerro Superga, a una altura de 672 metros, con unas vistas impresionantes, sobre todo al atardecer.

    Se encuentra situada en unos 11 km del centro de Turín y se puede llegar a ella perfectamente con transporte público. La mejor forma de llegar es con el autobús nº 68 o el tranvía nº 15 a Piazza Castello y bajar en Sassi-Superga, donde se encuentra la estación del histórico tren cremallera Sassi-Superga que sube hasta arriba.

    Vista de la Basílica de Superga (Turín, Piamonte)
    Vista de la Basílica de Superga (Turín, Piamonte)

    La iglesia en sí también es interesante de ver. Data de principios del siglo XVIII y fue construida por el arquitecto Filippo Juvarra con un estilo clasicista y con un toque barroco. En su interior se encuentran las tumbas de muchos de los príncipes y reyes de la Casa de Saboya.

    Este lugar también es muy conocido porque el 4 de mayo de 1949 se estrelló aquí el avión que transportaba la plantilla del Torino FC (Grande Torino), uno de los mejores equipos de fútbol del momento. En ese accidente murió toda la plantilla del Grande Torino, hasta un total de 31 personas.

11. Campo base para visitar el Piamonte

Si disponéis de suficientes días, una vez acabada la visita a la ciudad, desde Turín podéis acceder fácilmente al resto de la región de Piamonte en transporte público, aunque es recomendable disponer de un vehículo privado o de alquiler y pasar una o más noches fuera de Turín con el fin de disponer de más tiempo para explorar la región.

En nuestro caso teníamos pocos días disponibles y preferimos dedicarlos a Turín, pero aquí os dejamos una selección de algunos de los principales lugares de interés histórico, arquitectónico o natural a visitar en la región del Piamonte:

  • Lago de Orta. Este lago se encuentra en unos 130 km en coche al norte de Turín. Es una ubicación impresionante y el lago es cristalino y perfecto para un baño en verano. También se puede explorar el lago en barco y visitar la isla Isola di San Giulio, que se encuentra en mitad del lago.
  • Lago Maggiore. Este otro lago está a solo 15 km en coche del lago de Orta y sirve de frontera entre las regiones del Piamonte y la Lombardia y también con Suiza en su extremo norte. Una visita obligada aquí son las pequeñas poblaciones de Stresa y de Verbania y, sobre todo, las islas del archipiélago Borromeo por su encanto histórico y natural. De estas pequeñas islas, la isla Bella y la isla Madre son imprescindibles.
  • Abadía de Sacra di San Michele. Es uno de los lugares más enigmáticos y fascinantes del Piamonte y está ubicado unos 38 km al oeste de Turín. Fue construida entre finales del siglo X y principios del siglo XI en la cumbre del monte Pirchiriano, de 936 metros de altura, y situada en el municipio de Sant’Ambrogio di Torino de la Val di Susa.
  • Palazzina di Caccia of Stupinigi. Se trata de un espléndido y elegante palacete de estilo rococó situado en Stupinigi, unos 10 km al suroeste de Turín y que fue construido como un pabellón de caza real a principios del siglo XVIII. Incluido en el conjunto Residencias de la Casa Real de Saboya que está inscrito como Patrimonio de la Humanidad.
  • Parque Natural del Alpe Veglia y el Alpe Devero. Se trata de un lugar encantador y uno de los que mejor representa la belleza paisajística de la región del Piamonte. Está ubicado en el valle de Ossola, un enclave donde sumergirse en una naturaleza virgen e idílica y pasear entre montañas con una belleza espectacular.
  • Castello di Agliè. El famoso Castillo Ducal de Agliè fue construido en la Edad Media y posteriormente remodelado y modernizado por los arquitectos de la Casa de Saboya, dando lugar a una original mezcla de estilos arquitectónicos y artísticos que hace que la visita sea muy agradable e interesante.
  • Forte di Fenestrelle. Este fuerte es la estructura fortificada más grande de Europa y la mayor construcción amurallada tras la Gran Muralla China. Un coloso de piedra que se extiende a lo largo de unos cinco kilómetros por los cerros del valle Val de Chisone y con un desnivel de casi 700 metros. Fue construida entre los siglos XVIII y XIX por orden de Vittorio Amedeo II de Saboya.
  • Rutas de senderismo. Y si queréis hacer senderismo, en Piamonte hay muchas opciones. Por ejemplo, se puede explorar la reserva natural Bosco dei Ronchi, situada en las afueras de la ciudad de Turín, o hacer una excursión de un día entero para ir hasta el Colle Del Sommelier, que se encuentra en las montañas de la frontera con Francia.

LA CIUDAD DE MILÁN

MILÁN (Milano en italiano) es la capital de la región italiana de la Lombardia y la más importante y poblada de todo el norte de Italia. Hoy en día es una ciudad muy cosmopolita y pasa por ser una de las capitales mundiales de la moda y del diseño.

La historia de Milán es bastante interesante y complicada a la vez, puesto que la ciudad, y la región de la Lombardia en general, fueron gobernadas por celtas, romanos, godos, lombardos, españoles y austríacos a lo largo de los siglos.

Vista interior de les Galerías Vittorio Emanuele II (Milán, Llombardia)
Vista interior de les Galerías Vittorio Emanuele II (Milán, Llombardia)

La antigua ciudad de Mediolanum, el nombre latinizado de la ciudad fundada por una tribu celta hacia el 590 a.C. en el centro del valle del río Po, pasó a formar parte del Imperio Romano en 222 a.C. y fue un centro muy activo e importante durante mucho tiempo.

Pero perdió gran parte de su poder a medida que el Imperio Romano se iba debilitando, hasta que llegó otro periodo de prosperidad, en cuanto a la riqueza y la cultura, bajo el poder de la familia Visconti, los cuales fueron señores de Milán entre 1277 y 1447. En el año 1395 el título de señor de Milán pasó a ser el Ducado de Milán.

Y a partir del año 1450, durante el periodo renacentista, Milán fue gobernada por la familia Sforza. En este periodo la ciudad empezó su desarrollo transformándose en una poderosa metrópoli. Después, la ciudad perteneció a las monarquías española y francesa y estuvo bajo el imperio de Napoleón entre los años 1796 y 1814. Y en el año 1859 Milán pasó a formar parte del nuevo Reino de Italia.

Y ya en el siglo XX, después de la Segunda Guerra Mundial y particularmente durante la década de 1950 Milán fue un símbolo de la potencia del esfuerzo de reconstrucción italiano, tanto a nivel industrial como cultural.

Alojamiento en Milán

En Milán nos alojamos en uno de los apartamentos que gestiona la empresa Fifty Eight Suite Milan, concretamente en el que está ubicado en la Vía Borgospesso, 27.

Este apartamento está situado en una zona tranquila de calles estrechas y repleta de comercios, la mayoría de lujo, a 1,1 km de la plaza del Duomo. De hecho, esta zona es conocida cómo Quadrilatero della moda o Quad de Oro, puesto que se trata de una exclusiva zona comercial del centro histórico.

En este caso pagamos 167 €/noche por un apartamento grande y bastante bien equipado.

El único inconveniente que le encontramos, aunque será algo temporal, es que en el edificio de delante estaban haciendo obras y en la fachada habían colocado un letrero luminoso enorme y por la noche entraba algo de luz por las rendijas de las puertas del balcón.

En cualquier caso, el personal de la empresa que nos atendió en persona y vía Whatsapp, Flavio y Christian, fueron extremadamente amables y diligentes con nuestras peticiones y necesidades. El día que marchábamos de Milán pudimos dejar el equipaje en la oficina de la empresa para así poder visitar el centro de la ciudad con más comodidad.

Cómo moverse por Milán

El centro histórico de Milán es más grande que el de Turín, pero es suficientemente compacto como para poderlo recorrer a pie sin mucha dificultad.

En cualquier caso, en Milán las opciones de transporte público urbano también son el autobús, el tranvía y el metro. Nosotros solo utilizamos el metro para ir y volver desde la estación de tren Milano Centrale hasta el alojamiento.

El coste del billete sencillo de metro era de 2,20 €. En caso de estar en Milán varios días o si tenéis previsto utilizar mucho el transporte público entonces conviene estudiar fórmulas como el Milan City Pass u otros tipos de abonos.

Qué ver y qué hacer en Milán

Como ya hemos dicho al principio de esta guía/relato, solo dedicamos unas pocas horas a Milán, ya que el objetivo principal de este viaje era Turín. En estas pocas horas nos limitamos a revisitar (ya conocíamos Milán de otro viaje) algunos de sus principales puntos de interés, todos ellos situados dentro del límites del centro histórico.

Fachada del Teatro alla Scala, uno de los teatros de ópera más famosos del mundo (Milán, Llombardia)
Fachada del Teatro alla Scala, uno de los teatros de ópera más famosos del mundo (Milán, Llombardia)

Lógicamente hay muchas cosas a ver y a hacer en la ciudad de Milán: iglesias, palacios y castillos, museos, teatros, ópera, exposiciones culturales, edificios de arquitectura moderna, encantadoras calles y plazas, jardines, gastronomía, compras, deportes, etc. Y aquí no las enumeraremos porque las podéis encontrar en otros muchos lugares en internet.

El centro histórico de Milán

El Centro Storico reúne los barrios históricos de la ciudad de Milán que están contenidos dentro del área delimitada antiguamente por las murallas de la ciudad medieval y hoy por las calles que forman el Corso Navigli.

En este centro histórico encontraréis la mayor parte de los lugares de referencia y de los iconos turísticos más famosos de Milán, como por ejemplo la catedral Duomo de Milán, la galería comercial Galleria Vittorio Emanuelle II, el teatro operístico Teatro alla Scala o el castillo Castello Sforzesco.

Largas colas para entrar en la Catedral de Milán o Duomo (Milán, Llombardia)
Largas colas para entrar en la Catedral de Milán o Duomo (Milán, Llombardia)
Vista nocturna de la entrada a las Galerías Vittorio Emanuele II (Milán, Llombardia)
Vista nocturna de la entrada a las Galerías Vittorio Emanuele II (Milán, Llombardia)
Interior de las Galerías Vittorio Emanuele II (Milán, Llombardia)
Interior de las Galerías Vittorio Emanuele II (Milán, Llombardia)
El Palazzo delle Scuole Palatine en la Piazza dei Mercanti (Milán, Llombardia)
El Palazzo delle Scuole Palatine en la Piazza dei Mercanti (Milán, Llombardia)
Vista nocturna del castillo Sforzesco y la fuente de Piazza Castelo (Milán, Llombardia)
Vista nocturna del castillo Sforzesco y la fuente de Piazza Castelo (Milán, Llombardia)
Paseando por la Via Dante (Milán, Llombardia)
Paseando por la Via Dante (Milán, Llombardia)

Pero el centro histórico milanés también comprende zonas comerciales exclusivas donde destaca, sobre todo, el famosísimo Quadrilatero della moda, delimitado por las calles vía Montenapoleone, vía Manzoni, vía della Spiga y Corso Venezia, con calles elegantes que reúnen un gran número de tiendas de moda, diseño y artesanía de las marcas más lujosas y top de todo el mundo.

Para acabar, y tal como ya hemos dicho anteriormente, en esta visita a Milán nos limitamos a recorrer con tranquilidad una parte de este centro histórico de la ciudad lombarda, disfrutando de su gran ambiente, belleza y armonía.


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