Florentino Pérez descarta en la junta de ACS “cosas como fusiones o la salida a Bolsa en Nueva York”

Ni salida a Bolsa en Nueva York, como la ejecutada ayer por Ferrovial, ni proyectos de integración con otros grandes grupos de infraestructuras. El presidente de ACS, Florentino Pérez, ha señalado ante la junta de accionistas que “este tipo de cosas no están contempladas”. Pero tampoco cierra del todo la puerta: “Cuando lo contemplemos, lo traeremos a la junta”, ha contestado a uno de los partícipes que ha tomado la palabra.

Finalizada la reunión, el consejero delegado, Juan Santamaría, ha reconocido ante la prensa que hay inversores institucionales que sugieren al grupo las ventajas de realizar una doble cotización en España y en EE UU. Pese a ello, “no hay nada sobre la mesa”, ha insistido Santamaría, “ni a través de una cotización de nuestra constructora Turner ni con acciones del grupo”. En todo caso, el ejecutivo ha reafirmado que ACS “no deslocalizará su sede social de España”.

Los primeros espadas del grupo han aprovechado la celebración del encuentro con sus accionistas, esta mañana en Madrid, para poner de manifiesto fuertes expectativas de crecimiento y la existencia de pulmón para repartir dividendos: se espera que la capacidad de generación de caja y el plan de desinversiones de activos no estratégicos proporcionen entre 5.000 y 7.000 millones de margen financiero “para mantener nuestra atractiva remuneración al accionista y para financiar las oportunidades estratégicas de inversión que estamos teniendo”, ha afirmado Juan Santamaría durante su intervención.

El presidente, Florentino Pérez, ha remarcado los desafíos que acompañan al plan estratégico 2024-2026, presentado el 17 de abril: elevar los ingresos a una horquilla de 43.000 a 48.000 millones, lo que supondría un alza del 6% al 10% respecto a la cifra de 2023; conquistar un beneficio neto de 1.000 millones, y obtener entre 3.300 millones y 4.000 millones en caja operativa durante el periodo, con un aumento anual medio del 16%. El objetivo, ha reiterado Pérez, es “seguir manteniendo una atractiva remuneración al accionista”. El plan incluye la distribución de dividendos por 2.000 millones de euros en el periodo 2024-2026, con una media de 670 millones anuales, superior a la cifra de 630 millones repartida en 2023.

De momento, en la junta se ha aprobado un aumento de capital por un máximo de 634 millones con el que hacer frente al programa de dividendos, que podrían crecer hasta un 9% frente a los pagados con cargo al ejercicio 2022. En una primera ejecución se ampliaría el capital en un máximo de 507 millones, mientras que en la segunda ampliación prevista, no más tarde de la conclusión del primer trimestre de 2025, se haría con un límite de 127 millones. Uno de los tres accionistas que ha intervenido en el turno de preguntas ha hablado de “incertidumbre” por la fijación del dividendo en junio “mientras otras cotizadas españolas lo anuncian entre febrero y marzo, cuando se presentan los resultados”.

Rendimiento en el parqué

El beneficio neto de 2023 fue de 780 millones, con un incremento del 16,7% sobre el resultado de 2022. El presidente ha lucido esta mañana una revalorización del 50% en la cotización durante el pasado ejercicio y de “un retorno de la inversión superior al 85%, equivalente a una rentabilidad media anual del 22,7%” para los partícipes desde finales de 2020.

El grupo que engloba a compañías de infraestructuras y construcción como la australiana Cimic, la germana Hochtief, la española Dragados y la estadounidense Turner, además de contar con un 50% en la concesionaria Abertis, se ha impuesto “mantener nuestra sólida estructura financiera, con un nivel de endeudamiento muy bajo como el actual”, ha dicho Pérez.

ACS cuenta con una cartera de actividad de 73.500 millones y fuertes expectativas de negocio en dos de sus mercados principales, EE UU y Australia. El giro estratégico en que está inmerso el grupo lleva a invertir en transición energética y movilidad sostenible, y a la especialización en el desarrollo de infraestructuras de alto valor añadido para sectores como el de la automoción, energías renovables, minería, biofarmacia y tecnologías de la información.

Consultado en el turno de intervenciones por la esperada reversión del activo estrella de Abertis y ACS en Estados Unidos, la autopista texana SH-288, Santamaría ha explicado que el Estado de Texas tiene reconocido por contrato el derecho a finalizar la concesión. “Somos presa del éxito de ese activo”, ha dicho el directivo. En todo caso, el departamento de Transportes negocia en estos momentos con la concesionaria si, efectivamente, recupera la gestión de la autopista o mantiene a Abertis al frente de la gestión “bajo un nuevo acuerdo”. El propio contrato contempla una compensación de 1.700 millones a la concesionaria en caso de conclusión anticipada del plazo de explotación.

“La necesidad de infraestructuras de nueva generación constituye una tendencia generalizada en todas las geografías en que estamos presentes”, ha afirmado Florentino Pérez. Y el consejero delegado Santamaría se ha referido a “oportunidades únicas para llevar al grupo por la senda del crecimiento, de la innovación, de la sostenibilidad y la rentabilidad”. La compañía se hizo el año pasado con adjudicaciones por 45.100 millones, lo que supone un alza del 20% ajustado por tipos de cambio. “Construimos el futuro”, ha zanjado el hombre de confianza de Pérez.

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