Adiós con el Dannebrog, que con el alma no puedo. Eso es lo que habrá pensado Mary de Dinamarca al despedirse esta tarde de sus vecinos en Noruega tras unos intensos días de visita oficial que ha mostrado a los Reyes de Dinamarca de una forma muy natural , pero lidiando con posibles tensiones internas en su matrimonio.
Invitados por los reyes de Noruega, Harald y Sonia, Federico X y Mary de Dinamarca han pasado unos días con ellos, y también acompañados por los príncipes Haakon y Mette-Marit, como parte de una visita oficial de estado donde han realizado muchísimos planes y compromisos para disfrutar de una forma muy natural y cercana de su relación como royals vecinos . Pero este encuentro llega a su fin con una cena especial de despedida que ofrecen los daneses.
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Cómoda y primaveral Es una cena mucho más distendida de la celebrada ayer en Palacio, por esto hoy Mary de Dinamarca ha querido relajar un poco el tono pero sin perder su esencia elegante y sofisticada. Para ello, ha apostado por un vestido de cuello a la caja, de largo Midi y con mangas largas y un poco abullonadas en la zona de las muñecas. Estaba ajustado al cuerpo pero sin ceñir demasiado y con un cinturón de cuerda para marcar la cintura de la australiana.
Lo que más ha destacado ha sido el estampado de esta pieza, ya que nos recordaba a la primavera, sobre todo en los países nórdicos. Con un tejido que imita al croché o al encaje, dejando entrever el forro del vestido, encontramos una base de tejido blanca con un estampado sobre esas formas geométricas en tonos rosas y verdes empolvados , que nos recuerdan a motivos florales pero sin serlo específicamente. La combinación del brocado con los colores da mucha vida al diseño, pero sin resultar estridente. Mary de Dinamarca, que tiene muy claro su estilo, es única en conseguir vestidos interesantes, pero que no resulten demasiado llamativos u ostentosos.
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Por su parte, la reina Sonia de Noruega elegía un diseño fluido en un fuerte verde, otorgándole gran vitalidad y que solo ella podría ella, con su carácter y particular sentido de la moda, mientras que Mette Marit apostaba por un sencillo vestido negro con estampado pequeño en blanco.
Un complemento destacado y en tendencia En esta ocasión, como era una cena más distendida, la reina de Dinamarca prescindía de tiara y grandes joyas y lucía su tremenda melena suelta. Únicamente ha lucido unos largos pendientes que brillaban, destacando con su melena, y un par de pulseras doradas Cartier.
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Pero sí ha querido integrar un pequeño complemento en su pelo, un gran pasador u horquilla ladeada, dorada y con el símbolo de tres grandes flores, para mantener todo el cabello a un lado. El uso de horquillas con diseños originales y llamativos es una de las tendencias en peinado más actuales y repetidas, y, o bien solas, o bien en conjunción de varias, siempre consiguen adornar el pelo de una forma muy especial mientras modulan a la perfección la forma del peinado. Mary Donaldson demuestra así que las reinas también están al tanto de las tendencias.
Jugando en casa Cuando los reyes daneses viajan en su propio barco, el denominado Royal Yacht Dannebrog, medio de transporte que utilizan para transportarse a países vecinos conectados con Dinamarca por mar, es tradicional que la despedida se realice con un encuentro en el mismo yate, en el puerto. Tras la cena de gala de ayer en el Palacio de Oslo, es una forma de compensar los eventos y convertirse así en anfitriones, aunque sea atracado en el puerto noruego, por lo que se realiza una cena sencilla, pero con todos los honores, en los propios salones del Dannebrog con Federico X y Mary de Dinamarca como anfitriones.
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Ajetreada agenda en Noruega Este segundo viaje de Estado de Federico X y Mary de Dinamarca en pocas semanas resalta su activa agenda real. Tras visitar Suecia recientemente, ahora están en Noruega, fortaleciendo relaciones con sus vecinos. La visita ha sido intensa: fueron recibidos en Honnørbryggen y el Palacio Real de Noruega, participaron en una ceremonia de ofrenda floral en el Monumento Nacional a las víctimas de la guerra, visitaron al presidente del Parlamento noruego, Masud Gharahkhani, y asistieron a un almuerzo en Kongsgården. Además, antes de la cena de gala, visitaron la Ciudad de las Ciencias de Oslo y MiNaLab.
Planes en medio de su aniversario más tenso Este viaje ha llegado en un momento con un significado muy especial para los Reyes de Dinamarca, ya que ayer celebraron 20 años de matrimonio. Aunque no han surgido comentarios, actuaciones o conflictos evidentes entre los monarcas daneses, es cierto que en los últimos meses se percibía cierta tensión, que hemos podido también en momentos privados durante esta visita. Incluso lo desmintieron en su primera entrevista conjunta, respondiendo "¿Qué crisis?" Cuando se les preguntó sobre su matrimonio. Aunque en este viaje también hemos encontrado algunas tiranteces. Sin embargo, parece que las acciones hablan más fuerte que las palabras, y tras 20 años de matrimonio, la pareja continúa unida y desempeñando sus funciones reales sin mostrar grandes signos visibles de crisis.
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Pero los gestos los delatan. Durante las presentaciones públicas, aunque Federico X y Mary de Dinamarca intentan por todos los medios mantener la compostura y mostrarse como una pareja feliz, cuando las cámaras los captan en momentos más privados , vemos que la sintonía entre ellos no es la que era, ya que se ven detalles, gestos y muestras de lenguaje no verbal que indican que los monarcas no están pasando por su momento más romántico.