El líder de Junts, Xavier Trias, junto al alcalde de Barcelona, Jaume Collboni

El líder de Junts, Xavier Trias, junto al alcalde de Barcelona, Jaume Collboni

Información municipal

Trias mantendrá el liderazgo de JxCat en Barcelona hasta que haya gobierno en la Generalitat

  • El veterano político discrepa abiertamente de Collboni, defiende las tesis de Puigdemont y cree que la política municipal está ligada a la catalana por completo
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15 mayo, 2024 23:31

Hay deseos, esperanzas, intentos de llegar a acuerdos, pero que ahora no podrán prosperar. El grupo de Junts per Catalunya en el Ayuntamiento de Barcelona vive con interés, pero con realismo las posibles negociaciones para poder formar un nuevo gobierno de la Generalitat. Por ahora nada se moverá. Y Xavier Trias, que ha ido posponiendo su salida del consistorio, se quedará al frente del grupo de JxCat en Barcelona hasta que se acabe el ciclo de elecciones: los comicios europeos, el 9 de junio y hasta que se sepa qué sucede en el Parlament de Catalunya, sin dejar de lado una posible repetición de las elecciones catalanas.

Trias se ha situado al lado de Carles Puigdemont, que busca armar una mayoría con Esquerra Republicana, con la petición al PSC de que se abstenga, en correspondencia al apoyo de Junts en el Congreso al Gobierno de Pedro Sánchez. El veterano político estará atento ante cualquier movimiento con un deseo claro que ha verbalizado en distintas ocasiones: “Quiero abrazar a Puigdemont cuando regrese”, y eso sucederá en la investidura del nuevo presidente de la Generalitat, el día de la votación, algo que puede suceder a finales de junio o principios de julio, siempre que el bloqueo no lleve a unas nuevas elecciones.

Con la mirada en el Parlament de Catalunya

El grupo municipal ha valorado las distintas posibilidades y la conclusión es clara: casi nada se podrá hacer para establecer un gobierno local en Barcelona junto al PSC. Los socialistas ya establecieron un acuerdo con Esquerra Republicana, que pasó por secundar los presupuestos de 2024. La entrada en el ejecutivo, sin embargo, no se producirá de inmediato, porque en pocos días se iniciará otra campaña electoral, la de las elecciones europeas, y será “una nueva oportunidad para contarnos todos”, según fuentes municipales. Es decir, “todo está pendiente de lo que suceda en el Parlament de Catalunya”.

Jaume Collboni y Elisenda Alamany, en el Ayuntamiento

Jaume Collboni y Elisenda Alamany, en el Ayuntamiento

Por ello, Trias ha reaccionado con contundencia contra el equipo de Jaume Collboni, que ha señalado que las decisiones en Barcelona se tomarán de forma independiente a lo que ocurra en el Parlament de Catalunya. Y que los socios, a un lado y otro de la plaza Sant Jaume, podrían ser distintos. “No es creíble”, se señala desde el grupo de JxCat. El propio Trias ha tachado a Collboni de "cínico".

Y es que, dentro del equipo socialista, se ha valorado una posibilidad, la de formar en pocas semanas el gobierno municipal con ERC, dejando claro que se deciden cosas distintas. Pero los republicanos no estarían ahora en condiciones, a las puertas de unas nuevas elecciones –las europeas—y con una crisis interna en la dirección, tras el varapalo electoral de los comicios del pasado domingo 12 de mayo.

La sombra de Puigdemont

“Todo está relacionado”, insiste el equipo de Xavier Trias. Las fuentes consultadas admiten que de aquí a un tiempo, cuando se despeje lo que suceda en el Parlament, cuando Carles Puigdemont encarrile su futuro en Catalunya –tras la aprobación de la ley de amnistía—entonces JxCat podrá analizar cómo puede colaborar con el PSC en el conjunto de la política catalana.

Trias, en ese contexto, se mantendrá al frente del grupo de JxCat hasta que haya un nuevo Govern de la Generalitat, y su intención es que asuma la presidencia el concejal Jordi Martí. Pero también admite que eso será una responsabilidad del conjunto del partido. Y, de nuevo, la sombra de Puigdemont será alargada. En cualquier caso, los post-convergentes ejercerán la oposición en Barcelona frente al alcalde Jaume Collboni.

¿Otros deseos? Los hay, había ganas de colaborar con los socialistas. Pero los intereses de los patidos, los personales, y la coyuntura de la política catalana los impiden.