Exolum (la antigua Compañía Logística de Hidrocarburos -CLH-) hace felice a los fondos de inversión presentes en su accionariado, destacando el británico CVC (24,84% del capital), el canadiense Omers (24,61%) y el australiano Macquarie (19,87%). Y es que en 2023, ha obtenido más ingresos, más resultado bruto de explotación (ebitda) y un beneficio neto récord, según ha reflejado su último informe consolidado.

La antigua CLH es una muestra más de la colonización de los fondos en el sector energético, donde la gran mayoría sólo busca estar unos años en el capital de las empresas, obtener dividendos y salir de las mismas con jugosas plusvalías. Es lo que pensaban hacer Omers y Macquarie a finales de 2022, pero al final optaron por quedarse… y les ha salido bien la jugada, a la vista de los buenos resultados logrados por la compañía en 2022 y 2023. Además, en su capital están presentes: el banco francés Crédit Agricole (9,93%), el fondo neerlandés APG (9,93%) y el fondo de pensiones canadiense WSIB (9,93%).

 

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CLH pasó a llamarse Exolum en 2021 y actualmente está presidida por Rosa García y tiene a Jorge Lanza como CEO. Sus orígenes se remontan a 1993 y a la liberalización del monopolio que tenía hasta entonces la estatal Compañía Arrendataria del Monopolio de Petróleos (Campsa). El negocio de esta última se separó en dos partes: la red de gasolineras se repartió entre las petroleras Repsol, Cepsa y BP; y los activos logísticos dieron lugar a CLH. Actualmente, es una de las empresas líderes en almacenamiento, transporte y distribución de combustible, hidrocarburos y productos petrolíferos, que gestiona la red de productos refinados más extensa de Europa; lidera en volumen de capacidad de almacenamiento en el viejo continente y es el séptimo en el mundo. CLH gestiona una red de oleoductos de más de 6.000 kilómetros, 66 terminales de almacenamiento y 48 instalaciones aeroportuarias, con su presencia en once países (España, Reino Unido, Irlanda, Alemania, Países Bajos, Francia, Portugal Panamá, Ecuador, Perú, y EEUU) y emplea a 2.200 personas.

Vayamos a los resultados de 2023. Los ingresos de explotación han crecido un 10,1%; a 1.084,6 millones de euros, gracias a la buena evolución de la logística comercial, el almacenamiento de productos petrolíferos, la recuperación del sector de aviación y el negocio internacional (30% de los ingresos). Por su parte, los gastos han crecido un 5,6%, a 625,4 millones, por la mayor actividad y la expansión internacional. Al hilo de esta última cabe destacar: el aterrizaje en EEUU, el undécimo país en el que está presente, tras haber comprado el 50% de una terminal de almacenamiento de amoniaco y gas natural licuado en Houston; así como el inicio de operaciones en el aeropuerto irlandés de Shannon y el portugués Humberto Delgado en Lisboa.

Ha destinado 300,7 millones a dividendo, es decir, el 95,6% del beneficio. Así, se entiende mucho mejor que Omers y Macquarie hayan decidido no vender sus participaciones y quedarse un poco más en el capital

Exolum ha mostrado una buena gestión de sus recursos, pues el ebitda ha ascendido a 595,1 millones, lo que supone un 13% más que el año anterior, debido a la mayor actividad logística y del sector de aviación. Y el beneficio neto ha aumentado un 12,3%, alcanzando la cifra récord de 314,3 millones, tanto por los crecimientos en logística y aviación, como por el negocio internacional, tras los 280 millones obtenidos en 22, cuando Exolum volvió al crecimiento y a los niveles preCovid de 2019.

Unos buenos resultados en 2023 que permitieron continuar con las inversiones, que han ascendido a 160,3 millones, y de las que una parte se ha destinado a nuevos proyectos relacionados con la descarbonización, en concreto con el hidrógeno verde y los biocombustibles. Asimismo, las cifras han repercutido -y mucho- en sus accionistas, pues ha destinado 300,7 millones a dividendo, es decir, el 95,6% del beneficio. Así, se entiende mucho mejor que Omers y Macquarie hayan decidido no vender sus participaciones y quedarse un poco más en Exolum.