La vida en Modern Family se plantea feliz, simpática, amable. La serie es el reflejo de una de esas producciones que son sinónimo de la expresión "zona de confort", la compañía perfecta para una noche tonta de viernes que decides quedarte en casa y no quieres ver nada especialmente sesudo o tomar muchas decisiones. Sin embargo, para Ariel Winter, la encargada de interpretar a la brillante Alex, su paso por la misma no fue un camino de rosas, ya que mientras duraron las grabaciones, durante la mayor parte de estas, su vida personal pendía de un hilo.
Winter comenzó en el "show business" a los cuatro años, empujada por el sueño frustrado de su madre. ¿Qué raro, verdad? Esta historia seguro que no te suena de nada. De hecho, huele a juguete roto desde aquí, pero gracias a sí misma y al saludable entorno que la rodeó en Modern Family, la vida de la intérprete tomó un rumbo mucho más saludable y acorde a lo que le pertenecía vivir.
Siendo más pequeña apareció en algunos capítulos de Jericho y Urgencias y a los 11 años fichó por la "sitcom" que la lanzó definitivamente a la fama. Sin embargo, las alegrías no le duraban demasiado, ya que como ella misma reconoció en una pieza para The Hollywood Reporter en 2017, se estuvo sintiendo sexualizada desde los siete años: "las minifaldas más cortas, trajecitos de marinera, escotes, vestidos pequeñísimos... La gente se pensaba que cuando tenía 12 años en realidad contaba con el doble. Si había una escena que incluyese desnudez, mi madre no dudaba en decir que sí".
Fue en el "set" de Modern Family cuando su entorno profesional, incluida su tutora de clases, se dio cuenta de lo que estaba sucediendo. Poco a poco el equipo comenzó a mover hilos hasta que Ariel Winter se decidió a denunciar a su madre y a optar por quedarse en una casa de acogida. A lo largo de los años su madre había abusado física y verbalmente de ella. Su profesora tenía que pedir comida doble porque la joven actriz no comía como debía, llevaba una dieta muy restrictiva para evitar ganar algo de peso. La artista confesó a la publicación especializada que su madre no le dejaba hacer amigas porque consideraba competencia a todas las chicas.
Con 14 años, con el apoyo de su entorno, Shanelle Gray, su hermana mayor, se ofreció a convertirse en su tutora, algo que aceptó Winter. Estuvo viviendo con ella hasta cumplir los 15 años, cuando se pudo independizar en su propia casa de Los Ángeles, aunque siguió viviendo muy cerca de su hermana y de su padre, con quien retomó la relación tras haber estado prácticamente ausente durante toda su niñez.
Por supuesto, todo esto afectó a la salud mental de la intérprete, que comenzó a ir a terapia durante la adolescencia y a tomar fármacos para combatir la depresión, como confesó hace apenas unos meses en el "podcast" de Rachel Bilson, otra compañera de profesión, estrella de The O.C.
En la actualidad, Ariel Winter vive en Nashville, donde se mudó tras terminar las grabaciones de Modern Family. Allí comparte una vida tranquila con su pareja y sus perros. Además, en su cuenta de Instagram comparte habitualmente recetas y muestra su labor solidaria con diferentes causas. Un final feliz, o algo más feliz, para una historia que parece que no tiene fin.
