La historia indígena de la colonización de Nueva York expuesta en Ámsterdam

Una ilustración de la antigua Nueva York (arriba) y una fotografía de la ciudad moderna, en una imagen captada en una exposición el 10 de septiembre de 2009 en un museo de Manhattan (Don Emmert)
Una ilustración de la antigua Nueva York (arriba) y una fotografía de la ciudad moderna, en una imagen captada en una exposición el 10 de septiembre de 2009 en un museo de Manhattan (Don Emmert)

"¿Manahahtáanung o Nueva Ámsterdam?" Una exposición saca a la luz esta semana la historia desconocida de los Países Bajos y los amerindios, víctimas hace 400 años de la conquista neerlandesa de lo que luego sería Nueva York.

A través de testimonios en videos, objetos tradicionales y obras de arte, los descendientes de los Lenape cuentan en Ámsterdam la violencia contra sus antepasados tras la llegada de la Compañía Neerlandesa de las Indias Occidentales a la bahía de Manhattan a principios del siglo XVII.

"Mucha gente aquí en los Países Bajos no sabe nada de los Lenape, el pueblo autóctono que acogió a los neerlandeses cuando desembarcaron en 1624", comenta a AFP Sherry Huff.

Huff es una de las descendientes de Lenape que contribuyó con la exposición que se inaugura el jueves en el museo de la ciudad de Ámsterdam, con motivo del 400º aniversario de la instalación neerlandesa.

Se centra en la cultura y la perspectiva de los amerindios en una parte de la historia a menudo olvidada del establecimiento de la Nueva Ámsterdam, y se explica a través de una carta escrita por el comandante Pieter Schaghen en 1626, única prueba de la compra de Manhattan por 60 florines.

La ira y la incomprensión persisten entre los descendientes de una comunidad que ellos llaman matriarcal y cercana a la naturaleza, que considera que un territorio no debe tener propietario.

"No tenemos nada escrito excepto la carta que fue devuelta en un manifiesto de barco para declarar que la isla estaba en proceso de compra", comenta Urie Ridgeway, líder de la Naticoke Lenape Nation que también participó en la exposición.

"No tenemos un collar wampum", añade, evocando las piezas de perlas de conchas, símbolos monetarios o de compromiso para los Lenape.

Uno de ellos, inacabado, se encuentra en una de las habitaciones de la exposición.

Si bien los Países Bajos hicieron esfuerzos en los últimos años para hacer frente a su historia colonial, la violencia contra algunas comunidades indígenas sigue estando subrepresentada en los libros de historia.

- Imposible para los indígenas mantener su estilo de vida -

"Cuando los neerlandeses llegaron, la relación era bastante simple", explica Ridgeway.

Un castor disecado recuerda el comercio de pieles organizado entre los Lenape y los neerlandeses. Éste se "deterioró" cuando el gobernador Willem Kieft de los Nuevos Países Bajos libró una guerra sangrienta contra los amerindios, entre 1643 y 1645, cuenta.

Los colonos también, según la exposición, trajeron esclavos a la Nueva Ámsterdam, que participaron en su construcción y fueron utilizados para luchar contra los Lenape.

Las enfermedades procedentes de Europa causaron numerosas víctimas.

Los colonos "hicieron imposible que el pueblo indígena mantenga su modo de vida y su cultura", explica el museo.

"Miles de Lenape fueron asesinados. Es la historia con la que debemos vivir, pero lo más importante es que seguimos aquí", destaca Ridgeway.

En 1664 los británicos conquistaron a su vez la colonia neerlandesa. Que en los siglos que siguieron se convirtió en Nueva York.

Durante mucho tiempo, los Lenape, hoy dispersos por Estados Unidos y Canadá, han estado ausentes de las celebraciones de los aniversarios de la ciudad emblemática.

Pero las cosas cambian, subraya Huff, que creció en el sur de Canadá. Ella misma cuenta que hace solo 15 años se enteró de que sus antepasados estaban relacionados con Manhattan.

Un puñado de personas hablan hoy el idioma ancestral, pero el mundo entero conoce la palabra "Manhattan", que proviene de "Manahahtáanung", que los nativos usaban para describir la isla.

"Muy irónico", afirma Huff, que confía en un retorno a la naturaleza en la metrópoli, así como un "reconocimiento y un camino a seguir" para los indígenas. "Espero algún tipo de reparación", subraya.

La exposición estará abierta al público hasta el 10 de noviembre. Una continuación se presentará en el museo de la ciudad de Nueva York -que colaboró con la exposición- en el otoño de 2025.

Tom van der Molen, uno de los comisarios de la exposición, ansía que los visitantes "comprendan que hay más perspectivas sobre la historia local, canonizada en la historia europea".

"Aún se habla de los valientes héroes navales que descubrieron un nuevo mundo, pero la exposición muestra que había gente que vivía allí, que todavía están allí y que viven con las consecuencias de esta historia", resume.

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