Diez años del asesinato de Isabel Carrasco: las autoras siguen en la cárcel de Asturias (y como reclusas peligrosas)

Este domingo se cumplen diez años de la muerte de la presidenta del PP de León y de la Diputación Provincial, Isabel Carrasco, asesinada a tiros en plena calle el 12 de mayo de 2014. La autora, Montserrat González, cumple condena en la prisión asturiana junto a su hija, Triana Martínez. Ambas fueron trasladadas a la cárcel asturiana en octubre de 2018 tras solicitar el cambio "por cuestiones de arraigo familiar".

Madre e hija cumplen en Asturias sus condenas de 22 y 20 años, respectivamente, por el asesinato de Isabel Carrasco. Martínez había solicitado tiempo atrás el traslado a dicha prisión por arraigo familiar, ya que su padre, Pablo Martínez –fallecido en 2020 por covid–, residía en el Principado. Previamente, las dos pasaron por el penal de Valladolid, donde permanecieron dos años tras haber estado en la prisión de Mansilla de las Mulas, en León. De esta última, fueron enviadas a la de la capital castellanoleonesa por su comportamiento.

El asesinato se produjo a las 17.11 horas en la pasarela del río Bernesga, en León. González disparó a la víctima en la cabeza en tres ocasiones. Los hechos fueron presenciados por Pedro Mielgo, un policía nacional prejubilado que se encontraba paseando por el lugar junto a su esposa, quien avisó a emergencias mientras su marido perseguía a la autora. Tras encontrar un vehículo policial, hizo señales de que parase. En ese momento llegó Martínez, que previamente introdujo el arma en el vehículo de la tercera persona implicada en el asesinato, la policía municipal Raquel Gago. Esta tardó un día en entregar el revólver alegando un bloqueo tras conocer la noticia y detención de su amiga, Triana Martínez. Gago, condenada a 14 años como cómplice, salió de prisión en 2022 con la libertad condicional tras cumplir cinco de condena.

En el juicio, González confesó el asesinato y admitió que volvería hacerlo, alegando que Isabel Carrasco la había tomado con su hija, a quien había expulsado de la Diputación. Triana Martínez, hasta ese momento, ejercía como ingeniera de comunicaciones interina. "Era su vida o la de mi hija", afirmó su madre, mientras que su hija aseguró que mantenía una gran relación con la víctima, aunque esta se vino abajo cuando, supuestamente, le pidió favores sexuales a los que se habría negado.

Suscríbete para seguir leyendo