Partido de París. ¿Cómo te involucraste en la aventura de “La Pampa”?
Damián Bonnard. Fue Antoine Chevrollier (el director, ndr.) quien me llamó. Realmente no conocía su trabajo. Primero hablamos por teléfono, nos conocimos, nos enamoramos y nos volvimos a ver.
Arturo. Antoine es la persona que me hizo pruebas en su momento para “The Bureau of Legends”. Nos hicimos amigos mientras rodábamos la serie en Marruecos, nos fuimos de vacaciones juntos. En la serie “Ossekine” incluso hago una voz.
Estás filmando con los jóvenes actores Amaury Foucher y Sayyid El Alami. Esta es la primera película de Amaury. ¿Le diste consejos sobre el rodaje?
Damián Bonnard. Le di un consejo en forma de pan en la cara (risas). Estábamos todos juntos en el set. Formamos un verdadero grupo. Había algunas escenas no muy obvias y muy íntimas para representar.
Arturo. Lo desaceleré (risas). No, lo tranquilicé principalmente explicándole que esto es cine, que en realidad no vamos a dormir juntos, que sigue siendo una comedia. No deberías tener miedo de decir que no si te sientes incómodo. Encontraremos subterfugios. Pero es cierto que, cuando empiezas en el cine, muchas veces tienes miedo de decir que no.
Damián Bonnard. En la película “Rester vertical” de Alain Guiraudie, también tuve que interpretar muchas escenas de amor. Lo importante es introducir la coreografía para que estéis alineados. El cine se trata de efectos especiales, contraplanos, doblajes, cosas inventadas. Nunca había interpretado escenas tan duras como en “La Pampa”. Tuve que arreglármelas para que sucedieran cosas violentas, pero mientras lo cuidaba.
El resto después de este anuncio.
Muchos padres que viven indirectamente
Damián Bonnard
La película me recordó al Círculo de los Poetas Muertos de Peter Weir. ¿Fue una referencia para Antoine Chevrollier?
Damián Bonnard. Pensé mucho en “American Beauty” mientras leía el guión. Existe esta violencia entre un padre y su hijo.
Arturo. Siempre es interesante actuar en películas que tienen un mensaje. Pero siempre me parece más fino e inteligente transmitirlo sin machacarlo a lo largo de la película.
Damián Bonnard. La película también cuestiona el papel de los padres que quieren realizarse a través de alguien y sacrifican su vida por ello. Cuando preparamos “La Pampa” sobre carreras de motocross, observé a padres que viven indirectamente, que tal vez hubieran querido ser pilotos y que reviven su pasión siguiendo a su hijo. Hay mucho dinero en juego, es un gran negocio. El motocross también es un ambiente muy masculino, con íconos masculinos. Creo que eso está cambiando. Cada vez hay menos padres que sean entrenadores.
Arturo. “La Pampa” también muestra lo difícil que es salir del armario, aceptar la propia homosexualidad en un entorno rural. Crecí en un pueblo cerca de Montpellier. París no es Francia y aunque la comunidad LGBT tiene muy buena aceptación en las grandes ciudades, todavía hay zonas en Francia donde, cuando eres homosexual, es complicado.
