CRUCERO QUEEN ANNE | Un día dentro del gigante de los mares: así es el 'Queen Anne', que incluye a Tenerife en su primera travesía

Puertos | Un visitante de lujo para unir historia y modernidad

Un día dentro del gigante de los mares: así es el 'Queen Anne', que incluye a Tenerife en su primera travesía

El nuevo crucero, de la misma compañía que el 'Queen Mary 2', elige el puerto de Santa Cruz de Tenerife entre los primeros destinos de su viaje inaugural

Interior del Queen Anne

Interior del Queen Anne / Arturo Jiménez

El nuevo crucero de lujo de la compañía Cunard, una de las líneas más antiguas de mundo en este tipo de barcos, el Queen Anne, eligió el Puerto de Santa Cruz de Tenerife como uno de los destinos en su viaje inaugural. Lució ayer toda su majestuosidad –322 metros de eslora, 8,5 de calado y 114.188 toneladas de registro bruto– durante diez horas en el Muelle de Ribera. Incluido el característico casco negro de la mítica firma británica.

Símbolo de un rico pasado a conservar para unirlo a la máxima modernidad de la tecnología punta. Enfrente, en el Muelle Sur, el correíllo La Palma, parece hacerle un guiño al gigante. Pasado y presente con la mar siempre de fondo.

Antes de pasar el habitual y estricto control de seguridad para poder subir a bordo sorprende el encuentro matinal en el entorno de la Terminal de Cruceros del puerto chicharrero con muchos pasajeros (bajaron 2.400 de los 2.600 a bordo, algo poco habitual), entre ellos, la mayoría de edad avanzada, bastantes personas con alguna discapacidad lo cual resultó premonitorio para descubrir luego un crucero cien por cien accesible.

También se veían miembros de la tripulación (1.200) donde, también como casi siempre, destacan los naturales de ese país también isleño y de marinos que es Filipinas.

La primera capitana en 180 años de historia

Recibe a la embajada local, liderada por Pedro Suárez, presidente de la Autoridad Portuaria provincial, la capitana (la primera en 180 años de historia de la Cunard) del barco. Inger Klein Thorhauge, después de glosar parte de la historia de la compañía y sus barcos, amén de la relación con Canarias, subraya que «es muy emocionante para nosotros venir a las islas ahora, donde estamos recibiendo una gran bienvenida, también en Tenerife, lo que me muestra una vez más la conexión que tenemos».

Inger Thorhauge, primera capitana en 180 años de historia de Cunard

Inger Thorhauge, primera capitana en 180 años de historia de Cunard / Arturo Jiménez

Reconoce, divertida, que no sabe si hay alguna diferencia con la tradicional figura masculina porque «nunca he sido un hombre». Lleva catorce años llevando barcos a buen puerto. Empezó desde abajo como cadete «y luego trabajé mi camino».

Nació y creció en las Islas Feroe y se mudó a Dinamarca en 1989. Destaca su preocupación porque sus pasajeros tengan un viaje lo más verde posible con medidas de ahorro de agua y reciclaje. Ha viajado por todo el mundo, pero se refugia cuando no navega en su casa de Svendborg, donde disfruta del jardín, de tocar el saxofón, ir a conciertos y pasar tiempo con su esposo, hijos y nietos.

Inger se refirió al tiempo «raro» de ayer, nublado, con bochorno y chispeando, pero desde el lado local se le aseguró que «mejorará» en un ambiente distendido. No exento, sin embargo, de ceremonial, sobre todo en el momento del tradicional intercambio de metopas. La del barco con un lema sugerente en latín: «Bienvenidos al mundo». Luego llega la hora de conocer por dentro a este gigante de los mares (cinco o seis veces mayor en tonelaje y dimensiones que el barco express de Fred Olsen que pasa justo por delante».

La ruta

Durante el recorrido, la guapa y profesional Zoe –como su compañera Orsi con la característica cruz en la solapa de la White Start Line, precedente de Cunard, que ejemplifica el buen servicio prestado– guía al grupo en una ruta de casi dos horas en las que en u recorrido circular se camina una milla, el equivalente a 1,6 kilómetros.

Durante el recorrido se demuestra que aquí hay de todo y es grande. Un impresionante teatro, un comedor principal en el que cabría el Britannía, yate insignia de la corona británica y primer barco de Cunard o inmensos rincones para el descanso, lo lúdico o el ocio. Hasta un espejo que, según la óptica, ofrece distintas perspectivas.

Zonas de tomar el té, cómo no, de música y baile –excelente interpretación de El hombre del piano incluida–, otra exclusiva que recuerda que la energía eléctrica se hizo realidad en los barcos, cubiertas exteriores, tiendas, detalles de la cultura british, cuatro restaurantes temáticos –la cena a las seis–... Una gran ciudad del presente y del futuro que navega sobre el mar.

Tradicional intercambio de metopas entre la capitana y el presidente de la Autoridad Portuaria de la provincia, Pedro Suárez

Tradicional intercambio de metopas entre la capitana y el presidente de la Autoridad Portuaria de la provincia, Pedro Suárez / Arturo Jiménez

Pero también del pasado porque hay lugares que incluso huelen a la vieja madera de esos barcos que recorrieron los océanos en el siglo XIX y principios del XX. Todo está niquelado hasta el último detalle, pero con sabor añejo como las clásicas escaleras de caracol, la imitación de las escotillas o unas puertas de ascensor decoradas con un acabado tal que uno espera que en cualquier momento aparezca por allí una estrella del Hollywood de los 50, léase Rita Haywoord o Yul Brynner. En el otro lado la opción con solo tocar una pantalla y poner el número de la habitación de que aparezcan todas las fotos que te han tomado durante el viaje.

En un panel aparecen las doce excursiones –Tenerife es con Lanzarote el puerto de Canarias que más vende– para recorrer la Isla en el poco tiempo que el barco permanece atracado. Al Puerto de la Cruz a Las Américas, a Las Teresitas o, por supuesto, al Teide. Para pasajeros con sello británico aunque los hay de todas las nacionalidades posibles e imaginables.

El presidente de la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife

Pedro Suárez valora «la primera escala de un barco botado recientemente, propiedad de la mayor compañía de cruceros del mundo, la histórica Cunard, y, sobre todo la importancia de que lo haga en su travesía inaugural». Este factor subraya, «focaliza y posiciona a Tenerife». Sobre el buque manifiesta que «me ha parecido un espectáculo, una mezcla de la tradición de la compañia con toda la modernidad muy lograda. Hubo momentos en los que hasta los olores me recordaron los antiguos barcos».

Hamilton y Cía., histórica consignataria

Guillermo de Ponte, representa a la cosignataria, la también histórica Hamilton y Cía., Recuerda que «Hamilton se creó en 1837 aquí, en Tenerife, y Cunard en 1839». Desde entonces Hamilton ha sido el consignatario de lo que hoy es Carnival que engloba a la Cunard, heredera a su vez de la White Star Line.

Al Queen Mary 2 «también lo trajo Hamilton y supuso un acontecimiento que todavía es recordado en la Isla». Coincide en que «nuestro sentido, como el de este buque, es mantener la tradición pero llenarla de modernidad para hacer un buen trabajo».

Entiende que «los barcos tienen que adaptarse a los tiempos con un diseño que atraiga a gente más joven cambiar un poco parte del estilo». Mantener «lo clásico, la identidad o el alma de lo que es la compañía, aunque dándole un toque que incluya todas las mejoras tecnológicas». Ahonda en la idea de «dar también un giro en cuanto a colores y luminosidad, lo que yo creo que más destaca en este barco. Antes predominaban los tonos oscuros, no porque se buscaran, sino por ser los tradicionales»

El Queen Anne, en la Terminal de Cruceros de Tenerife

El Queen Anne, en la Terminal de Cruceros de Tenerife / Arturo Jiménez

Radiografía de un barco majestuoso

El recién estrenado Queen Anne, tiene bandera de Bermudas y puerto base en su capital, Hamilton. Fue botado el 24 de abril y cuenta con 17 cubiertas, 15 restaurantes, piscinas, un gran teatro con 835 asientos, boutiques de lujo, casino, biblioteca, spa y numerosas zonas de ocio y entretenimiento. Su construcción comenzó en 2019, pero se vio afectada por la pandemia del Covid. Con un diseño muy particular, el casco fue construido en los astilleros italianos Fincantieri.

Entre sus peculiaridades más llamativas se encuentra también la icónica chimenea roja que caracteriza a la flota de la compañía, que ya tiene 180 años de historia y navegación. Inicialmente, se especulaba si el nombre del barco continuaría con la práctica de Cunard de nombrarlos en honor a reinas o volvería a su nomenclatura del siglo XX de dedicarlos a provincias romanas, como los anteriores Aquitania o Mauretania. Al final se impuso Queen Anne. Según anuncia la página web de Cunard, incluirá la capital tinerfeña en cuatro de sus travesías de la temporada de invierno, a partir de noviembre. El reto es conservar toda la solera de los viejos barcos y sumar la pujante modernidad con la mar siempre como fondo.