El día que Elena Schröeder, la turista asesinada en Afganistán, salvó la vida a un hombre en la estación de Sants | El Periódico

Heroína en 2014

El día que Elena Schröeder, la turista asesinada en Afganistán, salvó la vida a un hombre en la estación de Sants

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El desfibrilador de una farmacia salva la vida a un hombre en la estación de Sants

La farmacéutica Elena Schröder muestra el desfibrilador que salvó la vida a un hombre en al estación de Sants / DANNY CAMINAL / ANAHÍ GALLARDO

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Elena Schröder Vilar, la farmacéutica de Terrasa asesinada en el atentado de este viernes en Bamiyán (Afganistán), salvó de la muerte a un hombre hace una década. Ella y su hermana, María, se convirtieron un día de febrero de 2014 en las heroínas de la estación de Sants (Barcelona) al salvar esta vida.

Un señor caminaba por el vestíbulo cuando se desplomó y se rompió la nariz. El instante era angustioso porque el varón yacía sobre el suelo, entre rojo (por la sangre) y azul (porque se asfixiaba), mientras una multitud trataba de auxiliarle sin éxito. Pero entonces las dos hermanas Schröder Vilar entaron en escena.

"Eran las siete menos cuarto. Casi las siete de la tarde, creo. Nosotras estábamos en la farmacia cuando entraron dos personas y nos pidieron que llamáramos una ambulancia. Lo hicimos, y enseguida salimos a ver qué pasaba, y cuando vimos cómo estaba el señor cogimos el desfibrilador. Teníamos un poco de miedo, nunca nos habíamos visto en esa situación, y tampoco nunca habíamos usado un desfibrilador. Pero luego no fue tan complicado", explicaban hace diez años desde la Farmàcia de l'Estació, el establecimiento que regentaban.

Aún no habían recibido el cursillo de manejo de esta herramienta y solo tenían nociones básicas, pero le salvaron la vida. Nerviosas, se dejaron guiar por la máquina, que les decía qué hacer en todo momento. "Le pusimos los electrodos al paciente y la propia máquina le hizo un electro, para comprobar que el problema era cardiaco. Y después: 'Pulse el botón rojo para aplicar descarga', y eso hicimos. Por suerte había una enfermera que pasaba por allí y le hizo el masaje cardiaco, y eso fue lo que pasó, descargas y masaje cardiaco hasta que la ambulancia llegó". 

Al final, entre las farmacéuticas, la enfermera y el desfibrilador logran que reanimar luego al paciente fuera más fácil, tal y como recordaba el cronista de EL PERIÓDICO Mauricio Bernal.

Farmacia fraternal

En la actualidad, Elena regentaba junto a dos de sus hermanas (en total eran cuatro) desde hace unos 10 años la farmacia Les Arenes en Terrassa, que también tiene un servicio de soluciones ortopédicas, a partir del alquiler, como promocionan por las redes sociales. Además, también ofrecen consejos de cuidado de la piel y de nutrición.

Estas farmacéuticas eran muy queridas en el barrio y muy activas en las redes sociales así como se implicaban actividades propias de la comunidad, como su participación en la fiesta mayor y en actos solidarios. Las hermanas habían trabajado en la farmacia de la madre en Sants.