Pelota erizo

Estimulación motriz y sensorial mediante la bola erizo

La selección de un material deportivo correcto es una de las claves del éxito cuando trabajamos con un objetivo motor concreto. Desgraciadamente, muchas veces se cae en el error de dejar este aspecto en un segundo plano, y se usa un material que no es el más adecuado para esa actividad. En el caso concreto de las pelotas, podemos encontrar pelotas de muchos tipos (bola erizo, pelota pikler, pelota sonora, pelotas para diferentes deportes…), pero las características propias de cada una las hacen apropiadas para diferentes propuestas. De esta forma, como es lógico, jamás se nos ocurriría jugar a tenis con una pelota de baloncesto, o jugar a fútbol con una pelota de golf, ya que no son adecuadas para ese fin.

Las pelotas o bolas erizo son una opción interesante para personas que tienen dificultades con el agarre, como bebés, niños y niñas en la etapa de 0-3 años, o algunas personas con discapacidad o dificultades motrices. Es un material de precio reducido (¡no superan los 3 euros!) que nos aporta muchas posibilidades para trabajar la estimulación sensorial y motriz. Debido a su acabado y forma exterior, las bolas erizo ofrecen un extra de agarre, haciendo más fácil su manipulación.  A diferencia de las pelotas convencionales, estas bolas no requieren tanta precisión en el agarre, permitiendo ser cogidas de forma más fácil y duradera, aumentando de esta forma la sensación de control. Además, gracias a sus púas, ruedan menos que una pelota convencional y no se alejan tanto de la persona, siendo este un punto clave cuando trabajamos con personas con movilidad reducida en las que queremos poner en práctica la estimulación sensorial y motriz. En el caso de los bebes y los niños y niñas pequeños, además, esto hará que la pelota se mantenga cerca y accesible siempre que quieran cogerla, evitando así la frustración. Asimismo, son una opción ideal para la bañera o piscina, ya que sus púas facilitan el agarre en condiciones húmedas, y no se resbala tan fácilmente de las manos.

Pelota erizo blanda

Respecto al material, las pelotas erizo están hechas de un material suave y brillante. A la hora de diseñarlas, se ha evitado el látex y componentes tóxicos, por lo que además de ser agradables al tacto no hay problema si se llevan a la boca. Además, el material del que están hechas facilita su limpieza y desinfección. Sus colores brillantes (amarillo, naranja, rojo, rosa, azul y verde) tampoco son casualidad, están pensadas para llamar la atención e invitan a ser cogidas. La bola erizo se presenta en 3 tamaños diferentes, con 8 cm, 10 cm (pelota erizo gymnic) y 12 cm de diámetro (pelota erizo blanda). Aunque los modelos de pelota son similares, varía su tamaño, su dureza y su capacidad de bote, ya que la dura no bota. A pesar de que todas tienen púas redondeadas, las púas de la pelota erizo gymnic pequeña son algo más pronunciadas que las de los otros modelos. 

Existen muchas propuestas simples para trabajar la estimulación con este material multifuncional, ya que es un material básico que nunca falla. A pesar de que la pelota erizo puede ser utilizada por personas de cualquier edad y condición, son especialmente interesantes para niños y niñas en su primera infancia y personas con discapacidad. Las pelotas erizo permiten trabajar propuestas centradas en la estimulación motriz, que tiene muchos beneficios para el desarrollo motor, cognitivo y psicológico de la persona. A continuación, se presentan algunas de estos juegos y propuestas lúdicas, que podrás utilizar y adaptar a tu contexto concreto. Las propuestas se han ordenado de más simples (a partir de los 3-4 meses de vida del bebé) a más complejas.

·Masajes y estimulación: una forma de empezar a trabajar la estimulación sensorial y la sensibilidad desde muy pequeños es a través de pequeños masajes con las pelotas erizo. Debido a sus acabados con púas redondeadas, esta pelota nos ofrece la posibilidad de una estimulación diferente y sin contacto directo. A medida que la persona crece y adquiere habilidades, se pueden proporcionar nuevas experiencias sensoriales, por ejemplo pisando suavemente la pelota y haciendo círculos, o realizándose automasajes.

·Invitación al movimiento: a partir de los 8 meses aproximadamente, el bebé empieza a adquirir más movilidad, y poco a poco va alcanzando hitos como reptar, gatear, y finalmente andar. A esa edad, una actividad adecuada es situar la pelota en diferentes sitios para animarlos a que se muevan y cojan la pelota. Es un juego con una lógica interna muy básica, pero al mismo tiempo muy dinámico y que gusta mucho a los más pequeños. Esta propuesta les ayuda a ganar destrezay coordinación en todo el cuerpo.

·Caja de permanencia: la caja de permanencia es una pequeña caja que podemos construir nosotros mismos con cartón, realizando un agujero en la parte superior y una ventana en el lateral. El objetivo es que los niños y niñas, una vez que dominen la posición de sentados, metan la pelota por el agujero superior de la caja para que salga por el inferior. Además de ser un desafío mediante el cual trabajar la motricidad y los movimientos precisos, permite a los más pequeños trabajar el concepto de permanencia de objetos, para que poco a poco vayan entendiendo que los objetos siguen existiendo a pesar de que no podamos verlos. Esta actividad les permite explorar este concepto por sí mismos mediante el juego.

·Encestar la pelota: para trabajar el agarre y lanzamiento de la pelota se pueden proponer multitud de juegos simples. Para ello, simplemente necesitáis un objeto que haga de canasta (una caja, un cubo…) y la bola erizo. Dependiendo del nivel de control, se puede realizar la actividad sentado y lanzando a un objeto que esté muy cerca, o complicarlo y lanzar de pie e incluso a un objeto que vayas moviendo. Esta simple propuesta permitirá que trabaje el control sobre la dirección de los lanzamientos y el concepto de dentro y fuera de una forma que le encantará.

·Chutar la pelota: a partir del año y medio o dos años, los niños y niñas empiezan a disfrutar mucho de chutar la pelota. Además de ser una actividad muy divertida, ayuda a trabajar el equilibrio sobre un solo pie, a desarrollar la coordinación ojo-pie y a que aprendan a seguir con la vista objetos en movimiento. Se puede empezar simplemente centrándose en que golpee la pelota con el pie, para poco a poco ir avanzando hacia realizar pases o incluso chutar a una mini portería.

·Lanzamiento a los bolos: ara seguir trabajando los lanzamientos y la puntería, pero de una forma algo más compleja, podemos preparar una actividad en la que tengan que tirar los bolos. Esta propuesta permite que el niño o la niña sea consciente del fenómeno causa-efecto (si la pelota erizo toca los bolos estos se caen). Además, favorece la práctica de movimientos controlados y voluntarios con las manos. Si quieres que trabajen de forma autónoma, te sugiero que coloques en el suelo unas pequeñas pegatinas, para que sepan donde tienen que ir colocados cada uno de los bolos. ¡A jugar!

· Pases entre iguales: una vez que ya tengan un control suficiente, pueden empezar a jugar entre ellos. Una de las opciones más simples es realizando pases, tanto con la mano como con el pie. Se puede empezar realizando pases rodando la pelota por el suelo, para poco a poco avanzar hasta pases en el aire, que exigen una mayor coordinación. Al usar la pelota erizo, se facilita el agarre y se controla la velocidad de movimiento. Este tipo de juegos, además, son una forma de desarrollar un vínculo social con otras personas y de trabajar sus capacidades comunicativas.

·Avanzar por el laberinto: si queremos estimular la motricidad, así como la atención sostenida, una propuesta muy interesante es el laberinto. Para ello, simplemente tenemos que dibujar en un papel grande un laberinto (o poner cinta de carrocero en el suelo), y pedir a los niños y niñas que lleven la bola erizo por el camino que ellos quieran. Podemos pedirles que muevan la pelota con la mano, el pie, la nariz… dependiendo de lo que queramos trabajar.

·¡Que no se caiga!: para seguir complicando un poco las propuestas, podemos realizar el juego de la tela. Consiste en coger una tela (o toalla) entre dos o más personas, colocar la bola en ella y lanzarla y recogerla con la tela. Se trata de un desafío motor que exige coordinación entre los participantes, así como movimientos precisos y acciones planificadas. Desde luego, las risas están aseguradas.

·Equilibrio de pelota en pareja: aunque existen infinidad de propuestas para trabajar con la pelota erizo, la última de este artículo es “equilibrio de pelota en parejas”. Les colocamos en parejas y les indicamos que tienen que llegar hasta un punto llevando la bola entre los dos… ¡Y sin usar las manos! Les podemos indicar cómo deben llevar la pelota (espalda con espalda, cabeza con cabeza…) o dejarlo libre a su imaginación. Una propuesta cooperativa que les ayuda a usar la lógica mientras resuelve el desafío motor planteado.

Espero que te animes a probar alguna de las propuestas y juegos para trabajar la estimulación sensorial y motriz con pelotas erizo que se presentan en este artículo, u otras de las muchas actividades posibles. Todas ellas ofrecen la opción de descubrir el mundo y sus propias habilidades a través del juego, reforzando el desarrollo y el aprendizaje de una forma divertida. ¿Te animas?


  La magia de la Educación Física

Josune Rodríguez-Negro

Maestra funcionaria, master en actividad física y deportiva y tiene un doctorado en actividad física y deporte. Actualmente desarrolla su labor educativa como docente de psicomotricidad y educación física en una escuela pública, pero también cuenta con experiencia docente en el ámbito universitario. Tiene una amplia trayectoria investigadora, con multitud de publicaciones científicas y ponencias en congresos, y ha realizado varias estancias de investigación en el extranjero. En 2023 publicó su primer libro en solitario “La gestión del aula en educación física”. Además, divulga en redes sociales sobre educación bajo el nombre de @lamagiadelaef