El Big Boy cubano no puede despegar su espalda de la lona y sufre su primera derrota en la UFC

Muchos se preguntaban qué pasaría con Robelis Despaigne el día que enfrentase a un grappler de nivel.

Ciertamente, Waldo Cortés-Acosta no es un dechado de virtudes en los agarres, pero con lo que tenía le alcanzó para propinarle al cubano su primera derrota.

Poco o nada pudo hacer Despaigne ante el dominicano que se impuso el sábado por la vía de la decisión unánime al “Big Boy’’ y cortó en seco toda esa corriente de opinión que le vía muy cerca de la élite de la división pesada en la UFC.

Después de lo visto en San Luis, Despaigne y su equipo tendrán que trabajar muy duro para continuar camino en una categoría donde hay muy buenos luchadores y practicantes de jiu-jitsu, aunque no todo está perdido para el cubano y su porción de experiencia habrá ganado.

Cortés-Acosta había dicho que se iba a parar en el centro del octágono a intercambiar golpes, pero su utilización del grappling limitó notablemente las herramientas ofensivas de Robelis que no supo o no pudo encontrar la manera de mantenerse en pie.

Sin duda, el quisqueyano ganó el primer asalto al propinarle un derribo a su rival y dominar el tiempo de control en el suelo en los siguientes minutos, poniendo de manifiesto las lagunas del gigante antillano para poder levantarse con la espalda pegada a la lona.

En el segundo Despaigne tuvo un mejor momento, pero con dos minutos por consumir Cortés-Acosta logró otro takedown ante un Despaigne que por momentos parecía cansado y que anunciaba lo que vendría en un tercero donde ya el cubano estaba obligado a noquear para llevarse la victoria.

Despaigne venía de un tremendo debut en la UFC 299 efectuada en Miami donde derribó en apenas 18 segundos a Josh Parisian, despertando elogios de expertos y aficionados, y hasta del mismo presidente de la empresa, Dana White, quien tomó noto del sensacional triunfo del santiaguero.

Pero ahora se trataba de alguien a punto de entrar entre los mejores 15 de la clasificación.

En palabras del propio Despaigne, la UFC le había ofrecido ser parte del evento principal en San Luis y enfrentar a Derrick Lewis, una de las figuras que ha formado parte de la élite de la división pesada en la última década, al punto de haber sido contendor al título.

Medallista de bronce olímpico en taekwondo, el gran triunfo de Despaigne es haber galvanizado a la comunidad cubana que como hacía tiempo, desde Yoel Romero, no seguía una velada de UFC con tanto interés y que, a juzgar por las reacciones en redes sociales, celebra su paso por este circuito.