UNO. – 

Estos días ha cumplido la sinfonía número 9 de Ludwig van Beethoven (1770-1827), creada el 7 de mayo de 1824, su 200 aniversario, que había ocupado casi año y medio al músico de Bon en componerla. Beethoven, que había creído en las promesas de la Ilustración y la Revolución Francesa, dio vida a su “Novena” con su célebre “Oda a la alegría” sobre un texto de Friedrich von Schiller (1759-1805). A pesar de sus ideales revolucionarios fue un músico al servicio de la nobleza de su país y su obra innovadora funcionó entre el público de la época, recibiendo una acogida muy importante.

Estudiosos han señalado en este aniversario que el mito se constituyó como tal en el momento en que Richard Wagner lo convierte en el “evangelio humano del arte del futuro”. Con los nazis en el poder el final de la sinfonía del “gran héroe del pueblo alemán”, se convirtió en himno olímpico de los Juegos de Berlín en 1936.Los soviéticos consideraron que la “Oda a la alegría” era lo suficientemente electrizante como para ordenar su uso a todas horas y con cualquier motivo.  La “Oda a la alegría” olvidó su pasado napoleónico, nazi y soviético cuando el Consejo de Europa, en 1972, la convirtió en el himno europeo. Una picardía europea: Herbert von Karajan, ex miembro del partido nazi, obligó a pagarle derechos de autor sobre su “arreglo” con los hitlerianos.

DOS. –  

Hice notar en mi columna de la pasada semana que intelectuales y profesores, relacionados con instituciones académicas francesas, habían llamado la atención sobre el hecho notable de que los países árabes, ricos y menos ricos, han silenciado a los palestinos más allá de gritos condenatorios en las calles y gestos políticos, sin peso, en su defensa. Doy entrada a situaciones de similar corte, advirtiendo que no se trata de hacer llorar sobre las situaciones de campesinos pobres, que también, sino de contemplar movimientos amplios que previenen el futuro y de los que conviene estar informados. A un centenar de kilómetros de la capital Niamey, en motos, armados, llegan hombres vestidos de camuflaje y reúnen a las familias de las poblaciones proponiéndoles elegir lo que les parezca mejor entre las posibilidades que les ofrecen. O pagar un impuesto de 50.000 CFA (76 E) por varón a partir de los 15 años, o convertirse al islam. Rechazar ambas cosas, obliga ha dejar el pueblo y todo lo que se posee en sus manos. Son lo que los lugareños llaman los “bandidos”.  Los sociólogos y politólogos han empezado a designar como Grupos Terroristas Armados del “yihadismo” que operan en la zona de las “Tres Fronteras”. Malí, Burkina Faso y Níger. Estos tres países están gobernados por regímenes militares que han optado por unirse en una nueva entidad llamada “Alianza de Estados del Sahel”, AES. Desde el secuestro del padre Pierluigi Maccalli en 2018 la vida de los campesinos cristianos. que viven en la zona fronteriza con Burkina Faso no ha dejado de deteriorarse. Amenazas, secuestros, asesinatos selectivos, escuelas cerradas, intimidación y un clima de miedo caracterizan la vida cotidiana de los residentes. La presencia del ejército nigerino no hace nada para desterrar estas prácticas que se han instalado en la zona. Las quejas y las peticiones de ayuda parecen caer en saco roto, o al menos la retórica de la “soberanía medioambiental” y la tan proclamada retirada de las presencias militares extranjeras de suelo nigerino. Todo esto no consigue disuadir a los “bandidos” o grupos armados que, mientras tanto, ocupan la tierra y, gracias a la política de tierra quemada, reclutan a jóvenes empujados a la pobreza con la promesa de ganancias fáciles y una nueva identidad social. Desde el pasado mes de marzo en la aldea de Tiboandi hasta las de Kiloubiga, Torsé y Koutougou, las exigencias son las mismas. A veces los cristianos aceptan pagar, y no pocas veces se ven obligados a marcharse a lugares más protegidos, como Makalondi y Torodi. Los “bandidos” han dado una semana de plazo para darles una respuesta. Parece claro que rechazar la “conversión” sólo deja la opción del éxodo, porque pagar la suma exigida este año significa verla duplicarse para el año que viene. El alcalde de la capital ha sido informado y las autoridades están al corriente del drama que se desarrolla no lejos de la capital. La impotencia, la incapacidad, la dificultad para responsabilizarse de la seguridad de la población y las incursiones ocasionales no han dado fruto. No sólo los cristianos se ven afectados por los estragos de los grupos armados, sino todos los habitantes de la zona de las Tres Fronteras.  Todos tienen una característica en común. Son campesinos pobres que se suman a la larga lista de los “invisibles” que tienen poca importancia económica o geopolítica. Este último factor quizás ayude a explicar mejor las razones de la perpetuación de la violencia contra los civiles en esta parte del Sahel. No puedo olvidar a la hora de explicar esa violencia que Africa Intelligence, informó que la junta militar gobernante en Níger se encuentra en “negociaciones confidenciales” con Irán “para la entrega de 300 toneladas de concentrado de uranio” con la República Islámica de Irán. Una información confirmada por varias fuentes oficiales occidentales y nigerianas. El uranio, que es el principal producto de exportación de Níger, proviene de las minas explotadas desde 1971 por el grupo francés Orano en Arlit (norte). El 36,6% de esa producción lo comercializa el Estado nigerino. El convenio entre Niger e Irán contempla la entrega de 300 toneladas de mineral, cuyo valor se estima en 56 millones de dólares (52,02 millones de euros), y se conocen desde el primer trimestre de 2024. La junta sigue negando haber llegado a un acuerdo con Teherán en torno a la venta de uranio. “Asistimos a una réplica de la mentira que los estadounidenses habían montado en 2002, cuando acusaron a Níger de haber vendido uranio a Saddam Hussein [entonces presidente de Irak] para fabricar bombas atómicas, con el único objetivo de justificar su intervención militar”. La junta militar reconoce, sin embargo, que Teherán “quería firmar un contrato para comprar 300 toneladas de uranio” durante la visita a Niamey, a finales de febrero, del viceministro de Asuntos Exteriores iraní, Mahdi Safari. Las autoridades nigerinas han comunicado la posibilidad de retirar los permisos de explotación de uranio asignados al grupo francés para la mina de Imouraren y al canadiense GoviEx para la de Madaouela, cuya capacidad de producción se estima en más de 6000 toneladas al año y pretenden aprovechar su uranio del que es el séptimo productor mundial, y el aumento de su precio (+de un 40% desde julio de 2023) negociando al mejor comprador. “Irán y Rusia están interesados, aunque aún no se ha firmado nada”, dice el mismo asesor del gobierno. En octubre de 2023, Bakary Yaou Sangaré, el ministro de Asuntos Exteriores nigerino visitó Teherán y Moscú allanando el camino para un fortalecimiento de la cooperación militar con Rusia en los sectores de la energía, la industria y la minería. Las negociaciones sobre uranio facilitadas por Rusia indican que “geopolíticamente, la existencia de esta negociación es un acontecimiento muy importante”. Muestra que, apenas instalados en Níger, los rusos ya han abierto la puerta a uno de sus clientes, Irán. Una decisión que, según fuentes francesas, debe “sin duda relacionarse con los acuerdos celebrados entre Moscú y Teherán para apoyar el esfuerzo de guerra en Ucrania”. La República Islámica de Irán, ha proporcionado a su aliado material militar en Ucrania, el acceso al uranio de Níger “puede ser una contraparte tangible dada por Rusia a su aliado iraní”, opina Hamid Talebian, del Instituto GIGA de Estudios de Oriente Medio, en Hamburgo, Alemania.

TRES. –

Unos 100 grupos armados operan en el este de la República Democrática del Congo Los Wazalendo han adquirido una importancia particular, a causa de su combinación de movimiento armado y grupo sectario/religioso. Me parece oportuno poner el foco en este grupo armado, Wazalendo significa “patriotas” en swahili, y se utiliza para designar a la secta mesiánica Agano La Uwezo Wa Neno/Wazalendo (Fe Judaica Mesiánica Natural Hacia las Naciones). Su líder, Éphraïm Bisimwa, fue condenado a muerte el pasado mes de octubre por los graves sucesos ocurridos en Goma el 30 de agosto de 2023, que estallaron durante las protestas contra la presencia de los cascos azules de la MONUSCO (Misión de la ONU en la RDC), y que se cobraron la vida de más de 50 personas. El término Wazalendo es un nombre genérico para cualquiera de los muchos grupos armados de vigilantes que han surgido desde que el Presidente Félix Tshisekedi, en noviembre de 2022, hizo un llamamiento a todos los civiles del este de la República Democrática del Congo para que tomaran las armas y lucharan contra lo que calificó de “ambiciones expansionistas” del M23. Desde entonces  40.000 nuevos reclutas se han unido a las filas de las Fuerzas Armadas de la República Democrática del Congo (FARDC). Incluso antes de la destitución del presidente Tshisekedi, la alianza entre los militares y los grupos armados, que con frecuencia han luchado entre sí durante años y cuyos líderes están acusados de crímenes de guerra, se había establecido en secreto en mayo de 2022, durante una reunión en Pinga, un pueblo aislado situado entre el territorio de Walikalé y Masisi. Ahora se ha hecho oficial y tiene base jurídica. La promesa de integración de los miembros de estos grupos armados no se materializó, pero permitió al presidente Tshisekedi recibir su apoyo en las elecciones presidenciales que condujeron a su reelección. Los milicianos, dirigidos por comandantes que no han recibido formación militar formal, suelen ejercer la violencia contra las mismas personas a las que dicen defender. Asimismo, se han producido enfrentamientos sangrientos entre distintas facciones del Wazalendo. El cardenal Fridolin Ambongo Besungu, arzobispo metropolitano de Kinshasa, señaló en una entrevista publicada el pasado abril que “los grupos armados acaban convirtiéndose en un peligro para la población, se aprovechan de los ciudadanos, cometen robos y asesinatos, y se dedican al comercio ilegal de los minerales extraídos de las minas artesanales de la zona”.

CODA. –  

La juventud universitaria norteamericana y de países occidentales está en pie para obligar a sus dirigentes académicos a suspender convenios con universidades israelíes y a sus autoridades políticas a no apoyar directa o indirectamente la masacre del gobierno de Israel en la Franja. Biden puede perder las elecciones. Las brutales intervenciones de las policías democráticas contra universitarios sin armas, me recuerda a los grises de don Francisco utilizando los vergajos de su caballería contra universitarios españoles en año 1957 por las calles de Madrid y en su Ciudad Universitaria. El orden público ampara lo que se desea amparar. Por cierto, Marruecos está construyendo una nueva base militar en la parte alta del monte Gurugú, donde se concentraban las personas que intentaban migrar a España. Allí se destinarán los drones y misiles israelíes. Me aseguran que Marlaska, el juez ministro del gobierno de coalición izquierdista, asistirá a la inauguración.