‘Excritores’ de ‘ésito’: mentores y dementores

Ojalá un Papa de la Literatura. Ojalá un Sumo Pontífice que convocara jubileos ordinarios y extraordinarios a través de bulas que se extendieran como una buena nueva. 'Spes non confundit' se titula la última (Francisco, Obispo de Roma. Siervo de los Siervos de Dios a cuantos lean esta carta la esperanza les colme el corazón). La esperanza no defrauda. Así fuera. Poder creernos, querer creernos aseveraciones como esta: "Todos esperan. En el corazón de toda persona anida la esperanza como deseo y expectativa del bien, aun ignorando lo que traerá consigo el mañana".

Ojalá que la bula afectara por igual a la inteligencia artificial y a los mentores o 'coaches'

Que la bula se extendiera entre los autores de género novenario y de género no binario. Que afectara por igual a la inteligencia artificial y a los mentores o 'coaches'. Que la primera pudiera superar en algún momento el grado cero de la escritura. Que consiguieran los segundos un 'Lambo' para todos nosotros, mileuristas con panza, para que aprendamos que apagar las luces es de pobres, 'bro'. Una bula literaria para gente de mierda que dice "yo soy humilde" y a quien el (de)mentor le contesta: "No. Tú eres 'fucking' pobre". 

De los 'burpees' al 'mindset'

Vendrá el éxito y tendrá nuestros ojos. Retentor hídrico para la estafa piramidal de los afiliados al negocio de la palabrita del niño Jesús. Y nos haremos mil y un 'burpees' cada día, ejercicios aerodinámicos de resistencia, y cambiaremos nuestro foco y nos centraremos en el 'mindset'. Conseguiremos alivio y recreación porque ya no seremos gente de mierda. Y quién sabe si viviremos en Miami con unas pibas o pericas o como se las llame, siliconadas con productos que no estallan en los aviones, a quienes dedicaremos églogas vagamente renacentistas y garcilasianas de las que solo quedará el dulce lametón y dos posturas.

Vinciane Despret, filósofa, afirma que algunos pájaros cantan para expresar su nombre

Los dementores literarios comen carne en Cuaresma porque tienen bula papal. Lanzan cochinos al río para sacarlos después como si fueran peces y alimentarse del grado cerdo de la escritura. Nos quitan el alma y nos hacen malvados. Nos convierten en miembros de un grupo criminal dedicado al robo en jugueterías, como el que la Policía Nacional acaba de desarticular. Nos convierten en cuidadores de un zoológico chino que pintan a perros 'chow chow' de pura raza para que parezcan cachorros de oso panda, para dar el pego.

Mientras tanto, Vinciane Despret, filósofa, afirma que algunos pájaros trinan para expresar su nombre. Y quizá se trate de eso. Mientras unos trinan constantemente para decir quiénes son, otros están que trinan porque nadie los conoce. Y otros, en fin, más listos, se olvidan de Franciscus Pontifex Maximus y de su bula, y se dedican al más dulce y apetitoso pionono.