Spanish Blogs Dream Team: MOHAMA SAZ: "MÁQUINA DE GUERRA" (2024)

martes, 14 de mayo de 2024

MOHAMA SAZ: "MÁQUINA DE GUERRA" (2024)

 



Estoy por terminar la tapicería de mi cama con el dibujo del último disco de Mohama Saz ("Máquina de Guerra", YaiYai Rcds, 2024). Una bandada de pájaros negros (según el escritor ampurdanés Josep Pla, nombre desafortunado este de pájaro en castellano si lo comparamos con el bird inglés, el oiseau francés o el uccello italiano...) sobrevuela alrededor de un pegote de sol rojizo, disecadas sus lenguas de pastilina, un chirrido tenebroso anuncia el estallido de la guerra. Pájaros de mal agüero. 

Este "Máquina de Guerra" es el quinto trabajo de la banda madrileña. Sus obras anteriores, "More Irán" (2015), "Negro es el Poder" (2017), "Viva el Rey" (2018) y "Quemar las Naves" (2020) nos muestran una originalísima propuesta que mezcla, sobre una base rock, elementos e influencias culturales diversas. Germanas kraut y eslavas, orientales (más encaminadas hacia la Turquía), sureñas, ligadas tanto a la influencia flamenco-andalusí como a la arábiga y americanas, amparadas mayormente por tonalidades étnicas de la altiplanicie andina. Les une, ya viene de lejos, una idea inequívoca de alejarse de la monolítica influencia anglosajona.

El grupo está formado por los hermanos Ceballos, Adrián a la batería y Sergio al bajo, más Javier Alonso al "Baglama Saz", una suerte de laúd con mástil largo de procedencia turca  Los tres músicos colaboran además en las voces y sintetizadores. En este "Máquina de Guerra" participa también Zeke con unas magníficas percusiones. Sus antecedentes se encuentran en formaciones como RipKC, Melange, Novak, Atom Rhumba, Las Malas Lenguas o Los Cuantos. Una experiencia aquilatada durante más de veinte años de profesión.

En el vídeo de presentación de la primera canción, "Yai Yai" (excelente trabajo de Rocio Mesa), los miembros de la banda arrastran por el campo tres largos pendones, sus colores, blanco, rojo y negro coinciden con los de la portada del disco, puede que también lo hagan con la bandera egipcia y palestina (se hecha en falta el verde de Triana). Se suceden en el vídeo imágenes en las que simulan con los aspavientos de sus brazos los vuelos de pájaros molineros, palmean a flamencas, el reflejo del agua del pantano y los rayos del sol, en algunas escenas, compiten por cegar al espectador con su brillo, el movimiento de los músicos parece orientarse Oeste-Este, se les supone seguidores de la doctrina del camino allanado.

Siempre que escribo sobre Mohama Saz, lo reconozco, tiendo a desvariar. Así lo hice en su anterior Lp "Quemar Las Naves" (javierfuzzy.blogspot.com / Mohama Saz / Mejor El Silencio / 17 Enero 2021). Fantaseaba entonces sobre la derrota naval que la formación realizaba por el Mar Mediterráneo, con algún receso entre las dunas cercanas a Alejandría. En aquel momento hice referencias a las Cantigas del Rey Sabio y a la Escuela de Traductores de Toledo. Ahora, después de escuchar debidamente su nuevo disco, desbarro hacia nuevas influencias, aquellas ligadas a la poesía mística de San Juan de la Cruz y al Cancionero Castellano (versión Amberes, 1550)

Concierto en Moby Dick, feb. 2024

Porque se me antoja que su música es una adaptación modernizada de los cantares de gesta, de hecho, la apuesta de la banda por minimizar la influencia anglosajona supone empresa arriesgada, aunque amparada su posible aceptación por el prurito de la globalización, pero, en todo caso, es esta una aventura alejada de los cánones más usuales del roquerío nacional. Y al igual que hizo el santo de Fontiveros, su propuesta puede que emane del interior del hombre, de una fuente directa entre la Esposa y el Amado. (..., "LLora de madrugada / lágrimas de avellana / Por el camino del río / llora con el rocío... / Noche llena de alegría / al alba pena y agonía"... "Yai Yai"). Y esto es aire bueno.

Entro en la mezquita de la M-30, descalzo mis pies mientras me purifico. Desde una pantalla gigante, entre altísimas columnas de humo, la hija pequeña del imán ha instalado una pantalla gigante. Se representan allí las imágenes de la última lira del "Cántico Espiritual".... " ... y la caballería / a vista de las aguas descendía"...,  allí también se reproducen aquellas escenas del concierto de Fripp & Eno en la presentación del "No Pussyfooting" en Madrid (1973), un caballerizo saca del establo en llamas un alazán, imagen repetida una y otra vez durante todo el concierto.. 

Recupero esas evocadoras imágenes mientras escucho "Yai Yai" Pureza y humo de incienso, olor de harén perfumado. "Baris", ¡ay! en "Baris" me encuentro con las huellas oxidadas de herraduras, con los resplandores de yunques medievales... "la máquina es tu corazón / Ven al fuego"..., todo ello aderezado con unos emocionates toques psicodélicos en los que destaca, además del baglama saz, la aportación de sintetizadores. "Ursus" es su tema más comprometido. La reciente entrevista de la banda en el Ruta 66 de Abril de este año nos muestra su querencia política, a qué terrenos se acercan.. Así que aquí reivindican aquella canción- poema de Rafael Alberti ("A Galopar") con la que Paco Ibáñez se hizo mayor entre todos nosotros. Los dulces latidos en el inicio de "Amulatu" consumen su diástole hasta el final de la cara A.

"Quítate tú / Pa ponerme yo" (frase extraída de la canción " Quítate Tú" de Johnny Pacheco, consagrado compositor dominicano), sirve aquí como soporte lírico en el inicio de la cara B. Este "Stereorrata" mantuvo mi interés entre los ecos de las tonalidades de la cara anterior. Se me ocurre que su ritmo refleja la mirada chisposa de Compay Segundo en el añorado Buena Vista Social Club. "Jara Y Sedal" retorna al post-scriptum de las partidas de caza cortesanas. Al calor del fuego comentan felices los avatares de la jornada;  no hay furtivos,  los monteros, batidores, ojeadores, tramperos y loberos juegan a las cartas, otros beben al son de un ritmo que bulle entre sartenes de migas manchegas. Con "Arbolito" culmina el trabajo de tapicería. De la funda del disco extraigo el emplaste de azul azulado, Los coros suenan a jardines y clerecía; desde lo alto, la batería recita ...., "las aves que andan volando / en el mástil las hacen posar"... Hace tiempo que no escucho un álbum tan lleno de aire y agua,

Página Facebook de Mohama Saz

"La máquina es tu corazón / la máquina es tu corazón...",... ¿lo es también en las trincheras barreñas de Ucrania, en los salones de audiencia de la franja de Gaza?.

Makbara.

6 comentarios:

  1. https://mega.nz/file/OE1hVDYI#HF8UKgit0M-liT9QnA-o6mH7_3Ajyrz_yhAOVXOyZsE

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  2. Se lo hago llegar a los Ceballos, Javier. Qué vivan esos desvaríos tuyos y la música de Mohama Saz.

    Un abrazo.

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    1. Ay!!. esos desvaríos..., me llevan donde quieren, mejor dejarles a su bola.
      Gracias y abrazo,

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  3. Decididamente, cada entrada tuya son dos: la literaria y la musical, ambas igual de brillantes. Aquí veo que en vez de dos historias paralelas, como sueles hacer, aquí te sumerjes en el mundo de los Saz y en esa ensoñación arábiga. Se te nota la afición.

    Con el paso del tiempo están desarrollando una evolución suave, lenta, que arranca con aquella especie de “arábigo progresivo” que hacían en sus comienzos, la lejana pero sensible influencia jazzística al estilo mediterráneo, esos juegos de voces o esas fantásticas percusiones. En este disco parece que aumenta la influencia occidental, entre otras cosas por el tono más “rockero” de algunas piezas, entre progresivas e incluso vagamente psicodélicas: “Quemar las naves”, por ejemplo, podría estar a medio camino entre Gong y Hawkwind. En general me parece su disco más europeo, aunque el espíritu mediterráneo sigue estando presente en gran parte de las piezas. Y luego, efectivamente, ese tono “cristianizado”, sobre todo en algunas melodías vocales. Parece que se van alejando del mundo arábigo, pero siempre a paso lento. Creo que son de lo más interesante que puede ofrecer España hoy en día, tal y como van las cosas.

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  4. Totalmente de acuerdo Rick, Mohama Saz es una de las propuestas más interesantes del panorama nacional actual. Su posición es la auténticos zahoríes, buscadores de influencias, fundamentalmente con conexiones con la amplia cultura hispano-arábiga e hispano-americana, sin dejar de lado sus influencias roqueras (mayormente psicodélicas y kraut). Cuando hablo de aire y agua en la entrada pretendo captar el espíritu de un disco sorprendente, único en su género, tan distinto a lo que suena hoy.
    Gracias y saludos,

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