A bordo, en medio del gélido Mar del Norte y rodeados de profesionales que velan por la seguridad y soberanía española, se encuentra hoy el equipo de La Linterna. Te lo hemos ido contando, y es que desde ahí se hace el programa, desde la fragata Almirante Juan de Borbón, en algún punto del Mar del Norte.

Y mientras observan la profundidad del mar, en medio de vicisitudes y dificultades, Expósito explicaba que vuelve a España con "una sensación de orgullo, de seguridad". Y es que dice que este viaje supone "una auténtica lección de humanidad". Porque sí, se sienta y charla con cientos de profesionales que dan su vida por España.

Ahí es cuando ha coincidido con el Capitán de Corbeta, Alberto Arcos. Es Jefe de Operaciones del Estado Mayor de la agrupación SNMG 1. Su labor es dirigir las operaciones del resto de buques de la fuerza, asesora al Almirante.

Trabaja con barcos españoles, franceses, italianos y, es un tipo joven, ojos azules, alto. A ojos de Expósito, "parece algo tímido, incluso, pero tiene un valor y una historia espectacular".

Y es que, mientras estaba en su misión a bordo, se enteró de que, por fin, iba a ser padre. Su mujer estaba de parto, y, tras nueve meses, iba a poder conocer a su segundo hijo. "He sido padre durante la misión, tenemos ya una de 11 años y ahora tenemos un niño que se llama Alberto, como yo", decía emocionado.

El detalle de todos sus compañeros con él cuando se enteró de su paternidad

Huelga decir que, ser padre mientras estás de misión, es una sensación agridulce. Porque sí, supone una grandísima sensación de felicidad, pero sabes que estás lejos de casa y que no puedes ver su preciosa cara nada más nacer, ni alargarle tu dedo para que te palpe por primera vez.

Su historia es la demostración de que la dedicación y el valor, a veces, también se dan la mano con la vida cotidiana. Su hijo llegó al mundo mientras su padre estaba navegando por aguas del norte de Noruega, prácticamente en el Ártico.

Por eso, acercarse a España y poder ver a su bebé, era, más bien, una tarea bastante complicada. Sin embargo, sus compañeros y sus jefes se volcaron con su historia, y tuvieron un detalle que él y su familia jamás olvidarán.

"Tuve muchísimo apoyo por mis mandos de Estado Mayor y del buque, y me desembarcaron en una pequeña base Noruega, volé a España y pude estar un par de días con mi mujer y durante el parto y varias semanas con ella hasta que me reincorporé a bordo" explicaba.

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La comprensión de tu pareja es crucial para desempeñar una misión, pero el apoyo de los compañeros también es importante. Es cierto que pudo desembarcar en Noruega y poner rumbo a España, pero si no hubiera sido posible, ya estaba avisado de que le facilitarían el regreso a España para llegar a tiempo

"Cualquier militar español en zona de operaciones, tiene siempre presente a su familia. Siempre tuve la tranquilidad, cuando me fui, que aquí iba a recibir todo el apoyo necesario para cuando tuviera que estar en casa, pasara lo que pasara" expresaba.

El fuerte apoyo de su mujer

El móvil de Alberto ahora está lleno de fotos, cada vez que pueden hacen una videollamada. Puede que esté en mitad del océano, pero sigue siendo un padre normal, preocupado por su mujer y sus hijos.

Sin embargo, él asegura que, sin su mujer, no sería posible. "El mérito lo tiene ella, se hace cargo de los dos niños, la casa, y gracias a eso puedo estar orientado al cumplimiento de la misión de la mejor manera posible, porque sé que está ella detrás y me respalda en todo" aseguraba.

Albertito tiene dos meses, y volverá a ver a su padre en el mes de julio. Entonces, Alberto irá camino de los seis meses, pero algún día será consciente de que su padre viajaba por el Ártico, protegiendo a Europa, mientras él y Noemí esperaban a que llegara al mundo.