«España es la única potencia que realiza una revisión jurídica y política de lo que sucede en sus virreinatos»
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10 de junio de 2024

Fiesta del Corpus Christi con la imagen de Santiago en Cuzco (Perú)

Fiesta del Corpus Christi con la imagen de Santiago en Cuzco (Perú)López-li Films

Coloquio sobre Hispanoamérica

«España es la única potencia que realiza una revisión jurídica y política de lo que sucede en sus virreinatos»

Durante el periodo virreinal español fue importante la figura del visitador, un individuo investido de autoridad, cuya labor era la de inspeccionar y revisar la conducta de las autoridades en el Nuevo Mundo

El éxito de la película-documental Hispanoamérica. Canto de vida y esperanza no deja de crecer y hace pleno de asistentes, una vez más, en la sala 2 de los cines Verdi de Madrid. Y es que José Luis López Linares consigue desmontar todos los tópicos indigenistas y antiespañoles que la leyenda negra ha mantenido durante siglos y que ha sido asumida por muchos españoles.

Por ello, no es de extrañar que cada vez más personas quieran que les cuenten bien la historia. Una historia de mestizaje, de cultura y evangelización, tal y como subrayó Consuelo Martínez-Sicluna en un pequeño coloquio antes de la proyección del documental el pasado viernes 17 de mayo.

«La obra de España en el Nuevo Mundo es una obra artística, se construyen catedrales; educativa, se levantan universidades que son más antiguas que las españolas; protectora, se revisa todo lo que hacían los virreyes. Y es una obra evangelizadora: España da lo mejor que tiene y lo mejor es la fe», expresó Martínez-Sicluna, directora del Instituto CEU de Estudios Americanos de CEFAS, directora de la Cátedra CEU Casa de Austria y además, una de las voces que participa en el documental Hispanoamerica. Canto de vida y esperanza.

Cuando Colón llegó en 1492 a lo que bautizarían como Nuevo Mundo, comenzó un intercambio y circulación de personas, creencias, mercancías... en ambos sentidos del océano. Hecho que posteriormente se ampliaría a otras zonas del mundo como Filipinas o Guinea Ecuatorial.

España se convirtió en un Imperio generador que se proyectó en aquellas nuevas tierras desde el principio. Es más, la Corona española convirtió el español (segunda lengua materna del mundo en la actualidad) en un elemento de hermanamiento en todo este proceso histórico, y que unido a los valores aportados por la religión se forjó la realidad Hispanoamericana tal y como la conocemos hoy.

La importante figura del visitador

Durante su intervención, la también doctora en Derecho subrayó la labor protectora del Imperio español: España fue la «única potencia que hace una revisión jurídica y política de lo que está haciendo allí». Ya desde el principio, Isabel la Católica ordenó al navegante genovés «tratar a dichos indios muy bien y con cariño, y abstenerse de hacerles ningún daño, disponiendo que ambos pueblos debían conversar e intimar y servir los unos a los otros en todo lo que puedan».

E incluso en caso de que Colón conociese algún caso de maltrato, debía «castigarles [a los responsables] con severidad», en virtud de su autoridad como almirante, virrey y gobernador. No solo Cristóbal Colón, sino otros conquistadores, y a espaldas de la Corona, desobedecerían estas instrucciones. Por ello en 1499, los Reyes Católicos comisionaron a Francisco de Bobadilla como juez pesquisidor, para investigar el gobierno del marino genovés.

Ante la preocupación de los católicos reyes sumado a las enormes distancias existentes entre España y sus territorios de ultramar, a su gran extensión y a la lentitud de los medios de transporte, la Corona española se vio obligada a establecer diferentes formas de control para vigilar la actuación de las autoridades y toda clase de funcionarios. Y de esta forma se estableció un doble sistema de control a través de instituciones como el juicio de residencia y la visita.

Esta última consistía en la investigación de la aplicación de la ley en distintos aspectos: comerciales, tributarios, eclesiásticos o judiciales. En la época virreinal hispánica, en América, el visitador de tierras era un individuo investido de autoridad, cuya labor era la de inspeccionar y revisar la conducta de las autoridades. Generalmente los visitadores eran enviados cuando ocurrían alborotos graves que alteraban la tranquilidad y el orden públicos, cuando había sospecha de malos manejos financieros, o cuando estaba en peligro la fidelidad del virreinato.

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