PABLO CAMÓ O EL ARTE DE TRANSGREDIR

 

 

            Con un lenguaje cuya finalidad no es otras que sumergirnos en la sociedad actual, en ese mundo influido por una cultura de masas, el joven artista extremeño afincado en Dublín, Pablo Camó (Don Benito, 1995), nos ofrece una serie concebida como un gran interrogante. Nos coloca al borde de un abismo al transgredir las reglas del juego que rigen el arte, la ética, el pensamiento social y hasta la política. Él vive un momento y quiere reflejarlo y sabe que desde la creación puede expresar todo aquello que sería irrepresentable.  

En la serie This is a gift (2024) nos sitúa ante una gran paráfrasis sobre un mundo excesivamente materialista. Recurre a elementos básicos para realizar sus obras. En esta ocasión son collages siguiendo el relato que pretende ofrecernos de un entorno donde todo es desechable. La escritura, los materiales reciclados y un dibujo de trazo grueso subyacente y mironiano, conforman cada una de las piezas de esta serie; una serie con una gran carga conceptual que, a través de imágenes, narra con un gran sentido del humor muchas de nuestras obsesiones, entre ellas la riqueza y la obsolescencia. Dos ideas que van pareja y nos remiten a un desgaste que, en el terreno de la estética, desemboca en un deseo irrefrenable de  estar sujetos a la moda permanentemente.

Para ello despliega una lista de signos personales y soluciones que podríamos calificar de sintéticas. Configura con su propio lenguaje una crítica, de ahí su transgresión, a esa relación paradisíaca que parece existir entre la ideología, la tecnología y el hombre contemporáneo, donde los tres acaban devorándose. Un teatro en el que Pablo Camó siente la responsabilidad moral de cuestionarlo al subvertir las imágenes y sus significados. Y lo hace fuera toda ortodoxia para advertirnos que la vida no sólo es dar y recibir porque falta un tercer verbo: devolver. De ahí su i am a gift.