Nihansan y Bricriu: embaucadores impredecibles que engañan a los demás y se engañan a sí mismos
Los embaucadores (personajes rebeldes, traviesos y a menudo entretenidos) son comúnmente conocidos en muchas culturas y aparecen en diversas formas en antiguos cuentos populares y mitos.
Son bromistas que, con su rápido ingenio, pueden engañar y explotar fácilmente a sus compañeros para su placer. Por lo general, aparecen como criaturas semidivinas que pueden cambiar permanentemente la apariencia de un animal o el curso del río y realizar otros trucos increíbles.
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Desafortunadamente, al engañar a otros, los embaucadores terminan siendo engañados, humillados e incluso perdiendo la vida.
El embaucador más notable de los mitos irlandeses es Bricriu, un bardo llamado «Lengua Venenosa».
Era el típico travieso de los cuentos del Ulster. A veces, su naturaleza astuta ayudaba al Ulster; la mayoría de las veces, lamentablemente, no fue así.
Sin embargo, la malevolencia de Bricriu rara vez causaba daños graves y generalmente era humorística, y realmente disfrutaba creando conflictos y problemas.
Un día, Bricriu intentó fomentar la guerra civil en el Ulster haciendo tres grandes guerreros, entre ellos Cuchulaindiscuten sobre quién debería recibir la porción del campeón: la gran porción de comida en un banquete real, junto con el privilegio de sentarse a la derecha del rey.
Para conseguirlo, Bricriu invitó a la corte a un suntuoso banquete en su gran morada, amenazando con diversas calamidades si se negaban. El rey y sus hombres ignoraron las amenazas de Bricriu, sin embargo, hasta que finalmente juró que si no venían, haría golpear los pechos de sus mujeres hasta que quedaran negros y azules.
Dio resultado y el tribunal, incluidos los tres héroes, decidió acudir a casa de Bricriu. Una vez allí, provocó la riña, que se convirtió en una lucha terrible y un caos que arruinó su casa.
Bricriu acabó en un vertedero y salió tan sucio que nadie lo reconoció.
El embaucador encontró su fin cuando intervino para juzgar entre el Toro Marrón de Ulster y el Toro Blanco de Connacht. Los dos toros pisotearon a Bricriu hasta matarlo.
Según una leyenda arapaho, una figura curiosa llamada Nihansan fue víctima de su propia percepción falsa.
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Este embaucador se sumergió en el agua para recoger frutos que no eran más que reflejos.
Un día, Nihansan estaba caminando junto a un arroyo cuando de repente vio unas ciruelas rojas bajo el agua. Quería comérselos, así que se sumergió desnudo en el agua, tratando de recoger la fruta.
Fracasó, así que salió del arroyo y decidió intentarlo de nuevo. Tomó algunas piedras y se las ató a las muñecas y a los tobillos para pesarse bajo el agua. Una vez más, el embaucador Nihansan no logró atrapar las ciruelas. Finalmente, cuando ya no pudo contener la respiración, soltó las piedras y flotó hacia la superficie.
De repente, miró hacia arriba y vio ciruelas en un árbol encima de él.
«¡Tonto!» Nihansan se dijo a sí mismo. Se acercó a los tres, comió algunas ciruelas y recogió algunas más para su viaje.
Escrito por – A. Sutherland – ufo-community.com Redactor sénior
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