"El tubo que se traga la luz". Así describe Noa, el chimpancé protagonista de esta nueva entrega de una de las franquicias más imaginativas (con permiso de la de 'Mad Max') y sólidas de la historia del cine, un telescopio monumental a su compañera mientras parece observar con desinterés y preocupación la inmensidad del firmamento. Es precisamente ese "tragarse la luz" lo que da la clave exacta del tema de 'El reino del planeta de los simios', un viaje iniciático no hacia la luz de aquella Tierra Prometida que el Moisés César contemplaba desde lejos mientras fallecía en la escena final de ‘La Guerra del Planeta de los Simios’, sino hacia una oscuridad, la de la desconfianza, de un futuro que nosotros, los espectadores, conocemos porque es (será) el que el astronauta Taylor descubría en la seminal 'El Planeta de los Simios' (1968). El Paraíso no existe para el clan del Águila de Noa y los suyos. O sí existe, pero es un paraíso frágil cuyos cimientos son el miedo a lo desconocido y el miedo a conocer lo que está al otro lado de un túnel (otro tubo que se traga la luz) que separa tanto al simio del hombre como al simio del simio (los que esclaviza con un discurso que desvirtúa -se traga su luz- el conciliador y pacifista de César, ese monarca loco que es Proximus).

el reino del planeta de los simios
20th Century Studios

Viaje de venganza (western al fin y al cabo, como westerns eran las dos, brillantes, contribuciones de Matt Reeves a la trilogía anterior) y de pesimismo porque no anda demasiado lejos 'El Bosque', de M. Night Shyamalan, de lo que Wes Ball ha puesto en imágenes con su personal sentido del paisaje y de las atmósferas opresivas que demostrara en otra trilogía, la de 'El corredor del laberinto'. Proximus César no resulta ser un villano unidimensional y sí un líder que busca, por los métodos equivocados, equipararse al hombre; destruir el planeta como el hombre hizo en un pasado que parece haber sido un sueño, mortal para quienes todavía desean creer en él.

'El Reino del Planeta de los Simios' es un camino hacia el desengaño y hacia la convicción de que jamás podrá existir una convivencia entre los pobladores de un mundo cuyas ruinas esconden el horror de un apocalipsis mediocre y nada espectacular. Como en un western, la película de Wes Ball mira a personajes que se miran temiendo que si bajan la mirada un revólver les vuele la cabeza. Miradas de decepción ante la traición (nada épica y sí… humana) y ante un planeta que estaba nada más que cruzando la Zona Prohibida y cuyo reino imperfecto está justo al lado del mar, luchando con su furia y sus olas, el lugar más indicado para la suicida epopeya de replicar el Imperio Romano puesto que los simios no saben nadar.

Ball y su guionista, Josh Friedman, tan inteligente en su contribución a la saga como Paul Dehn en los años 70 (y con citas cinéfilas de un heterogéneo delicioso a 'Los Vikingos', de Richard Fleischer, y a 'El Señor de las Bestias', de Don Coscarelli), ahogan las expectativas del público (una aventura épica de tonos pacifistas) con un tsunami de sentimientos contradictorios, renuncias y pasos decididos y decididamente pesimistas hacia lo que Zaius pretendía ocultar, incluso con la lobotomías y el asesinato, con una dictadura no regia y sí falsamente democrática, en 'El Planeta de los Simios' que dirigiera Franklin J. Schaffner en 1968. Allí, el clímax era junto al mar, en una playa. Aquí, en 'El Reino del Planeta de los Simios', también, con guiños a la película con Charlton Heston (hasta el score de Jerry Goldsmith asoma en una escena) que refuerzan todavía más la idea de que es imposible un final feliz. Lo es aún sin saber hacia dónde irá esta franquicia (el final abierto del título que se estrena ahora), o tal vez sí sabiendo que el final estará con algo que atisbamos en el paseo a la orilla del mar de los monos a caballo llegando al Reino de Proximus. Un reino que se traga la luz, que devora la esperanza.

el reino del planeta de los simios
20th Century Studios
StarStarStarStarStar

Para leales a una franquicia que nunca ha decepcionado.

Lo mejor: su riqueza tanto visual como conceptual.

Lo peor: Matt Reeves dejó el listón muy alto.

Ficha técnica

Dirección: Wes Ball Reparto: Owen Teague, Freya Allan, Peter Macon, Kevin Durand, Dichen Lachman País: Estados Unidos Año: 2024 Fecha de estreno: 10-5-2024 Género: Ciencia ficción, aventura Guion: Josh Friedman, Rick Jaffa, Amanda Silver, Patrick Aison Duración: 145 min.

Sinopsis: Ambientada varias generaciones en el futuro tras el reinado de César, en la que los simios son la especie dominante que vive en armonía y los humanos se han visto reducidos a vivir en la sombra. Mientras un nuevo y tiránico líder simio construye su imperio, un joven simio emprende un angustioso viaje que le llevará a cuestionarse todo lo que sabe sobre el pasado y a tomar decisiones que definirán el futuro de simios y humanos por igual.

Headshot of Fausto Fernández
Fausto Fernández

Consumió cine, televisión, tebeos, bolsilibros y 8 pistas de música disco por encima de sus posibilidades. Rogad por su alma aunque comentan que la vendió tiempo ha por una cena con Eva Green. No le hagáis demasiado caso.