Staff / Agencia Reforma

Ciudad de México / Monterrey

Pumas no pudo con Cruz Azul, víctima de sus errores está a un paso de despedirse de la Liguilla del Clausura 2024, arrastrando el espíritu.
La Máquina celeste se apuntó un 2-0 que dejó a los universitarios heridos de muerte.
Terminó el invicto de los felinos en el Olímpico Universitario y la derrota llegó en el peor momento, pues el equipo no mostró la entereza de otros años para levantarse.
Fueron demasiadas precauciones en el arranque, Pumas mantuvo el orden defensivo ante la ausencia del brasileño Nathan Silva, pero le faltó ambición en la delantera.
El técnico Gustavo Lema se la jugó con Pablo Bennevendo como central y desempolvó a Adrián Aldrete para cubrir la lateral izquierda.
Y tal y como lo vaticinó Lisandro Magallán al inicio de semana, un error los puso contra las cuerdas, el portero Julio González atropelló a Aldrete en una mala salida y al reincorporarse no volvió rápido a cubrir el arco y fue vencido por un disparo de Nacho Rivero, que puso el 1-0 y silenció el Olímpico Universitario al 25’.
Los aficionados celestes se burlaron de González con el canto homofóbico que no le asusta ni a la Liga MX ni a la Federación Mexicana de Futbol: “Que lo vengan a ver, que lo vengan a ver, ese no es un portero, es una p… de cabaret”, entonaron.
El gol de Rivero caló hondo en el ánimo de los jugadores de casa, que perdieron la profundidad y sobre todo la claridad para definir.
Piero Quispe se prodigó recuperando balones y desbordando por la banda derecha, pero sin ton ni son, en todas sus aproximaciones envió el esférico al área sin dirección.
César Huerta hizo lo propio, le rompió la cintura a los zagueros celestes, pero no atinó a ponerle un solo balón a modo a Rogelio Funes Mori, quien se apuntó un juego más para el olvido como auriazul.
Los Pumas no vieron venir al segundo gol de Cruz Azul, Rodrigo Huescas le puso en charola de plata un pase a Lorenzo Faravelli, quien conectó un tiro que pegó en un zaguero sin que Julio González hiciera siquiera el intento por detenerlo.
Desde la tribuna la afición universitaria alentó a los felinos a levantarse, pero no hubo respuesta, solo el “Chino” Huerta corrió por las bandas pero sin hacer equipo con Funes Mori o algún otro de sus compañeros para encontrar el gol que les permitiera acortar distancias.
De milagro no cayeron otros 3 goles a favor de los Cementeros, y mientras se escuchaba el “cómo no te voy a querer” a la par de los “olés” de los celestes, los Pumas terminaron pidiendo la hora.

Dueños del Clásico

Monterrey se paró con autoridad en el Clásico Regio y pintó su “raya” rumbo a Semifinales.
Los Rayados derrotaron 2-1 a los Tigres en la ida de los Cuartos de Final de la Liguilla del Clausura 2024.
Ahora, a La Pandilla le basta empatando o hasta perdiendo por un gol en la vuelta, para avanzar a la siguiente ronda. En caso de empate global, el cuadro albiazul pasará por mejor posición en la Tabla.
Los Tigres avanzarán solamente si ganan, por lo menos, por dos goles de diferencia.
El técnico de Rayados, Fernando Ortiz, le ganó la estrategia al felino Robert Dante Siboldi.
El “Tano” se apoderó del medio campo y sorprendió a Tigres aprovechando los huecos que dejaron en defensa la pareja de centrales de Samir Caetano y Eduardo Tercero.
Y al Monterrey también le funcionó el orden defensivo que orquestó la pegajosa marca de Víctor Guzmán, la experiencia de Héctor Moreno y Stefan Medina, además de la visión de Jorge Rodríguez en la cintura.
El “Corcho” fue el encargado de abrir el juego. El contención argentino le robó un balón a Juan Brunetta en medio campo y lo tocó al espacio al movimiento de Sergio Canales, quien definió cruzado para el 1-0.
Monterrey controlaba el juego y cuando agonizaba el primer tiempo, Diego Lainez hizo estallar al Universitario.
Lainez recortó a Gerardo Arteaga y sobre el borde del área sacó un zurdazo inalcanzable para Esteban Andrada en el 1-1.
El gol felino vislumbraba un complemento con unos Tigres encima para sacar ventaja. Pero Monterrey asestó otro golpe.
Brandon Vázquez sacó de su zona a Samir y se lo llevó con facilidad por la banda para meter un centro que Maxi Meza empujó a gol, tras un remate al poste de Canales para el 2-1.
La ventaja ordenó mejor al Monterrey, que maniató a unos Tigres inoperantes a la ofensiva.
Marcelo Flores no desbordó, Fernando Gorriarán no generó espacios y Juan Brunetta desapareció por muchos lapsos del juego.
El domingo es la vuelta en casa de los Rayados, quienes tienen el sartén por el mango.