El cáncer colorrectal, cuando el colon avisa

“En España se diagnostican alrededor de 40.000 nuevos casos al año”, afirma el doctor Manuel Sureda, especialista en Oncología Médica del Hospital Quirónsalud Torrevieja, es decir, un 22% más de casos que en la última década. 

Mientras, el doctor Pedro Bretcha, jefe del Servicio de Cirugía General y Aparato Digestivo del Hospital Quirónsalud Torrevieja, detalla los principales síntomas del cáncer colorrectal: cambios en el hábito deposicional en forma de estreñimiento o diarrea, a veces asociado a pequeños sangrados; una fase de pérdida de peso en casos avanzados; cólicos o dolores abdominales; o tenesmo, una sensación de que la defecación no acaba.

EL DIAGNÓSTICO: LA COLONOSCOPIA ES FUNDAMENTAL

A partir de la colonoscopia y de las diferentes pruebas y biopsias tomadas, el doctor Sureda, indica que se procede al diagnóstico anatomopatológico. Hecho el diagnóstico de carcinoma colorrectal, se procede a estudiar la extensión del cáncer, para saber su grado de afectación, si se sitúa sólo a nivel local, locorregional, o bien sistémico ya que ha hecho metástasis, aclara.

A juicio de este especialista en Oncología Médica del Hospital Quirónsalud Torrevieja, la personalización en el tratamiento hoy en día es “fundamental”, ya que antes se trataban los tumores de acuerdo al órgano de origen, “como si fuera un órgano cerrado”, si bien el progreso de la biología molecular favorece la individualización de las terapias.

Por su parte, el doctor Ramón González Manzano, responsable de la Unidad de Consejo Genético del Servicio de Oncología del Hospital Quirónsalud Torrevieja, coincide en este punto con el doctor Sureda, y apunta la importancia del estudio molecular para identificar el tratamiento más adecuado al perfil genético de cada tumor: “Hoy en día se procura un estudio molecular más profundo posible para identificar los tratamientos más adecuados, de acuerdo al perfil genético del tumor y el paciente. Es necesario tener en cuenta que desde el punto de vista molecular no hay dos tumores iguales, lo mismo que tampoco hay dos pacientes iguales, y por tanto los tratamientos más adecuados y efectivos que requiera cada paciente también serán necesariamente personalizados”.

UNA AMPLIA POSIBILIDAD DE TRATAMIENTOS

Con ellos, y una vez realizado el diagnóstico y verificada la extensión y el grado de la enfermedad, el doctor Manuel Sureda, especialista en Oncología Médica del Hospital Quirónsalud Torrevieja, resalta que lo habitual es pensar en la quimioterapia, en la radioterapia y en la cirugía, “las herramientas terapéuticas clásicas”; aunque asegura que hay fármacos dirigidos e inmunoterapia que también se pueden integrar en el tratamiento de los pacientes.

“Si estamos ante una situación localizada del cáncer de colon, la cirugía es el tratamiento inicial; mientras que en el recto es más variable”, sostiene el doctor Bretcha, donde quizá, primero lo indicado sea la quimioterapia y la radioterapia en las fases iniciales, y después la cirugía, tal y como apostilla, recordando la importancia del abordaje multidisciplinar de la enfermedad. 

LA RADIOTERAPIA INTRAOPERATORIA

A su vez, la doctora Rosa Cañón, jefa de Servicio de Oncología Radioterápica del Hospital Quirónsalud Torrevieja, valora las ventajas de la radioterapia intraoperatoria, la aplicación de radioterapia directamente sobre el tumor y durante la intervención en el quirófano, otra posibilidad de abordaje terapéutico hoy en día disponible. 

“En determinadas ocasiones, por la agresividad del tumor o porque el paciente tiene una recaída, la radioterapia se puede aplicar en el mismo quirófano. Esto tiene muchas ventajas porque, entre ellas, aumenta la posibilidad de curación y no añade ningún efecto secundario porque los órganos de alrededor no los vamos a irradiar”, subraya esta experta.

LA PERSONALIZACIÓN FARMACOLÓGICA

“Los tratamientos oncológicos tienen una toxicidad, y la personalización farmacológica nos permiten ajustar la dosis al paciente de una manera más personalizada”, prosigue el doctor Sureda.

En este sentido, Ana Catalán, especialista de la Unidad de Farmacoterapia personalizada del Hospital Quirónsalud Torrevieja, explica cómo la farmacoterapia personalizada permite ajustar la dosis de tratamiento aplicado al paciente, mediante el análisis de la concentración en sangre del fármaco, para maximizar su efectividad, y minimizando la toxicidad del tratamiento. 

“El paciente recibe un primer ciclo de tratamiento, una dosis estándar adecuada a su peso y talla. Después, tomamos 3-4 muestras de sangre y cuantificamos cuánto fármaco hay. Mediante cálculos vemos si la concentración que tiene en sangre es la adecuada, y la que va a maximizar la respuesta y minimizar la toxicidad”, recalca la doctora.

UNA RECUPERACIÓN MÁS RÁPIDA CON LOS SISTEMAS ROBÓTICOS

Por su parte, el doctor Bretcha da un paso más y valora que el abordaje de estas intervenciones ha evolucionado de una cirugía abierta hacia los sistemas robóticos. Se trata de cirugías mínimamente invasivas, según comenta, ya que aportan una mayor precisión, así como un mayor control en la cirugía de disección, y con la que los pacientes se recuperan antes: “El trauma quirúrgico es menor, hay un menor sangrado y dolor, así como menos posibilidad de infección, y una recuperación más pronta”.

Nuria Javaloyes, especialista en psicooncología del Hospital Quirónsalud Torrevieja, ahonda en las distintas herramientas para la gestión y el manejo de las emociones tras un diagnóstico de cáncer colorrectal, no siempre fácil para los pacientes: “Aparecen una serie de emociones intensas y contradictoria y todas a la vez, lo que puede provocar algunas complicaciones en el manejo de estas emociones. El miedo es nuestro aliado si lo mantenemos en niveles tolerables, por eso los psicólogos ayudamos a las personas para que la persona mantenga ese miedo a nivel tolerable”.

Es importante insistir en los factores de prevención del cáncer colorrectal, afirma el doctor Sureda en última instancia, porque tal y como asegura, “la mejor de luchar contra él es evitar que salga”. Entre estos se encontrarían, según detalla: cuidar la obesidad, la nutrición, la abundancia de vegetales y fibra vegetal, omitir el tabaco y el alcohol. 

“En mi día a día, después de 4 meses de la operación y con el tratamiento tengo una vida normal, puedo comer normal, puedo hacer de todo, no me siento enferma, me siento bien, me tengo que cuidar un poco más, pero esto me ha salvado la vida”, reconoce la paciente Isabel Valero.