Buscan durante 100 años hacer una botella de papel

PUBLICIDAD

Economía

Buscan durante 100 años hacer una botella de papel

Ahora dicen estar más cerca que nunca

Agencia Reforma

viernes, 17 mayo 2024 | 06:56

PA CONSULTING | Durante más de un siglo, las empresas han batallado para resolver un desafío curiosamente complicado: cómo hacer una botella de papel que no se ablande PA CONSULTING | Durante más de un siglo, las empresas han batallado para resolver un desafío curiosamente complicado: cómo hacer una botella de papel que no se ablande

PUBLICIDAD

Copenhague, Dinamarca.- Durante más de un siglo, las empresas han batallado para resolver un desafío curiosamente complicado: cómo hacer una botella de papel que no se ablande y mantenga frescas las bebidas.

Ahora dicen estar más cerca que nunca.

Diageo, Pernod Ricard y Procter & Gamble figuran entre una serie de empresas que están probando diseños de botellas de papel que apuestan puedan ayudar a que sus marcas destaquen en los estantes, cortejen a los consumidores preocupados por el plástico y reduzcan las emisiones de carbono asociadas con el vidrio.

Pero poner líquidos en papel es inherentemente desafiante. Las botellas de papel probadas hasta ahora necesitaban una barrera plástica interna para evitar fugas. Las empresas también han luchado con otros problemas, incluyendo mantener intactos los sabores y evitar que las bebidas gaseosas pierdan el gas.

El impulso por las botellas de papel se produce cuando el papel está ganando popularidad como sustituto de los envases de plástico, con empresas ya utilizándolo para vender chocolate, helado, chicle y papas fritas.

"La gente tiene una muy buena percepción del papel", dijo Ron Khan, director de envasado de bebidas en PepsiCo, que ha realizado pruebas para medir el apetito de los consumidores por una botella de papel. "En el momento en que los consumidores lo vieron, no tuvimos que explicar el aspecto de sostenibilidad".

No hay una botella enteramente de papel en el mercado y los ejecutivos señalan que es difícil juzgar su costo final. Algunas empresas ya venden botellas parcialmente hechas de papel, pero se trata de diseños de dos piezas en las que una carcasa de papel alberga una bolsa de plástico separada.

Los ambientalistas han cuestionado las ventajas de sustituir el plástico con envases de papel. La producción de papel requiere grandes cantidades de productos químicos, energía y agua, y ha sido relacionado con la deforestación. Recubrir el papel con plástico u otros revestimientos puede complicar el reciclaje. Y si el papel termina en un relleno sanitario, puede liberar metano a medida que se descompone, y no todo se capturará.

Pese a las incertidumbres, las empresas de productos de consumo siguen adelante. Su santo grial es una botella de papel que es fácil de reciclar, evita el plástico basado en combustibles fósiles y -en última instancia- eleva las ventas.

La cervecera danesa Carlsberg menciona que su investigación sugiere que las botellas de papel podrían atraer a más bebedoras y encontrar un hogar en establecimientos de lujo. Pepsi indica que el papel podría comunicar mejor los ingredientes naturales de sus batidos y jugos. L'Oréal cree que la capacidad de estampar papel podría ayudar a que sus cremas de manos destaquen en los estantes.

Otras empresas ven potencial para las botellas de papel en eventos deportivos donde el vidrio está prohibido.

Moldeando una botella

En Slangerup, un pequeño pueblo danés a unos 32 kilómetros de Copenhague, la empresa de envasado Paboco ha estado desarrollando botellas de papel para Carlsberg, Coca-Cola y Pernod, entre otras.

En una visita reciente, su fábrica estaba produciendo un lote de prueba de botellas de papel revestidas de plástico para el suavizante de telas Lenor de P&G.

Así se hace la botella: la pulpa, una mezcla de 99% de agua y 1% de fibra, se canaliza desde grandes tanques a un molde de acero inoxidable. La botella de una sola pieza que emerge 12 segundos después tiene 60% de agua y se siente blanda como la plantilla esponjosa de un zapato. A continuación es secada durante 45 segundos a unos 200 grados centígrados.

Luego se introduce un inserto de silicona en la botella boca abajo, presionándola contra un molde poroso que permite que el vapor escape mientras se seca. La botella ahora endurecida cae a una máquina de corte por láser para perder su parte superior irregular, dejando una abertura limpia. Luego se voltea la botella para que una boquilla pueda rociar una capa de plástico en el interior antes de hornearse en un horno durante 10 minutos a 180 grados centígrados para que se endurezca.

Los lotes de prueba permiten a las empresas determinar las respuestas a muchas incógnitas. ¿Les importará a los consumidores si las botellas de champú de papel se manchan de agua? ¿Cómo afectará el papel a las cadenas de suministro cuando las botellas no mantienen los productos frescos durante tanto tiempo como el vidrio y el plástico? ¿Extrañarán los bebedores el tintineo de las botellas de vidrio al brindar?

Un viaje de 100 años

La búsqueda para fabricar una botella de papel se remonta al menos a la década de 1920, cuando Lydia B. Koch, una empresaria de Nueva York, patentó una botella de papel hecha de dos trozos de papel de dos capas intercalados. Koch recaudó 1 millón de dólares de inversionistas después de prometer que su Reinforced Paper Bottle Corp. tenía una larga lista de pedidos, incluyendo de la Unión Soviética para envasar caviar y del Gobierno chino para transportar agua.

Las cosas terminaron mal cuando Koch fue acusada de fraude después de que el fiscal general de Nueva York descubrió que su botella de papel había ganado 857 dólares en el curso de 16 años.

Desde entonces, varias empresas han intentado hacer funcionar las botellas de papel, sin mucho éxito. Los cartones de leche de papel se popularizaron en la década de 1930 y siguen siendo comunes en EU, pero incluyen revestimientos de plástico o aluminio y no tienen forma de botella. Las botellas de dos piezas que se venden actualmente para vino, licores y agua no son lo suficientemente fuertes para contener bebidas gaseosas y los consumidores deben desarmarlas para reciclarlas, separando el papel del revestimiento de plástico.

Encontrar los mejores materiales para diferentes líquidos ha sido un desafío. Paboco ha utilizado HDPE -el plástico utilizado para los cartones de leche- al interior de sus botellas, pero dice que el material no mantiene las bebidas carbonatadas gaseosas porque no puede retener dióxido de carbono. El PEF -un plástico de origen biológico- funcionó bien para la cerveza Carlsberg, pero el material es caro y aún no está ampliamente disponible.

Las tapas de las botellas aún no se fabrican de papel. Paboco prometió utilizar tapas de papel para el 2023, pero incumplió el plazo. El obstáculo: las fibras del papel se hinchan en condiciones de humedad, lo que significa que las tapas no encajaban de manera confiable. Otros fabricantes se han quedado con tapas tradicionales o han usado papel de aluminio despegable.

A pesar de los retos, el fabricante de licores Diageo sigue adelante con varios proyectos. Considera las botellas de papel como una forma de utilizar menos vidrio sin disminuir el aspecto de lujo de sus marcas.

La compañía planea lanzar minibotellas de papel de Baileys en los próximos meses que reemplazarán algunas de las botellas de plástico de la marca.

Edición del artículo original

PUBLICIDAD

ENLACES PATROCINADOS

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD