Muere el paciente que recibió un riñón de cerdo modificado genéticamente

Muere el paciente que recibió un riñón de cerdo modificado genéticamente

Richard Slayman fue el primer receptor vivo de un riñón de cerdo editado genéticamente, lo que representa un hito significativo en este campo emergente de la medicina.

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renal
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El renal representa un 86% de los trasplantes en Estados Unidos, según los datos de la Administración de Recursos y Servicios de Salud.

Quería ser un ejemplo y ofrecer esperanzas a todos aquellos que se encuentran a la espera de recibir un trasplante de órgano, y así lo hizo. Richard Slayman se convirtió, en marzo de 2024, en el primer receptor vivo de un riñón de cerdo, un hito científico que tuvo lugar en el Hospital General de Massachusetts, en Estados Unidos.

Siete semanas más tarde del exitoso xenotrasplante, la historia del paciente, a quien sus seres queridos llamaban Rick, ha llegado a su fin: su familia informó el pasado 11 de mayo de 2024 sobre su repentino fallecimiento, si bien el equipo de atención médica ha declarado en el comunicado oficial que no han hallado indicios de que el deceso sea resultado de su reciente intervención.

En Estados Unidos, la mayoría de personas deben esperar entre tres y cinco años para recibir un riñón a través de la lista de espera, en la que actualmente se encuentran 103.223 hombres, mujeres y niños para todos los órganos, según los datos de la Administración de Recursos y Servicios de Salud (HRSA, por sus siglas en inglés). Esta misma entidad estima que aproximadamente 17 personas mueren al día esperando un trasplante. 

 

En vista de estos datos, hace años los xenotrasplantes se convirtieron en una alternativa a explorar. Estos consisten en modificar genéticamente los órganos de animales como el cerdo para mejorar su compatibilidad con el cuerpo humano y, con esto, salvar millones de vidas no solo en el país, sino alrededor del mundo. Así, el caso de Slayman motiva a la comunidad científica a continuar sofisticando y perfeccionando esta prometedora técnica.

El primer xenotrasplante a un receptor vivo: ¿cómo se realizó?

"Su legado inspirará a pacientes, investigadores y profesionales de la salud de todo el mundo", ha indicado la familia del paciente. Richard Slayman tenía 62 años y vivía con una enfermedad renal terminal cuando accedió a ser trasplantado con un riñón de cerdo.

Proporcionado por eGenesis de Cambridge, el órgano fue modificado genéticamente a través de la técnica CRISPR-Cas9 -de la que hemos hablado al detalle en otros artículos-, la cual permite, en palabras del Hospital General de Massachusetts, "eliminar genes dañinos de cerdo y agregar ciertos genes humanos para mejorar su compatibilidad con los humanos". Asimismo, la edición posibilitó la reducción de riesgos de transmisión de enfermedades entre especies, un aspecto que en el pasado constituyó el principal obstáculo para el éxito de los xenotrasplantes.

Paciente del hospital en cuestión durante 11 años, Slayman ya había recibido un riñón procedente de un donante humano en mayo de 2018, pero cinco años más tarde su cuerpo lo rechazó, obligándolo a reanudar las sesiones de diálisis y, en consecuencia, a empeorar su calidad de vida, de acuerdo con el comunicado del MGH.

 

Richard Slayman.
Massachusetts General Hospital

Richard Slayman.

Es por ello que en marzo de 2024 depositó su confianza en el equipo del hospital y en eGenesis para embarcarse en un territorio médico poco explorado, el de los xenotrasplantes. "Lo vi no solo como una forma de ayudarme, sino como una forma de brindar esperanza a las miles de personas que necesitan un trasplante para sobrevivir", declaró en su momento el paciente.

De manera colaborativa, ambas entidades han destinado recursos durante los últimos cinco años a la investigación en este campo, ampliando las fronteras de la ciencia y abriendo la puerta a segundas oportunidades para los pacientes que sufren de insuficiencia renal. Ahora, aunque frustrante para los médicos, que esperaban que el éxito del trasplante se prologase por aproximadamente dos años, el fallecimiento de Slayman representa "un faro de esperanza" en este campo emergente.

Una técnica que promete salvar vidas

Lo que a principios del siglo XX parecía inimaginable, hoy se presenta como una realidad cercana. La comunidad científica de hace aproximadamente 100 años ya trató de trasplantar órganos de monos, cerdos u otros animales a humanos, pero no alcanzó el éxito en ninguno de sus intento a causa del rechazo hiperagudo, un proceso en el que el sistema inmunitario del receptor detecta inmediatamente el órgano extraño y lo ataca.

Se podría decir que, a pesar del resultado final, el primer caso de supervivencia en este ámbito fue el de "Baby Fae", un bebé al que se le trasplantó el corazón de un babuino, gracias al cual permaneció con vida 20 días. El hito, que ocurrió en la década de 1960, fue crucial para que esta técnica comenzase a ser contemplada como una verdadera posibilidad. 

Pero no fue hasta las décadas de 1990 y 2000 cuando los avances en biología molecular y genética permitieron modificar los órganos de animales para hacerlos compatibles con el cuerpo humano: una tarea que ahora se ha simplificado gracias a la creación de la técnica CRISPR-Cas9, también conocida como el "corta-pega" de la edición genética. 

Con esto, algunos ejemplos llevados a cabo en los últimos años, como los trasplantes exitosos de riñones de cerdo a personas con muerte cerebral en 2021 y en 2023, o por supuesto, el todavía más esperanzador caso de Slayman, demuestran que los xenotrasplantes podrían convertirse en una solución prometedora para el problema de la escasez mundial de órganos.