Israel cierra Al Jazeera, altavoz para los pueblos y amenaza para el autoritarismo - Levante-EMV

Entender más

Israel cierra Al Jazeera, altavoz para los pueblos y amenaza para el autoritarismo

Durante casi 30 años, el medio catarí se ha erigido en uno de los canales de habla árabe más populares del mundo y ha sido temida por gobiernos dentro y fuera de la región, y abrazada por un público con ganas de expresarse

El periodista palestino de Al Jazeera, Wael Dahdouh, abraza a un familiar mientras lamenta la muerte de su hijo.

El periodista palestino de Al Jazeera, Wael Dahdouh, abraza a un familiar mientras lamenta la muerte de su hijo. / EP

Andrea López-Tomàs

El pasado domingo el Gobierno israelí decidió por unanimidad cerrar la emisión del canal catarí Al Jazeera en Israel. Es la primera vez que el Estado hebreo cierra un medio de noticias extranjero que opera en el país. Pero esta no es la única ocasión en que el medio se ha convertido en protagonista de la noticia. Creado en 1996 por el emir de Catar, el jeque Hamad bin Jalifa Al Thani, Al Jazeera, que significa ‘la península’ en árabe en referencia a la península catarí, ha sido temida por gobiernos dentro y fuera de la región, y abrazada por un público con ganas de expresarse. En menos de 30 años en antena, ha logrado erigirse como contrapoder de la información libre occidental y de aquella controlada por las instituciones. Ahora, su amplio despliegue de periodistas locales en Gaza y el espacio que deja a Hamás para hablar –el mismo que da a las autoridades israelís– han puesto un punto y aparte a su presencia en suelo israelí. 

Con sede en Doha, sus voces en árabe, en inglés y en otros idiomas llegan a más de 90 países y a unos 350 millones de espectadores. Es uno de los canales de noticias árabes más vistos del mundo. Su creación supuso un gran cambio: por primera vez, la población de los países árabes escuchaba, en su propia lengua, opiniones que contrastaban con la tradicional prensa nacional, casi siempre censurada por el estado. Era algo sin precedentes: voces árabes informando sobre las crisis árabes. El pueblo ya no tenía que ir a medios occidentales, a lenguas extranjeras para conocer lo que pensaban aquellos temidos por su gobierno. Irónicamente, fue el primer medio de comunicación de propiedad árabe que recibió a funcionarios y comentaristas israelís, igual que hace hasta el día de hoy.

Vinculación con Catar

Muchos han señalado a Al Jazeera por su falta de independencia, al estar estrechamente vinculada a Catar. El canal pudo empezar sus emisiones gracias al respaldo financiero del emir gobernante en ese momento. A lo largo de su existencia, ha recibido financiación de los dirigentes de Catar y su presidente es miembro de la familia gobernante Al Thani. “No es solo una cadena de televisión, sino un proyecto diplomático y político destinado a servir a los dirigentes catarís como medio para moldear la opinión pública árabe”, escribía esta semana el analista de asuntos de Oriente Medio Zvi Barel en el periódico israelí 'Haaretz'. Bajo un artículo titulado ‘Al cerrar Al Jazeera, Israel se está pegando un tiro en el pie’, el periodista hebreo denuncia que su Gobierno se ha unido “a un distinguido club de países árabes que han detenido las operaciones de Al Jazeera”.

A lo largo de estos 28 años en emisión, el medio catarí se ha enfrentado a la censura y las críticas. En el 2013, Egipto prohibió Al Jazeera y encarceló a tres de sus trabajadores cuando los militares, liderados por Abdelfatá el Sisi, tomaron el poder. Cuatro años después, Arabia Saudí y Jordania cerraron sus oficinas como parte de la crisis diplomática con Catar. Sus sitios web y canales también fueron bloqueados en el reino saudí, Emiratos Árabes Unidos y Bahréin, acusados de incitar a la violencia. Pero no solo los líderes autoritarios árabes han criticado el canal. Tras los ataques del 11S, la publicación de vídeos del terrorista más buscado de Estados Unidos, Osama bin Laden, enfureció a Washington. Fue durante las guerras de Irak y Afganistán donde Al Jazeera adquirió su reputación mundial. En Afganistán, era la única red que operaba de forma independiente en el lugar al comienzo de la guerra, cuando a otras redes se les prohibió la entrada al país.

'Efecto Al Jazeera'

También en Irak rompió la imagen de “guerra limpia” que la administración estadounidense quería transmitir, informando sobre los elevados números de muertos y destrucción causadas entre la población civil. Durante la Primavera Árabe, que provocó la caída de cuatro dictaduras a lo largo y ancho del mundo árabe, Al Jazeera contribuyó a esas esperanzas de democratización y cambio de los pueblos sublevados. “La red funciona como un actor político importante en la esfera internacional con una agenda clara y medios para lograrla”, explican Shawn Powers y Eytan Gilboa en el artículo ‘La diplomacia pública de Al Jazeera’. “Su rol interno se ejemplifica en el inicio de debates por parte de la red sobre temas controvertidos y tabú en la esfera pública árabe y musulmana, así como en su continuo escrutinio de los regímenes árabes”, añaden. 

“El papel externo queda ejemplificado por las afirmaciones de Al Jazeera de representar ante el mundo las perspectivas árabes y musulmanas sobre los acontecimientos regionales e internacionales”, subrayan Powers y Gilboa. A menudo acusada de una posición anti-EEUU, la cadena se ha escudado en estar compartiendo la posición de una población traumatizada por las acciones de Washington en sus propias tierras, pese a las alianzas de sus líderes. Al Jazeera presenta una diversidad de puntos de vista excepcional en la tradición periodística de la región. Su aproximación panarabista la ha convertido en una cadena de referencia más allá de las fronteras impuestas entre el pueblo árabe. Las diferentes opiniones presentadas en sus programas han enseñado a la población árabe a opinar por sí misma, a airear aquellos pensamientos reservados a los encuentros de confianza en cafeterías. 

La relevancia de la cadena es tal que ya se habla del ‘efecto Al Jazeera’. Este término se usa en ciencias políticas y estudios de medios para describir el impacto de los nuevos medios y fuentes de medios en la política global, que implica reducir el monopolio gubernamental y de los principales medios de comunicación sobre la información y empoderar a grupos que antes carecían de una voz global. El efecto democratizador de la cadena catarí ha enfadado a regímenes autoritarios y gobiernos supuestamente democráticos como el israelí. Al Jazeera e Israel siempre han mantenido una relación tensa, porque el país la acusa de parcialidad y cree que incita contra el Estado hebreo. Esta vez la ha tachado de “portavoz de Hamás”. 

A día de hoy, tras siete meses de guerra, es uno de los pocos medios que cuenta con un amplio despliegue periodístico en la Franja de Gaza, mientras a la prensa internacional se le sigue prohibiendo el acceso. Ya en la guerra de 2021 un misil israelí destruyó sus oficinas en el enclave y, durante esta guerra, que ya ha matado a 34.844 palestinos, muchos periodistas de Al Jazeera y sus familias han muerto también. Por ahora, su cierre sólo afecta al territorio israelí y, en principio, podrán seguir operando en la Franja y en la Cisjordania ocupada. Pero esta decisión, tomada por unanimidad, es un paso más en el silenciamiento definitivo del pueblo palestino.

Suscríbete para seguir leyendo