Obras icónicas del Romanticismo

La Libertad guiando al pueblo de Delacroix es restaurada y vuelve a exponerse en el Louvre

La Libertad guiando al pueblo Delacroix restaurado

La Libertad guiando al pueblo Delacroix restaurado

La Libertad guiando al pueblo, obra del artista Eugène Delacroix, en todo su esplendor tras la reciente restauración.

Museo del Louvre

Si tuviéramos que elegir un sólo cuadro para representar el espíritu revolucionario francés, probablemente este sería La Libertad guiando al pueblo, del artista del Romanticismo Eugène Delacroix (1798-1863). 

Pintado en óleo sobre lienzo en el año 1830, esta obra conmemora la Revolución de julio, tres días seguidos de revueltas que habían tenido lugar ese mismo año en la ciudad de París, donde el pueblo francés mostró su inconformidad ante el reinado de los Borbones. 

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Con gran lujo de detalle y realismo, Delacroix ilustra una apasionante escena que plasma el carácter de su nación. La Libertad, centrada en el cuadro y especialmente iluminada, guía a los habitantes parisinos de distintas clases sociales, desde burgueses hasta campesinos, hacia la victoria. 

La personificación de la libertad en una mujer semidesnuda no es casual: por una parte, los revolucionarios asociaban la patria francesa en tiempos de la república con la figura de una joven simbólica a la que llamaron Marianne. Por otra, su torso femenino desnudo le otorga una relación con lo divino, tal y como ocurre en las representaciones de las victorias aladas o las venus helénicas. 

Esta maravilla de la historia del arte se expone en el Museo del Louvre de París, donde ha permanecido desde 1848 ya sea en alguna de sus salas o en la reserva. Actualmente es una de las pinturas más famosas del museo junto con La Gioconda de Leonardo Da Vinci, también conocida como la Mona Lisa. 

La libertad guiando al pueblo Delacroix louvre

La libertad guiando al pueblo Delacroix louvre

La icónica obra de Delacroix vuelve a exponerse en el Museo del Louvre tras su restauración.

Abdullah Firas / ABACA / Shutterstock Editorial

una restauración con sorpresas

Como ocurre con todos los legados materiales de nuestra historia, la iconicidad de una obra no la libra de las consecuencias del paso del tiempo. Por este motivo, La Libertad guiando al pueblo ha tenido que pasar recientemente por un proceso de restauración llevado a cabo por dos expertas del propio museo, Bénédicte Trémolières y Laurence Mugniot. 

Los trabajos empezaron el pasado mes de octubre de 2023 y han tenido una duración total de 6 meses, gracias a los cuales la obra ha podido volver a exponerse en la sala Mollien del Louvre el 2 de mayo de 2024. Así, este cuadro de gran impacto histórico podrá seguir formando parte de la cultura del país. 

Durante el proceso, las restauradoras han reducido distintas capas de barniz que en la actualidad recubrían el cuadro de óxido y suciedad, modificando su coloración original y eliminando algunos de sus elementos característicos, como las texturas, las transparencias, la tridimensionalidad o los juegos entre luces y sombras. 

La Libertad guiando al pueblo Delacroix

La Libertad guiando al pueblo Delacroix

La Libertad guiando al pueblo antes de su última restauración, donde se puede apreciar la pantalla de color amarillento que recubre el lienzo.

Museo del Louvre

Esta ha sido justamente una de las sorpresas descubiertas tras los trabajos, la asombrosamente bien escogida paleta de colores y la variedad de técnicas usadas por Delacroix en su creación que data de la primera mitad del siglo XIX, que las expertas han definido como "un estilo austero pero rico en matices". 

Los blancos, grises y negros, acompañados de sutiles tonalidades concretas de rojo y azul, son los colores predominantes en el cuadro, a contrario de lo que podía parecer antes de la restauración debido a la capa amarillenta que lo revestía y oscurecía sus contrastes. 

Esta nueva claridad también ha revelado una serie de detalles que hacía tiempo que habían quedado invisibles, como la posición del niño que corre delante de la Libertad y no junto a ella, las distintas fachadas de los edificios que conforman el fondo de la escena, los disparos que provienen de las ventanas o los tonos que dan dimensión y movimiento a la figura de la Libertad.

No obstante, devolver el óleo sus colores no ha sido tarea fácil: las capas de barniz aplicadas en restauraciones anteriores se han tenido que diluir con mucho cuidado y paciencia para no dañar ninguna capa de su estructura original. 

el cuadro más famoso

Por toda la relevancia a nivel cultural que La Libertad guiando al pueblo ha ido adquiriendo a lo largo de su historia, esta obra se considera la más famosa y reconocida del pintor Eugène Delacroix. 

Su lienzo tiene un gran tamaño, de 260 centímetros de ancho por 325 de alto, y se dice que el artista tardó tan solo 4 meses en pintarlo de inicio a fin, un marco temporal sorprendentemente corto teniendo en cuenta las dimensiones del cuadro y la complejidad de la obra, culminada de forma magistral.