📝HISTORIA EN BREVE

  • El dióxido de titanio se utiliza comúnmente en productos alimenticios y de cuidado personal, como la pasta de dientes, los dulces, el azúcar en polvo y el chicle, así como en la pintura, los cosméticos y el papel
  • El impacto negativo en la salud de este compuesto aún está bajo investigación, aunque la investigación lo ha relacionado con crecimientos precancerosos, cáncer de pulmón y trastornos cerebrales
  • Al eliminar las micropartículas de dióxido de titanio de la alimentación, los participantes de la investigación pudieron poner en remisión su enfermedad de Crohn. Las estrategias incluyen comer alimentos reales, usar protector solar sin nanopartículas y usar aceite de coco como pasta de dientes

🩺Por el Dr. Mercola

El dióxido de titanio, que no es nada más que un relleno innecesario y sin valor nutritivo en los alimentos, simplemente se utiliza para blanquear algunos productos, como la pintura, los bloqueadores solares y los productos alimenticios.

Cuando se incluye en productos alimenticios se conoce como E171; en otros productos se conoce como PW6 o CI 7781.1 Aunque es un compuesto inorgánico, el dióxido de titanio genera un riesgo significativo cuando se inhala, se ingiere o se absorbe.2

Cada año se producen millones de toneladas de dióxido de titanio. El compuesto repele naturalmente la luz ultravioleta (UV). Esta es la razón por la que se agrega comúnmente a los bloqueadores solares.

Mientras que la mayor parte de este compuesto se utiliza para darle color a la pintura, también se agrega a los medicamentos farmacéuticos, la pasta de dientes, el papel y los alimentos.

El impacto continuo de este compuesto en la salud aún está bajo investigación, aunque puede encontrarlo en muchos de los productos que probablemente utiliza cada día.

El uso tópico ha causado reacciones alérgicas, algunas de las cuales podrían ser graves.3 Sin embargo, aunque algunas reacciones todavía están bajo investigación, otras investigaciones han demostrado que la exposición al dióxido de titanio puede aumentar el crecimiento de tumores precancerosos.4

El dióxido de titanio (E171) no es inactivo en su cuerpo

La Agencia Internacional para la investigación del Cáncer clasifica al dióxido de titanio como posiblemente cancerígeno en los seres humanos cuando es inhalado en forma de polvo.5,6 Las nanopartículas del dióxido de titanio también están relacionadas con una respuesta inflamatoria en el cuerpo y con daño genético en los ratones.7

En respuesta a la presión pública, la empresa Dunkin Donuts se comprometió a eliminar el dióxido de titanio del azúcar en polvo de sus donas.8 Ya que no agrega sabor a las donas, parece una decisión que se pudo haber hecho sin la presión de los clientes. Por otro lado, este compuesto dejo de utilizarse legalmente en Alemania.

Múltiples estudios realizados en animales demostraron una mayor tasa de cáncer de pulmón debido a la inhalación de dióxido de titanio, ya que las partículas no se eliminan fácilmente del tejido pulmonar.9 Estudios recientes también han demostrado que produce especies reactivas de oxígeno (ROS) y daño oxidativo en el ADN.

El dióxido de titanio también se puede producir como nanopartículas. Estas partículas diminutas pierden su pigmento blanco, pero no pierden su capacidad para repeler los rayos UV.

En esta forma, el dióxido de titanio incita la autofagia o muerte celular a través de la degradación del contenido celular.10 El complejo proceso de la autofagia es más comúnmente provocado por la inanición de nutrientes.11

Cómo el dióxido de titanio afecta a las células cancerosas

Francia, también preocupada por el efecto del dióxido de titanio en su población, ordenó una revisión del compuesto como aditivo alimenticio después de que un estudio demostrara efectos negativos en la salud en un modelo animal.12

El estudio demostró que a través de la exposición oral el E171 atravesó la pared intestinal y pudo llegar a otras partes del cuerpo.

Los investigadores notaron trastornos en el sistema inmune que se relacionaron con las nanopartículas de E171, las cuales provocaron el desarrollo de lesiones preneoplásicas en el colon del 40 % de los animales que participaron en el estudio.13

Aunque el estudio sí demostró que el aditivo desempeña un rol en el desarrollo de las primeras etapas de cáncer colorrectal en modelos animales, los investigadores no pudieron aplicar las conclusiones en los seres humanos.14

La investigación también demostró que la exposición continua al dióxido de titanio aceleró el desarrollo de estos crecimientos.15 El dióxido de titanio se dispersó en otras partes del cuerpo del animal, como el hígado, y también demostró afectar al sistema inmunológico.

La exposición oral al E171 es muy preocupante en los niños, ya que es un aditivo común en dulces y chocolates.16 

A las ratas se les dio agua con E171 en cantidades relevantes y fueron evaluadas a la semana y a los 100 días. A la semana, las ratas demostraron distribución tisular, mientras que la microinflamación y el aumento de las lesiones preneoplásicas fueron evidentes a los 100 días.17

Con un enfoque proactivo al momento de publicar esta nueva información, los Ministerios Franceses de Agricultura, Salud y Economía emitieron una declaración conjunta en la que dijeron lo siguiente:18

"Un estudio realizado por el Instituto Nacional de Investigación Agrícola (INRA, por sus siglas en inglés) y publicado hoy, demuestra que la exposición oral al dióxido de titanio (E171), el aditivo utilizado especialmente en la industria agroalimentaria, probablemente tiene efectos en la salud.
Sin embargo, en esta etapa, los resultados del estudio no permiten que se apliquen a los seres humanos.
A la luz de los resultados de este estudio, los Ministerios de Economía, Salud y Agricultura decidieron consultar conjuntamente a la Agencia Nacional de Seguridad Alimentaria, Ambiental y de Salud Ocupacional (Anses) para determinar si el aditivo alimenticio E171 representa un riesgo potencial para los consumidores".

El dióxido de titanio podría afectar adversamente su intestino y cerebro

Aunque esta nueva información es preocupante, el dióxido de titanio se ha vinculado a la enfermedad del intestino permeable y a la enfermedad intestinal inflamatoria, las cuales tienen cierta relación con otros problemas de salud.

Esencialmente, parece que mientras que el compuesto en sí es inerte, puede actuar como un caballo de Troya, ya que puede transportar la endotoxina creada por las bacterias al intestino, a través de la pared intestinal.

La eliminación de los alimentos que contienen nanopartículas de dióxido de titanio de la dieta dio como resultado que 7 de 9 pacientes lograran la remisión de la enfermedad de Crohn, y todos experimentaron una reducción significativa de los síntomas.19

Durante este estudio, los investigadores también eliminaron las carnes procesadas y los pescados de la alimentación de los participantes, lo que puede haber confundido las cosas.

Un estudio posterior, que retiro todas las carnes procesadas a todos los participantes, así como las micro y nanopartículas a un solo grupo, demostró que ambos grupos experimentaron una reducción significativa de los síntomas.20

Sin embargo, aunque la investigación no demostró que estas nanopartículas sean las responsables de causar un intestino permeable, al parecer empeora el proceso inflamatorio en la pared intestinal21 e incrementa el riesgo de enfermedades posteriores.

En combinación con la creciente evidencia que sugiere que la exposición aumenta la producción de ROS y la formación de tumores, el dióxido de titanio que se encuentra en varios productos comerciales, incluyendo muchos suplementos alimenticios, es un riesgo significativo para la salud pública.22

Los investigadores que demostraron un incremento en el efecto inflamatorio con el dióxido de titanio recomiendan lo siguiente:23

"Nuestros resultados sugieren un uso cuidadoso de dióxido de titanio en formulaciones farmacéuticas y recomiendan un beneficio terapéutico de una alimentación con pocas partículas inorgánicas en pacientes con IBD".

Otras investigaciones también demuestran que las nanopartículas E171 provocan disfunción neurológica, específicamente, daño en las células astrocitarias y en las mitocondrias.24

Si no las elimina, estas células astrocitarias dañadas no pueden absorber el glutamato, lo que incrementa la acumulación fuera de la célula, lo que podría contribuir a la enfermedad de Alzheimer y Parkinson.25 Otras investigaciones demuestran otros riesgos de daño cerebral.26,27,28

Aún se desconocen los riesgos ambientales a largo plazo

Cuando estas nanopartículas son desechadas por los desagües, siguen siendo perjudiciales para la salud.

En un artículo publicado en la revista Environmental Science and Technology, los científicos cuantificaron la cantidad de nanopartículas E171 identificadas en el medio ambiente y encontraron que al menos el 36 % de las partículas de grado alimenticio eran de menos de 100 nanómetros y que se dispersaban fácilmente en el agua.29

El autor del estudio, el Dr. Paul Westerhoff, profesor en la Universidad Estatal de Arizona, dijo lo siguiente:30

"Muchas aplicaciones de dióxido de titanio se beneficiarían si utilizaran tamaños de partícula más pequeñas, y podríamos ver un incremento en el porcentaje de TiO2 que se produce similar al rango nano.
Los nanomateriales de TiO2 en los alimentos, productos de consumo y productos para el hogar se eliminan en forma de heces/orina, lavado de superficies o eliminación de aguas residuales que llegan a las plantas de tratamiento de aguas residuales.
Aunque estas plantas de tratamiento capturan la mayor parte de TiO2, todavía se encontraron nanopartículas de entre 4 y 30 nm en el agua tratada. Estos nanomateriales posteriormente son liberados en la superficie del agua, donde pueden interactuar con los organismos vivos".

Otras investigaciones sugieren que cuando las nanopartículas de dióxido de titanio se juntan con otras sustancias químicas en el medio ambiente puede aumentar la toxicidad y los efectos adversos en la vida silvestre.31

En un esfuerzo por distinguir el impacto de estas nanopartículas en las comunidades de bacterias del suelo, los investigadores expusieron el suelo agrícola a sólo 90 días y descubrieron una significativa desnitrificación (perdida de nitrógeno) y modificación de las comunidades bacterianas cuando se utilizan concentraciones más bajas de nanopartículas.32 Los resultados indican que estos contaminantes tienen un impacto significativo en el ecosistema.

Reduzca su exposición al dióxido de titanio

Las nanopartículas de dióxido de titanio se utilizan indiscriminadamente en los alimentos procesados, por lo que la mejor manera de evitar la exposición es comiendo alimentos reales.

También considere otros productos a los cuales podría estar expuesto, como su pasta de dientes, bloqueador solar y chicle. Considere hacer su propia pasta de dientes de aceite de coco, ya que le ayuda a reducir el crecimiento de bacterias patógenas en la boca y protege sus encías.

Las nanopartículas de dióxido de titanio y de óxido de zinc son opciones muy populares cuando se trata de un bloqueador solar. Desafortunadamente, aunque no producen el mismo riesgo de alteración hormonal que la oxibenzona, cuando se lavan por el desagüe tendrán un efecto perjudicial sobre el medio ambiente.

Le recomiendo utilizar un bloqueador solar que no tenga nanopartículas de dióxido de titanio y ponerse prendas para cubrir su piel cuando este expuesto a los rayos del sol por mucho tiempo.