Cómo alcanzar la felicidad que buscas
¿Es posible alcanzar la felicidad y conservarla o simplemente podemos aspirar a momentos felices?
¿Existe un camino que garantice la felicidad?
Estas son algunas de las preguntas que todos nos hemos planteado en algún momento, ya que la búsqueda de la felicidad siempre ha sido una de las metas más anheladas del ser humano. En los últimos años, especialmente con la difusión de la Psicología Positiva y su enfoque en el bienestar, la felicidad ha vuelto a ocupar un lugar central en nuestras vidas.
NOTA: ¿Sabías que con nuestra terapia EMDR podemos ayudarte a encontrar la felicidad que buscas?.
Un pequeño índice
Cómo se ha percibido la felicidad a lo largo del tiempo
La felicidad siempre ha ocupado un lugar central en la filosofía, incluso convirtiéndose en un concepto clave en varias escuelas de pensamiento. Desde la antigua Grecia, los filósofos se han preguntado qué es la felicidad y qué la genera. Sus respuestas dieron lugar a tres posturas distintas.
Por un lado, filósofos como Aristóteles argumentaban que la felicidad implicaba alcanzar la autorrealización y las metas personales, logrando un estado de plenitud y armonía del alma, una perspectiva conocida como eudemonismo.
Otro grupo, como los cínicos y los estoicos, afirmaba que la felicidad significaba ser autosuficiente y vivir en consonancia con la naturaleza o la razón, respectivamente. Según ellos, la verdadera felicidad se encontraba en la simplicidad y la virtud.
Finalmente, el hedonismo, liderado por Epicuro, proponía que la felicidad radicaba en experimentar placer, físico e intelectual, pero evitando los excesos que podían causar angustia.
Con el tiempo, el racionalismo y corrientes posteriores como el “Nuevo Pensamiento” plantearon nuevas perspectivas sobre la felicidad, considerándola como una actitud mental o incluso una adaptación a la realidad.
Más recientemente, figuras como Matthieu Ricard y Mihaly Csikszentmihalyi han destacado la importancia del altruismo, la aceptación y el estado de flujo en la búsqueda de la felicidad.
Por supuesto, hay quienes, como Nietzsche, ven el sufrimiento como inherente a la existencia humana, y neurocientíficos que buscan explicar la felicidad en términos de cambios bioquímicos en el cerebro.
A lo largo de la historia, las diferentes interpretaciones de la felicidad reflejan la complejidad y diversidad de la experiencia humana, ofreciendo perspectivas diversas sobre cómo alcanzar y comprender este estado deseado.
Qué es la felicidad realmente
El concepto de felicidad no es simplemente una idea abstracta, sino que tiene un impacto significativo en nuestra vida diaria. Nuestra percepción de la felicidad puede influir en nuestra actitud ante la vida y en nuestra capacidad para experimentarla.
En líneas generales, podemos identificar tres posturas principales respecto a la felicidad, posturas que han sido popularizadas por corrientes filosóficas y que influyen en las creencias de muchas personas.
- Los escépticos son aquellos que niegan la existencia de la felicidad o creen que es imposible alcanzarla, por lo que ni siquiera intentan buscarla.
- Los que adoptan una postura más limitada sostienen que la felicidad no es un estado permanente, sino que se limita a momentos felices, por lo que consideran que debemos conformarnos con esos momentos esporádicos de dicha.
- Los optimistas creen firmemente en la existencia de la felicidad y confían en que es posible alcanzarla de manera permanente.
La postura que adoptemos influye en nuestra actitud hacia la vida: algunos esperarán pasivamente a que la felicidad llegue, mientras que otros saldrán activamente en su búsqueda.
Un experimento interesante realizado en la Universidad de Hertfordshire ilustra cómo nuestras creencias pueden influir en nuestra percepción de la realidad. Se dividió a un grupo de personas en dos categorías: las que se consideraban afortunadas y las que se veían a sí mismas como desafortunadas. A ambas se les encomendó la misma tarea: contar el número de fotografías en un periódico.
Los resultados fueron reveladores: aquellos que se consideraban afortunados rápidamente encontraron un anuncio en el periódico que indicaba el número exacto de fotografías, mientras que los que se veían a sí mismos como desafortunados continuaron contando todas las fotografías, sin notar el anuncio que les facilitaba la tarea. Este experimento demuestra cómo nuestras creencias pueden influir en nuestra percepción y experiencia de la realidad, incluida nuestra capacidad para experimentar la felicidad.
Te ayudamos a que te sientas más feliz con nuestra terapia
Este experimento nos muestra que la percepción de buena o mala suerte también está relacionada con nuestra actitud y nuestra disposición a reconocer oportunidades. Lo mismo ocurre con la felicidad.
Podemos definir la felicidad como un estado de plena satisfacción, una definición sencilla pero con profundas implicaciones prácticas:
La felicidad es subjetiva; cada individuo la experimenta de manera diferente. Las fuentes de felicidad pueden variar según las experiencias y significados personales de cada uno. La felicidad puede ser tanto duradera como efímera. Es importante recordar que la felicidad no es un destino final, sino un camino que transitamos. Trabajar día a día para ser un poco más felices está en nuestras manos.
En nuestra clínica de psicología, sabemos que encontrar la felicidad puede ser complicado, pero estamos aquí para ayudarte a alcanzarla.
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Qué NO hacer para ser feliz
No te compares para ser feliz
Compararnos con los demás puede ser otro obstáculo para alcanzar la felicidad. Las redes sociales, en particular, han contribuido a este fenómeno al mostrar una imagen distorsionada de la vida de las personas, lo que puede generar sentimientos de inferioridad en quienes las observan.
Además, a menudo tenemos expectativas poco realistas e idealizadas sobre diversos aspectos de la vida: cómo deberíamos ser nosotros mismos, cómo debería ser nuestra familia, nuestras relaciones sociales o nuestra pareja para alcanzar la felicidad. Estas expectativas pueden ser contraproducentes y alejarnos de la verdadera felicidad.
No te presiones en ser feliz
La felicidad no puede considerarse una meta con un final definido, ya que es un estado en constante evolución. Siempre existen factores que pueden afectar nuestro bienestar y siempre habrá oportunidades para mejorar. Es importante no caer en la visión dicotómica de «soy feliz» o «no soy feliz«.
En la consulta, a menudo nos encontramos con personas que tienen todo lo necesario para ser felices, pero aún así no lo son. Esta situación puede generar sentimientos de culpa. Sin embargo, es fundamental comprender que la felicidad no está determinada por lo que tenemos materialmente. Es un concepto mucho más complejo y personal que puede estar influenciado por múltiples factores.
No la busques en un momento concreto
A menudo, somos nosotros mismos quienes nos autoimponemos obstáculos en el camino hacia la felicidad. Subestimamos la importancia del día a día y creemos que solo podremos ser felices en momentos excepcionales: esperamos la llegada de las vacaciones, anhelamos tener una pareja, formar una familia o adquirir un nuevo coche.
Y cuando esto pasa, hemos sido felices sin darnos cuenta buscándola.
Cómo sentir la felicidad que buscas
Nuestro enfoque terapéutico se basa en comprender tus desafíos y proporcionarte herramientas prácticas para construir una vida más feliz y satisfactoria.
Reconocemos que la felicidad es subjetiva, y cada individuo tiene su propia definición de lo que significa ser feliz.
Es por eso que nos comprometemos a trabajar contigo de manera personalizada, ayudándote a explorar tus valores, metas y aspiraciones para encontrar un sentido de plenitud y bienestar que sea auténtico para ti.
Si estás listo para dar el primer paso hacia una mayor felicidad y bienestar, estamos aquí para apoyarte en este camino.
Te ayudamos a sentirte feliz
[…] Con la terapia EMDR, trabajamos para procesar y digerir estos recuerdos traumáticos de manera que pierdan su intensidad emocional. Esto permite que puedas enfrentar el presente sin que los eventos pasados ejerzan un impacto tan abrumador en tus emociones y tu bienestar y ser feliz. […]
[…] Este mecanismo se activa de forma instintiva cuando nuestro inconsciente percibe que no hay escapatoria, algo común en casos de abuso infantil y violaciones, donde la víctima se encuentra atrapada. En tales circunstancias, se activa un mecanismo de defensa pasivo que resulta en una especie de parálisis física y un estado de anestesia emocional. De hecho, muchos animales también utilizan este mecanismo de manera innata para evitar ser presa de depredadores. Cuando no podemos huir de una situación terrible, nuestra mente busca evadirse de la realidad, impidiéndote ser feliz. […]