Hay que echarle mucha imaginaci�n para sentir, en la explanada que hoy se alarga a los pies del Monte Los Atillos, en Hoyo de Manzanares, c�mo era aquel poblado mexicano por el que cabalgaba Clint Eastwood en el rodaje de Por un pu�ado de d�lares. Hoy, en esa llanura, cruzada por un camino de tierra rodeado de enebros, jaras y encinas, apenas un cartel recuerda que all� un d�a estuvo el primer plat� fijo de Europa de cine western. Un escenario, casi olvidado en la gran pantalla actual, que va a revivir su �poca dorada desde este fin de semana con motivo de los 60 a�os de la filmaci�n de aquella cinta, que no fue una cualquiera, sino una especial, pues marc� un antes y un despu�s en la forma de hacer cine del oeste a nivel internacional -dio origen al llamado spaghetti western junto a tres genios: Clint Eastwood, Ennio Morricone y Sergi Leone- y tambi�n en la vida del pueblo.
Su similitud con la tierra que alberga la frontera entre M�xico y EEUU hizo al productor, director y guionista Eduardo Manzanos fijarse en este punto de la sierra madrile�a. En 1962, en representaci�n de la Cooperativa de Cine Espa�ol, solicit� permiso al Ayuntamiento de Hoyo de Manzanares para montar unos decorados que dise�aron Jos� Luis Galicia y Jaime P�rez Cubero y en los que, en los 12 a�os que estuvieron en activo, acogieron el rodaje de cerca de un centenar de pel�culas de ese g�nero.
Los Golden City, como eran conocidos, ten�an forma de T, med�an unos 20 metros de ancho por unos 200 de largo y ten�an edificaciones a ambos lados, hasta 15, aunque en su mayor�a estaban huecas por dentro. All� se pod�a reconocer el sal�n, el hotel, la barber�a, la casa del sheriff, la c�rcel, el establo o la herrer�a, espacios cuyas fachadas se modificaban para cada pel�cula. El sheriff terrible fue la primera que se rod� all� (1962).
Tras a�os en ruinas, hoy no queda m�s que un par de abrevaderos, el recuerdo vago de los vecinos que vivieron aquello, las fotograf�as, los filmes y las an�cdotas que, con cuentagotas, va acumulando la Asociaci�n Hoyo Cine, que desde 2012 est� empe�ada en no olvidar ese legado.
�Cuando era peque�o, pon�an pelis detr�s de la iglesia, todas de western, y aquello era la risa porque sal�a toda la gente del pueblo�, recuerda Juanjo Acosta, uno de los miembros de esta asociaci�n y familiar de algunos de los protagonistas de aquella �poca -su madre Manola su t�a Victorina hicieron de extras y figurantes-.
De aquel plat� tambi�n atesora Juanjo algunos recuerdos. �De cr�o jug�bamos con los restos de los decorados a hacernos caba�as�, dice in situ poco despu�s de contar que con los a�os empez� a buscar pel�culas donde apareciese Hoyo y �aquello era una loter�a. Pod�a comprar 10 y que s�lo saliese en una�, a�ade.
Paralelamente, Juli�n Iglesias, �picado por la curiosidad�, tambi�n comenz� a averiguar en qu� filmes aparec�a su pueblo. M�s tarde, Marisa Baelo se uni� a ellos y juntos han puesto en marcha en los �ltimos a�os algunas iniciativas para recordar qu� fue Hoyo de Manzanares para el cine. Y tambi�n lo que fue el cine para Hoyo de Manzanares. Porque aquel plat� cambi� la vida de la localidad [antes ya se hab�an rodado algunas pel�culas, pero los Golden City supusieron un punto de inflexi�n].
Los hombres dejaron la cantera y las mujeres salieron por primera vez de casa para ganar un dinero extra. �Ellas eran las m�s atrevidas�, se�ala Marisa. Y a�ade: �A cerca de una decena de vecinos les fichaban en casi todas las pel�culas. Son los que salen en los primeros planos�.
�En el cine ganaban seis veces el sueldo de la cantera, unas 300 pesetas [los ni�os, 50].. A mi madre, que era ama de casa, ese extra le serv�a, por ejemplo, para comprarse unas medias. Y adem�s se lo pasaban muy bien. Era un trabajo sencillo�, apunta Juanjo, quien agrega que en los 60 �hubo un boom y se rodaban escenas de hasta dos o tres pel�culas al d�a� all�.
Los encargados de las contrataciones �llegaban y ped�antres mujeres, un hombre y un caballo. Hasta el enterrador ha hecho pel�culas de enterrador. La gente dejaba lo que estuviese haciendo, pero no sab�a lo que iban a hacer ni con qui�n. A mi t�a le pregunt� una vez con qu� actor hab�a estado y s�lo dijo: 'Con uno muy alto y guapo�, indica Juanjo.
En los a�os 60 y principios de los 70 casi todo el pueblo se volc� con el cine. Tanto es as� que incluso hab�a �piques� cuando ven�an extras de Madrid. �En una escena se ten�an que pelear en un bar y resulta que se pelearon de verdad. El director coment� que hab�a quedado muy real y mi padre, implicado en aquello, dec�a: 'Y tanto'�. Aunque no estaba la gente del pueblo dispuesta a cualquier cosa... �A la se�ora Nina, que ten�a que hacer de molinera, le dijo el director: 'S�base ah� y que le echen polvo'. Y ella le contest�: 'Yo me subo donde usted diga, pero pero el polvo se lo echan a su madre�, r�e Juanjo.
La mayor�a de las pel�culas ten�an muy bajo presupuesto y �son un tru�o� [cada uno rodaba en su idioma y luego se doblaba], reconoce este vecino, que pese a todo no cesa en su empe�o por seguir sumando t�tulos a la lista. �De vez en cuando hay alguna sorpresa�, se�ala. Porque no queda rastro en ning�n lugar, ni en el archivo del pueblo, de lo que all� se rod�. A base de visionar pel�culas, �l y Juli�n van se�alando las que est�n rodadas en aquellos decorados, que identifican gracias a esa tortuga de piedra que luce en la Sierra de Hoyo.
Gracias a su trabajo han conseguido averiguar que all�, junto a los decorados, se construy� �todo un complejo cinematogr�fico donde se rodaba de todo�, apunta Juli�n. �Adem�s de usarse las canteras, se construyeron hasta ocho cementerios, ranchos, un poblado indio con caba�as, un fuerte para S�ptimo de caballer�a, una calle de Chicago de los a�os 30 o la cubierta de un barco pirata para El Corsario�, a�ade. Y tambi�n se levantaron almacenes y talleres donde cambiar las fachadas.
Hoyo fue, sin duda, un pueblo de pel�cula. De hecho, algunos de sus protagonistas, directores de cine y actores, llegaron a quedarse a vivir all�, como Peter Lee Lawrence. Por la localidad desfilaron grandes de la pantalla como Clint Eastwood, aunque �ste en concreto no hizo vida all� cuando rod� Por un pu�ado de d�lares. ��l se hospedaba en Madrid, pero en una pensi�n, no creas. Entonces no era muy conocido, era un actor de segunda. Se hace famoso a partir de esa pel�cula�, se�ala Marisa.
RECREACI�N
Lo que queda de aquella �poca dorada �es historia oral�, insiste esta vecina. Por eso, el Ayuntamiento de la localidad tambi�n est� arrimando el hombro para que no caiga en el olvido. Ha creado una aplicaci�n de realidad virtual, que recrea los escenarios y permite meterse dentro de ellos, y tambi�n un documental, que ver� la luz este verano gracias al impulso de Enrique Cerezo, el productor que tiene los derechos de imagen de la mayor�a de los filmes.
Adem�s, Hoyo va a celebrar este mes de mayo los 60 a�os del rodaje de Por un pu�ado de d�lares convirtiendo al pueblo en un escenario de pel�cula. Este fin de semana, detr�s del Ayuntamiento se va a recrear el Far West con tres campamentos. Habr� exhibiciones de caza, una gymkana hist�rica, una recreaci�n del combate de la Guerra Civil americana y del robo del oro, un desfile de la liga antialcoh�lica y una cantina, adem�s de un concurso de vestuario de cine. El 18 y 25 de mayo habr� visitas guiadas al antiguo plat� y el 18, adem�s podr� verse all� mismo Por un pu�ado de d�lares. El 25 habr� un Festival Country y el 31, un concierto de la Coral Divertimento.
�Poner en valor y recordar lo que ha sido el spaghetti western en Hoyo de Manzanares y el cine es alimentar de nuevo la emoci�n y la ilusi�n de los hoyenses por su historia, por aquella �poca que recuerdan de una manera tan especial�, se�ala la alcaldesa, Victoria Barderas, a GRAN MADRID. Su idea a futuro es, se�ala su c�rculo m�s cercano, recrear f�sicamente ese plat� desaparecido en alguna parcela urbana del pueblo [la zona de los antiguos decorados est� protegida por el parque regional de la Cuenca Alta del Manzanares]. Quiz�, m�s pronto que tarde, ese deseo se haga realidad.