El Vuelo de Clavileño: Una Aventura Extraordinaria en ‘El Quijote’

El Vuelo de Clavileño

La Impaciencia de Don Quijote

Don Quijote esperaba ansioso la llegada de Clavileño, el caballo de madera que lo llevaría a una aventura extraordinaria.

La Aparición de los Salvajes

Cuatro salvajes vestidos de verde yedra aparecieron llevando a lomos a Clavileño. Lo colocaron en el suelo y se marcharon, advirtiendo que los dos caballeros debían volar con los ojos vendados.

La Negativa de Sancho

Sancho se negó a subir, argumentando que no era brujo y que perdería su ínsula. El duque lo convenció ofreciéndole que la ínsula sería suya y que los insulanos lo esperarían.

El Ascenso de Clavileño

Don Quijote y Sancho se subieron a Clavileño y les vendaron los ojos. Sancho se sentó»a mujeriega» para mayor comodidad.

El Miedo de Sancho

Sancho, lleno de miedo, se descubrió y pidió a los presentes que rezaran por ellos. Don Quijote lo reprendió por su falta de confianza.

El Vuelo Extraordinario

Clavileño ascendió con gran sosiego. Sancho, agarrado a don Quijote, sospechaba que no se elevaban porque oía las voces de los presentes. Don Quijote le aseguró que todo iba bien.

El Viento y el Fuego

Los criados del duque provocaban viento con fuelles y quemaban estopas para simular el vuelo. Sancho sentía que se le chamuscaban las barbas.

El Diálogo de los Valientes

Don Quijote y Sancho comentaban los lugares por donde pasaban. Sancho afirmaba que se acercaban a la región del fuego.

El Remate de la Aventura

Los criados le prendieron fuego a Clavileño. Explotaron los cohetes que llevaba en su vientre y los caballeros cayeron al suelo medio chamuscados.

El Desenlace

Don Quijote y Sancho se levantaron sorprendidos de verse en el mismo jardín. Encontraron un pergamino que decía que don Quijote había muerto, pero que las dueñas habían perdido sus barbas.

La Investigación de Sancho

Sancho comprobó que las dueñas estaban rapadas. La duquesa le preguntó cómo le había ido.

El Relato de Sancho

Sancho contó que se había descubierto y había visto la tierra como un grano de mostaza y a los hombres como avellanas. También afirmó haber jugado con las»siete cabrilla».

La Discusión sobre la Veracidad

Don Quijote argumentó que lo que Sancho había dicho era imposible. Sancho insistió en que no mentía ni soñaba. El duque le preguntó si había visto algún cabrón, a lo que Sancho respondió que»ninguno pasaba de los cuernos de la lun».

La Conclusión

Don Quijote exigió que Sancho le creyera sobre lo que había visto en la cueva de Montesinos. Sancho respondió que si don Quijote quería que le creyera sobre lo que había visto en el cielo, debería creerle a él sobre lo que había visto en Clavileño.

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