El mapa de toda la población de Europa: ¿cuánta gente vive en tu kilómetro cuadrado?

La Europa vacía

El mapa de toda la población europea: ¿cuánta gente vive en tu kilómetro cuadrado?

El 59,1% del territorio europeo está despoblado, pero en países como España o Grecia los porcentajes superan el 80%. Analizamos la población y su evolución en cada kilómetro cuadrado del continente

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Habitantes por km²

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Más habitantes

Menos habitantes

L’Hospitalet de Llobregat | Barcelona

Cada representa un habitante en un km2
19.588 habitantes por km2
19.588 habitantes por km2

El kilómetro cuadrado con más densidad de población de Europa está en L’Hospitalet de Llobregat: allí viven 56.158 habitantes por km2.

La ciudad, con más de 265.000 vecinos, ha ido ganando población desde que existen registros. En la última década, ha crecido casi un 8%.

La Quar | Barcelona

1,34 habitantes por km2
1,34 habitantes por km2

Pero España no es precisamente un país densamente poblado. A tan solo una hora en coche, varios municipios de la comarca de el Berguedà tienen una densidad de población comparable a zonas tan conocidas por estar deshabitadas como Laponia.

España

94,2 habitantes por km2
94,2 habitantes por km2

Así, el nuestro es el segundo país con la mayor proporción de territorio vacío de personas, más del 80%, y solo por detrás de Noruega. El 52% de los residentes viven en grandes ciudades (+50.000 habs) mientras que solo un 3% está en municipios de menos de 1.000 personas.

Francia

106,6 habitantes por km2
106,6 habitantes por km2

El mapa de la población en Europa permite ver cómo se distribuye la población en otros países en un continente en el que la despoblación de las zonas rurales ya se trata como un problema común.

En Francia, la cantidad de territorio vacío es menor debido, entre otros factores, a que el sector agrario ha tenido históricamente mucho peso.

Francia

Sin embargo, la mayor parte del territorio galo pierde población mientras solo unos pocos puntos, ubicados en su mayoría en las grandes urbes, captan nuevos residentes.

Rumanía

En algunas ciudades de Rumanía se ha visto el efecto contrario. El centro de Bucarest, la capital, ha perdido habitantes en la última década y son las ciudades medianas y pequeñas las que retienen mejor su población.

Sin embargo, la despoblación del mundo rural es una tendencia que va incluso más allá de las fronteras de Europa. ¿Por qué cada vez nos aglomerados más en las ciudades?

Ana Ruiz
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Marta Ley
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Luis Rodríguez
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Emma Esser
Afrodite Tziantzi (Efsyn. Grecia)
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Adelina Mărăcine (Hotnews. Rumanía)
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Mediapool (Bulgaria)

l 81% del territorio de España está vacío, lo que supone que hay 410.000 km2 en los que no reside ninguna persona: más de tres veces la superficie total de Grecia. En los 95.000 km2 restantes vivimos casi 48 millones de personas con una densidad de población media de 94 habitantes por kilómetro cuadrado, un número similar al de Mojácar (Almería) o Ribadeo (Lugo).

Sin embargo, esta cifra es poco realista a poco que nos alejemos de las grandes capitales y las zonas costeras del país. En todo el territorio nacional, unos 3.500 municipios tienen una densidad de población de menos de 10 habitantes por km2. Es el caso de El Cardoso de la Sierra, un pueblo de la provincia de Guadalajara de 187 km2 en el que hay empadronadas poco más de 50 personas.

En el extremo opuesto se encuentran ciudades como Barcelona. Su posición geográfica entre el mar y la montaña deja poco espacio de esparcimiento a sus 1,6 millones de habitantes, por lo que, de media, 16.000 personas residen en cada kilómetro cuadrado de la ciudad condal. Dicho de otra forma: si todo el país viviera en las mismas condiciones, la población de España cabría en los términos municipales de Cáceres y Lorca (Murcia).

Los países con más área despoblada...

Los mapas muestran los kilómetros cuadrados donde reside población y los que se encuentran vacíos. | Fuente: Eurostat
Zona poblada
Zona no poblada
Kilómetros cuadrados donde reside población y los que se encuentran vacíos

Las limitaciones de crecimiento de grandes ciudades obligan a la población a moverse a la periferia de las capitales, como ocurre en los casos de L’Hospitalet de Llobregat o Badalona, que destacan por contar con los km2 más poblados no solo de España, sino de toda Europa, según los datos de población en 2021 que publica Eurostat y que pueden consultarse en el mapa de arriba.

...y los que tienen más extensión habitada

Los mapas muestran los kilómetros cuadrados donde reside población y los que se encuentran vacíos. | Fuente: Eurostat
Zona poblada
Zona no poblada
Kilómetros cuadrados donde reside población y los que se encuentran vacíos

“La de España es una situación histórica”, explica María Dolores Puga, geógrafa y demógrafa del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y miembro de la Asociación Española de Geografía. “El sistema de poblamiento”, continúa, “está basado en los recursos del entorno y la disponibilidad del agua, y en base a ello se genera la estructura social”.

Para el profesor de geografía humana en la universidad de Lleida, Jordi Martí-Henneberg, “en esto se está siendo muy alarmista”. Más allá de que hablemos de despoblación, “hay que ver de dónde venimos”, considera. En esa línea, una investigación publicada hace poco más de un año en el Journal of Regional Science, analizaba que nuestro país es una excepción en el continente, aunque las causas no están claras: “Fue algo, durante la Edad Media o a principios de la Edad Moderna, lo que provocó el patrón de asentamientos actuales”, sugería uno de los autores de la investigación, Oto-Peralías, en una información de Héctor García Barnés.

“El sistema de poblamiento está basado en los recursos del entorno y la disponibilidad de agua”

Según el estudio, los rasgos principales de la actual distribución espacial de la población de España ya estaban presentes a finales del siglo XVIII, mucho antes de que comenzase su proceso de industrialización. Con todo, el artículo enfoca esta anomalía como algo positivo porque “facilita las provisiones de servicios públicos y las economías de aglomeración y escala”, en palabras de Peralías.

País de campo, país de ciudad

A pocos kilómetros, en Francia, la situación es visiblemente distinta. Aunque la despoblación es un fenómeno común a toda Europa, la estructura de poblamiento es distinta en el país vecino, en parte, según la experta, porque “la presencia del sector primario ha sido más importante históricamente a lo largo y ancho de todo el territorio”. “Se trata de un país más rico, más poblado y con un sector agrícola y ganadero muy fuerte”, coincide Martí-Henneberg, que considera que allí han cuidado mucho la actividad rural.

En Grecia se da una situación similar a la de España, con cerca del 80% del territorio vacío. Stelios Gialis, profesor de Geografía Económica en la Universidad del Egeo, ubica en el la guerra civil (1946-1949) la primera fase de movimientos del campo a la ciudad, donde era más fácil sobrevivir. “La población de las zonas rurales, sobre todo en las fronteras con Bulgaria, la antigua Yugoslavia (hoy Macedonia del Norte) y Albania, que eran escenarios de la guerra, se marchó o fue expulsada, porque se la consideraba partidaria de la guerrilla izquierdista”, afirma Gialis.

Del pueblo a la gran urbe: así se reparte la población europea

Distribución de la población según el número de habitantes del municipio en el que residen | Fuente: Eurostat
Concentración en ciudades grandes
Concentración uniforme
Concentración en ciudades medianas
Distribución de la población según el número de habitantes del municipio en el que residen

Aunque existen patrones comunes, cada país es un mundo. En Bulgaria, el proceso de despoblación de las zonas rurales comenzó después de 1944, cuando el país fue ocupado por el ejército soviético y el poder pasó a manos del Partido Comunista Búlgaro. Los comunistas prohibieron la propiedad privada de las tierras agrícolas e iniciaron un proceso de rápida industrialización, lo que condujo a una rápida concentración de la población en centros urbanos. Hoy, es uno de los países con más habitantes en grandes ciudades.

No hay un patrón del tipo de municipio, según su tamaño, en el que viven los europeos. Así, en países como España o Grecia, los municipios de más de 50.000 habitantes concentran las tasas más altas de población. Sin embargo, en Bélgica, Irlanda o Alemania, destacan los asentamientos en ciudades medianas, de entre 5.000 y 50.000 habitantes.

España, el segundo país más vacío de Europa

Porcentaje de km2 en cada país en los que no reside ningún habitante | Fuente: Eurostat
Porcentaje de la superficie de cada país que no se encuentra poblada

Los países más pequeños, que tienen mayor superficie poblada y más densidad de población, también sufren disparidades en la distribución de sus habitantes: en Países Bajos, por ejemplo, los pueblos pequeños apenas existen, haciendo que la mayor parte de su población viva en municipios de más de 50.000 habitantes.

¿La última generación del mundo rural?

Para entender la despoblación en su contexto, según Puga, hay que tener en cuenta tres factores: “La realidad histórica, el ‘boom’ migratorio rural de las décadas centrales y la segunda mitad del siglo XX y un nuevo fenómeno de metropolización que es global, no solo europeo”.

A esa estructura histórica de gran desigualdad en el poblamiento del espacio, se ha sumado después un fenómeno de pérdida intensa de población joven, lo que afecta directamente a las dinámicas de reproducción. “Ahí se pierde no solo una generación, sino todas las descendientes de la misma”, afirma Puga. “Simplificando mucho, se podría decir que algunas zonas están ya pobladas por una sola generación”, añade.

La Europa más despoblada es también la más envejecida

En Grecia, la segunda gran oleada de traslados del campo a la ciudad se produjo en los años sesenta, coincidiendo con la industrialización del país que demandaba mano de obra en las ciudades. “La tendencia a trasladar la población a los centros urbanos es característica de todos los países que se desarrollan económicamente y adquieren estructuras capitalistas”, detalla Gialis. Durante la crisis económico-financiera del país heleno, entre 2009 y 2014, la huída de la población fue principalmente hacia el extranjero, tanto desde las ciudades como del campo.

Para Puga, el fenómeno de la despoblación ya va más allá de lo que entendemos por los pueblos o el campo, que han estado históricamente poco poblados. “Está afectando ya a ciudades medianas y grandes, a capitales de provincia y comarcales”, afirma.

La riqueza y el empleo se concentran en las grandes ciudades

En otras áreas de Europa, “sobre todo la Europa central y la Europa Atlántica”, detalla Puga, la densidad de población es mayor y existe “una red de ciudades cercanas con excelente comunicación que permiten que la movilidad sea más fluida y que no hayan perdido tanta población”. Estos núcleos urbanos densos conforman grandes áreas metropolitanas. “Esto existe en algunas zonas de la península, como en País Vasco o en el Eje Atlántico gallego, pero no en buena parte del interior peninsular”.

La excepción rumana: de la ciudad al campo

Mientras que la tendencia mundial consiste en aglomerarse cada vez más en grandes ciudades o áreas metropolitanas, en Rumanía hace unos años que se observa el fenómeno contrario. "El declive de la población rural rumana comenzó a mediados de la década de 1970", afirma por correo electrónico el profesor Vasile Ghețău de la Universidad de Bucarest y Director de la Dirección de Estadísticas de Población, perteneciente al Instituto Nacional de Estadística (INE) de Rumanía. Como sucedía en otros países, la industrialización motivó los desplazamientos a las zonas urbanas.

Pero a partir de los años 90 se produjo un cambio. El modelo predominante de migración del campo a la ciudad dio paso al camino inverso. El aumento del desempleo y los costes de vida en la ciudad, unidos a la inseguridad y la incertidumbre, impulsaron la vuelta al mundo rural. Según el experto, la restitución de las propiedades agrícolas en un país cada vez más alejado del comunismo fue un factor que fomentó la migración de las zonas urbanas a las rurales.

El desempleo y los costes de vida en la ciudad han impulsado la vuelta al mundo rural

“Alrededor del 60% de las personas que cambiaron de domicilio después del año 2000 pasaron del medio urbano al rural. El cambio tiene un significado histórico, ya que invierte el patrón natural de modernización de la sociedad rumana”, advierte Ghețău. Los que se fueron masivamente de las zonas urbanas a las rurales en los años 90 hicieron, en su mayoría, una migración de retorno a los lugares rurales de los que se habían ido décadas antes.

Los vecinos de Bucarest abandonan la capital

La capital de Rumanía, Bucarest, ha perdido población en los últimos 10 años, mientras crecen los habitantes de su área metropolitana y de otras ciudades pequeñas o medianas. Madrid, en cambio, continúa siendo un polo de atracción de población
Bucarest ha perdido población en los últimos 10 años. Madrid continúa siendo un polo de atracción de población

Para el experto, el hecho de que aún hoy el flujo de urbanos a rurales sea mayor que el de rurales a urbanos se debe a realidades económicas y sociales distintas de las de los años noventa. La expansión inmobiliaria ha incrementado las ciudades medianas y se han creado buenas redes escolares, laborales y sanitarias.

El reto de poder envejecer donde naciste

Sobre la importancia de las buenas conexiones insiste Martí-Henneberg. “Todo lo que se está invirtiendo en la red de alta velocidad en España va en contra de las políticas para paliar la despoblación”, asegura. Desde su punto de vista, “lo que hubiera ayudado a la España menos poblada es invertir en la red clásica, que es mucho más capilar y tiene muchísimas más estaciones”.

“Las zonas rurales son muy dependientes del transporte privado y llegado a ciertas edades nos convertimos en peatones”, coincide Puga. “Los servicios están pensados para grandes áreas metropolitanas y no es sencillo llegar a zonas aisladas”, añade. Según la experta, en algunas de esas zonas recónditas las tasas de mortalidad por algunas causas son más elevadas que en las ciudades: “En esas áreas se están perdiendo años de vida con salud”, advierte Puga.

“El reto es cuidar, generar equilibrio entre generaciones, que puedan envejecer donde han vivido”

Para Gialis, las tensiones entre el campo y la ciudad en Grecia son como un imán con dos polos. “El positivo es la ciudad y el pueblo o la pequeña ciudad es el negativo. Uno atrae a la gente y el otro la repele”. A pesar de las desventajas de vivir en una ciudad, como la contaminación o los precios del alquiler, la oferta de empleo y la infraestructura sanitaria y educativa siguen siendo más atractivos.

Las consecuencias ya visibles son que en muchas zonas rurales de España viven solo personas mayores. “Se ha perdido una generación intermedia, de apoyo, de forma que el reto es cuidar, generar equilibrio entre generaciones, que puedan envejecer en los sitios donde han vivido y que no tengamos una nueva dinámica migratoria de gente muy mayor porque no puede envejecer en su lugar de vida”, dice Puga.