La historia de amor de Mariana y Nathaniel Kuhlman culminó en un trágico accidente tres días después de su boda. Sin embargo, Dios les regaló una bendición, una nueva vida fruto de su matrimonio.
Era octubre de 2021, cuando Nathaniel (Nate), un estudiante de último año de la Universidad Franciscana de Steubenville, Ohio (Estados Unidos), conoció a Mariana (Mari), que cursaba el 3er año de su carrera.
La amiga de Mariana, Ashley Morisey, presentó a los dos jóvenes, mientras invitaba a Mari a un viaje a Florida con el grupo de amigos, ese sería el inicio de su relación.
A pesar de que la amistad y la conversación fluyeron rápidamente, Nate sabía que quería ir de acuerdo a los planes de Dios.
“Él dejó claro que estaba avanzando de acuerdo al Corazón del Señor y no quería avanzar demasiado rápido”, indicó Mariana en una entrevista al National Catholic Register.
Fue en su tercera cita oficial que Nathaniel pidió a Mariana que sea su enamorada, a lo que ella respondió que sí.
El Matrimonio
Su relación fue creciendo siempre acompañados de Dios, ya que ambos jóvenes participaban activamente de la evangelización. Y luego de 2 años, contrajeron matrimonio el 28 de octubre de 2023, en la Iglesia Católica St. Mary, Our Lady of Grace en St. Petersburg, Florida.
La Misa fue presidida por Monseñor Joseph Pellegrino, a quien Nathaniel había admirado desde la infancia.
"La boda fue una de las más santas a las que he asistido," dijo Heather, la madre de Nathaniel. "En un momento, durante la recepción, la música de baile se detuvo. Rezaron el uno por el otro e hicieron la inducción a la hermandad de las Hijas de Sion y cantaron su canción a capela. Sentimos que habíamos entrado en el cielo en ese mismo momento".
"La gente se nos acercaba, diciéndonos que nunca habían estado en una boda como esta", dijo Mariana.
La Luna de Miel y el trágico accidente
La pareja llegó a Santa Lucía, una isla en el caribe, la noche del lunes, y al día siguiente se levantaron temprano para desayunar y hacer esquí acuático, un deporte que ambos amaban. Nathaniel era muy bueno , ya que perteneció al equipo de esquí acuático en la escuela secundaria.
"Lo estaba mirando y vi que cayó y se levantó," recordó Mariana.
Nathaniel cayó una segunda vez, y fue llevado inconsciente en bote hasta la orilla. Una ambulancia lo trasladó junto a Mariana hasta el hospital. Los médicos trabajaron durante 60 minutos, pero finalmente la joven esposa recibió la difícil noticia: "No va a regresar." Una autopsia identificó el ahogamiento como la causa de la muerte.
En estado de shock, Mariana pudo comunicarse con la familia, que volaron hasta la isla. Heather envió mensajes de texto a amigos para que rezaran, rogando a Dios que restaurara la vida de Nathaniel como lo había hecho con Lázaro.
La fe sostuvo a Mariana y a sus padres, que se aferraron a la oración, a la Virgen María y a Jesús, confiando en la voluntad de Dios, a pesar del dolor desgarrador.
"Nunca estuve enojada con Dios, nunca, durante todo el proceso" explicó Mariana. "Nathaniel ahora está donde siempre había querido estar. Pero no pensé que sería tan pronto, y no creo que nunca entenderé el porqué".
El funeral se realizó el 18 de noviembre en la Iglesia Católica St. Ignatius of Antioch en Tarpon Springs, Florida.
El milagro de la vida
De vuelta en Florida, Mariana preguntó si podía quedarse con Heather y Gordon, quienes aceptaron de buen grado, felices de estar juntos.
"Cuando rezaba la Oración de Lázaro, se me pasó por la mente, '¿Y si Dios responde mi oración de otra manera, qué pasa si estoy embarazada?'", recordó Mariana.
El Día de Acción de Gracias se realizó una prueba de embarazo, que dio positivo.
"Estaba tan contenta de que Dios nos diera este regalo de una nueva vida" dijo. "Deseaba que Nathaniel estuviera aquí conmigo, pero igual había una alegría abrumadora. Podía sentir su alegría. Él ya lo sabía, pero yo recién me estaba enterando."
Mariana anunció por sus redes sociales la llegada del bebé, que nacerá posiblemente el 17 de julio.
"Feliz cumpleaños, mi ángel," escribió Mariana en su cuenta de Instagram el 14 de enero. "Claramente, Dios tenía un plan más grande de lo que podríamos haber imaginado. Él respondió nuestras oraciones y las oraciones de personas de todo el mundo, solo de una manera diferente a la que esperábamos, el REGALO DE LA VIDA, el milagro que estamos tan contentos de finalmente compartir con todos ustedes”.