• La tercera temporada de Bridgerton, que se centra en el romance entre Penelope Featherington y Colin Bridgerton, ya está disponible en Netflix.
  • Los nuevos episodios son más maduros al mostrar el temor de la soltería en las mujeres durante la época de la Regencia británica.
  • ADVERTENCIA: El siguiente artículo contiene spoilers de las dos primeras temporadas de Bridgerton. 
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La serie de televisión de Netflix Bridgerton, inspirada en la época de la Regencia británica, está de regreso con todo su esplendor (al menos si eres un Featherington).

Desde este jueves 16 de mayo, su tercera temporada ya está disponible en la plataforma streaming.

Transportando a los espectadores una vez más al brillante mundo de los escándalos, los chismes y las intrigas románticas de la alta sociedad, estos nuevos episodios se centran en Penelope Featherington (Nicola Coughlan) y Colin Bridgerton (Luke Newton), quienes no saben si su amistad evolucionará a una relación amorosa.

Basada en las novelas históricas de fantasía de Julia Quinn, esta temporada es la primera en salirse del orden de lectura de los libros. La tercera novela de Quinn —An Offer From a Gentleman, que narra la historia del segundo hijo mayor de la familia, Benedict Bridgerton— se pasa por alto.

Al menos eso ocurre por ahora. El enfoque se salta a su hermano menor, trama que se relata en Romancing Mister Bridgerton, la cuarta novela de la saga.

A diferencia de las temporadas anteriores, vemos emerger los contornos de una historia Bridgerton un poco más seria, madura y emocionalmente compleja en los primeros cuatro episodios. Esta se basa en la identidad, la autoaceptación y el apego romántico.

Con su habitual mezcla embriagadora de drama y opulencia de la Regencia, el último capítulo de Bridgerton mantiene la vitalidad y la irreverencia características de la serie.

Sin embargo, se están produciendo cambios.

Más chismes, escándalos e intrigas

Al final de la segunda temporada, vimos a Penélope tambaleándose por dos rupturas devastadoras.

La famosa Lady Whistledown, la escritora de escándalos sociales, ha impulsado cada temporada como narradora (con la voz de Julie Andrews). En la primera, la audiencia se dio cuenta del engaño cuando se reveló que su identidad no era otra que Penelope Featherington.

A medida que la artimaña se volvió más complicada, vimos cómo los intentos de Penélope de ocultar su identidad la llevaron a traicionar a su mejor amiga, Eloise Bridgerton. La dúo se pelea cuando Eloise descubre quién es realmente Whistledown.

Momentos después, Penélope recibe un segundo golpe por parte de Colin Bridgerton, de quien está enamorada. La protagonista lo escucha reírse de la idea de que alguna vez la cortejaría.

Esta es la situación de la pobre señorita Featherington cuando entra en su “tercer año en el mercado casamentero sin perspectivas que mostrar”.

En el mundo jerárquico de la sociedad de principios del siglo XIX, las alianzas matrimoniales rara vez estaban guiadas por cuestiones del corazón. Para la alta sociedad, el matrimonio era una empresa pragmática, vital para asegurar la estabilidad financiera y el estatus.

Las mujeres solteras que no poseían sus propias fortunas —como Penélope y Cressida Cowper (Jessica Madsen), que también entra en su tercera temporada— eran consideradas una carga financiera y una vergüenza para sus familias.

Nos recuerda la brillante frase que

Me recuerda la brillante línea que Claudie Blakley dice al interpretar a Charlotte Lucas en la adaptación cinematográfica Pride & Prejudice (2005): “Tengo 27 años, no tengo dinero ni perspectivas. Ya soy una carga para mis padres. Y tengo miedo”.

Estigmatizada, dependiente y relegada a las periferias de la sociedad, las solteronas fue duramente criticada en A Philosophical, Historical and Moral Essay on Old Maids (1785) de William Hayley, que presentó muchos de los estereotipos sobre ellas que persistieron a principios del siglo XIX.

Bridgerton
Liam Daniel/Neftlix

En lugar de correr el riesgo de quedar atrapada “en la pared para siempre” y bajo el control de su madre, Penélope centra su atención en encontrar un marido adecuado.

Se deshace de sus vestidos de colores cítricos y se renueva adoptando la última moda parisina. Aunque este tipo de vestimenta florece en piezas de época que a menudo juegan con nociones de precisión histórica, el resplandor de Regencia de Penélope indica su capacidad para casarse.

En el siglo XIX, la vestimenta y la apariencia exterior de una mujer de clase alta desempeñaban un papel crucial a la hora de atraer a un pretendiente adecuado.

Incluso solicita la ayuda de Colin (el soltero más codiciado de la temporada londinense) para encontrar marido, pero el plan pronto sale mal. Aquí entra el relato de alguien que comienza a ver a un conocido de una manera diferente.

Sin embargo, mientras el lento romance de Colin y Penélope ocupa un lugar central, la tercera temporada también pone su mirada en los personajes en desarrollo y los noviazgos de los otros hermanos Bridgerton.

Un drama maduro

Habrá mucha alegría con el regreso de la protofeminista y firme favorita de los fans, Eloise Bridgerton. Aún pronunciando sus ingeniosas bromas, esta temporada vemos a una Eloise un poco más madura.

Parece que ahora evitar sus ideales más radicales, acepta de mala gana su necesidad de entrar en la sociedad y casarse bien.

Al comienzo del show, admite que está leyendo y disfrutando la novela romántica Emma de Jane Austen (publicada por primera vez en 1815).

“Los escritos que leí antes sobre mujeres que se abrían paso fuera de la sociedad eran romances. Este libro tiene humor y verdad, los dolores de la amistad. Es mucho más probable”, comenta.

La referencia a Emma refuerza las muchas conexiones que se han establecido entre la serie y las novelas de la Regencia de Austen, que también se preocupan por el matrimonio y el estatus social.

Bridgerton
Liam Daniel/Neftlix

Al igual que la voz de Lady Whistledown que narra los dramas de la alta sociedad en Bridgerton, la narradora satírica y omnisciente de Emma se deleita en trazar las intrigas románticas y los errores sociales de la titular Emma Woodhouse.

Y aunque es Colin (y no Eloise) quien intentará actuar como casamentero, existen claros paralelismos entre las dos protagonistas femeninas independientes y (al menos inicialmente) reacias al matrimonio.

Como declara Emma: “No tengo ninguno de los incentivos habituales de las mujeres para casarse. Si me enamorara, ¡sería algo diferente! Pero nunca me he enamorado. No es mi camino ni mi naturaleza, y no creo que lo sea nunca”.

Al igual que Emma, ​​¿llegará Eloise a comprender que el romance y el amor no son tan malos después de todo?

La tercera temporada de Bridgerton es todo lo que prometió ser. Al equilibrar la fantasía romántica espumosa con cuestiones de autonomía femenina y autorrealización, es una visualización realmente atractiva.

Este artículo se publicó originalmente en inglés.

* The Conversation es una fuente independiente y sin fines de lucro de noticias, análisis y comentarios de expertos académicos.

* Danielle Mariann Dove es Surrey Future Fellow y profesora de literatura inglesa en la Universidad de Surrey.

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