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3
HISTORIA DEL PIMENTÓN MURCIANO. 1730-1945
ORIGEN 
El pimiento, como cientos de pro-
ductos vegetales (patatas, tomates, 
maíz, calabacín, berenjena, taba-
co…), procede de América, siendo 
introducido en nuestro país a partir 
del siglo XVI1. El pimentón, deriva-
do de la molienda de los pimientos 
rojos del género Capsicum annuum 
L, variedad “Bola” o “Americano”, 
se acabará convirtiendo en uno de 
los productos más importantes de 
la producción agrícola de la región 
de Murcia, durante muchas déca-
das, llegando a superar las produc-
ciones y beneficios de la seda o los 
limones.
Su presencia y producción en 
Murcia se justifica, en diversas pu-
blicaciones, a partir de “tres leyen-
das urbanas”, sin ninguna docu-
mentación que las justifiquen y que 
se repiten, sin sentido, en los estu-
dios relativos al tema. La primera 
dice que2: lo trajeron los frailes je-
rónimos a Murcia a principios del 
XVI. Esto justificaría el nombre de 
“ñora” al pimiento rojo seco en esta 
zona, ya que alrededor de la noria 
se agrupaban las tierras que estos 
frailes cultivaban…, se entiende 
que esto se produjo en el entorno 
de las pedanías de Guadalupe y La 
Ñora.
Pero los Jerónimos no arriban 
a nuestra región a comienzos del 
siglo XVI, si no a finales (1578-
79), por lo que ya encontramos 
una primera incongruencia o error 
histórico. Por otra parte, no encon-
tramos documentos relativos a la 
HISTORIA DEL PIMENTÓN MURCIANO. 1730-1945
Ricardo Montes Bernárdez 
producción de las huertas del en-
torno del monasterio, que por cier-
to cobra importancia en el siglo 
XVIII, no antes. Quizás a partir de 
este momento si podría ser creíble 
esta teoría. 
La segunda leyenda del origen 
del pimentón murciano es sabrosa 
y romántica. La invención se debió 
a la “tía Maina”, vendedora am-
bulante, vecina de Llano de Bru-
jas que, a comienzos del siglo XIX, 
untaba con aceite los pimientos, 
los tostaba al horno y los picaba 
en su casa y cuando su producción 
aumentó los picaba en un molino 
harinero de Orihuela. No tiene des-
perdicio esta afirmación, realizada 
también sin basarse en ningún do-
cumento acreditativo.3 Esta leyen-
da de añadir aceite al pimentón 
se atribuye también, pero 40 años 
después, a Antonio Avilés Alcolea 
(a) El Fraile, nacido en el Esparra-
gal.4
La tercera leyenda urbana es la 
que afirma que el pimiento lo traje-
ron los árabes a Murcia en la Edad 
Media, ésta se comenta sola. Con 
afirmaciones de esta guisa nos car-
gamos la historia.
EVOLUCIÓN, SIGLO XVIII 
En el Diccionario de Autoridades, 
escrito entre 1726 y 1739 ya encon-
tramos la referencia al pimiento mo-
lido (tomo V, 1737), en los siguientes 
términos: 
PIMIENTO. Planta hortense de 
la altura de una vara, que produce 
4
HISTORIA DEL PIMENTÓN MURCIANO. 1730-1945
Documento relativo al pimentón en Mur-
cia, Archivo Municipal de Murcia, Acta 
capitular de 8 de noviembre de 1735.
Un tema a resaltar es el topográ-
fico y la referencia al pimentón en 
el Catastro del marqués de la En-
senada, realizado en torno a 1750. 
En él se referencia el paraje de El 
Pimentón, en Mazarrón, y Hoya del 
Pimentón, en Lorca. Por otra parte, 
el Catastro y el Registro de la Propie-
dad hacen referencia al Pimentón en 
Alguazas y Totana, existiendo el Pa-
raje Lomas del Pimentón en Cañada 
Gallego, Mazarrón.
SIGLO XIX
A lo largo del siglo XIX e inicios 
del XX, el cultivo de pimientos para 
el pimentón se fue extendiendo a lo 
largo y ancho de la región hasta ocu-
par un lugar preeminente en la ac-
tividad económica regional, incluso 
superando poco a poco a la seda y 
los cítricos. El precio del pimentón 
en Murcia, a comienzos de este si-
glo, oscilaba entre los 14 y 17 reales 
la arroba, llegando a veces a los 18 
reales.8 
En 1823 la prensa murciana ya 
se hacía eco de cómo enviar el pi-
mentón a lugares lejanos, indicando 
las hojas largas y agúdas. El fruto 
(que tambien se llama pimiento) es 
de hechura de una bolsilla o cucurú-
cho hueco, dentro del qual se hallan 
unas pepítas o simiente sumamente 
acre y picante. Antes de madurar es 
de color verde, y después se vuelve 
en un roxo sumamente encendido. 
Tiene el sabor mui acre y picante, y 
tostado en el horno y hecho polvos, 
se usa de él para sazonar las vian-
das, como de la pimienta fina, y se 
llama pimiento molido. 
El primer molino de pimiento 
en la región del que se tiene cono-
cimiento data del siglo XVIII, por lo 
que se puede afirmar que el pimien-
to molido ya se utilizaba en estos 
momentos. El dato viene recogido 
en Catastro de Ensenada referido a 
la ciudad de Murcia en 1756. A la 
pregunta 17, sobre molinos, se re-
laciona la existencia de 48 molinos 
harineros, nueve de aceite, cuatro 
de pólvora y uno específico de pi-
miento.5 Este molino ya se relaciona 
en la margen izquierda del Segura, 
en 1731, junto a La Ñora, con el 
nombre de Molino del Pimentón, en 
la acequia de Aljufía.6
Relacionado con este molino pi-
mentonero es el caso ocurrido en 
1735 en La Ñora. Algunos vecinos 
de este lugar y de Javalí Viejo produ-
cían pimentón, pero en lugar de ven-
derlo en Murcia, y pagar los impues-
tos correspondientes, lo vendían en 
sus propias casas. Hasta que fueron 
descubiertos, pasando a analizarse 
su caso en el pleno municipal del 8 
de noviembre de dicho año. La pena 
es que el acta no recoge los nombres 
de los denunciados.7
5
HISTORIA DEL PIMENTÓN MURCIANO. 1730-1945
la forma en la que debía hacerse: 
Bien savido es que el pimentón mas 
puro y mejor elaborado pierde mu-
chas de sus cualidades si se guarda 
por largo espacio Este género nos 
parece que estaría mas espuesto á 
las influencias atmosféricas, por lo 
que su conservación y trasporte á 
paises lejanos convendria hacerla 
en tonelete de madera y mas bien 
en botes de vidrio ó barro cerrados 
herméticamente y no en sacas ó 
costales como se trasporta por to-
das las provincias de la monarquía 
el pimentón. También podría por-
tearse uno y otro artículo en odres 
o pellejos como los del aceyte con 
la única diferencia de que su boca 
fuese mas ancha para que se pudie-
se introducir y sacar con mas faci-
lidad, debiendo estar muy apretado 
en el odre tanto para que cupiera 
mas como para que sufriera menos 
el influjo de la atmosfera y atarse 
la boca con el mismo esmero que si 
llevase líquido.9
A principios del siglo XIX se 
distribuía en las provincias de La 
Mancha y de Cuenca. Envasado en 
sacos y presentados en el mercado 
de San Julián de la ciudad de Mur-
cia, que se celebrada los jueves de 
cada semana, eran compradas por 
arrieros manchegos y andaluces 
para su distribución en el mercado 
castellano. La producción en 1800 
era de 4 a 5000 arrobas, que as-
cendieron a 30.000 en 1830. Hacia 
1840 el producto se oferta regular-
mente en los mercados de Quin-
tanar de la Orden, Toledo, Tiedra 
(Valladolid) y Toro (Zamora), que 
abastecían, a su vez, a los arrieros 
del norte Cantábrico, pero sobre 
todo a los de Galicia, Asturias y 
norte de Portugal. Utilizado como 
condimento en guisos y embutidos, 
la expansión de la demanda fue ex-
traordinaria a partir de la década 
de 1850. 10 Las ventas murcianas 
fuera de España abastecían inicial-
mente a los mercados de demanda 
norteafricanos.
El primer informe del que dispo-
nemos, relativo al pimentón en Mur-
cia, se refiere al quinquenio de 1835 
a 1839. En esos años se produjeron 
16.553 arrobas de pimentón dulce 
(190.359,5 kilos) y 2860 arrobas de 
pimentón picante (32.890 kilos). Un 
total de 256.139 kilos. En reales de 
vellón supusieron, respectivamen-
te, 24.830 y 3.040, en derechos de 
puertas y arbitrios municipales.11 El 
precio de la arroba oscilaba enton-
ces entre los 46 y los 54 reales.12
En 1854 Juan José Albarracín 
abría una fábrica pimentonera que 
permanecerá en funcionamiento 
durante décadas y la industria rela-
tiva al pimentón la veremos iniciar 
un importante despegue a partir de 
1870, concentrada poco a poco en 
Espinardo. En esos momentos el 
cultivo se había extendido a orillas 
del Segura.13En la Exposición Agrícola y Mi-
nera de Murcia, celebrada en 1876, 
Pedro Ruiz Canales14, presentaba 
un invento: para elaborar el pimen-
tón é impedir corrieran el riesgo los 
cultivadores de una pérdida por las 
lluvias cuando se pone á secar en 
loa terrenos, y que se funda en co-
ger de la mata el pimiento tierno y 
someterlo a la fuerte presión de una 
prensa hidráulica la cual la extrae 
toda la parte acuosa, que es mucha 
6
HISTORIA DEL PIMENTÓN MURCIANO. 1730-1945
y lo reduce á pasta, y en colocar 
después esta en una cámara donde 
el calor se halle á la temperatura 
de 65 á 70 centigrados, quedando 
en pocas horas en disposición de 
llevarla al molino y pulverizar la 
pasta, sin que el polvo que queda 
de buen color y sabor, haya perdido 
sus propiedades particulares; ha 
dado a que en la idea se fijen los 
productores y se ensayos en gran 
escala.15
En la Exposición Universal de Pa-
ris, en 1878, Pedro Fernández Ibá-
ñez, de Archena, obtenía medalla de 
plata, en la sección de condimentos, 
por sus muestras de pimentón.16 Di-
cho personaje había nacido en Moli-
na en 1853, casándose en 1873, con 
Elvira Latorre Medina. Tenía fincas 
en Torre Montijo, Pago de la Serreta 
y la Hacienda de El Reloj.
A comienzos de enero de 1879, en 
los mercado de Murcia, el pimentón 
se cotizaba a los siguientes precios: 
Pimentón bajo a 25 reales; corriente 
a 28; flor de segunda a 31; de prime-
ra a 36; media cascara a 41; cascara 
de segunda a 45; cascara superior 
de 48 a 50 reales.17
Años después, en 1884, visitaba 
Murcia el profesor madrileño Luis 
Álvarez Alvistur (1847-1885), autor 
de un manual de agronomía y exdi-
rector de la Granja Escuela de Vega. 
Aquí realizó una publicación sobre 
la “industrias agrícolas de Murcia, 
dedicando un apartado al pimiento 
murciano, centrado a orillas del Se-
gura en Molina y la Ribera de Moli-
na. Comenta que los hortelanos de 
Murcia son los mejores del país y 
que el cultivo del pimiento requiere 
de mucho y esforzado trabajo, con 
cuatro o cinco labores de arado, es-
cardar, eliminar hierbas y frecuen-
tes riegos, regularmente de noche. 
Por otra parte alude a la importante 
inversión en abonos. Su precio osci-
la en esos momentos, entre 52 y 59 
reales la arroba.18
Producción de pimentón en Mur-
cia, por años, en Qm, fue a lo largo 
del siglo XIX
1830 3.450 
1850 5.750 
1860 7.350 
1870 34.500 
1880 46.000 
1890 69.000 
1890 92.000
Son momentos en los que la ex-
portación se realiza a Argelia, Cuba 
y sobre todo Argentina gracias al 
empuje de los emigrantes gallegos. 
El pimentón se solía subastar a las 
Selección de ñoras. Foto Catalá-Roca. 
AGRM.
7
HISTORIA DEL PIMENTÓN MURCIANO. 1730-1945
puertas del Teatro Romea, a fines 
del siglo XIX, era el “Mercado del Pi-
miento”. En un segundo momento, a 
partir de 1918, pasó instalarse en la 
calle Rambla del Cuerno, junto a La 
Merced, actual calle y mercado de 
Saavedra Fajardo.19
SIGLO XX
La existencia de molinos exclusi-
vamente para pimentón aumentó a 
partir de 1900, lo que sugiere una 
mayor especialización y capitaliza-
ción del sector industrial. En 1901, 
dejando de lado Espinardo, algunos 
de los exportadores eran de Puente 
Tocinos (Fulgencio Barba), Cabezo 
de Torres (Juan Armero Muñoz y 
Miguel Sánchez Borja), Churra (Juan 
de Dios Jimeno y José Muñoz López) 
y la ciudad de Murcia (Alcaraz y 
Alcántara, Ricardo Barba, Joaquín 
Cañada, Hijos de Clemente García 
Martínez (fallecía en 1907), viuda de 
Antonio Guillamón que en 1900 ven-
día con la marca “El León”, Herrera 
y Soler, Juan Pagán Ruiz e Hijos de 
M. Pardo). 
A los países mencionados en el 
siglo XIX, se sumará Hungría, a 
partir de 1904, dado su alto nivel 
de consumo frente a su escasa pro-
ducción. También exportaremos a 
Argelia, Francia, Alemania o Fili-
pinas. Será Francisco Flores quien 
abra el mercado húngaro, abriendo 
incluso una sucursal de Espinardo 
en Budapest. En el primer trimes-
tre de 1904 se exportaron por el 
puerto de Cartagena 135.502 kilos 
de pimentón. En total se alcanza-
rán ese año el millón de kilos en el 
primer cuatrimestre (barco y tren). 
Al año siguiente serán 1.418.630 
kilos.20 Un aumento considerable. 
En los años siguientes, durante la 
1ª Guerra Mundial, los productores 
murcianos comenzaban a vender su 
pimentón en Estados Unidos, espe-
cialmente en Chicago.
El precio del pimentón, en 1908, 
era el siguiente: Cascara extra a 
66 reales arroba. Pimiento flor 
a 48 id. Corriente de 30 a 40 id. 
Rojo de 22 a 30 id. Escombres de 
14 a 22.21 La prensa se hacía eco, 
dicho año, de la buena cosecha: 
La animación en Murcia es bas-
tante grande, pues la exportación 
está en su apogeo y América hace 
gran demanda. La primera cogi-
da de pimientos ha superado las 
esperanzas, habiendo arrojado un 
número considerable de arrobas. 
Los precios continúan, no obstan-
te, estacionados, porque si bien 
los pedidos son muchos, la cose-
cha ha sido abundandísima y la 
concurrencia al mercado también 
muy grande. Síguense cotizando 
en Murcia y ribera del Segura de 
40 a 50 reales las moliendas, y de 
80 a 40 las cáscaras. En Orihuela 
a 36 reales arroba.22 
Llegado el año de 1910 ya exis-
tían 47 casas exportadoras. Por cier-
Presidentes de las sociedades del pi-
mentón de Murcia.
8
HISTORIA DEL PIMENTÓN MURCIANO. 1730-1945
to que, en 1913, Los compradores de 
Estado Unidos se quejaban de que 
el pimentón llegaba con demasiado 
polvo y barro, por lo que proponían 
cambiar el proceso de secado.23 En 
1934, según Martínez Carrión, exis-
tían 104 casas murcianas exporta-
doras de pimentón, concentrándose 
en Espinardo (47), ciudad de Murcia 
(20), Molina de Segura (12) y Cabezo 
de Torres (9). La producción acabará 
centrándose en los términos munici-
pales de Alhama de Murcia, Beniel, 
Cartagena, Lorca, Fortuna, Librilla, 
Molina de Segura, Murcia, Puerto 
Lumbreras, San Javier, Santomera, 
Torre Pacheco y Totana. 
La exportación del pimentón es-
pañol en 1932 era fruto de un estu-
dio, por parte de la Revista de Crédi-
to24, cuyo resumen era el siguiente: 
El consumo que en España se 
hace de pimentón oscila alrededor 
de dos millones de kilogramos. El 
resto de la producción se destina 
a la exportación, cuya distribución 
viene a ser la siguiente:
Estados Unidos 2.500.000 kilogramos
República Argentina 2.000.000 “
Europa Central 1.000.000 ”
Portugal 500.000 ”
Argelia 400.000 “
Cuba 250.000 “
Uruguay 400.000 “
Francia 55.000 “ 
Chile 10.000 “
Otros países 250.000 “
Estados Unidos.-En el mercado 
norteamericano el pimentón espa-
ñol tiene gran aceptación. Antes 
de conocerse en aquel país nuestro 
pimentón, se consumía el producto 
húngaro en sus distintas clases de 
picante y semipicante, pero una vez 
llegado a aquel mercado el artícu-
lo español, es tan solicitado por el 
consumidor que las cifras de nues-
tra exportación superan en mucho a 
las de Hungría.
Argentina.-Sigue en importancia 
el mercando norteamericano el ar-
gentino, cuyo consumo es de unos 
dos millones de kilogramos, con un 
valor de mas de cuatro millones 
de pesetas. Nuestra exportación 
ha ido progreso ascendente has-
ta hace cosa de unos años, pero a 
partir de 1920 ha sufrido una baja 
muy notable. Esta tiene como causa 
fundamental la adulteración que se 
hace al producto, pues existen a tal 
efecto varias casas en Buenos Aires 
que reciben el pimentón de España. 
Conviene, pues, intensificar la pro-
paganda en aquel país de producto 
español, y para evitar estas falsifi-
caciones mandar nuestro pimentón 
en pequeños envases con sellos de 
garantía, y así el público tendría la 
seguridad de que el producto que 
compraba era pimentón puro espa-
ñol.
Yugoeslavia.-De los mercados de 
Europa Central el mas importan-
te es el de Yugoeslavia, gran con-
sumidor de pimentón, por haber 
pertenecido parte de su territorio 
a Austria-Hungría y haberse acos-
tumbrado a la cocina húngara que 
tanto uso hace del producto. En el 
año 1928 España vendió a Yugoes-
lavia pimentón por valor de 350.000 
pesetas, cifra considerablesi se tie-
ne en cuenta que en aquella época 
aun no teníamos concertado Trata-
do de comercio con aquel país. Es de 
9
HISTORIA DEL PIMENTÓN MURCIANO. 1730-1945
suponer que rigiéndose hoy las rela-
ciones comerciales de ambas nacio-
nes por un Convenio concertado en 
enero del año 1930, con un poco de 
interés por parte de nuestros expor-
tadores en incrementar aquel mer-
cado, obtendremos importantes ci-
fras de exportación. Para ello es de 
aconsejar que se hiciesen los envíos 
en envases de metal, pues algunos 
comerciantes yugoeslavos se quejan 
de que muchas partidas llegan en 
malas condiciones, lo cual puede ser 
debido a que se manda el producto 
en sacos, principalmente. Existe, 
además, una circunstancia favora-
ble para el exportador español, que 
debe aprovechar para intensificar 
la exportación, y es que la mayor 
parte del comercio en Yugoeslavia 
está en manos de judíos, de origen 
e idioma español, llamados sefardi-
tas, entre cuyos elementos nuestros 
representantes diplomáticos y con-
sulares vienen haciendo una gran 
labor de atracción, lo cual favorece 
grandemente a nuestro intercambio 
comercial con aquel país.
Portugal.-Portugal compra el pi-
mentón español casi desde que este 
producto se empezó a usar en nues-
tra tierra. A las ferias, que enton-
ces se celebraban en distintos pue-
blos, acudían al propio tiempo que 
los compradores españoles los de la 
nación vecina. Desde entonces Por-
tugal sigue siendo nuestro cliente, 
y nuestra exportación de pimentón 
a aquel país en estos últimos años 
ha sido la siguiente: En 1928: 4.606 
quintales métricos, 713.930 peseta 
oro; en 1929: 4.839 quintales métri-
cos, 1.103.292 pesetas oro; en 1930: 
4.180 quintales métricos, 1.044.240 
pesetas oro; de enero a abril de 
1931: 1.040 quintales métricos, 
95.772 pesetas oro.
Cuba y Uruguay.-Nuestro comer-
cio de pimentón con Cuba y Uru-
guay nos da, aproximadamente, 
1.200.000 pesetas anuales, desa-
rrollándose normalmente, pues las 
líneas de navegación son varias y la 
comunicación directa.
Francia.-Francia también consu-
me el pimentón español en canti-
dad bastante considerable, que es 
mayor cada año, como puede verse 
por la siguiente relación: En 1928: 
4.121 quintales métricos, 638.755 
pesetas oro; en 1929: 5.214 quinta-
les métricos, 1.188.792 pesetas oro; 
en 1930: 5.583 quintales métricos, 
1.272.924 pesetas oro; de enero a 
abril de 1931: 1.270 quintales mé-
tricos, 166.858 pesetas oro.
Chile.- El valor de nuestra ex-
portación a Chile es de unas 
750.000 pesetas. Hay que luchar, 
sin embargo, con un derecho eleva-
dísimo que desde el año 1922 pesa 
sobre el pimentón. Además, la 
única Compañía que sirve a aquel 
mercado lo hace transbordando en 
Panamá a vapores costeros que 
reúne malas condiciones, resul-
tando que es menester embarcar 
en Vigo en vapores de una compa-
ñía inglesa, únicos rápidos y regu-
lares para aquel país, que hacen 
escala en los puertos. Por esto los 
exportadores del Mediterráneo 
tiene un aumento considerable en 
los fletes hasta Vigo, más los gas-
tos de transbordo, que se elevan a 
60 pesetas la tonelada. Tal gasto 
resulta enorme, sobre todo si se le 
compara con el definitivo que se 
10
HISTORIA DEL PIMENTÓN MURCIANO. 1730-1945
por ciento del pimentón murcia-
no exportado ese año, en 1946 el 
77,56%, en 1953 el 46,11% y en 
1954 el 46,45%; le seguían en im-
portancia Cuba y Francia.25
Del volumen de casi dos millo-
nes de kilogramos de pimentón 
(1.969.189 Kg.) enviados de Mur-
cia al mercado nacional en 1946, el 
53,04 por ciento procedía de Espi-
nardo, 13,66% de Murcia, 7,87% de 
Lorquí, 6,47% de Molina de Segura, 
4,50% de Cabezo de Torres, 2,54% 
de Ceutí, 2,36% de La Ñora, 1,53% 
de Alcantarilla, 1,45% de Churra, 
1,36% de la Raya, etc. 
En 1946 en el Censo de indus-
trias de la Cámara Oficial de Comer-
cio, Industria y Navegación de Mur-
cia, figuraban 77 industriales, 35 
exportadores, y 309 especuladores y 
vendedores al por mayor de pimen-
tón. En 1953, aparecen inscritos 59 
comerciantes dedicados a la expor-
tación al extranjero exclusivamente 
y 62 especuladores o vendedores al 
por mayor de pimentón. 
LOS ENVASES
La exportación se realizaba en 
barriles o en sacos. Desde fines del 
siglo XIX los productores se plan-
tean vender el producto en latas. 
Uno de los maestros hojalateros 
murcianos afirma que en 1901 ya 
fabricaba 30.000 botes anuales. 26 
Corría el año de 1907 y abren sus 
puertas las litografías de Gallardo y 
Núñez, de Sevilla, y Artística de Le-
vante, en Murcia. Esta era propie-
dad de Carmelo Bueno Moreno, es-
tableciéndose en la calle Rambla nº 
3 de la capital. En 1906 ya fabrica 
botes de hoja de lata para pimen-
paga de Vigo a Chile, que es de 45 
chelines metro cúbico. 
Filipinas.-La exportación a Fi-
lipinas es de escasa importancia, 
pues no pasa de 30.000 kilogramos 
anuales, con un valor de 100.000. 
Murciana ofreciendo pimentón. Dibujo 
de Quesada, 1953. II Feria Internacional 
del Campo, Madrid.
El mercado exterior, en esta pri-
mera mitad de siglo se convierte 
en el principal destino del pimen-
tón elaborado en España. Así en el 
cuatrienio de 1929 a 1932 el 45,19 
por ciento de la producción nacio-
nal de pimentón se exportó. Los 
principales clientes en 1932 fueron 
los Estados Unidos de Norteaméri-
ca, Argentina, Argelia, Italia, Por-
tugal, Cuba, Uruguay, Alemania, 
Francia, Túnez y Gran Bretaña, 
(suponían más de la mitad del vo-
lumen y valor); también tenían im-
portancia los envíos a Marruecos, 
Canadá, Puerto Rico o Filipinas. 
Los Estados Unidos de Norteamé-
rica en 1945 recibieron el 74,85 
11
HISTORIA DEL PIMENTÓN MURCIANO. 1730-1945
tón y azafrán la firma “La Industrial 
Murciana”, ubicada en la calle San 
Andrés nº 29, siendo su gerente 
Manuel Clavijo.27 Formaban parte 
de ella Mariano Gazque Aznar, Pe-
dro Martínez Benavente y Manuel 
Clavijo Carrillo.28 Corría el año de 
1911 y Francisco Alemán Martínez 
(1849-1941) anunciaba envases li-
tografiados para pimentón en hoja 
de lata, ubicándose su negocio en 
la calle Carril de San Agustín nº 1 
de Murcia (en 1923 se ubicaba en 
la carretera de Espinardo).29 Le su-
cede su hijo José Alemán Alemán, 
en la calle de San Antolín. Los di-
bujos para sus litografías estaban 
realizados por los pintores Pedro 
Flores García, Victorio Nicolás y 
Luis Garay, incorporándose años 
después Ramón Gaya, hijo de Sal-
vador Gaya, maestro litógrafo cata-
lán afincado en Murcia y jefe de los 
talleres de litografía de Alemán.30
lizarse y litografiarse, también en 
otros lugares, como la Casa Gottardo 
de Andreis Metalgraf Española, de 
Badalona, que abrió sus puertas en 
1919. Junto a ella está las de Rafael 
Luca de Tena, de Sevilla , que realizó 
las de la marca “La Carreta”, de Lor-
quí, antes de 1926. Parte de las latas 
para la exportación del pimentón de 
la marca Mickey se realizaron en 
la “Industria Metalgráfica Tintore-
Oller”, de Barcelona, en 1930, ese 
año también le realizó latas la em-
presa sevillana “Envases Metálicos 
Riojanos”.
También acudieron los pimen-
toneros murcianos a la “Industria 
Metalgráfica Tintore-Oller”, de Bar-
celona. En Murcia, la fábrica de 
Gregorio Montesinos, que abre en 
abril de 1921, estaba especializada 
en cajas de aluminio, latón y hojala-
ta.32 Otras litografías, en 1923, eran 
las de Goya y Pagán, Pedro Mar-
tínez Benavente y Antonio Soler e 
Hijo. 
MOLINOS
Las principales industrias harine-
ras de la ciudad disponían de moli-
nos y piedras especiales para la fa-
bricación de pimentón. Entre 1923 y 
1926 están documentados unos 200 
molinos de tracción hidráulica, en-
clavados en su mayor parte en las 
acequias del Segura. Los vemos en 
diversas pedanías de Murcia como 
La Albatalia, Cabezo de Torres, Pue-
bla de Soto, La Ñora, La Raya, Alju-
cer y Santomera, así como en locali-
dades a orillas del río Segura como 
Molina de Segura con su pedanía de 
La Ribera, Lorquí y Ceutí. Estos da-
ban movimiento a unas 480 piedras 
Para 1913 la Viuda e Hijos de 
José Puche se habíaespecializado 
en envases para pimentón, ven-
diéndolos en la calle Madrid, nº 6. 
En 1916 el mencionado comerciante 
Francisco Alemán Martínez, Presi-
dente del Gremio de Fabricantes de 
Pimentón, pide la autorización para 
la compra de hoja de lata en plan-
chas para la fabricación de botes 
para la exportación, sin gravamen.31 
Algunas de las llamadas «latas» de 
pimentón debieron empezar a rea-
12
HISTORIA DEL PIMENTÓN MURCIANO. 1730-1945
para la fabricación de pimentón, que 
entraban en funcionamiento duran-
te la mayor parte del año. A ellos se 
sumaban unos 40 molinos movidos 
por electricidad.33 Se ubicaban espe-
cialmente en la pedanía de Espinar-
do, con algunos aislados en Molina, 
Lorquí y ciudad de Murcia.
Molino de pimentón en la huerta mur-
ciana. Saura Mira.
REVISTA EL PIMENTÓN 
La primavera de 1904 sorprendió 
a Espinardo con un periódico local 
que dirigía Miguel García Martínez. 
Su sede se hallaba instalada en el 
número 63 de la calle Mayor, pre-
cisamente poco antes de que aquel 
verano pasaran a denominarla calle 
de Diego Hernández. La publicación 
nació con carácter mensual y estu-
vo editándose hasta septiembre de 
1906.
Cada ejemplar, que se vendía por 
cincuenta céntimos, contenía doce 
páginas y, tal como indicaba su ca-
becera, se especializó en el mundo 
del pimentón, con el propósito, no 
expresado, de servir de referencia 
a los exportadores y el fin, mani-
fiesto, de “aumentar la riqueza de 
la huerta”. Ya en su número uno 
sacó a colación la agitación que un 
cuarto de siglo antes se produjo 
con motivo de la mezcla de aceite 
de oliva con el pimentón molido, 
asunto muy problemático que ha-
bía levantado ampollas y pasiones 
generando graves enfrentamientos, 
largos debates y que, según “El Pi-
mentón”, trajo como consecuencia 
el sacrificio de los productores en 
aras del caciquismo más despótico. 
A pesar del tiempo transcurrido, la 
redacción del periódico, conciliado-
ra, especificaba claramente lo ale-
jado que estaba su ánimo de ir con-
tra nadie y que este recordatorio 
del tema no nacía del rencor, sino 
de una sana intención. El entonces 
secretario del gremio de exportado-
res, Ángel Pulido Fernández, parti-
cipaba colaborando en esta nueva 
“voz” pimentonera, al igual que al-
gunos expertos en la mezcla aludi-
da.
Sus páginas pasaban revista a 
las diversas exportaciones que se 
realizaban: fruta, azafrán, ajos, al-
mendra, esparto y a sus principales 
destinos. Pero centraba la mayor 
parte de las informaciones sobre el 
pimentón y las pedanías y localida-
des en las que se producía, incluso 
añadiendo estudios históricos sobre 
su trayectoria a través del tiempo. 
Para facilitar el cobro a los expor-
tadores y evitar sorpresas desagra-
dables, el periódico daba también a 
conocer, una relación de comprado-
res morosos, incluso con detalle de 
lo que debían.
En el número tres se denuncia-
ba que Murcia exportaba pimentón 
puro a países que le mezclaban acei-
te de oliva y después, lo revendían 
13
HISTORIA DEL PIMENTÓN MURCIANO. 1730-1945
obteniendo así unos beneficios que, 
en todo caso, corresponderían en 
justicia a los productores murcia-
nos. Que la producción de pimentón 
saltara al otro lado del Mediterráneo 
tuvo su causa en la emigración de 
murcianos pimentoneros a Orán y 
Argel, gentes que acabaron hacien-
do lo que sabían, cultivar y producir 
pimentón, con el consiguiente per-
juicio para Murcia cuya industria 
y exportaciones se vieron terrible-
mente afectadas por la “pimientina” 
de Argelia, Túnez, Trípoli y Egipto. 
El número siete daba la voz de alar-
ma por las pérdidas de 1904 en el 
sector, pérdidas que ascendían en la 
Región a la astronómica cantidad, 
para la época, de ocho millones de 
pesetas. 
En fin, hoy puede afirmarse que 
el diario “El Pimentón” cumplió su 
propósito inicial de abrir los ojos y 
llamar a las conciencias de exporta-
dores, políticos y huertanos, sirvien-
do cumplidamente a los intereses 
regionales durante año y medio.
ASOCIACIONES HISTÓRICAS
En febrero de 1885 nacía la so-
ciedad La Vega de Murcia, forma-
da por cultivadores y vendedores de 
pimiento, reuniéndose para su crea-
ción en el ayuntamiento de Murcia 
el 12 de febrero de dicho año. En la 
misma estuvieron los señores Ca-
yuela, Lumeras, Salmerón, Molina 
Márquez, Velasco y el famoso An-
tonete Gálvez Arce. El reglamento 
lo redactó Tomás Museros y Rovi-
ra, catedrático de Agricultura del 
Instituto.34Dicho reglamento era el 
siguiente:
DE LA SOCIEDAD
Artículo primero. Se crea en la 
ciudad de Murcia una sociedad 
agrícola de colonos, propietarios 
cultivadores é industriales, cuyo 
principal objeto es:
1º Fomentar el cultivo y la fabri-
cación del pimiento.
2º Garantizar las condiciones de 
pureza del que se expenda en este 
mercado, á fin de aumentar la de-
manda y acrecentar el valor de di-
cho producto.
3º Recompensar por medio de 
premios á los cultivadores que me-
jor cáscara y polvo presenten en los 
concursos anuales que con el auxilio 
de las autoridades locales se cele-
bren á fin de mejorar las clases.
4º Auxiliar a la administración 
municipal y autoridad judicial pro-
curándoles medios y noticias para 
conocer las adulteraciones del pi-
miento y sus autores.
Articulo 2º. Esta sociedad será 
amparada directamente por la 
autoridad local ó por un representante 
que aquella designe.
Art.3º. La sociedad “La sociedad 
“Vega de Murcia” tendrá un local 
á propósito, en el que se reunirá el 
Sindicato, diariamente en la época 
de la confección y venta del pimen-
tón, en cuyo local se presentará di-
cho producto vendido, a fin de que 
pueda ser examinado, para lo cual 
existirá un gabinete químico que de 
á conocer las materias extrañas que 
alteren la bondad del pimentón.
DEBERES Y DERECHOS DE LOS 
SOCIOS
14
HISTORIA DEL PIMENTÓN MURCIANO. 1730-1945
Art. 4º Para ser socio de la “Vega 
de Murcia” es indispensable tener el 
carácter del cultivador de pimiento 
en clase de colono, de propietario, o 
industrial.
Podrán ser también los que 
reúnan dichas condiciones, aunque 
su residencia esté fuera de dicho 
término municipal.
Art. 5º Para ser éste inscrito socio 
deberá este abonar en el acto de la 
inscripción la cantidad de 2 pesetas 
para atender a los gastos de insta-
lación de oficinas, gabinete, impre-
sos y demás objetos necesarios.
Art. 6º Para el sostenimiento y 
administración del Sindicato, los 
asociados colonos y propietarios 
abonaran una peseta mensual.
Los industriales, que en el mero 
hecho de ser asociados, tienen la 
obligación de llevar al Sindicato, 
para su reconocimiento y precinta-
do, cuanto pimiento exporten, abo-
narán tan solo cinco céntimos de 
peseta por cada arroba.
Los traficantes, no asociados, 
que quieran que la sociedad le ga-
rantice sus productos, satisfarán 10 
céntimos de peseta por cada arroba 
que presenten.
Art. 7º El socio que no cumplie-
se con lo establecido en el articulo 
anterior, dejará de pertenecer á la 
sociedad, sin perjuicio de exigírse-
le las cuotas que le correspondie-
ran.
Art. 8º Los socios tendrán ten-
drán el deber de investigar y denun-
ciar á los falsificadores del pimen-
tón, y las denuncias que resulten 
ciertas serán, para el asociado que 
las formulase, un mérito que recom-
pensarán, el Sindicato, dispensando 
al denunciante del pago de la cuota 
que acordare el Sindicato, si es co-
lono ó propietario; y si fuese sócio 
industrial, del importe del análisis 
de las remesas que dicho Sindicato 
tenga por conveniente.
DEL SINDICATO
Art. 9º Esta sociedad estará re-
presentada por un Sindicato, com-
puesto de colonos y propietarios 
cultivadores, en número de ocho, 
cuatro de cada clase.
Art. 10º El Sindicato será desig-
nado por elección directa entre to-
dos los asociados, renovándose por 
mitad todos los años el tercer día de 
Navidad, y de cuyos cargos tomarán 
posesión el primer día del año.
Art. 11 El Sindicato tendrá á su 
cargo toda la representación social 
y gestión directa que sea necesario, 
de cuya gestión dará cuenta enlas 
juntas generales ordinarias que se 
celebren y en las extraordinarias 
que convenga.
Art. 12 Los cargos de sindicos 
son honoríficos é irrenunciables por 
los socios designados en las primera 
elección.
Art. 13 El Sindicato se compon-
drá de un presidente, un vicepre-
sidente, un depositarios, un con-
tador, un secretario y tres vocales, 
que tendrán todos ellos á su cargo 
la gestión administrativa. Estos 
cargos se designarán por los mis-
mos síndicos en la primer sesión 
que celebren. 
Art. 14 El Sindicato oirá las de-
nuncias verbales, ó por escrito, que 
se le hagan; y de las que crea funda-
das, dará conocimiento á la autori-
dad correspondiente.
15
HISTORIA DEL PIMENTÓN MURCIANO. 1730-1945
Los litigios que hayan de soste-
ner serán en nombre y de cuenta de 
la sociedad, para lo cual deberá reu-
nirse y tener de ellos conocimiento.
DEL PRESIDENTE
Art. 15 El presidente dictará las 
órdenes convenientes para el cum-
plimiento de los acuerdos de las 
juntas generales y particulares del 
Sindicato.
Convocará a junta general de 
acuerdo con el Sindicato, ó á peti-
ción de veinticinco socios, señalan-
do dia y hora en que hayan de ce-
lebrarse, y dirigirá las discusiones 
que se susciten. Si hubiera votacio-
nes y resultare empate, su voto será 
el decisivo.
DEL VICEPRESIDENTE
Art. 16. Este cargo suplirá en to-
das sus funciones al presidente en 
las ausencias y enfermedades.
DEL DEPOSITARIO
Art. 17. El depositario anota-
rá las entradas y salidas de fon-
dos, cuidará que se verifique con 
puntualidad la recaudación y dará 
cuenta todos los años, al terminar 
la temporada de ventas, que será 
en la segunda quincena del mes de 
agosto, de los fondos recaudados y 
de la inversión efectuada, con sus 
correspondientes justificantes, visa-
dos por el presidente.
No podrá verificar ningún pago 
sin el visto bueno del presidente y 
firma del contador. 
DEL CONTADOR
Art. 18. El contador llevara un li-
bro en el que anotará las entradas 
y salidas de fondos para comprobar 
las anotaciones del libro de deposi-
taría.
DEL SECRETARIO
Art. 19 El secretario redactará 
las actas de las juntas generales y 
las del Sindicato, así como los demás 
documentos que lo requieran. Ten-
drán como auxiliar a un escribiente 
que asistirá á las sesiones y estará 
subvencionado por la sociedad.
Convocará á las juntas cuando el 
presidente lo disponga y llevará un 
registro de sócios por órden riguroso 
y un inventario exacto de los efectos 
que pertenezcan á la sociedad.
DEL JURADO
Art 20. La sociedad nombrará a 
un jurado cada temporada, que de 
acuerdo con el Sindicato, entienda 
en todas las denuncias que se hagan 
por los asociados, inspector, celado-
res y agentes municipales que auxi-
lien á esta sociedad, denunciando los 
fraudes que en la venta del pimentón 
tengan lugar por los asociados.
Art. 21. El jurado lo formaran los 
socios de la clase de colonos ó pro-
pietarios cultivadores designados 
por la sociedad en junta general y el 
químico que la represente nombra-
do por la misma.
Art 22. Este jurado inspecciona-
rá el pimentón que se presente á ser 
precintado, y encontrándolo puro, 
dará al interesado una certificación 
que lo acredite.
Si el jurado encontrase mixtifi-
cado el pimentón, sea presentado 
este producto por un socio, ó por un 
extraño á la misma, dará cuenta en 
el acto á la autoridad correspon-
diente.
16
HISTORIA DEL PIMENTÓN MURCIANO. 1730-1945
Art. 23. Todo el pimentón que se 
exporte por los asociados deberá 
ser antes reconocido químicamente 
por el jurado, y para ejecutar esta 
operación se presentara toda la 
partida vendida en el local de la so-
ciedad. Convencido el jurado de la 
bondad del producto lo precintará y 
lo sellará con la mayor perfeccion, 
dando al interesado un certificado 
de pureza.
Art. 24. No se considerará falsifi-
cado el pimentón que sea confeccio-
nado con pimiento de inferior cali-
dad, siempre que no lleve materias 
extrañas, pues que el defecto de su 
cascara se compensa con la baja de 
su precio.
Articulo adicional. Las cuotas y 
derechos á que se refiere este regla-
mento serán susceptibles de rebaja 
cuando la sociedad lo juzgue opor-
tuno y conveniente. 
En agosto de 1896 se constituye 
la asociación del Gremio de Pimen-
toneros, con el nombre de “Centro 
de Exportadores de Pimiento”, con 
el principal objetivo de poner orden 
en las ventas del producto. Para 
ello, firmaron un acta en el que se 
regularizaban los precios y se fijaba 
una nomenclatura. Firmaron la teó-
rica creación una docena de pimen-
toneros de Churra, La Ñora, ciudad 
de Murcia y Espinardo. Pero la falta 
de apoyo del resto de productores y 
exportadores provocó la disolución 
en diciembre del mismo año. Al 
frente se encontró Francisco Flores 
Muelas.
El fallido Gremio de Pimentone-
ros pasa a denominarse Gremio de 
Exportadores de Pimiento Molido 
en diciembre de 1902, en un nue-
vo intento de asociarse. La sede se 
fijó en la calle Mayor de Espinardo, 
nº 63. Su presidente fue, de nuevo, 
Francisco Flores Muelas y le sucede-
ría en 1904 Miguel García Martínez, 
editando entonces la revista El Pi-
mentón. Desaparecía dicho gremio 
en 1906. Volvía a resurgir en ene-
ro de 1908, con Francisco Alemán 
Martínez al frente.
El Gremio de Exportadores del 
Pimiento Molido de España, en 
1935, contaba con más de un cen-
tenar de empresas inscritas en el 
Gremio Oficial del Pimiento Molido 
en Murcia, siendo su presidente 
Justo Navarro Conesa. Concreta-
mente eran 119 casas de la región 
de Murcia y 32 de otras zonas pro-
ductoras del país. Se exportaba 
en esos momentos, principalmen-
te, a Estados Unidos, Argentina, 
Argelia, Túnez, Cuba, Alemania, 
17
HISTORIA DEL PIMENTÓN MURCIANO. 1730-1945
Uruguay, Italia, Portugal y Fran-
cia. Otros miembros de la directiva 
eran José Muñoz Saura, José Cano 
Navarro, Juan Díaz Ruiz…35
En 1998 un conjunto de entida-
des, asociaciones y cooperativas 
agrarias de la Región de Murcia 
solicitó a la Consejería de Agricul-
tura, Agua y Medio Ambiente la 
protección del Pimentón de Mur-
cia mediante una Denominación 
de Origen. Finalmente la Denomi-
nación de Origen se logra el 20 de 
abril de 2001 y su reglamento se 
publica el 17 de diciembre de ese 
mismo año. 
CONCLUSIONES
A comienzos del siglo XVIII ya se 
produce pimentón en Javalí Viejo 
y existe un molino de pimentón en 
La Ñora, por lo que podemos situar 
en el lugar el origen del mismo, a 
orillas de la acequia de la Aljufía, 
a poco más de 1000 metros del 
convento de los Jerónimos. Desde 
aquí se extenderá el cultivo hacia 
Espinardo, aguas abajo, y hacia 
la Ribera de Molina, aguas arriba, 
siempre en la margen izquierda del 
río Segura.
Durante el siglo XIX el cultivo 
de pimiento para pimentón se ex-
tendió por las poblaciones junto 
al río, en el entorno de la capital, 
vendiéndose pimentón fuera de la 
región desde 1820, al menos. En 
este siglo el pimentón se vendía 
en el mercado de los jueves a los 
arrieros que recorrían España. A 
mediados de siglo ya se vende fue-
ra de nuestras fronteras, especial-
mente en Portugal y norte de Áfri-
ca. Llegado el último tercio de este 
siglo ya se exporta pimentón a Ar-
gentina y Cuba, siguiendo el rastro 
de los emigrantes españoles.
El comienzo del siglo XX supone 
la aparición de las latas y la con-
quista de nuevos mercados, como el 
de Hungría y los Estados Unidos, a 
los que se suman, poco a poco, Ale-
mania, Francia, Yugoslavia, Chile, 
Uruguay, Canadá o Filipinas. Los ex-
portadores se van concentrando en 
Espinardo, Murcia capital, Molina 
de Segura y Cabezo de Torres. Las 
marcas comercializadas llegaron, 
casi, a las trescientas.
NOTAS
1 Se afirma incluso que llegó en 1493, 
traído por Colón y mostrado en Ex-
tremadura a los Reyes Católicos, 
pero los monarcas en esas fechas es-
taban en Barcelona.
2 Pérez García, Jesús. El libro del pi-
mentón (1756-1965), Turbinto, So-
ciedad Cultural de Murcia, Murcia, 
2000. El autor se presenta en la por-
tada como Pérez de Espinardo.
3 Ayala, J.A.1989, Murcia en el pri-
mer tercio del siglo XX. Edición de 
Autor. Murcia, página 29. Zapata 
Nicolás, M, 1995. Voz “Pimentón”, 
Gran Enciclopedia de la Región de 
Murcia, Editorial Aglaya, volumen 
7, página119. Jesús Pérez García 
en su libro sobre el pimentón del 
año 2000 redunda en la historia de 
la Tía Maina, aludiendo a un libro 
que a su vez escribe sobre la historia 
de Juan Gómez Navarro, nacido en 
1796, que dice, que vio, que recuer-
da…, de cuando era niño…
4 El Heraldo de Murcia 18-4-1902.
5 Murcia 1756 según las respuestas 
generales del Catastro de Ensena-
da, con introducción de Guy Lemeu-
nier. Editado en Madrid en 1993, 
Colección Alcabala del Viento, pági-
na 47.
18
HISTORIA DEL PIMENTÓN MURCIANO. 1730-1945
6 Archivo Municipal de Murcia, Legajo 
4000.
7 Archivo Municipal de Murcia. AC. 
8-11-1735.
8 Miscelánea de Comercio, artes y lite-
ratura 10-12-1819.
9 El Correo Murciano 15-3-1823.
10 Martínez Carrión, JM 1999 “Agriculto-
res e industriales en el negocio del pi-
mentón. 1830-1935”. Revista de His-
toria Económica XVII, 1, pp. 149-186.
11 Madoz, P. 1850. Diccionario geográ-
fico-estadístico-histórico de España. 
Región de Murcia. Madrid. Reedición 
de la Consejería de Economía. Co-
munidad Autónoma de la Región de 
Murcia. 1989.
12 El Eco del Comercio 27-2-1836.
13 Martínez Carrión, JM. 2002. Econo-
mía de la región de Murcia. Conseje-
ría de Educación y Cultura. Murcia, 
página 338.
14 Su madre fue María Canales, de Al-
gezares, y su padre José Ruiz, naci-
do en La Alberca. Estuvo casado con 
Ana Mª Egea Espada, de La Alberca 
y falleció en San Antolín, en enero de 
1877.
15 La Paz de Murcia 8-10-1876. Car-
thago Nova 24-9-1876.
16 La Paz de Murcia 1-12-1878.
17 La Paz de Murcia 5-01-1879.
18 La Paz de Murcia 18-9-1884.
19 El proyecto tomó cuerpo a partir de 
mayo de 1907, con la emisión de mil 
acciones, de cien pesetas cada una, 
en el Banco de Cartagena. Boletín de 
la Cámara de Comercio 31-5-1907. 
El Tiempo 5-3-1918.
20 Revista El Pimentón nº 14, mayo de 
1905.
21 El Tiempo 11-09-1908.
22 El Liberal 2-11-1908.
23 Boletín Oficial de la Provincia de 
Murcia 17-9-1913.
24 Corresponde al 30 de octubre de 
1932.
25 Gómez-Espín, J. M. y Gil-Meseguer, 
E. (1990). “Tradición y cambio en 
la industrialización del pimentón en 
España”. Papeles de Geografía, 16, 
173-190. 
26 El Heraldo de Murcia 19-4-1902.
27 El Liberal de Murcia 8-9-1908.
28 AGRM. Registro Mercantil Legajo 
6486.
29 El Liberal de Murcia 8-9-1911. La 
calle Carril se había denominado su-
cesivamente Carril de la Arrixaca y 
Carril de San Agustín. En 1911 pa-
saría a llamarse calle García Alix. 
Francisco Alemán estaba casado con 
Joaquina Alemán Pérez y falleció con 
92 años.
30 Hervás Avilés, JM. 1997 Pedro Flo-
res, entre la generación del 27 y la 
Escuela de Paris. Edita Consejería de 
Cultura y Educación. Murcia, página 
14. Ruiz Llamas, Mª G, 1991, Ilustra-
ción Gráfica en periódicos y revistas 
de Murcia (1920-1950). Edita Uni-
versidad de Murcia y Academia Al-
fonso X. Murcia, páginas 320, 321 y 
324.
31 Gaceta 8-4-1916. Boletín Oficial de 
la Provincia de Murcia 11-4-1916.
32 AGRM. Registro Mercantil Legajo 
6492.
33 Martínez Carrión, JM 1999 “Agricul-
tores e industriales en el negocio del 
pimentón. 1830-1935”. Revista de 
Historia Económica XVII, 1, página 
177.
34 El Diario de Murcia 21-2-1885. Ca-
sado con Josefa Ortiz Alvarado, falle-
cía en enero de 1901.
35 Díaz Ruiz, J, 1935. Memoria corres-
pondiente al año 1934. Gremio de 
Exportadores de pimentón de Mur-
cia. Murcia.

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