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3 HISTORIA DEL PIMENTÓN MURCIANO. 1730-1945 ORIGEN El pimiento, como cientos de pro- ductos vegetales (patatas, tomates, maíz, calabacín, berenjena, taba- co…), procede de América, siendo introducido en nuestro país a partir del siglo XVI1. El pimentón, deriva- do de la molienda de los pimientos rojos del género Capsicum annuum L, variedad “Bola” o “Americano”, se acabará convirtiendo en uno de los productos más importantes de la producción agrícola de la región de Murcia, durante muchas déca- das, llegando a superar las produc- ciones y beneficios de la seda o los limones. Su presencia y producción en Murcia se justifica, en diversas pu- blicaciones, a partir de “tres leyen- das urbanas”, sin ninguna docu- mentación que las justifiquen y que se repiten, sin sentido, en los estu- dios relativos al tema. La primera dice que2: lo trajeron los frailes je- rónimos a Murcia a principios del XVI. Esto justificaría el nombre de “ñora” al pimiento rojo seco en esta zona, ya que alrededor de la noria se agrupaban las tierras que estos frailes cultivaban…, se entiende que esto se produjo en el entorno de las pedanías de Guadalupe y La Ñora. Pero los Jerónimos no arriban a nuestra región a comienzos del siglo XVI, si no a finales (1578- 79), por lo que ya encontramos una primera incongruencia o error histórico. Por otra parte, no encon- tramos documentos relativos a la HISTORIA DEL PIMENTÓN MURCIANO. 1730-1945 Ricardo Montes Bernárdez producción de las huertas del en- torno del monasterio, que por cier- to cobra importancia en el siglo XVIII, no antes. Quizás a partir de este momento si podría ser creíble esta teoría. La segunda leyenda del origen del pimentón murciano es sabrosa y romántica. La invención se debió a la “tía Maina”, vendedora am- bulante, vecina de Llano de Bru- jas que, a comienzos del siglo XIX, untaba con aceite los pimientos, los tostaba al horno y los picaba en su casa y cuando su producción aumentó los picaba en un molino harinero de Orihuela. No tiene des- perdicio esta afirmación, realizada también sin basarse en ningún do- cumento acreditativo.3 Esta leyen- da de añadir aceite al pimentón se atribuye también, pero 40 años después, a Antonio Avilés Alcolea (a) El Fraile, nacido en el Esparra- gal.4 La tercera leyenda urbana es la que afirma que el pimiento lo traje- ron los árabes a Murcia en la Edad Media, ésta se comenta sola. Con afirmaciones de esta guisa nos car- gamos la historia. EVOLUCIÓN, SIGLO XVIII En el Diccionario de Autoridades, escrito entre 1726 y 1739 ya encon- tramos la referencia al pimiento mo- lido (tomo V, 1737), en los siguientes términos: PIMIENTO. Planta hortense de la altura de una vara, que produce 4 HISTORIA DEL PIMENTÓN MURCIANO. 1730-1945 Documento relativo al pimentón en Mur- cia, Archivo Municipal de Murcia, Acta capitular de 8 de noviembre de 1735. Un tema a resaltar es el topográ- fico y la referencia al pimentón en el Catastro del marqués de la En- senada, realizado en torno a 1750. En él se referencia el paraje de El Pimentón, en Mazarrón, y Hoya del Pimentón, en Lorca. Por otra parte, el Catastro y el Registro de la Propie- dad hacen referencia al Pimentón en Alguazas y Totana, existiendo el Pa- raje Lomas del Pimentón en Cañada Gallego, Mazarrón. SIGLO XIX A lo largo del siglo XIX e inicios del XX, el cultivo de pimientos para el pimentón se fue extendiendo a lo largo y ancho de la región hasta ocu- par un lugar preeminente en la ac- tividad económica regional, incluso superando poco a poco a la seda y los cítricos. El precio del pimentón en Murcia, a comienzos de este si- glo, oscilaba entre los 14 y 17 reales la arroba, llegando a veces a los 18 reales.8 En 1823 la prensa murciana ya se hacía eco de cómo enviar el pi- mentón a lugares lejanos, indicando las hojas largas y agúdas. El fruto (que tambien se llama pimiento) es de hechura de una bolsilla o cucurú- cho hueco, dentro del qual se hallan unas pepítas o simiente sumamente acre y picante. Antes de madurar es de color verde, y después se vuelve en un roxo sumamente encendido. Tiene el sabor mui acre y picante, y tostado en el horno y hecho polvos, se usa de él para sazonar las vian- das, como de la pimienta fina, y se llama pimiento molido. El primer molino de pimiento en la región del que se tiene cono- cimiento data del siglo XVIII, por lo que se puede afirmar que el pimien- to molido ya se utilizaba en estos momentos. El dato viene recogido en Catastro de Ensenada referido a la ciudad de Murcia en 1756. A la pregunta 17, sobre molinos, se re- laciona la existencia de 48 molinos harineros, nueve de aceite, cuatro de pólvora y uno específico de pi- miento.5 Este molino ya se relaciona en la margen izquierda del Segura, en 1731, junto a La Ñora, con el nombre de Molino del Pimentón, en la acequia de Aljufía.6 Relacionado con este molino pi- mentonero es el caso ocurrido en 1735 en La Ñora. Algunos vecinos de este lugar y de Javalí Viejo produ- cían pimentón, pero en lugar de ven- derlo en Murcia, y pagar los impues- tos correspondientes, lo vendían en sus propias casas. Hasta que fueron descubiertos, pasando a analizarse su caso en el pleno municipal del 8 de noviembre de dicho año. La pena es que el acta no recoge los nombres de los denunciados.7 5 HISTORIA DEL PIMENTÓN MURCIANO. 1730-1945 la forma en la que debía hacerse: Bien savido es que el pimentón mas puro y mejor elaborado pierde mu- chas de sus cualidades si se guarda por largo espacio Este género nos parece que estaría mas espuesto á las influencias atmosféricas, por lo que su conservación y trasporte á paises lejanos convendria hacerla en tonelete de madera y mas bien en botes de vidrio ó barro cerrados herméticamente y no en sacas ó costales como se trasporta por to- das las provincias de la monarquía el pimentón. También podría por- tearse uno y otro artículo en odres o pellejos como los del aceyte con la única diferencia de que su boca fuese mas ancha para que se pudie- se introducir y sacar con mas faci- lidad, debiendo estar muy apretado en el odre tanto para que cupiera mas como para que sufriera menos el influjo de la atmosfera y atarse la boca con el mismo esmero que si llevase líquido.9 A principios del siglo XIX se distribuía en las provincias de La Mancha y de Cuenca. Envasado en sacos y presentados en el mercado de San Julián de la ciudad de Mur- cia, que se celebrada los jueves de cada semana, eran compradas por arrieros manchegos y andaluces para su distribución en el mercado castellano. La producción en 1800 era de 4 a 5000 arrobas, que as- cendieron a 30.000 en 1830. Hacia 1840 el producto se oferta regular- mente en los mercados de Quin- tanar de la Orden, Toledo, Tiedra (Valladolid) y Toro (Zamora), que abastecían, a su vez, a los arrieros del norte Cantábrico, pero sobre todo a los de Galicia, Asturias y norte de Portugal. Utilizado como condimento en guisos y embutidos, la expansión de la demanda fue ex- traordinaria a partir de la década de 1850. 10 Las ventas murcianas fuera de España abastecían inicial- mente a los mercados de demanda norteafricanos. El primer informe del que dispo- nemos, relativo al pimentón en Mur- cia, se refiere al quinquenio de 1835 a 1839. En esos años se produjeron 16.553 arrobas de pimentón dulce (190.359,5 kilos) y 2860 arrobas de pimentón picante (32.890 kilos). Un total de 256.139 kilos. En reales de vellón supusieron, respectivamen- te, 24.830 y 3.040, en derechos de puertas y arbitrios municipales.11 El precio de la arroba oscilaba enton- ces entre los 46 y los 54 reales.12 En 1854 Juan José Albarracín abría una fábrica pimentonera que permanecerá en funcionamiento durante décadas y la industria rela- tiva al pimentón la veremos iniciar un importante despegue a partir de 1870, concentrada poco a poco en Espinardo. En esos momentos el cultivo se había extendido a orillas del Segura.13En la Exposición Agrícola y Mi- nera de Murcia, celebrada en 1876, Pedro Ruiz Canales14, presentaba un invento: para elaborar el pimen- tón é impedir corrieran el riesgo los cultivadores de una pérdida por las lluvias cuando se pone á secar en loa terrenos, y que se funda en co- ger de la mata el pimiento tierno y someterlo a la fuerte presión de una prensa hidráulica la cual la extrae toda la parte acuosa, que es mucha 6 HISTORIA DEL PIMENTÓN MURCIANO. 1730-1945 y lo reduce á pasta, y en colocar después esta en una cámara donde el calor se halle á la temperatura de 65 á 70 centigrados, quedando en pocas horas en disposición de llevarla al molino y pulverizar la pasta, sin que el polvo que queda de buen color y sabor, haya perdido sus propiedades particulares; ha dado a que en la idea se fijen los productores y se ensayos en gran escala.15 En la Exposición Universal de Pa- ris, en 1878, Pedro Fernández Ibá- ñez, de Archena, obtenía medalla de plata, en la sección de condimentos, por sus muestras de pimentón.16 Di- cho personaje había nacido en Moli- na en 1853, casándose en 1873, con Elvira Latorre Medina. Tenía fincas en Torre Montijo, Pago de la Serreta y la Hacienda de El Reloj. A comienzos de enero de 1879, en los mercado de Murcia, el pimentón se cotizaba a los siguientes precios: Pimentón bajo a 25 reales; corriente a 28; flor de segunda a 31; de prime- ra a 36; media cascara a 41; cascara de segunda a 45; cascara superior de 48 a 50 reales.17 Años después, en 1884, visitaba Murcia el profesor madrileño Luis Álvarez Alvistur (1847-1885), autor de un manual de agronomía y exdi- rector de la Granja Escuela de Vega. Aquí realizó una publicación sobre la “industrias agrícolas de Murcia, dedicando un apartado al pimiento murciano, centrado a orillas del Se- gura en Molina y la Ribera de Moli- na. Comenta que los hortelanos de Murcia son los mejores del país y que el cultivo del pimiento requiere de mucho y esforzado trabajo, con cuatro o cinco labores de arado, es- cardar, eliminar hierbas y frecuen- tes riegos, regularmente de noche. Por otra parte alude a la importante inversión en abonos. Su precio osci- la en esos momentos, entre 52 y 59 reales la arroba.18 Producción de pimentón en Mur- cia, por años, en Qm, fue a lo largo del siglo XIX 1830 3.450 1850 5.750 1860 7.350 1870 34.500 1880 46.000 1890 69.000 1890 92.000 Son momentos en los que la ex- portación se realiza a Argelia, Cuba y sobre todo Argentina gracias al empuje de los emigrantes gallegos. El pimentón se solía subastar a las Selección de ñoras. Foto Catalá-Roca. AGRM. 7 HISTORIA DEL PIMENTÓN MURCIANO. 1730-1945 puertas del Teatro Romea, a fines del siglo XIX, era el “Mercado del Pi- miento”. En un segundo momento, a partir de 1918, pasó instalarse en la calle Rambla del Cuerno, junto a La Merced, actual calle y mercado de Saavedra Fajardo.19 SIGLO XX La existencia de molinos exclusi- vamente para pimentón aumentó a partir de 1900, lo que sugiere una mayor especialización y capitaliza- ción del sector industrial. En 1901, dejando de lado Espinardo, algunos de los exportadores eran de Puente Tocinos (Fulgencio Barba), Cabezo de Torres (Juan Armero Muñoz y Miguel Sánchez Borja), Churra (Juan de Dios Jimeno y José Muñoz López) y la ciudad de Murcia (Alcaraz y Alcántara, Ricardo Barba, Joaquín Cañada, Hijos de Clemente García Martínez (fallecía en 1907), viuda de Antonio Guillamón que en 1900 ven- día con la marca “El León”, Herrera y Soler, Juan Pagán Ruiz e Hijos de M. Pardo). A los países mencionados en el siglo XIX, se sumará Hungría, a partir de 1904, dado su alto nivel de consumo frente a su escasa pro- ducción. También exportaremos a Argelia, Francia, Alemania o Fili- pinas. Será Francisco Flores quien abra el mercado húngaro, abriendo incluso una sucursal de Espinardo en Budapest. En el primer trimes- tre de 1904 se exportaron por el puerto de Cartagena 135.502 kilos de pimentón. En total se alcanza- rán ese año el millón de kilos en el primer cuatrimestre (barco y tren). Al año siguiente serán 1.418.630 kilos.20 Un aumento considerable. En los años siguientes, durante la 1ª Guerra Mundial, los productores murcianos comenzaban a vender su pimentón en Estados Unidos, espe- cialmente en Chicago. El precio del pimentón, en 1908, era el siguiente: Cascara extra a 66 reales arroba. Pimiento flor a 48 id. Corriente de 30 a 40 id. Rojo de 22 a 30 id. Escombres de 14 a 22.21 La prensa se hacía eco, dicho año, de la buena cosecha: La animación en Murcia es bas- tante grande, pues la exportación está en su apogeo y América hace gran demanda. La primera cogi- da de pimientos ha superado las esperanzas, habiendo arrojado un número considerable de arrobas. Los precios continúan, no obstan- te, estacionados, porque si bien los pedidos son muchos, la cose- cha ha sido abundandísima y la concurrencia al mercado también muy grande. Síguense cotizando en Murcia y ribera del Segura de 40 a 50 reales las moliendas, y de 80 a 40 las cáscaras. En Orihuela a 36 reales arroba.22 Llegado el año de 1910 ya exis- tían 47 casas exportadoras. Por cier- Presidentes de las sociedades del pi- mentón de Murcia. 8 HISTORIA DEL PIMENTÓN MURCIANO. 1730-1945 to que, en 1913, Los compradores de Estado Unidos se quejaban de que el pimentón llegaba con demasiado polvo y barro, por lo que proponían cambiar el proceso de secado.23 En 1934, según Martínez Carrión, exis- tían 104 casas murcianas exporta- doras de pimentón, concentrándose en Espinardo (47), ciudad de Murcia (20), Molina de Segura (12) y Cabezo de Torres (9). La producción acabará centrándose en los términos munici- pales de Alhama de Murcia, Beniel, Cartagena, Lorca, Fortuna, Librilla, Molina de Segura, Murcia, Puerto Lumbreras, San Javier, Santomera, Torre Pacheco y Totana. La exportación del pimentón es- pañol en 1932 era fruto de un estu- dio, por parte de la Revista de Crédi- to24, cuyo resumen era el siguiente: El consumo que en España se hace de pimentón oscila alrededor de dos millones de kilogramos. El resto de la producción se destina a la exportación, cuya distribución viene a ser la siguiente: Estados Unidos 2.500.000 kilogramos República Argentina 2.000.000 “ Europa Central 1.000.000 ” Portugal 500.000 ” Argelia 400.000 “ Cuba 250.000 “ Uruguay 400.000 “ Francia 55.000 “ Chile 10.000 “ Otros países 250.000 “ Estados Unidos.-En el mercado norteamericano el pimentón espa- ñol tiene gran aceptación. Antes de conocerse en aquel país nuestro pimentón, se consumía el producto húngaro en sus distintas clases de picante y semipicante, pero una vez llegado a aquel mercado el artícu- lo español, es tan solicitado por el consumidor que las cifras de nues- tra exportación superan en mucho a las de Hungría. Argentina.-Sigue en importancia el mercando norteamericano el ar- gentino, cuyo consumo es de unos dos millones de kilogramos, con un valor de mas de cuatro millones de pesetas. Nuestra exportación ha ido progreso ascendente has- ta hace cosa de unos años, pero a partir de 1920 ha sufrido una baja muy notable. Esta tiene como causa fundamental la adulteración que se hace al producto, pues existen a tal efecto varias casas en Buenos Aires que reciben el pimentón de España. Conviene, pues, intensificar la pro- paganda en aquel país de producto español, y para evitar estas falsifi- caciones mandar nuestro pimentón en pequeños envases con sellos de garantía, y así el público tendría la seguridad de que el producto que compraba era pimentón puro espa- ñol. Yugoeslavia.-De los mercados de Europa Central el mas importan- te es el de Yugoeslavia, gran con- sumidor de pimentón, por haber pertenecido parte de su territorio a Austria-Hungría y haberse acos- tumbrado a la cocina húngara que tanto uso hace del producto. En el año 1928 España vendió a Yugoes- lavia pimentón por valor de 350.000 pesetas, cifra considerablesi se tie- ne en cuenta que en aquella época aun no teníamos concertado Trata- do de comercio con aquel país. Es de 9 HISTORIA DEL PIMENTÓN MURCIANO. 1730-1945 suponer que rigiéndose hoy las rela- ciones comerciales de ambas nacio- nes por un Convenio concertado en enero del año 1930, con un poco de interés por parte de nuestros expor- tadores en incrementar aquel mer- cado, obtendremos importantes ci- fras de exportación. Para ello es de aconsejar que se hiciesen los envíos en envases de metal, pues algunos comerciantes yugoeslavos se quejan de que muchas partidas llegan en malas condiciones, lo cual puede ser debido a que se manda el producto en sacos, principalmente. Existe, además, una circunstancia favora- ble para el exportador español, que debe aprovechar para intensificar la exportación, y es que la mayor parte del comercio en Yugoeslavia está en manos de judíos, de origen e idioma español, llamados sefardi- tas, entre cuyos elementos nuestros representantes diplomáticos y con- sulares vienen haciendo una gran labor de atracción, lo cual favorece grandemente a nuestro intercambio comercial con aquel país. Portugal.-Portugal compra el pi- mentón español casi desde que este producto se empezó a usar en nues- tra tierra. A las ferias, que enton- ces se celebraban en distintos pue- blos, acudían al propio tiempo que los compradores españoles los de la nación vecina. Desde entonces Por- tugal sigue siendo nuestro cliente, y nuestra exportación de pimentón a aquel país en estos últimos años ha sido la siguiente: En 1928: 4.606 quintales métricos, 713.930 peseta oro; en 1929: 4.839 quintales métri- cos, 1.103.292 pesetas oro; en 1930: 4.180 quintales métricos, 1.044.240 pesetas oro; de enero a abril de 1931: 1.040 quintales métricos, 95.772 pesetas oro. Cuba y Uruguay.-Nuestro comer- cio de pimentón con Cuba y Uru- guay nos da, aproximadamente, 1.200.000 pesetas anuales, desa- rrollándose normalmente, pues las líneas de navegación son varias y la comunicación directa. Francia.-Francia también consu- me el pimentón español en canti- dad bastante considerable, que es mayor cada año, como puede verse por la siguiente relación: En 1928: 4.121 quintales métricos, 638.755 pesetas oro; en 1929: 5.214 quinta- les métricos, 1.188.792 pesetas oro; en 1930: 5.583 quintales métricos, 1.272.924 pesetas oro; de enero a abril de 1931: 1.270 quintales mé- tricos, 166.858 pesetas oro. Chile.- El valor de nuestra ex- portación a Chile es de unas 750.000 pesetas. Hay que luchar, sin embargo, con un derecho eleva- dísimo que desde el año 1922 pesa sobre el pimentón. Además, la única Compañía que sirve a aquel mercado lo hace transbordando en Panamá a vapores costeros que reúne malas condiciones, resul- tando que es menester embarcar en Vigo en vapores de una compa- ñía inglesa, únicos rápidos y regu- lares para aquel país, que hacen escala en los puertos. Por esto los exportadores del Mediterráneo tiene un aumento considerable en los fletes hasta Vigo, más los gas- tos de transbordo, que se elevan a 60 pesetas la tonelada. Tal gasto resulta enorme, sobre todo si se le compara con el definitivo que se 10 HISTORIA DEL PIMENTÓN MURCIANO. 1730-1945 por ciento del pimentón murcia- no exportado ese año, en 1946 el 77,56%, en 1953 el 46,11% y en 1954 el 46,45%; le seguían en im- portancia Cuba y Francia.25 Del volumen de casi dos millo- nes de kilogramos de pimentón (1.969.189 Kg.) enviados de Mur- cia al mercado nacional en 1946, el 53,04 por ciento procedía de Espi- nardo, 13,66% de Murcia, 7,87% de Lorquí, 6,47% de Molina de Segura, 4,50% de Cabezo de Torres, 2,54% de Ceutí, 2,36% de La Ñora, 1,53% de Alcantarilla, 1,45% de Churra, 1,36% de la Raya, etc. En 1946 en el Censo de indus- trias de la Cámara Oficial de Comer- cio, Industria y Navegación de Mur- cia, figuraban 77 industriales, 35 exportadores, y 309 especuladores y vendedores al por mayor de pimen- tón. En 1953, aparecen inscritos 59 comerciantes dedicados a la expor- tación al extranjero exclusivamente y 62 especuladores o vendedores al por mayor de pimentón. LOS ENVASES La exportación se realizaba en barriles o en sacos. Desde fines del siglo XIX los productores se plan- tean vender el producto en latas. Uno de los maestros hojalateros murcianos afirma que en 1901 ya fabricaba 30.000 botes anuales. 26 Corría el año de 1907 y abren sus puertas las litografías de Gallardo y Núñez, de Sevilla, y Artística de Le- vante, en Murcia. Esta era propie- dad de Carmelo Bueno Moreno, es- tableciéndose en la calle Rambla nº 3 de la capital. En 1906 ya fabrica botes de hoja de lata para pimen- paga de Vigo a Chile, que es de 45 chelines metro cúbico. Filipinas.-La exportación a Fi- lipinas es de escasa importancia, pues no pasa de 30.000 kilogramos anuales, con un valor de 100.000. Murciana ofreciendo pimentón. Dibujo de Quesada, 1953. II Feria Internacional del Campo, Madrid. El mercado exterior, en esta pri- mera mitad de siglo se convierte en el principal destino del pimen- tón elaborado en España. Así en el cuatrienio de 1929 a 1932 el 45,19 por ciento de la producción nacio- nal de pimentón se exportó. Los principales clientes en 1932 fueron los Estados Unidos de Norteaméri- ca, Argentina, Argelia, Italia, Por- tugal, Cuba, Uruguay, Alemania, Francia, Túnez y Gran Bretaña, (suponían más de la mitad del vo- lumen y valor); también tenían im- portancia los envíos a Marruecos, Canadá, Puerto Rico o Filipinas. Los Estados Unidos de Norteamé- rica en 1945 recibieron el 74,85 11 HISTORIA DEL PIMENTÓN MURCIANO. 1730-1945 tón y azafrán la firma “La Industrial Murciana”, ubicada en la calle San Andrés nº 29, siendo su gerente Manuel Clavijo.27 Formaban parte de ella Mariano Gazque Aznar, Pe- dro Martínez Benavente y Manuel Clavijo Carrillo.28 Corría el año de 1911 y Francisco Alemán Martínez (1849-1941) anunciaba envases li- tografiados para pimentón en hoja de lata, ubicándose su negocio en la calle Carril de San Agustín nº 1 de Murcia (en 1923 se ubicaba en la carretera de Espinardo).29 Le su- cede su hijo José Alemán Alemán, en la calle de San Antolín. Los di- bujos para sus litografías estaban realizados por los pintores Pedro Flores García, Victorio Nicolás y Luis Garay, incorporándose años después Ramón Gaya, hijo de Sal- vador Gaya, maestro litógrafo cata- lán afincado en Murcia y jefe de los talleres de litografía de Alemán.30 lizarse y litografiarse, también en otros lugares, como la Casa Gottardo de Andreis Metalgraf Española, de Badalona, que abrió sus puertas en 1919. Junto a ella está las de Rafael Luca de Tena, de Sevilla , que realizó las de la marca “La Carreta”, de Lor- quí, antes de 1926. Parte de las latas para la exportación del pimentón de la marca Mickey se realizaron en la “Industria Metalgráfica Tintore- Oller”, de Barcelona, en 1930, ese año también le realizó latas la em- presa sevillana “Envases Metálicos Riojanos”. También acudieron los pimen- toneros murcianos a la “Industria Metalgráfica Tintore-Oller”, de Bar- celona. En Murcia, la fábrica de Gregorio Montesinos, que abre en abril de 1921, estaba especializada en cajas de aluminio, latón y hojala- ta.32 Otras litografías, en 1923, eran las de Goya y Pagán, Pedro Mar- tínez Benavente y Antonio Soler e Hijo. MOLINOS Las principales industrias harine- ras de la ciudad disponían de moli- nos y piedras especiales para la fa- bricación de pimentón. Entre 1923 y 1926 están documentados unos 200 molinos de tracción hidráulica, en- clavados en su mayor parte en las acequias del Segura. Los vemos en diversas pedanías de Murcia como La Albatalia, Cabezo de Torres, Pue- bla de Soto, La Ñora, La Raya, Alju- cer y Santomera, así como en locali- dades a orillas del río Segura como Molina de Segura con su pedanía de La Ribera, Lorquí y Ceutí. Estos da- ban movimiento a unas 480 piedras Para 1913 la Viuda e Hijos de José Puche se habíaespecializado en envases para pimentón, ven- diéndolos en la calle Madrid, nº 6. En 1916 el mencionado comerciante Francisco Alemán Martínez, Presi- dente del Gremio de Fabricantes de Pimentón, pide la autorización para la compra de hoja de lata en plan- chas para la fabricación de botes para la exportación, sin gravamen.31 Algunas de las llamadas «latas» de pimentón debieron empezar a rea- 12 HISTORIA DEL PIMENTÓN MURCIANO. 1730-1945 para la fabricación de pimentón, que entraban en funcionamiento duran- te la mayor parte del año. A ellos se sumaban unos 40 molinos movidos por electricidad.33 Se ubicaban espe- cialmente en la pedanía de Espinar- do, con algunos aislados en Molina, Lorquí y ciudad de Murcia. Molino de pimentón en la huerta mur- ciana. Saura Mira. REVISTA EL PIMENTÓN La primavera de 1904 sorprendió a Espinardo con un periódico local que dirigía Miguel García Martínez. Su sede se hallaba instalada en el número 63 de la calle Mayor, pre- cisamente poco antes de que aquel verano pasaran a denominarla calle de Diego Hernández. La publicación nació con carácter mensual y estu- vo editándose hasta septiembre de 1906. Cada ejemplar, que se vendía por cincuenta céntimos, contenía doce páginas y, tal como indicaba su ca- becera, se especializó en el mundo del pimentón, con el propósito, no expresado, de servir de referencia a los exportadores y el fin, mani- fiesto, de “aumentar la riqueza de la huerta”. Ya en su número uno sacó a colación la agitación que un cuarto de siglo antes se produjo con motivo de la mezcla de aceite de oliva con el pimentón molido, asunto muy problemático que ha- bía levantado ampollas y pasiones generando graves enfrentamientos, largos debates y que, según “El Pi- mentón”, trajo como consecuencia el sacrificio de los productores en aras del caciquismo más despótico. A pesar del tiempo transcurrido, la redacción del periódico, conciliado- ra, especificaba claramente lo ale- jado que estaba su ánimo de ir con- tra nadie y que este recordatorio del tema no nacía del rencor, sino de una sana intención. El entonces secretario del gremio de exportado- res, Ángel Pulido Fernández, parti- cipaba colaborando en esta nueva “voz” pimentonera, al igual que al- gunos expertos en la mezcla aludi- da. Sus páginas pasaban revista a las diversas exportaciones que se realizaban: fruta, azafrán, ajos, al- mendra, esparto y a sus principales destinos. Pero centraba la mayor parte de las informaciones sobre el pimentón y las pedanías y localida- des en las que se producía, incluso añadiendo estudios históricos sobre su trayectoria a través del tiempo. Para facilitar el cobro a los expor- tadores y evitar sorpresas desagra- dables, el periódico daba también a conocer, una relación de comprado- res morosos, incluso con detalle de lo que debían. En el número tres se denuncia- ba que Murcia exportaba pimentón puro a países que le mezclaban acei- te de oliva y después, lo revendían 13 HISTORIA DEL PIMENTÓN MURCIANO. 1730-1945 obteniendo así unos beneficios que, en todo caso, corresponderían en justicia a los productores murcia- nos. Que la producción de pimentón saltara al otro lado del Mediterráneo tuvo su causa en la emigración de murcianos pimentoneros a Orán y Argel, gentes que acabaron hacien- do lo que sabían, cultivar y producir pimentón, con el consiguiente per- juicio para Murcia cuya industria y exportaciones se vieron terrible- mente afectadas por la “pimientina” de Argelia, Túnez, Trípoli y Egipto. El número siete daba la voz de alar- ma por las pérdidas de 1904 en el sector, pérdidas que ascendían en la Región a la astronómica cantidad, para la época, de ocho millones de pesetas. En fin, hoy puede afirmarse que el diario “El Pimentón” cumplió su propósito inicial de abrir los ojos y llamar a las conciencias de exporta- dores, políticos y huertanos, sirvien- do cumplidamente a los intereses regionales durante año y medio. ASOCIACIONES HISTÓRICAS En febrero de 1885 nacía la so- ciedad La Vega de Murcia, forma- da por cultivadores y vendedores de pimiento, reuniéndose para su crea- ción en el ayuntamiento de Murcia el 12 de febrero de dicho año. En la misma estuvieron los señores Ca- yuela, Lumeras, Salmerón, Molina Márquez, Velasco y el famoso An- tonete Gálvez Arce. El reglamento lo redactó Tomás Museros y Rovi- ra, catedrático de Agricultura del Instituto.34Dicho reglamento era el siguiente: DE LA SOCIEDAD Artículo primero. Se crea en la ciudad de Murcia una sociedad agrícola de colonos, propietarios cultivadores é industriales, cuyo principal objeto es: 1º Fomentar el cultivo y la fabri- cación del pimiento. 2º Garantizar las condiciones de pureza del que se expenda en este mercado, á fin de aumentar la de- manda y acrecentar el valor de di- cho producto. 3º Recompensar por medio de premios á los cultivadores que me- jor cáscara y polvo presenten en los concursos anuales que con el auxilio de las autoridades locales se cele- bren á fin de mejorar las clases. 4º Auxiliar a la administración municipal y autoridad judicial pro- curándoles medios y noticias para conocer las adulteraciones del pi- miento y sus autores. Articulo 2º. Esta sociedad será amparada directamente por la autoridad local ó por un representante que aquella designe. Art.3º. La sociedad “La sociedad “Vega de Murcia” tendrá un local á propósito, en el que se reunirá el Sindicato, diariamente en la época de la confección y venta del pimen- tón, en cuyo local se presentará di- cho producto vendido, a fin de que pueda ser examinado, para lo cual existirá un gabinete químico que de á conocer las materias extrañas que alteren la bondad del pimentón. DEBERES Y DERECHOS DE LOS SOCIOS 14 HISTORIA DEL PIMENTÓN MURCIANO. 1730-1945 Art. 4º Para ser socio de la “Vega de Murcia” es indispensable tener el carácter del cultivador de pimiento en clase de colono, de propietario, o industrial. Podrán ser también los que reúnan dichas condiciones, aunque su residencia esté fuera de dicho término municipal. Art. 5º Para ser éste inscrito socio deberá este abonar en el acto de la inscripción la cantidad de 2 pesetas para atender a los gastos de insta- lación de oficinas, gabinete, impre- sos y demás objetos necesarios. Art. 6º Para el sostenimiento y administración del Sindicato, los asociados colonos y propietarios abonaran una peseta mensual. Los industriales, que en el mero hecho de ser asociados, tienen la obligación de llevar al Sindicato, para su reconocimiento y precinta- do, cuanto pimiento exporten, abo- narán tan solo cinco céntimos de peseta por cada arroba. Los traficantes, no asociados, que quieran que la sociedad le ga- rantice sus productos, satisfarán 10 céntimos de peseta por cada arroba que presenten. Art. 7º El socio que no cumplie- se con lo establecido en el articulo anterior, dejará de pertenecer á la sociedad, sin perjuicio de exigírse- le las cuotas que le correspondie- ran. Art. 8º Los socios tendrán ten- drán el deber de investigar y denun- ciar á los falsificadores del pimen- tón, y las denuncias que resulten ciertas serán, para el asociado que las formulase, un mérito que recom- pensarán, el Sindicato, dispensando al denunciante del pago de la cuota que acordare el Sindicato, si es co- lono ó propietario; y si fuese sócio industrial, del importe del análisis de las remesas que dicho Sindicato tenga por conveniente. DEL SINDICATO Art. 9º Esta sociedad estará re- presentada por un Sindicato, com- puesto de colonos y propietarios cultivadores, en número de ocho, cuatro de cada clase. Art. 10º El Sindicato será desig- nado por elección directa entre to- dos los asociados, renovándose por mitad todos los años el tercer día de Navidad, y de cuyos cargos tomarán posesión el primer día del año. Art. 11 El Sindicato tendrá á su cargo toda la representación social y gestión directa que sea necesario, de cuya gestión dará cuenta enlas juntas generales ordinarias que se celebren y en las extraordinarias que convenga. Art. 12 Los cargos de sindicos son honoríficos é irrenunciables por los socios designados en las primera elección. Art. 13 El Sindicato se compon- drá de un presidente, un vicepre- sidente, un depositarios, un con- tador, un secretario y tres vocales, que tendrán todos ellos á su cargo la gestión administrativa. Estos cargos se designarán por los mis- mos síndicos en la primer sesión que celebren. Art. 14 El Sindicato oirá las de- nuncias verbales, ó por escrito, que se le hagan; y de las que crea funda- das, dará conocimiento á la autori- dad correspondiente. 15 HISTORIA DEL PIMENTÓN MURCIANO. 1730-1945 Los litigios que hayan de soste- ner serán en nombre y de cuenta de la sociedad, para lo cual deberá reu- nirse y tener de ellos conocimiento. DEL PRESIDENTE Art. 15 El presidente dictará las órdenes convenientes para el cum- plimiento de los acuerdos de las juntas generales y particulares del Sindicato. Convocará a junta general de acuerdo con el Sindicato, ó á peti- ción de veinticinco socios, señalan- do dia y hora en que hayan de ce- lebrarse, y dirigirá las discusiones que se susciten. Si hubiera votacio- nes y resultare empate, su voto será el decisivo. DEL VICEPRESIDENTE Art. 16. Este cargo suplirá en to- das sus funciones al presidente en las ausencias y enfermedades. DEL DEPOSITARIO Art. 17. El depositario anota- rá las entradas y salidas de fon- dos, cuidará que se verifique con puntualidad la recaudación y dará cuenta todos los años, al terminar la temporada de ventas, que será en la segunda quincena del mes de agosto, de los fondos recaudados y de la inversión efectuada, con sus correspondientes justificantes, visa- dos por el presidente. No podrá verificar ningún pago sin el visto bueno del presidente y firma del contador. DEL CONTADOR Art. 18. El contador llevara un li- bro en el que anotará las entradas y salidas de fondos para comprobar las anotaciones del libro de deposi- taría. DEL SECRETARIO Art. 19 El secretario redactará las actas de las juntas generales y las del Sindicato, así como los demás documentos que lo requieran. Ten- drán como auxiliar a un escribiente que asistirá á las sesiones y estará subvencionado por la sociedad. Convocará á las juntas cuando el presidente lo disponga y llevará un registro de sócios por órden riguroso y un inventario exacto de los efectos que pertenezcan á la sociedad. DEL JURADO Art 20. La sociedad nombrará a un jurado cada temporada, que de acuerdo con el Sindicato, entienda en todas las denuncias que se hagan por los asociados, inspector, celado- res y agentes municipales que auxi- lien á esta sociedad, denunciando los fraudes que en la venta del pimentón tengan lugar por los asociados. Art. 21. El jurado lo formaran los socios de la clase de colonos ó pro- pietarios cultivadores designados por la sociedad en junta general y el químico que la represente nombra- do por la misma. Art 22. Este jurado inspecciona- rá el pimentón que se presente á ser precintado, y encontrándolo puro, dará al interesado una certificación que lo acredite. Si el jurado encontrase mixtifi- cado el pimentón, sea presentado este producto por un socio, ó por un extraño á la misma, dará cuenta en el acto á la autoridad correspon- diente. 16 HISTORIA DEL PIMENTÓN MURCIANO. 1730-1945 Art. 23. Todo el pimentón que se exporte por los asociados deberá ser antes reconocido químicamente por el jurado, y para ejecutar esta operación se presentara toda la partida vendida en el local de la so- ciedad. Convencido el jurado de la bondad del producto lo precintará y lo sellará con la mayor perfeccion, dando al interesado un certificado de pureza. Art. 24. No se considerará falsifi- cado el pimentón que sea confeccio- nado con pimiento de inferior cali- dad, siempre que no lleve materias extrañas, pues que el defecto de su cascara se compensa con la baja de su precio. Articulo adicional. Las cuotas y derechos á que se refiere este regla- mento serán susceptibles de rebaja cuando la sociedad lo juzgue opor- tuno y conveniente. En agosto de 1896 se constituye la asociación del Gremio de Pimen- toneros, con el nombre de “Centro de Exportadores de Pimiento”, con el principal objetivo de poner orden en las ventas del producto. Para ello, firmaron un acta en el que se regularizaban los precios y se fijaba una nomenclatura. Firmaron la teó- rica creación una docena de pimen- toneros de Churra, La Ñora, ciudad de Murcia y Espinardo. Pero la falta de apoyo del resto de productores y exportadores provocó la disolución en diciembre del mismo año. Al frente se encontró Francisco Flores Muelas. El fallido Gremio de Pimentone- ros pasa a denominarse Gremio de Exportadores de Pimiento Molido en diciembre de 1902, en un nue- vo intento de asociarse. La sede se fijó en la calle Mayor de Espinardo, nº 63. Su presidente fue, de nuevo, Francisco Flores Muelas y le sucede- ría en 1904 Miguel García Martínez, editando entonces la revista El Pi- mentón. Desaparecía dicho gremio en 1906. Volvía a resurgir en ene- ro de 1908, con Francisco Alemán Martínez al frente. El Gremio de Exportadores del Pimiento Molido de España, en 1935, contaba con más de un cen- tenar de empresas inscritas en el Gremio Oficial del Pimiento Molido en Murcia, siendo su presidente Justo Navarro Conesa. Concreta- mente eran 119 casas de la región de Murcia y 32 de otras zonas pro- ductoras del país. Se exportaba en esos momentos, principalmen- te, a Estados Unidos, Argentina, Argelia, Túnez, Cuba, Alemania, 17 HISTORIA DEL PIMENTÓN MURCIANO. 1730-1945 Uruguay, Italia, Portugal y Fran- cia. Otros miembros de la directiva eran José Muñoz Saura, José Cano Navarro, Juan Díaz Ruiz…35 En 1998 un conjunto de entida- des, asociaciones y cooperativas agrarias de la Región de Murcia solicitó a la Consejería de Agricul- tura, Agua y Medio Ambiente la protección del Pimentón de Mur- cia mediante una Denominación de Origen. Finalmente la Denomi- nación de Origen se logra el 20 de abril de 2001 y su reglamento se publica el 17 de diciembre de ese mismo año. CONCLUSIONES A comienzos del siglo XVIII ya se produce pimentón en Javalí Viejo y existe un molino de pimentón en La Ñora, por lo que podemos situar en el lugar el origen del mismo, a orillas de la acequia de la Aljufía, a poco más de 1000 metros del convento de los Jerónimos. Desde aquí se extenderá el cultivo hacia Espinardo, aguas abajo, y hacia la Ribera de Molina, aguas arriba, siempre en la margen izquierda del río Segura. Durante el siglo XIX el cultivo de pimiento para pimentón se ex- tendió por las poblaciones junto al río, en el entorno de la capital, vendiéndose pimentón fuera de la región desde 1820, al menos. En este siglo el pimentón se vendía en el mercado de los jueves a los arrieros que recorrían España. A mediados de siglo ya se vende fue- ra de nuestras fronteras, especial- mente en Portugal y norte de Áfri- ca. Llegado el último tercio de este siglo ya se exporta pimentón a Ar- gentina y Cuba, siguiendo el rastro de los emigrantes españoles. El comienzo del siglo XX supone la aparición de las latas y la con- quista de nuevos mercados, como el de Hungría y los Estados Unidos, a los que se suman, poco a poco, Ale- mania, Francia, Yugoslavia, Chile, Uruguay, Canadá o Filipinas. Los ex- portadores se van concentrando en Espinardo, Murcia capital, Molina de Segura y Cabezo de Torres. Las marcas comercializadas llegaron, casi, a las trescientas. NOTAS 1 Se afirma incluso que llegó en 1493, traído por Colón y mostrado en Ex- tremadura a los Reyes Católicos, pero los monarcas en esas fechas es- taban en Barcelona. 2 Pérez García, Jesús. El libro del pi- mentón (1756-1965), Turbinto, So- ciedad Cultural de Murcia, Murcia, 2000. El autor se presenta en la por- tada como Pérez de Espinardo. 3 Ayala, J.A.1989, Murcia en el pri- mer tercio del siglo XX. Edición de Autor. Murcia, página 29. Zapata Nicolás, M, 1995. Voz “Pimentón”, Gran Enciclopedia de la Región de Murcia, Editorial Aglaya, volumen 7, página119. Jesús Pérez García en su libro sobre el pimentón del año 2000 redunda en la historia de la Tía Maina, aludiendo a un libro que a su vez escribe sobre la historia de Juan Gómez Navarro, nacido en 1796, que dice, que vio, que recuer- da…, de cuando era niño… 4 El Heraldo de Murcia 18-4-1902. 5 Murcia 1756 según las respuestas generales del Catastro de Ensena- da, con introducción de Guy Lemeu- nier. Editado en Madrid en 1993, Colección Alcabala del Viento, pági- na 47. 18 HISTORIA DEL PIMENTÓN MURCIANO. 1730-1945 6 Archivo Municipal de Murcia, Legajo 4000. 7 Archivo Municipal de Murcia. AC. 8-11-1735. 8 Miscelánea de Comercio, artes y lite- ratura 10-12-1819. 9 El Correo Murciano 15-3-1823. 10 Martínez Carrión, JM 1999 “Agriculto- res e industriales en el negocio del pi- mentón. 1830-1935”. Revista de His- toria Económica XVII, 1, pp. 149-186. 11 Madoz, P. 1850. Diccionario geográ- fico-estadístico-histórico de España. Región de Murcia. Madrid. Reedición de la Consejería de Economía. Co- munidad Autónoma de la Región de Murcia. 1989. 12 El Eco del Comercio 27-2-1836. 13 Martínez Carrión, JM. 2002. Econo- mía de la región de Murcia. Conseje- ría de Educación y Cultura. Murcia, página 338. 14 Su madre fue María Canales, de Al- gezares, y su padre José Ruiz, naci- do en La Alberca. Estuvo casado con Ana Mª Egea Espada, de La Alberca y falleció en San Antolín, en enero de 1877. 15 La Paz de Murcia 8-10-1876. Car- thago Nova 24-9-1876. 16 La Paz de Murcia 1-12-1878. 17 La Paz de Murcia 5-01-1879. 18 La Paz de Murcia 18-9-1884. 19 El proyecto tomó cuerpo a partir de mayo de 1907, con la emisión de mil acciones, de cien pesetas cada una, en el Banco de Cartagena. Boletín de la Cámara de Comercio 31-5-1907. El Tiempo 5-3-1918. 20 Revista El Pimentón nº 14, mayo de 1905. 21 El Tiempo 11-09-1908. 22 El Liberal 2-11-1908. 23 Boletín Oficial de la Provincia de Murcia 17-9-1913. 24 Corresponde al 30 de octubre de 1932. 25 Gómez-Espín, J. M. y Gil-Meseguer, E. (1990). “Tradición y cambio en la industrialización del pimentón en España”. Papeles de Geografía, 16, 173-190. 26 El Heraldo de Murcia 19-4-1902. 27 El Liberal de Murcia 8-9-1908. 28 AGRM. Registro Mercantil Legajo 6486. 29 El Liberal de Murcia 8-9-1911. La calle Carril se había denominado su- cesivamente Carril de la Arrixaca y Carril de San Agustín. En 1911 pa- saría a llamarse calle García Alix. Francisco Alemán estaba casado con Joaquina Alemán Pérez y falleció con 92 años. 30 Hervás Avilés, JM. 1997 Pedro Flo- res, entre la generación del 27 y la Escuela de Paris. Edita Consejería de Cultura y Educación. Murcia, página 14. Ruiz Llamas, Mª G, 1991, Ilustra- ción Gráfica en periódicos y revistas de Murcia (1920-1950). Edita Uni- versidad de Murcia y Academia Al- fonso X. Murcia, páginas 320, 321 y 324. 31 Gaceta 8-4-1916. Boletín Oficial de la Provincia de Murcia 11-4-1916. 32 AGRM. Registro Mercantil Legajo 6492. 33 Martínez Carrión, JM 1999 “Agricul- tores e industriales en el negocio del pimentón. 1830-1935”. Revista de Historia Económica XVII, 1, página 177. 34 El Diario de Murcia 21-2-1885. Ca- sado con Josefa Ortiz Alvarado, falle- cía en enero de 1901. 35 Díaz Ruiz, J, 1935. Memoria corres- pondiente al año 1934. Gremio de Exportadores de pimentón de Mur- cia. Murcia.
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