LITERATURA
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�douard Louis, la estrella de las letras francesas: "Cuando publiqu� mi libro, mi hermano vino a matarme con un bate de b�isbol"

La estrella de las letras francesas ahonda en el trauma y las heridas en un di�logo con Roy Gal�n en el Festival En Otras Palabras de CaixaForum

Roy Gal�n y �douard Louis durante su di�logo en el festival En Otras Palabras de CaixaForum.
Roy Gal�n y �douard Louis durante su di�logo en el festival En Otras Palabras de CaixaForum.PEDRO SALADO / ARABA PRESS
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�Cuando publiqu� mi primer libro, mi hermano vino a buscarme a Par�s con un bate de b�isbol para matarme�, recuerda �douard Louis, que incendi� las letras francesas hace justo 10 a�os con Para acabar con Eddy Bellegueule (Salamandra), una novela en la que se abr�a en canal y escrib�a sobre la violencia, el acoso, la pobreza, la homofobia... Todo lo que el peque�o Eddy Belleguele, su nombre real, sufri� durante su infancia y adolescencia en Hallencourt, un pueblo obrero al norte de Francia.

Directamente aterrizado de Par�s, Louis lleg� casi sin aliento a CaixaForum Barcelona, donde el martes protagoniz� la charla Las heridas y la literatura junto al escritor canario Roy Gal�n, uno de los platos fuertes del festival literario En Otras Palabras. Como si fuese el mon�logo que �l mismo puso en escena bas�ndose en su segunda novela, �Qui�n mat� a mi padre?, Louis ley� una suerte de Carta a mi hermano o un �manifiesto para la clase obrera�, como �l lo defini�: �Hecho n�mero uno: mi hermano muri� hace un a�o. Ten�a 38 a�os y una tarde le encontraron en el suelo de su apartamento sobre sus propios excrementos. Su cuerpo hab�a colapsado tras a�os de alcoholismo�.

�douard Louis durante la lectura de su manifiesto en el auditorio de CaixaForum.
�douard Louis durante la lectura de su manifiesto en el auditorio de CaixaForum.PEDRO SALADO / ARABA PRESS

Y sigue ahondando en la herida: �Mi madre me llam� llorando. Pero yo no estaba triste. No conoc�a a mi hermano, nunca fue una buena persona�. Dibuja el retrato de un hermano mayor violento, que un d�a le peg� una paliza tan fuerte a su propio padre que le dej� varias semanas paralizado, al que siempre recuerda con una lata de medio libro de cerveza en la mano, que incluso al levantarse ya estaba �intoxicado� de alcohol... �Cre�a que los gays merecen una muerte violenta, que los negros son inferiores a los blancos... Obviamente, votaba a la extrema derecha. Durante a�os peg� a las mujeres con las que convivi�, tambi�n a su perro�, cuenta Louis desde el atril, con serenidad, casi como si hablara de un personaje de ficci�n y no de su hermano. �No era una buena persona y a�n as� necesito entenderlo�.

Su camino para comprender es el de la escritura, como el de Roy Gal�n, que tambi�n recurre a la literatura del yo. ��Qu� hacemos con nuestra herida? Aquellas personas que habitamos una herida estamos condenadas a hablar de ella�, lanza Gal�n, hijo de dos madres (una de ellas muri� cuando �l ten�a 13 a�os), junto a su hermana melliza. Su familia, su hogar, era un �espacio de libertad�, el problema lleg� en el colegio: un ni�o no pod�a jugar con Barbies y mu�ecas, ni saltar a la comba, ni hacer cosas de chicas. �Viv� un viaje de la rabia a la ira. Pero la literatura permite comprender al que me dicen que es mi enemigo�, explica. En sus novelas juveniles, Gal�n propone otros horizontes, otras sensibilidades: unas referencias literarias que no exist�an en su �poca. �Ahora que est� de moda la autoficci�n, parece que las personas que nos expresamos sin la arquitectura de la ficci�n no hacemos literatura, que bebemos solo de nuestros traumas. Y si la literatura es juvenil, el desprestigio es de doble grado�, lamenta.

Roy Gal�n en el vest�bulo de CaixaForum.
Roy Gal�n en el vest�bulo de CaixaForum.PEDRO SALADO / ARABA PRESS

Ya sea en un pueblecito franc�s o en una isla espa�ola, tanto Louis como Gal�n practican una escritura peligrosa, el dangerous writing que ha acu�ado el norteamericano Tom Spanbauer: sin artificios y con un lenguaje sencillo exploran los temas que dan miedo o verg�enza. �Si Nietzsche promulgaba una filosof�a con martillo para romper las viejas ideolog�as, tambi�n hay que hacer literatura a golpe de martillo y romper todas las reglas antiguas�, reivindica Louis. Y sus tres libros hasta la fecha han sido todo un martillazo a los valores de libertad, igualdady fraternidad franceses.

En el crudo Historia de la violencia (2016) narra la violaci�n y el intento de asesinato que sufri� a manos de un argelino que le hab�a acompa�ado a su apartamento. �Para m�, la literatura es lo contrario a un tribunal, un lugar en el que cesas el juicio e intentas entender un contexto: el de una familia, una cultura, un pa�s... lo que empuja a un individuo a comportarse de una determinada manera�, admite Louis. Y aunque hace a�os que abandon� el pueblo de Hallencourt para instalarse en la luminosa Par�s, sigue escribiendo a martillo.