14/05/2024 - CANNES 2024: El bromista Quentin Dupieux juega con la frontera entre la ficción y la realidad en el rodaje de una película, creando una divertida e insolente obra de metacine

Léa Seydoux y Raphaël Quenard en Le Deuxième Acte

La especialidad de Quentin Dupieux es observar de cerca la naturaleza humana y retratarla en la pantalla con una dosis más o menos extrema de humor absurdo, cambiando el enfoque habitual para extraer algo que, paradójicamente, a menudo es más realista que la propia realidad, a medio camino entre lo descarnado y lo lúdico. En 12 películas (a lo largo de 14 años), el prolífico cineasta francés ha construido un círculo de aficionados cada vez más amplio (hay que reconocer que hacer reír de forma inteligente no está al alcance de cualquiera) y su última película, Le Deuxième Acte [+lee también:
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ficha de la película], proyectada como cinta inaugural de la 77.ª edición del Festival de Cannes, no hace más que confirmar su total dominio del estilo de la pequeña comedia para el gran público que tanto le gusta.

“Hay que separar al hombre del artista”, “Si la mujer que me presentas fuera un hombre, no podría porque mi orientación sexual no me lo permite”, “¿Te das cuenta de lo que esta violencia gratuita y verbal va a provocar en nuestra imagen? Los cines ya están medio vacíos - A la gente no le importa, han pasado página - Hay mucho público cinéfilo ahí fuera, nosotros estamos expuestos, tenemos que dar un buen ejemplo - Ocúpate primero de tu problema, sal del armario - No soy gay, soy bisexual, y no es un problema - Ah, sois como los coches híbridos, contamináis y cuando os conviene, cambiáis a híbrido”, “Basta, vamos a tener problemas, ceñíos al guion”, “No puedo fingir más. El mundo es un caos y vosotros seguís haciendo películas como si nada hubiera pasado - ¿Por qué no? Es como los músicos del Titanic - ¡Es una leyenda! Hacer creer a la gente que los artistas son valientes”. Estos son solo algunos ejemplos del tono de una película que dispara balas cáusticas, salpicadas con otras de fogueo como pompas de jabón, pero que da en el clavo cuando se trata del oficio de actor.

El fuego artificial de Quentin Dupieux es a la vez divertido y sugerente, exponiendo sin concesiones todos los defectos de nuestro tiempo, mientras hace malabares con lo políticamente incorrecto, incorporándolo mediante un hábil enfoque metacinematográfico. Nos encontramos en un plató donde pronto será muy difícil distinguir entre lo real y lo falso, la actuación y la vida, el ensayo y el rodaje, con cuatro agudos intérpretes (Léa Seydoux, Vincent Lindon, Raphaël Quenard y Louis Garrel) y un extra (Manuel Guillot). De esta forma, no faltan las sorpresas hilarantes en una obra perfectamente orquestada por su original autor, que sabe decir mucho desde las distancias cortas y al amparo de una burla contundente, incluso ácida, pero siempre afectuosa. ¿Qué hay más divertido (y subversivo) que reírse del cine en su templo de Cannes?

Le Deuxième Acte es una producción de Chi-Fou-Mi Productions, vendida internacionalmente por Kinology.

(Traducción del francés)

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Vincent Lindon, Léa Seydoux, Louis Garrel, Raphaël Quenard, Manuel Guillot
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