La arquitectura modernista, la playa, la gastronomía y los museos son los principales atractivos turísticos de la ciudad de Barcelona. Mejores playas, mayor gastronomía y una oferta cultural rica y diversa como pocas son argumentos más que sólidos para explorar los entornos de la capital catalana, tanto para visitantes foráneos como para los propios locales.
Sin embargo, un gran tesoro oculto aguarda —prácticamente con actitud somarda ante las localidades más turísticas— entre las tierras de la provincia barcelonina. Los entornos montañosos y rurales alrededor de la ciudad contal escondes paraderos verdaderamente espectaculares. El mismísimo National Geographic se hace eco de ellos, como la Abadía de Montserrat, las viñas del Penedès, el monasterio de Món Sant Benet o las minas de Sal de Cardona. Todos estos destinos son mucho más conocidos que el pueblo que hoy destacamos por su encanto petrificante: Tavertet.
Tavertet: un paraíso de piedra a tan solo hora y media de Barcelona
Tavertet es una pequeña localidad de la comarca de Osona con poco más de 30 quilómetros cuadraros de extensión y apenas 120 habitantes censados. Eso le otorga la tranquilidad, calma y proximidad con la naturaleza propia de la zona, como también es característico en las localidades limítrofes de Esquirol, Vilanova de Sau, Rupit i Pruit y Masies de Roda.
El famoso Pantà de Sau, conocido por albergar en su interior las runas de la antigua población de Sant Romà de Sau, queda a las faldas de Tavertet propiciando unas vistas realmente espectaculares. Tavertet, hogar de los tavertencs y tavertenques, cuenta con casi un quilómetro de altitud que da paso a unos increíbles acantilados de 200 metros que abrigan al pantano. Estas vertiginosas vistas, que son dónde nos dirige por recomendación expresa National Geographic en su artículo 'Siete excursiones sin salir de la provincia de Barcelona', son conocidas como los 'riscos de Tavertet' (riesgos de Tavertet).
Qué ver y que hacer en Tavertet
La carretera C-17 nos llevará directamente desde la ciudad de Barcelona hasta el corazón de Tavertet, lugar perfecto para una escapada de un día o un fin de semana. Los riscos de Tavertet son accesibles desde el pueblo en una preciosa excursión que requiere de cierta experiencia montañista. Para aquellos que prefieren un paseo menos exigente, los senderos del Puig Ventós que corona el pueblo son una excelente opción.
Quien no quiera mancharse de barro podrá disfrutar igualmente de un paseo como pocos por el 'carrer de Dalt', 'carrer del Mig' y 'carrer de Baix' donde admirar las construcciones de piedra. Alrededor de cincuenta casas construidas entre los siglos XVIII y XIX, con la encantadora 'Esglesia de Sant Cristòbal de Tavertet' como punto de más encanto. Esta iglesia, con todas las características típicas del románico catalán, fue alzada entre los siglos XI y XVI.
La gastronomía de la zona es harto conocida por la calidad de sus embutidos y cocinas de brasa, y por supuesto los restaurantes de Tavertet no son menos en este aspecto. Si bien la primavera es la época ideal para conocer esta localidad de la comarca de Osona, la fiesta mayor, fechada hacia el final del verano, es también una buena época para acercarse a ver la villa en su momento de mayor actividad festiva.