Casa Jaime, la tienda �de toda la vida� de Oviedo: �Muchas clientas se han convertido en verdaderas amigas�
LA VOZ DE OVIEDO
Conchi Rodr�guez es la responsable de este comercio que fund� su padre a finales de los a�os 50 del siglo pasado. Es de los pocos negocios de estas caracter�sticas que quedan en la ciudad. �Cu�l es el secreto de su �xito? Nos lo cuenta la tendera
20 may 2024 . Actualizado a las 09:32 h.Los comercios locales son el alma de las ciudades. Dan vida a los barrios, mientras que crean v�nculos especiales entre comerciantes y vecinos que van mucho m�s all� de la simple transacci�n comercial. Pero pese a ofrecer una experiencia de compra �nica y personalizada, este tipo de negocios est�n desapareciendo. Cada vez les resulta m�s dif�cil competir con las grandes superficies o la venta online, por lo que se ven abocados a bajar sus persianas para siempre. Sin embargo, no todos lo hacen. Hay algunos que aguantan y consiguen sobrevivir. Un ejemplo de ello lo encontramos en Casa Jaime, en Oviedo. Esta tienda de alimentaci�n es una de las m�s tradicionales de la capital asturiana. Este 2024 cumple�nada m�s y nada menos que 65 a�os con las puertas abiertas.
El secreto del �xito de este negocio ovetense de �los de toda la vida� est� en la calidad de los productos y de la atenci�n tan personalizada que ofrece. �Aqu� tratamos al cliente como si fuera uno de casa. Con cari�o e intentando que marche siempre satisfecho para que vuelva una y otra vez�, asegura Conchi Rodr�guez. Lo cierto es que la responsable de este comercio situado en la calle Fuertes Acevedo conoce a todo aquel que entra por la puerta, llama a cada uno de ellos por su nombre, y sabe bien qu� es lo que desean, si la fruta la quieren m�s madura o si el embutido lo quieren cortado en lonchas m�s finas. Y con esa sonrisa que tanto le caracteriza, amablemente va despachando poco a poco sus productos.
�Son clientes que vienen aqu� desde hace ya muchos a�os. Es gente que conf�a plenamente en lo que les ofrezco y el servicio que les doy. Para m� son como de la familia, es m�s hay muchas clientas que se han convertido en verdaderas amigas�, confiesa la tendera. Muchos de los actuales compradores de Casa Jaime siguen siendo los habituales consumidores que ten�an los padres de Conchi cuando eran estos quienes llevaban las riendas de la tienda. �Mi madre ten�a una clienta que cuando yo nac� vino con su hijo en brazos a conocerme y de esto hace ya 60 a�os. A d�a de hoy esta se�ora sigue siendo clienta m�a y adem�s con un alto grado de amistad. As� que imag�nate�hasta qu� punto se mantiene esa fidelidad�, asegura orgullosa.
Esa pasi�n que siente por lo que hace ha permitido a Conchi afianzar a�n m�s si cabe esa cartera de clientes, la cual sus progenitores lograron establecer tras inaugurar en 1959 esta tienda de comestibles.�Fue su padre Jaime quien decidi� poner en marcha este comercio de alimentaci�n, de ah� el nombre del negocio. Natural de La Roda, el tapiego hab�a trabajado durante un tiempo como administrativo en Entrecanales, �la empresa que hizo el ferrocarril hasta Ferrol� y �en un momento dado� decidi� mudarse a Oviedo junto con su mujer Carmina, de Castropol. En la capital asturiana se emple� tambi�n como administrativo en otra empresa, pero al ver que un hermano suyo le iba �muy bien� con el comercio que hab�a abierto en la ciudad, �quiso probar suerte�.
En sus or�genes, Casa Jaime era �como las tiendas de antes�: con tienda y trastienda, este �ltimo espacio era donde se ubicaba la vivienda de la familia. �Ten�amos dos habitaciones, un ba�o y una cocina�, rememora Conchi, mientras se�ala el espacio donde se crio. �Yo nac� aqu��, asegura orgullosa. No fue hasta el fallecimiento de su padre, cuando la tendera decidi� dejar sus estudios para seguir al frente del negocio junto con su madre. En ese momento, �hace ya 40 a�os�, las dos mujeres deliberaron que deb�an adquirir el local�—�est�bamos de alquiler�— y que deber�an de reformar el mismo. Y as� hicieron. La zona destinada a la casa pas� a albergar estanter�as para as� poder ofrecer a los clientes una mayor variedad de productos.
En los casi 80 metros cuadrados de superficie del local, Conchi pone a disposici�n del p�blico �un poco de todo�. Desde los productos m�s b�sicos como la leche, los quesos o la harina hasta una amplia gama de art�culos de limpieza. Cuenta adem�s con una extensa variedad de fruta, as� como de embutidos provenientes de La Roda. �Es todo para la compra del d�a a d�a� y adem�s de calidad, prueba de ello est� en que sigue teniendo las marcas �de toda la vida�: las galletas son las de Mar�a Fontaneda, el aceite de Carbonell y el at�n de Albo. �No puedo traer otras marcas porque s� que los clientes no las van a comprar�, confiesa antes de se�alar que �aqu� tengo lo que hay en todos los sitios pero hay gente que decide comprar en la tienda peque�a y donde gast� durante toda la vida entonces vienen aqu��.
Realmente la apertura de grandes superficies alimentarias merm� la actividad comercial de Conchi.��S� que me afect�. La verdad que contra los precios que tienen no puedo competir, esa es una guerra en la que no puedo entrar, pero s� que puedo ofrecer otras cosas como dar el mejor servicio y que la gente quede contenta para que vuelva�, revela. Al fin y al cabo es el cliente el que manda, el que decide. �Si no queda contento no va a volver, entonces mi objetivo es fidelizar el cliente que yo creo que lo tengo m�s que fidelizado despu�s de muchos a�os�, asegura.
�Los comercios peque�os somos los que los que revitalizamos los barrios y los que hacemos que haya gente por la calle, que haya vida�
En estas cuatro d�cadas al frente del negocio, Conchi ha sido tambi�n testigo de c�mo el barrio ha ido en detrimento con el paso del tiempo. Con la crisis de la burbuja inmobiliaria se not� much�simo el baj�n, tanto en las ventas como a nivel general�, asegura. Recuerda que hubo un momento en el que en la calle Fuertes Acevedo llegaron a convivir cuatro carnicer�as, dos pescader�as, dos ferreter�as y hasta tres supermercados, entre otros negocios. �Ahora mismo tan solo hay un carnicero y dos fruter�as, nada m�s. Ya no hay perfumer�a ni mercer�as… se qued� todo vaci�, lamenta.�Y cuando se produjo el�traslado del hospital a la zona de La Cadellada se �remat� la situaci�n.
Poco a poco el resto de los locales se van quedando vac�os, mientras que a la par disminuye la esperanza de volver a darles una segunda oportunidad, pero Conchi no pierde la ilusi�n. Conf�a en que alg�n d�a se revierta la situaci�n. �No creo que vuelva a ser lo que era antes pero en alg�n momento tendr� que cambiar. Los comercios peque�os somos los que los que revitalizamos los barrios y los que hacemos que haya gente por la calle, que haya vida. Pero bueno cuando esto suceda yo ya estar� jubilada�, manifiesta.
Mientras los responsables de revertir la situaci�n, en este caso los pol�ticos, estudian las diferentes opciones para dinamizar el barrio, la tendera ovetense sigue aguantando al pie del ca��n. No le queda m�s remedio y m�s a�n si quiere disfrutar del merecido descanso. Tan solo le quedan cuatro a�os para poder jubilarse, por lo que ya cuenta los d�as para poner fin a su carrera profesional. Hasta que llegue el ansiado momento seguir� atendiendo con su mejor sonrisa y como tan solo ella sabe a todo aquel que se deje caer por el negocio.
El hecho de seguir manteniendo con vida el legado de sus padres es para Conchi uno de los mayores regalos que le pudo dar la vida. �La verdad es que vengo encantada a trabajar, desde bien temprano ya estoy s�per�contenta porque aqu� (en la tienda) estoy muy a gusto y adem�s la clientela es una maravilla�, revela, antes de agradecer a todo aquel la confianza depositada en una tienda que la vio crecer personal y profesionalmente.
Con la jubilaci�n de Conchi es muy probable que se ponga punto y final a la historia de Casa Jaime. Por el momento no hay relevo generacional: �Tengo una hija que trabaja como interina y est� preparando las oposiciones para conseguir una plaza fija como maestro, as� que yo solo espero que siga por ese camino�, se�ala. Como adem�s a�n le quedan unos a�os para poder acabar su carrera laboral, la tendera no se plantea traspasar el negocio. �Cuando llegue el d�a, ya ver� que har� con el local�, mientras tanto disfrutar� al m�ximo cada jornada detr�s del mostrador. �Para mi esto es un lujo�, confiesa.