El 16 de Mayo de 2024 un grupo de asociados hemos asistido a la mediación en castellano de la exposición temporal “Fieramente Humanos.Retratos de santidad barroca”, instalada en el Museo de BBAA de Valencia en colaboración con el M. Thyssen de Málaga.
Esta magnífica muestra expositiva trata sobre el arte desarrollado durante el siglo XVII impulsado por la contrarreforma católica.
A partir de las tesis expuestas por Lutero en 1517), y frente al criterio anicónico de la corriente protestante, el papado reaccionó en sentido opuesto potenciando a santos y vírgenes como intermediarios simbólicos entre los fieles y la divinidad.
Se canonizaron durante ese período un mayor número de santos que en el resto de la cristiandad. Santos nuevos, pero también santos antiguos que fueron rescatados, relanzando su divinidad y simbolizándolos a través de las artes del S.XVII.
La corona española, alineada con el papado, apostó decididamente por promocionar santidades, en su afán de posicionarse frente a otras como la francesa que ya disponían de canonizados como Carlomagno y San Luis.
Fue Felipe II quien inició dicho proyecto con la santificación de Diego de Alcalá (1588).
Más tarde fueron apareciendo en nuestros territorios muchos más santos, como San Isidro Labrador y su esposa Sta. María de la Cabeza (1622) ambos llamados a potenciar la recién estrenada capitalidad del reino en Madrid. Y un planteamiento similar utilizaron los Habsburgo al rescatar la figura de Fernando III, que se había caracterizado por la expulsión de Al-Andalus con la toma de Sevilla en 1248, canonizándolo de manera equipolente en 1671, es decir, pasados ya cuatro siglos.
En la exposición se intercalan varias obras de formato abstracto como testimonio de la permanencia del arte realista y figurativo del barroco aún en nuestros dias, siendo una demostración evidente de que el mundo siempre se mueve por las emociones.
Así, se han traido obras de autores contemporáneos como Darío Villalva, Equipo Crónica, Antonio Saura, o la película sobre la semana santa castellana de José Val del Omar.
El cardenal de Bolonia Gabrielle Paleotti amplió los criterios de la “devotio moderna” para que aquel arte barroco moviera los corazones, conmoviendolos a través de la exaltación de la empatía, mediante una iconografía de dolor y sufrimiento.
Y a partir de esta idea clave se generó en el mundo mediterráneo del siglo XVII un enorme caudal de vírgenes y santos con obras de Ribera, Velazquez, Murillo, Zurbarán, Orrente, etc…, que, actuando como sufrientes, dolientes y humanos, ejercerán de intermediarios entre los fieles y la divinidad. Seres divinos pero también “fieramente humanos”.
FOTOS y TEXTO: JORGE ALONSO