Divinity emite la primera telenovela turca con un romance entre mujeres

Turquía no es precisamente el país más seguro del mundo para la comunidad LGTB, sobre todo desde que Erdogan subió al poder. "Hay intentos de debilitar a la familia a través de movimientos perversos para hacer colapsar a la sociedad. En nuestro país, nunca hemos permitido los intentos de estos movimientos desviados dirigidos contra nuestra estructura familiar y nuestra juventud, y nunca los permitiremos en el futuro", decía el presidente a finales de 2023. 

No han sido pocas las veces que el presidente ha animado a la población turca a rechazar cualquier tipo de "desviación" sexual. En una ocasión se dirigió a los jóvenes diciéndoles que son "una juventud con ordenadores y teclados, no sois LGBT. No sois una juventud que expanda la peste; al contrario, sois una juventud que levanta los corazones rotos o caídos", añadiendo que confiaba en las nuevas generaciones para que no se promuevan las reivindicaciones LGBT.

Como era de esperar y teniendo en cuenta la mentalidad conservadora y homófoba de Erdogan, en las famosas telenovelas turcas que llegan a España como churros no hay ningún tipo de visibilidad LGTB. Y es que lo que no se ve no existe y en un país donde se promueve la familia tradicional y los valores patriarcales de siempre, no hay cabida para parejas homosexuales. 

De hecho, hace un par de años se planeaba estrenar en Netflix una serie turca con un personaje gay, pero las autoridades audiovisuales –según la escritora y la plataforma– no permitieron su grabación y la ficción fue cancelada. 

Poco después, la filial española adquirió los derechos de la historia para adaptarla en España. Si lo hubiera sabido arrasó en Netflix con Megan Montaner y Michel Noher como protagonistas. Sin embargo, el guion original fue creado por Ece Yörenç (Fatmagül) y la serie se iba a llamar If Only.

La única serie que esquiva la censura turca

Es curioso como Familia, de Serenay Sarikaya y Kivanç Tatlitug se ha convertido en una de las telenovelas turcas más infravaloradas de los últimos meses en España. No es porque sea yo fan de Serenay, que también, pero Familia tiene todos los ingredientes para convertirse en un éxito a nivel mundial. El guion es una auténtica obra de arte y sus protagonistas se dejan la piel en cada escena, mostrando su increíble talento para la interpretación. 

Además de unas interpretaciones de infarto, la serie aborda temas a los que no estamos acostumbradas en las dizis turcas, como el divorcio, las drogas, el maltrato infantil, el feminismo o, atención que aquí viene lo gordo, ¡las relaciones LGTB!

Devin (Serenay Sarikaya) es una respetada psicóloga que arrastra un sinfín de traumas infantiles. Aunque lucha por llevar una vida normal, todo cambia cuando se enamora de Aslan (Kivanç Tatlitug), el líder de una poderosa familia de Estambul que se dedica a negocios de lo más turbios.

El argumento principal de la telenovela está bastante claro desde el principio. Devin intenta olvidarse de Aslan y seguir con su vida, pero el amor siempre puede más y la muchacha acaba convirtiéndose en la esposa de un mafioso. Como nuevo miembro del clan Soykan, Devin se enfrentará a grandes desafíos como la enemistad con su suegra o el complicado carácter de su cuñado. Vamos, una familia política de lo más entretenida. 

Lejos de sentirse amenazada por su nueva familia, Devin demuestra en cada episodio una valentía digna de una diosa vikinga. No tiene miedo a decir lo que piensa y se esfuerza cada día por intentar que Aslan se aleje de esa vida, algo que el chico desea con todas sus fuerzas.

La hermana de Aslan, ¿enamorada de una mujer?

No quiero hacer spoilers, llevo una semana con Familia corriendo por mis venas y me quedan solo diez capítulos para terminarla. No seré yo quien os arruine esta gran telenovela. Pero una cosa os digo, y es que otro punto a favor muy importante de la serie es que es corta, avanza rápido (si te pierdes un capítulo lo tienes crudo) y deja enseñanzas que me hacen irme a la cama cada noche amando un poco más a sus protagonistas. 

Y claro, aprovechando el Día Internacional Contra la Homofobia, no podía dejar pasar la oportunidad de hablar de una pareja que me ha robado el corazón en la serie, ¡sin ser realmente pareja! Qué ironías de la vida...

Se trata de Leyla, la hermana de Aslan (interpretada por Canan Ergüder) y Cemre (Nil Sude Albayrak). Leyla es una madre de familia que se vio obligada a casarse con un hombre al que no amaba por petición expresa de su madre, la complicada Hülya Soykan (Nur Sürer). Un día su vida da un giro radical cuando conoce a Cemre, una enfermera que llega a la mansión para cuidar de la abuela de los Soykan. 

Cemre le muestra a la hermana de Aslan un mundo nuevo de posibilidades y se convierte en su fiel compañera cuando Leyla es diagnosticada con una enfermedad mortal. Gracias a la enfermera, Leyla se atreve a pedirle el divorcio a su marido Tolga, quien acusa a Cemre de "llenar de pájaros" la cabeza de su mujer.

En la serie no hablan en ningún momento de amor, pero, ¡ay, amigas! Se nota, se siente, el romance está presente... De hecho, cuando un enemigo de los Soykan atenta contra la familia en el aniversario de la muerte del patriarca (Yusuf Soykan), Leyla le pide a Cemre que se aleje de ella, pues no quiere poner su vida en peligro.

¿Y que hace Cemre? ¿Vuelve a su casa y sigue con su vida como si nada? ¡En absoluto! Cemre le dice a Leyla que sabe desde el principio quién es su familia y que aun así, ha aceptado cuidar a su abuela. También le dice que no piensa alejarse de ella y que apoyarle es ahora su principal objetivo. Obviamente, es una serie turca, no hay besos ni declaraciones de amor. 

Pero hay abrazos que traspasan la pantalla y dos actrices que, con sus ojos le dicen a la espectadora lo que el gobierno de Erdogan ha prohibido que nadie diga en su país. Que el amor entre personas del mismo sexo existe y siempre existirá. En serio chicas, no dejéis pasar la oportunidad de ver Familia, porque os va a enganchar desde el primer minuto y lo que se viene en los próximos capítulos es bien fuertecito. Para mí, es la mejor ficción turca que se emite actualmente en España, junto a mi Nombre es Farah, de Demet Özdemir y Engin Akyürek.