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La Guardia Nacional en tareas de seguridad pública, hablan los expertos

«El que primero dispara, primero mata. Pues bien, la política de México, política de pistola, sólo conjuga un verbo: madrugar.»

Martín Luis Guzmán, La sombra del caudillo.

Es sábado 27 de abril de 2024, es mediodía y descanso en una sombra en los jardines de la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres, en Guadalajara. Mi vista se cruza con elementos de la Guardia Nacional, que se estacionan y parecen descansar también debajo de un árbol. Tal vez sea un encuentro forzado de mi parte para poder escribir este texto, o tal vez es un encuentro que tenía que pasar por el exceso de unidades que merodeaban esta ciudad. La Guardia Nacional hace funciones de seguiridad, pero yo no me siento seguro. ¿Qué riesgos implica que la Guardia Nacional sea parte del Ejército?

Para contestar esta última pregunta es necesario que revisitemos el informe «Guardia Nacional, una aproximación al contexto de violaciones a derechos humanos», publicado el pasado mes de febrero por la Universidad Iberoamericana sede Puebla, a través del Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría, J.S., documento que nos muestra la urgente necesidad de preservar el carácter civil de la Guardia Nacional y que enfatiza en la separación de las Fuerzas Armadas Nacionales, especialmente tras su adscripción a la Secretaría de la Defensa Nacional en el año 2022.

Tuve oportunidad de conversar con la maestra Shanik David George, académica y directora del Observatorio con los Ojos Abiertos: Por el Derecho a la Verdad, quien coordinó el informe.

«El análisis que hicimos fue en el contexto de esta reforma que se veía venir y que se presentó el 5 de febrero por parte del presidente de la República, de constitucionalizar, por decir de un modo, el que la Guardia Nacional sea parte de la Secretaría de la Defensa Nacional», dice la académica.

Cuando converso por videollamada con la maestra Shanik examino cada palabra que expresa. Es inevitable no recordar aquella película La sombra del caudillo (1960), de Julio Bracho, basada en la novela homónima. La película es más representativa por el hecho de que estuvo censurada durante 30 años por «denigrar» al Ejército Mexicano, pues en el filme los soldados tienen la enorme ambición de controlar al país; una crítica al caudillismo y al poder militar que intenta gobernar el México postrevolucionario.

Desde hace un par de sexenios las organizaciones civiles han mostrado preocupación por la posibilidad de militarizar la seguridad en nuestro país; sabemos que el Ejército ha sido cuestionado por casos como Ayotzinapa o Tlatlaya, acontecidos durante el año 2014, o la matanza del 2 de octubre de 1968, por mencionar algunos.

Tras la llegada a la silla presidencial de Andrés Manuel López Obrador fue creada la Guardia Nacional en el año 2019, que asumió las funciones que antes tenía la Policía Federal. La nueva institución estaba también conformada por elementos de la Secretaría de Defensa Nacional (SEDENA) y la Policía Naval, designados por el presidente de la República mediante acuerdos de carácter general.

«Por mucho tiempo en México estuvo la Policía Federal, que era una policía que se encargaba de investigar delitos, atender denuncias, que es lo que hace la policía normalmente, pero fue muy corrupta. El presidente lo que hace es que la desaparece y crea la Guardia Nacional como una policía civil. La Guardia Nacional tiene presencia en los municipios, abarca toda la nación», dice Shanik George, para dar contexto a esta situación.

El informe expresa que, a pesar de disponer deuna fecha límite para la integración de la Guardia Nacional a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, para enero de 2024 no se había anunciado ningún plan concreto. Al contrario, el presidente López Obrador propuso una nueva reforma constitucional para transferir la Guardia Nacional a la SEDENA, presentada en febrero de 2024.

Genealogía del militarismo en México

Recordemos que en el periodo conocido como «el Maximato» que abarca las presidencias de Emilio Portes Gil —tras el asesinato de Álvaro Obregón—, Pascual Ortiz Rubio y Abelardo L. Rodríguez, la política se vio fuertemente influenciada por Plutarco Elías Calles, militar y político conocido como el «jefe máximo de la revolución». En 1928 se apostó por la creación de la Policía Federal de Caminos (PFC), que asumía las tareas de seguridad pública. Fue hasta el 30 de diciembre de 1939 cuando el presidente Lázaro Cárdenas cedió que la PFC fuera militarizada y se integra a la primera reserva como milicia auxiliar del Ejército Mexicano, aunque años después recobró su estatus civil.

Para 1999, en el sexenio de Ernesto Zedillo, la PFC se transformó en la Policía Federal Preventiva (PFP), cuya primera estrategia era hacer frente al crimen organizado. En la PFP se integró a personal proveniente de la Armada de México.

El 1 de junio de 2009, durante el periodo de Felipe Calderón, se creó la Policía Federal, una corporación que siempre estuvo rodeada de escándalos y corrupción, en la que nunca se apostó por mejorar y capacitar a sus elementos.

En el sexenio de Enrique Peña Nieto se creó la Gendarmería y para entonces la opinión pública y expertos en derechos humanos cuestionabam la Ley de Seguridad Interior, que buscaba que los soldados salieran de los cuarteles para hacer tareas de seguridad pública.

Todos estos ejemplos demuestran que históricamente el poder político ha intentado que las corporaciones policiacas cedan a las fuerzas militares.

Sin embargo, para expertas como la doctora Shanik, este intento de militarizar la Guardia Nacional «es preocupante, dado que las fuerzas armadas en general (no solamente en México) no son las más bondadosas con los derechos humanos».

«El tipo de formación y de ética que puede tener un policía es muy diferente a la formación que tiene un militar. Hay un libro que se llama La Tropa, de Daniela Rea y Pablo Ferri, en el que cuentan testimonios de elementos del Ejército y hablan de esta formación que reciben, justamente de esta percepción diferente al del policía, sobre su visión de la comunidad y de cómo se le educa al policía–soldado de ver al otro como el enemigo», apunta Shanik.

«Los integrantes de la Guardia Nacional tendrían formación de guerra. Técnicamente estaríamos teniendo a soldados en la calle y ¿qué seguridad nos garantiza de protección a la ciudadanía?», cuestiona en la entrevista Shanik George.

La Guardia Nacional y el exceso de confianza de la 4T a la SEDENA

«La Guardia Nacional está en todos lados ahorita —continúa Shanik George—, está en temas de obra pública, en temas de seguridad. Es decir, que veremos a soldados en cada esquina».

Los expertos en derechos humanos de la Ibero Puebla señalan que «un estado democrático de derecho se forma con el cumplimiento de la Constitución y las resoluciones judiciales», y subrayan la preocupación expresada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos sobre el papel de las fuerzas armadas en tareas civiles, recomendando su alineación con la legislación internacional y la Convención Americana.

«Los datos que mostramos en el informe que presentamos aquí son las piezas [denuncias] que se han presentado ante la CNDH; pero tenemos que considerar que la gente tiene miedo y por eso no denuncia.»

El informe incluye una tabla con mil 785 quejas a la Guardia Nacional presentadas ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos de 2020 a 2023. En comparación con la Secretaría de la Defensa Nacional, que en el mismo periodo presentó 158 quejas menos.

De las quejas presentadas ante la CNDH en contra de la Guardia Nacional, 152 son catalogadas por «hechos violatorios de mayor impacto», según el mismo informe.

La Ibero Puebla muestra también que la CNDH solamente ha emitido 15 recomendaciones por violaciones graves a derechos humanos en contra de la Guardia Nacional.

«Desde 2020 ha tenido muchas denuncias en temas de violaciones a derechos humanos. Se han emitido cinco recomendaciones por desaparición forzada cometidas por elementos, una es contra la Marina. El resto es de la Guardia Nacional, ahorita que está adscrita o que está vinculada. De hecho, la propuesta dice, textualmente: “La Federación contará con una Guardia Nacional de Seguridad Pública profesional de carácter permanente e integrada de personal de origen militar con formación policial”. Perdón pero, ¿cómo vas a tener una formación policial en el ejército? entonces vas a hacer un Comité Militar», cuestiona Shanik.

En las páginas del informe encontramos también un análisis a la situación de la Guardia Nacional y su presencia en Puebla, en donde se observa el total de elementos adscritos a la GN desplegados en ese estado, sus quejas, reportes y denuncias presentadas ante el Órgano de Control Interno de la Guardia Nacional por hechos registrados hasta 2023.

«Supongamos que se aprueba que la Guardia Nacional se integra al Ejército formalmente. Ya no podríamos frenarnos ni siquiera por esa vía [la legal], no podemos dejar de lado estas otras medidas que se están haciendo para protegernos de este tipo de acciones. Siento que, a nosotros como ciudadanía, nos falta leer un poquito más de esto y estar informados y no quedarnos solamente con lo que dice Loret de Mola o lo que dice Ciro Gómez Leyva», expresa la especialista. E insiste: «Deberíamos poner el foco de atención con lo que está pasando o con lo que va a pasar con la Guardia Nacional los próximos días».

De regreso a mi casa miro por las ventanas del Tren Ligero las unidades de la Guardia Nacional, con más de siete elementos cada una y que pasan en parvada: ¿qué cuidan? ¿Su presencia se debe a las elecciones qué se avecinan?, ¿será por los festejos del Día de la Infancia que ya se celebran desde temprano? Su presencia en las calles me recuerda de nuevo a la película La sombra del caudillo, que finaliza con el asesinato por parte del Ejército del candidato a la república, Francisco Serrano, haciendo alusión a Álvaro Obregón. La persecusión tanto del autor como del director de ese filme dejó de manifiesto el poder de la milicia. ¿A qué nos arriegamos hoy con la militarización de la seguridad en el país? Algunas respuestas están en el informe de la Ibero Puebla.

Foto: Laflota-Depositphotos


Para conocer más

Leer el informe: guardiaNacional.pdf (iberopuebla.mx)

También visita la página web de observatorio Con los Ojos Abiertos del Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría J.S., de la Universidad Iberoamericana sede Puebla.
IDHIE – Observatorio con los Ojos Abiertos: Por el Derecho a la Verdad | IBERO Puebla

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