Parque eólico de Iberdrola en el Mar del Norte y localización de la zona apta en la que se quieren instalar molinos frene a la costa de Menorca. | IBERDROLA | EUROPA PRESS

TW
60

La apuesta del Ministerio para la Transición Ecológica por el desarrollo de la energía eólica marina en aguas de Menorca ha despertado el interés del sector de las renovables. Una empresa promotora radicada en Madrid y con experiencia en la implantación de renovables en la Isla ya está reuniéndose con las administraciones para exponer su idea de futuro, la instalación de entre siete y doce aerogeneradores flotantes dentro del área catalogada como de «alto potencial» por el Plan de Ordenación del Espacio Marítimo (POEM) aprobado por el Gobierno, un espacio de 147 kilómetros cuadrados que, en su extremo más cercano a tierra, se ubica a unos cinco kilómetros del noreste de la costa menorquina.

El proyecto se encuentra todavía en un estadio embrionario, se está bosquejando la viabilidad económica y técnica del mismo. La intención del promotor es instalar molinos de 20 MW (megavatios) de potencia, por lo que moviéndonos en los mínimos que se manejan para que el planteamiento pueda resultar rentable, el parque eólico tendría un mínimo de siete aerogeneradores que sumarían un total de 140 MW. Se convertiría así, y por mucho, en la mayor instalación de generación de energía renovable de Menorca y de Balears, aunque no está pensada solo para suministrar energía a la Isla, sino para contribuir a la suficiencia energética y el equilibrio del conjunto del sistema balear.

La instalación de un parque de generación eólica marina es un proyecto que va en sintonía con la estrategia de despliegue de renovables del Ministerio y también del Consell, que el pasado mes de marzo aprobó por unanimidad su compromiso de «trabajar con el Gobierno para avanzar, a partir de los POEM, en la exploración de la implementación de la energía eólica marina». La institución insular ya conoce las intenciones del promotor interesado en las dos zonas preferentes de instalación de renovable marina que hay delimitadas frente a la costa menorquina.

Requisitos

Se trata de un proyecto que está sujeto a que se den una serie de requisitos indispensables para que pueda resultar atractivo empresarialmente. En primer lugar debe aprobarse el marco normativo. El Gobierno tiene en exposición pública el que será el real decreto que regule la implantación de molinos en zonas marítimas, que son de propiedad del Estado. Se calcula que antes del verano pueda salir adelante como paso previo para otorgar mediante concurso el régimen económico –factor clave para que la inversión sea viable–, la reserva de la capacidad de acceso a la red y de la concesión del dominio público marítimo-terrestre.

La rebaja de los actuales costes de implantación de esta tecnología, a medida que se vaya mejorando, y el plan para hacer llegar la electricidad que produzca tanto a Menorca como al resto de Balears son otros dos factores clave. El promotor considera que con la construcción del segundo enlace eléctrico con Mallorca, que está previsto para más allá del año 2026, y permitiendo que este funcione a pleno rendimiento, sería suficiente para una correcta penetración de este nuevo generador en el sistema.

El promotor defiende que se trataría, al menos en una primera fase, de una instalación pequeña que permitiría complementar la generación fotovoltaica. Hay que tener en cuenta en ese sentido que la energía primaria, la fuerza del viento, no está sujeta a los condicionantes de la tecnología fotovoltaica. En otras palabras, los aerogeneradores pueden aportar energía a la red de noche, y lo hacen especialmente en los meses de invierno. «En el conjunto del Archipiélago un proyecto de eólica marina tiene todo el sentido, lo que no se necesitan son tantos parques solares», afirma.

El apunte

Ejecutarlo ahora costaría unos 650 millones de euros

Como ocurre con toda tecnología que no ha llegado a su madurez técnica y comercial, en una primera fase la implantación de un parque eólico marino requiere a una inversión inicial desorbitada. Se estima que actualmente el coste se mueve en torno a los 4,6 millones por megavatio, por lo que el proyecto que planean en aguas de Menorca, en su versión más reducida (siete molinos que suman 140 MW), tendría un coste de en torno a 650 millones de euros. No obstante, se espera que a medida que se avance en la curva de aprendizaje, los costes se irán reduciendo.

Hay que tener en cuenta que todavía no existe ninguna instalación comercial (más allá de una dedicada a la investigación) en España. Sin embargo, el propio Ministerio para la Transición Energética espera que «en pocos años se convertirá en una energía muy competitiva». En ello confía también la primera empresa que promueve un parque eólico marino en Menorca, que además tiene claro que requerirá de una ayuda de la Unión Europea y de un régimen de precios que garantice un mínimo de rentabilidad, requisitos factibles atendiendo a la estrategia que tanto el Gobierno, como la Comisión Europea han expresado para diversificar las fuentes de generación renovable en el camino a la descarbonización.

El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 considera que, aunque las energías del mar no han alcanzado la madurez tecnológica, «son susceptibles de experimentar reducciones de sus costes de generación que permitirán su penetración a gran escala». Desde el Gobierno se ha redactado una hoja de ruta que busca potenciar el liderazgo de España en el desarrollo de la tecnología eólica marina.