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Análisis

ANÁLISIS | ¿Quién podría gobernar en Cataluña? Estas son las claves que arrojan los resultados de las elecciones al Parlamento autonómico

Por Pau Mosquera

(CNN Español) -- El Partido de los Socialistas de Cataluña, asociado al Partido Socialista Obrero Español, fue la fuerza más votada este domingo en las elecciones parlamentarias. Con 42 escaños, el candidato de esta formación para presidir la Generalitat, Salvador Illa, parte con una posición aventajada para intentar hacerse con la presidencia del gobierno autonómico.

Esa ventaja, sin embargo, no garantiza que Illa vaya a lograr su objetivo porque los resultados, más allá de definir la composición del Parlamento de la región, dejan muchas dudas en el aire. Entre otras, la gobernabilidad de la región.

¿Por qué? Porque los votos de este domingo no servían para elegir en forma directa al presidente de la comunidad autónoma, sino a los representantes del Parlamento. Dado que se trata de un sufragio indirecto, son los diputados que han logrado un escaño quienes decidirán quién debe ser investido presidente.

Una vez que haya consenso en torno a un candidato para la presidencia de la Generalitat, el Parlamento acogerá un debate de investidura en el que el candidato tendrá hasta dos oportunidades para reunir la confianza de la Cámara. En la primera oportunidad, el aspirante o la aspirante requiere de una mayoría absoluta de apoyos, eso es, el voto a favor de 68 de los 135 diputados; mientras que en un segundo intento, 48 horas después, requiere solo de una mayoría simple: más votos a favor que en contra.

La principal prioridad que tiene ahora el PSC es iniciar conversaciones con el resto de las fuerzas políticas que lograron representación en la Cámara regional para apuntalar la investidura de Illa como presidente de la Generalitat.

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Descartadas las fuerzas de extrema derecha, los más probable es que la comisión negociadora del PSC opte por tender puentes con Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) y los Comuns-Sumar, quienes aportarían los 26 diputados que requieren los socialistas para alcanzar una mayoría absoluta.

Pero estas negociaciones parten con dificultades. El hasta ahora candidato de ERC a la presidencia de la Generalitat, Pere Aragonés, anunció este lunes que no están en capacidad “para facilitar una investidura del Partido Socialista”. “No participaremos de operaciones que necesitan del acuerdo de Junts+ y PSC”, agregó.

Además, añadió que renunciará a su escaño como diputado, que no formará parte de la próxima XV legislatura y que abandonará la primera línea de la política tras “los malos resultados” obtenidos ayer por la formación.

Este partido independentista de izquierda pasó de los 33 escaños que obtuvo en las elecciones de febrero de 2021 a 20 ahora. Algo que llevó a Aragonés a anunciar que asumirán su “sitio en la oposición”.

Las fuerzas independentistas pierden fuerza, pero se plantean gobernar

En total, hay cuatro fuerzas independentistas que han logrado representación en el Parlamento catalán: Junts+, ERC, Candidatura d’Unitat Popular y Aliança Catalana. Entre todas ellas han obtenido 61 diputados, siete menos de los que establecen la mayoría absoluta.

Respecto de esta situación, en su comparecencia ante los medios el domingo, Illa consideró que “Cataluña tiene una nueva etapa”. Esa nueva etapa habría sido influida, según Illa, por “muchas cuestiones”, entre otros, “las políticas seguidas por el Gobierno de España en relación con Cataluña y muy en particular por su presidente, Pedro Sánchez”.

Junts+, formación independentista que lidera Carles Puigdemont, es la segunda fuerza más votada de las elecciones al lograr 35 escaños. El resultado sitúa al partido en desventaja para formar gobierno, aunque no les hace tirar la toalla.

“Creemos que hay opciones de ir a una investidura y, por lo tanto, anunciar mi intención de presentar mi candidatura a la presidencia del a Generalitat”, anunciaba Puigdemont este lunes desde Argelès-sur-mer, en Francia.

El expresidente de la Generalitat sostiene esa propuesta con base en la posibilidad de que la investidura de Illa resulte fallida y que él, seguidamente, pueda garantizar una mayoría simple de apoyos en una segunda votación de un debate de investidura que estudie su candidatura.

“Por lo bajo, si formásemos un gobierno de coherencia soberanista, entre 55 y 59 votos son los potencialmente posibles”, estimaba Puigdemont. Pero ese cálculo se sostiene en la hipótesis de que reúnan el apoyo de los cuatro diputados de Candidatura d’Unitat Popular y los 20 de ERC. Y ERC no ha definido bien si estaría dispuesto a ello.

Puigdemont ha realizado toda su campaña electoral desde el sur de Francia, dado que sigue solicitado por la Justicia española por los cargos de desobediencia y malversación relacionados con el fallido proceso independentista de 2017. No obstante, Puigdemont siempre mantuvo su intención de regresar a España si es para ser investido presidente de la Generalitat de Cataluña, aun bajo el riesgo de ser detenido.

Aunque su situación podría cambiar en breve. Este martes, el Senado se pronunciará al respecto de la proposición de Ley Orgánica de Amnistía -la cual se espera que rechace debido a la mayoría conservadora-, y de ahí regresaría al Congreso de los Diputados, donde sería aprobada gracias al apoyo de una mayoría absoluta de diputados. Una aprobación que podría llegar a finales de este mes de mayo.

Los que entran y los que salen

Uno de los puntos destacados que nos deja esta cita electoral es la salida de la formación de centro, Ciutadans (Ciudadanos), del Parlamento catalán. En esta ocasión, perdieron los seis diputados que obtuvieron en los comicios de 2021, certificando así la debacle de poder que vivieron el 28 de mayo de 2023 en las elecciones municipales y autonómicas.

Esta formación mantiene hoy un solo diputado en todo el ámbito autonómico español, en las Cortes de Castilla y León.

Por otro lado, llama la atención la entrada de Aliança Catalana al hemiciclo con sus primeros dos escaños. Con su llegada, serían dos los partidos de extrema derecha que tienen presencia en el parlamento, ya que Vox mantiene los once escaños que logró en febrero de 2021.

Sin embargo, les diferencia que Aliança apuesta por la independencia de Cataluña, cuestión hacia la que Vox se posiciona radicalmente en contra.