Hacia el quinto centenario del anabautismo: notas bibliográficas (VIII) - Protestante Digital

Hacia el quinto centenario del anabautismo: notas bibliográficas (VIII)

Tras el asesinato por ahogamiento de Félix Mantz por parte de las autoridades de Zúrich, 5 de enero de 1527, es claro que los perseguidos debían hacer algo para darle cierta seguridad a la continuidad de su movimiento.

12 DE MAYO DE 2024 · 20:00

Pintura que representa a Michael Sattler predicando en el bosque. / <a target="_blank" href="https://es.wikipedia.org/wiki/Michael_Sattler#/media/Archivo:Michael-sattler-preaching-in-woods.jpg">Mikeatnip</a>, Wikimedia Commons.,
Pintura que representa a Michael Sattler predicando en el bosque. / Mikeatnip, Wikimedia Commons.

Es fundamental la neta separación que se establece entre comunidad y mundo. Este divorcio no surge de la demonización de este último, sino de la disposición de los miembros del cuerpo de Cristo a un discipulado consecuente. El mundo conserva los deberes que Dios le ha asignado, pero esos deberes no pueden ser los de los cristianos. La separación de Iglesia y Estado, tan importante para los anabautistas, es sólo una variante de este divorcio básico. Por lo tanto la “Iglesia libre” no es, ante todo, un concepto sociológico: es la consecuencia sociológica de una verdad teológica más profunda. Por eso —más allá de sus motivos inmediatos— los Artículos de Schleitheim adquieren el significado de una confesión fundamental.

Heinold Fast

 

La persecución en contra de los anabautistas les llevó a reunirse para concordar los puntos esenciales de su fe. Puntos cuya defensa les costaría la vida, ya que los consideraron esenciales y necesarios de guardar ante los embates hostiles que les llegaban de distintos flancos. Los núcleos anabautistas de Suiza y el sur de Alemania, bajo el liderazgo de Michael Sattler, acordaron reunirse en el poblado de Schleitheim, localizado en la frontera suizo-germana, al noroeste de Schaffhausen.

Tras el asesinato por ahogamiento de Félix Mantz por parte de las autoridades de Zúrich, 5 de enero de 1527, es claro que los perseguidos debían hacer algo para darle cierta seguridad a la continuidad de su movimiento. Es entonces cuando Sattler anima a la organización de una asamblea en Schleitheim, a la que llegan enviados de distintos círculos anabautistas suizos y del sur de Alemania. El resultado de los acuerdos es un documento fechado el 24 de febrero, conocido después como la Confesión o los Artículos de Schleitheim, y que puede leerse íntegramente en Textos escogidos de la Reforma radical.1

Antes de ocuparme de la reunión y el acuerdo resultante de la misma, es pertinente aportar información sobre la pareja formada por Margaretha y Miguel Sattler. Son escasos los datos acerca de él sobre su infancia y juventud. Nació en Staufen, en el Breisgau, cerca de Friburgo, en fecha desconocida, aunque algunos biógrafos han dado el año 1490 como el de su natalicio.2 Igualmente es desconocida su trayectoria escolar. Ingresó al monasterio benedictino de San Pedro, en la Selva Negra del sur alemán, en Friburgo, del que llegó a ser prior.3

La orden de los benedictinos fue originada por Benito de Nursia, más conocido como San Benito, en el siglo VI. El fundador legó principios de organización y vida de los monjes que están contenidos en la Regla de San Benito.4 La frase ora et labora refleja el principio de profunda espiritualidad, meditación y también aprecio por las actividades cotidianas de las comunidades benedictinas para procurarse el sustento. En los benedictinos se practicaba la lectura y meditación bíblica. Se leían las Escrituras en su traducción al latín (la Vulgata Latina) y autores que la explicaban, por lo que “Miguel Sattler habría sido introducido a la interpretación monástica de la Escritura que databa del periodo patrístico”.5 El monasterio de San Pedro había comenzado un proceso de reforma entre 1519 y 1520, y probablemente Sattler era favorable al citado proceso.6

Friburgo era conocido por su famosa universidad, y “enérgica defensa de la ortodoxia católica y por la represión severa de los disidentes protestantes. Sattler pudo haber asistido a las conferencias aquí antes de hacerse monje, aunque no hay constancia de su matriculación en la universidad”.7 En la Universidad de Friburgo, Lutero tuvo seguidores entre profesores y estudiantes, por otra parte la expansión del luteranismo enfrentaba muchas dificultades en la región porque el emperador Carlos V delegó en 1522 el control de la zona a su hermano el archiduque Fernando, “un Habsburgo y católico militante”.8 ¿Qué tanto conoció Sattler de la influencia de Lutero en algunas células universitarias?

Sattler dejó el monasterio y no ha sido posible documentar las razones que le llevaron a tomar la decisión. No se tienen datos de su “camino hacia la fe evangélica”, como dice John Howard Yoder.9 Pero al parecer abandona el monasterio el 12 de mayo de 1525, el mismo día que la revuelta desatada por los campesinos toma el lugar. Viajó por la zona de Waldshut/Shaffhausen, en la que había un considerable número de anabautistas.10 No es posible precisar si durante este tiempo se casa con Margaretha, lo hace cuando se traslada a Zúrich, o tras verse obligado a salir de tal ciudad,

Aunque hay ciertos indicios de la presencia de Miguel Sattler en Zúrich antes del 18 de noviembre de 1525, es con certeza que se puede confirmar su estancia en la ciudad a partir del mes aludido. Entonces abjura de su incipiente anabautismo, es liberado y expulsado tras pagar una multa. En los meses posteriores a la salida de Zúrich, Sattler se alojó en casa de Hans Kuenzi, un campesino anabautista del Oberglatt (poblado cercano a la frontera suiza con Alemania), donde aprende el oficio de tejedor.11 Es en el verano de 1526 cuando Sattler adquiere “compromiso de lleno con la causa anabautista, comienza a predicar, enseñar y bautizar en las mismas villas suizas en las que antes habían tomado las armas los campesinos”.12

Hacia el otoño de 1526, Miguel Sattler se instala en Estrasburgo, donde encabezaban el movimiento reformista Martín Bucero y Wolfgang Capito. Estrasburgo era una ciudad estratégica, la mayor del territorio imperial de Alsacia, ubicada en el río Rhin y en la principal ruta europea por tierra para comunicar este y oeste. Estrasburgo se caracterizaba por su efervescente comercio y actividades productivas, tenía 20 mil habitantes (mientras Wittenberg apenas dos mil cuando Lutero llegó a dar cursos universitarios), aunque era una ciudad imperial mantenía estatus de independencia.13

En 1523 el predicador más famoso de Estrasburgo, Matthis Zell, comenzó a proclamar en la catedral “el mensaje evangélico, provocando entusiasmo y atrajo más y más clérigos líderes a su causa”.14 Paulatinamente, como lo hizo Ulrico Zwinglio en Zúrich, ganó apoyo entre los patricios y autoridades hasta que se identificaron y se hicieron “evangélicos convencidos. Finalmente prohibieron la celebración de la misa en 1529”.15 Para el tiempo en que llega Miguel Sattler a Estrasburgo, la urbe tenía restringida tolerancia con los anabautistas y por lo mismo, aunque con limitaciones, podían reunirse y difundir sus creencias.

Bucero, fraile dominico, estudió en la Universidad de Heidelberg. Como muchos de sus contemporáneos con preparación teológica fue en entusiasta seguidor de Erasmo de Róterdam. El 26 de abril de 1518 escuchó fascinado a Lutero exponer sus argumentos en la llamada Disputa de Heidelberg. Al día siguiente conversó con el profesor de Wittenberg y tuvo oportunidad de conocer de propios labios de Lutero las razones de su enfrentamiento con Roma.16 En 1521 “adoptó el luteranismo y en 1523, habiendo asegurado dispensa papal de sus votos monásticos, contrajo matrimonio”, en el mismo año cambió de residencia a Estrasburgo.17

Junto con Bucero desempeño un papel importante Wolfgang Capito en la reforma eclesiástica de Estrasburgo. Hizo estudios en Ingolstadt, Heidelberg y Friburgo, recibió la ordenación sacerdotal y en 1513 se mudó a Basilea, donde estableció contacto con Erasmo de Róterdam.18 Él había sido provoste del capítulo de Santo Tomás, avezado hebraísta, con doctorado en derecho canónico y teología.19 En 1523 “se unió a la causa de los protestantes”.20 Compró la ciudadanía de Estrasburgo en julio de 1523. Escribió a favor de que los clérigos ciudadanos debieran obedecer las directrices de las autoridades, ya que las mismas les protegían y favorecían el movimiento reformador. Estaba convencido que la libertad de los sacerdotes de las obligaciones civiles era “contra Dios, contra el amor a los prójimos, contra todo sentido de juego limpio, contra la naturaleza humana y la razón, en detrimento de toda la comunidad”.21 A fines de diciembre, Capito elogió que los protestantes en Estrasburgo podían predicar “libremente, sin ser molestados y sin miedo”.22

Como sucedió en otros lugares, en Estrasburgo los anabautistas confrontaban el modelo de Iglesia territorial/confesión oficial. Sus cuestionamientos bíblicos y teológicos eran retos tanto para teólogos como para los gobernantes. El anabautismo desafiaba “una suposición básica de la Iglesia agustiniana: que el cristianismo debería abarcar a toda la sociedad, bautizar a todos los miembros de la sociedad, aceptar muchas de las instituciones estructurales de la sociedad, como la guerra y la propiedad privada”. Los anabautistas cuestionaban “la alianza del emperador Constantino I con la Iglesia en el siglo IV, insistían que los cristianos regresaran a ser una comunidad minoritaria, elegida por Dios para su gloria mediante el sufrimiento en el caído y malvado mundo”.23

En el verano de 1526, antes de la llegada de Sattler a Estrasburgo, Capito había señalado a los anabautistas porque “consideraban el magistrado una institución no cristiana, de tal manera que minaban la constitución cívica, y solamente reconocen como hermanos a los rebautizados”.24 Si bien los reformadores de Estrasburgo, como menciona Snyder, permitían que los anabautistas practicaran bautizos de acuerdo a sus convicciones, no aceptaban el separatismo que desconocía obligaciones civiles y políticas. 

En la próxima entrega se dará seguimiento al itinerario de Miguel Sattler que lo condujo a ser figura clave en los acuerdos a los que llegaron liderazgos anabautistas en Schleitheim.

 

Notas

1 John Howard Yoder, Biblioteca Menno, Burgos, 2016, pp. 145-156.

2 C. Arnold Snyder, Life and Thougth of Michael Sattler, Anabaptist, tesis de doctorado, Hamilton, McMaster University, Ontario, 1981, p. 6; John Howard Yoder (traductor y editor), The Legacy of Michael Sattler, Herald Press, Scottdale, Pennsylvania, 1973, p. 10. 

3 C. Arnold Snyder, Life and Thought…, p. 7.

4García M. Colombás (introducción y comentario), La Regla de San Benito, Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid, 2000.

5 C. Arnold Snyder, Life and Thought…, p. 52; John Howard Yoder (compilador), Textos escogidos de la Reforma radical, p. 145.

6 C. Arnold Snyder, Anabaptist History and Theology: An Introduction, tercera reimpresión, Pandora Press, Kitchener, Ontario, 2002, p. 60.

7 William R. Estep, Los anabaptistas, revolucionarios del siglo XVI, 2008, Publicadora Lámpara y Luz, Farmington, New Mexico, p. 68.

8 C. Arnold Snyder, Life and Thought…, p. 59.

9 John Howard Yoder, Textos escogidos…, p. 145.

10 Arnold Snyder, Life and Thought…, p. 137.

11 William R. Estep, opcit., pp. 69-70.

12 Arnold Snyder, Life and Thought…, p. 138.

13 Diarmaid MacCulloch, The Reformation, A History, Viking-Penguin Group, New York, 2004, p. 175; Judith O’Neill, Martín Lutero, Ediciones Akal, Madrid, 1991 p. 12.

14 Diarmaid MacCulloch, opcit., p. 175.

15 Ídem.

16 Martin Greschat, Martin Bucer. A Reformer and His Times, Westminster John Knox Press, Louisville-London, 2004, pp. 26-27.

17 F. L. Cross y E. A. Livingstone (editores), The Oxford Dictionary of the Christian Church, tercera edición, Oxford University Press, Oxford-New York, 1997, p. 246.

18 F. L. Cross y E. A. Livingstone, opcit., p. 284.

19 Steven E. Ozment, The Reformation in the Cities. The Appeal of Protestantism to Sixteenth-Century Germany and Switzerland, Yale University Press, New Haven-London, 1975, p. 86.

20 Ídem

21 Ibid., p. 87. 

22 Ibid., pp. 136-137.

23 Diarmaid MacCulloch, opcit., p. 179. 

24 Arnold Snyder, Life and Thought…, p. 142.

 

 

Por un año más
¡Protestante Digital te necesita! Tenemos por delante un gran reto económico. Por eso, hoy te invitamos a ser parte comprometida de esta misión y desafío para asegurar y potenciar la continuidad de Protestante Digital y Evangelical Focus en 2024.

Puedes encontrar más información en apoya.protestantedigital.com.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Kairós y Cronos - Hacia el quinto centenario del anabautismo: notas bibliográficas (VIII)