Silvia Casas y Manu Tenorio nos abren el álbum de su boda: "Nos casamos en una capilla del siglo XV con espectaculares vistas a la sierra de Madrid"
Silvia Casas y Manu Tenorio nos abren el álbum de su boda: "Nos casamos en una capilla del siglo XV con espectaculares vistas a la sierra de Madrid"
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Silvia Casas y Manu Tenorio nos abren el álbum de su boda: "Nos casamos en una capilla del siglo XV con espectaculares vistas a la sierra de Madrid"

Manu y Silvia eligieron Madrid para firmar su pacto de 'Felices para siempre' entre emotivos acordes de Händel, toques flamencos, algo de house y una canción de Elvis Presley

Foto: Silvia Casas y Manu Tenorio, el día de su boda. (Bibiana Fierro)
Silvia Casas y Manu Tenorio, el día de su boda. (Bibiana Fierro)

La periodista madrileña Silvia Casas y el cantante y compositor sevillano Manu Tenorio, uno de los concursantes estrella de la primera edición de 'Operación Triunfo', se conocieron a través de unos amigos comunes. "En aquella época -año 2006- yo trabajaba en Europa Press y un chico de mi pandilla, que casualmente trabajaba en la gira de Manu Tenorio, me invitó a ver una exposición pictórica de Alejandro Sanz en Madrid. Recuerdo que ese día era martes y trece, nevaba y hacía un frío polar, de modo que le dije: '¡No salgo de casa ni aunque me pongas una alfombra roja!'. Pero tanto insistió que al final accedí a ir... ¡en moto! Fue en ese evento donde conocí a Manu. Él se acercó a mí, conversamos un momento y yo -lo reconozco- fui un poco borde. De ahí nos fuimos todos a otra fiesta en la discoteca Joy Eslava, volvimos a hablar y ya apenas nos separamos durante toda la noche. Hasta hoy".

Después de aquel primer encuentro, el idilio de Silvia y Manu continuó fraguándose a fuego lento. Él vivía en Barcelona, ella en Madrid y la comunicación entre ambos no pasaba de mensajes SMS y constantes conversaciones telefónicas. "¿Que cuánto tiempo estuvimos de novios? Dos años. Suficiente para marcar, absolutamente convencidos, la fecha de nuestra boda: 10 de octubre de 2008".

placeholder Silvia Casas y Manu Tenorio, el día de su boda. (Bibiana Fierro)
Silvia Casas y Manu Tenorio, el día de su boda. (Bibiana Fierro)

La ceremonia religiosa se celebró en la capilla de la Finca El Campillo, un grandioso espacio situado en El Escorial, en plena sierra de Madrid, que fue en su día el lugar de caza de verano del rey Felipe II. "La capilla del siglo XV, preciosa y muy pequeña, resultó ser el escenario perfecto. No quería una boda ruidosa ni de paripé", apunta Silvia. "Mi obsesión era salir de la iglesia, ya casada, y encontrarme con las caras de mi familia y mis amigos más queridos, lejos del bullicio y de invitados de compromiso a quienes ni siquiera hubiera conocido". De hecho, apenas hubo rostros famosos en la boda -una de ellas fue Natalia, compañera de academia musical de Manu- pero, por supuesto, no faltó el calor de sus familias y sus amigos más íntimos. "Como ni Manu ni yo tenemos padre y yo soy hija única, el padrino fue el tío de Manu, Pedro, y la madrina, mi madre, Concepción".

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Silvia Casas y Manu Tenorio, el día de su boda. (Bibiana Fierro)

Los novios, nerviosos y también muy emocionados, apenas pudieron contener las lágrimas durante la ceremonia. "Nuestros invitados dijeron que nunca habían visto llorar tanto a unos novios como nosotros. Además, al llegar al altar, el sacerdote nos dijo: '¡Os voy a dar la vuelta!'. Y fue superbonito porque nos casamos viéndoles la cara a todos nuestros seres queridos". Si le preguntamos a Silvia por el momento más especial de aquel día, lo tiene claro: "Mi entrada en la capilla con el 'Ave María' de Händel resonando de fondo. Pocos minutos antes cayeron cuatro gotas de lluvia, pero justo cuando crucé la puerta, el sol empezó a colarse con fuerza por las claraboyas. Fue un momento de luz muy significativo para mí, que yo interpreté como una señal de mi abuelo, a quien yo quería muchísimo y que había muerto recientemente. ¿La anécdota del día? El padrino se olvidó de llevar los anillos. Por suerte, aparecieron después".

Una vez concluida la ceremonia religiosa, los recién casados se dirigieron junto a sus 200 invitados a la Finca El Campillo, un espacio rodeado de naturaleza, con caballerizas y un amplio mirador con formidables vistas a San Lorenzo de El Escorial, donde se celebró una fiesta que duró hasta altas horas de la madrugada. Los novios entraron a la cena bajo los acordes de la banda sonora de 'Moulin Rouge' mientras eran recibidos con todo el cariño y decenas de bengalas encendidas agitadas por sus invitados.

placeholder Varios invitados, entre ellos Natalia y Elena Tablada, en la boda de Silvia Casas y Manu Tenorio. (Bibiana Fierro)
Varios invitados, entre ellos Natalia y Elena Tablada, en la boda de Silvia Casas y Manu Tenorio. (Bibiana Fierro)

El cóctel, muy largo y animado por un trío de jazz, tuvo lugar en los espectaculares jardines de la finca y el banquete corrió a cargo de El Mentidero de la Villa. "Yo no probé bocado, no me preguntes por qué. Recuerdo que, al ser otoño, elegimos pularda y el cava que se sirvió, Lacrima Baccus, fue un regalo de unos amigos catalanes, la familia Camps". Otro momento para recordar se produjo cuando las abuelas de los novios recibieron dos ramos idénticos al de la novia. "Ninguna de ellas se lo esperaba y a nosotros nos emocionó mucho porque tanto Manu como yo nos sentimos muy unidos a nuestros abuelos".

La decoración y todos los detalles de la boda -minutas, lazos o meseros- se realizaron en tonos rosa palo y dorado. Las mesas, redondas y de diez comensales, se vistieron con manteles de lino color hueso, vajillas de Vista Alegre, velas blancas, centros de flores campestres y cristalería unicolor. De la decoración floral se encargaron los interioristas Germán y José Manuel, de Cuarto Interior, muy amigos de la novia.

Fue en torno a la medianoche cuando Manu y Silvia tuvieron el detalle de salir a saludar y brindar con los periodistas que se encontraban cubriendo el enlace fuera del recinto, haciendo incluso una conexión en directo con el programa '¿Dónde estás corazón?', de Antena 3. "Fue una manera de corresponder al cariño y el respeto que los medios tuvieron con nosotros".

Una novia, dos vestidos

Cuando Silvia comenzó a darle vueltas a su vestido de novia, sabía que sería "un diseño sencillo y atemporal que cuando viera las fotos años después me siguiera pareciendo elegante y bonito. Empecé a ver fotos, bocetos... Y lo elegí muy rápido, sin pedir opinión a nadie", señala Silva. Al final decidió lucir dos diseños distintos. "Para la ceremonia religiosa elegí un vestido de Valentino para Pronovias, de corte clásico, con escote en V, detalles de pedrería en el cuerpo, manga francesa y falda ligeramente evasé ceñida a la cintura". Un larguísimo velo de tul prendido por un broche de brillantes y oro blanco, una pieza cedida por una de las mejores amigas de la novia, Victoria, unos pendientes largos con un zafiro de Bárcena y la alianza de casada completaron su primer look. Para el banquete y la fiesta, Silvia lució un vestido corto, palabra de honor, con cierto aire sesentero y cuerpo tipo corsé. Lo acompañó de una estola blanca de piel diseñada por Manuel Mota. "Resultó ser un vestido perfecto para bailar", recuerda. El novio eligió un chaqué de Carlo Pignatelli, con corbata y chaleco gris perla.

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Silvia Casas, el día de su boda. (Bibiana Fierro)

Los zapatos, también firmados por Valentino, eran unos peep-toes blancos adornados con una hebilla dorada. El ramo, obra de Búcaro, iba cuajado de flores blancas y hojas silvestres diminutas. "Tras la cena se lo regalé a la hermana de Manu, Mari Carmen. Para el peinado, un semirrecogido ligero y muy natural, y para el maquillaje, en tonos muy suaves, confié en la estilista Beatriz Matallana, que además es amiga mía".

Para abrir el baile, y en lugar del clásico vals, los novios eligieron la canción 'Love me tender' de Elvis Presley, "porque es una de las favoritas de Manu". Y es que la música fue otra de las grandes protagonistas de esta boda. "Absolutamente", afirma. "Manu, en un momento de la noche, cantó tres o cuatro canciones con su banda. Enrique Heredia Negri, El Negri, y su grupo flamenco amenizaron la fiesta flamenca. Un DJ no dejó de pinchar música durante toda la fiesta, sobre todo jazz, flamenco y house, y hasta le dediqué una canción a mi mejor amiga". Días después, los novios partieron a su luna de miel. ¿El destino? Hawái y la costa oeste de Estados Unidos.

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Silvia Casas y Manu Tenorio, el día de su boda. (Bibiana Fierro)

Dieciséis años después de darse aquel 'sí, quiero', y con un hijo en común, Silvia y Manu siguen tan enamorados como aquella cálida tarde de otoño. Así lo expresaba el cantante sevillano hace poco tiempo, cuando compartía sus sentimientos con sus seguidores en redes sociales, escribiendo: "¿En qué lugar te perderías con alguien si tuvieras que elegir un destino? Yo me seguiría perdiendo en ti". Toda una declaración de amor.

La periodista madrileña Silvia Casas y el cantante y compositor sevillano Manu Tenorio, uno de los concursantes estrella de la primera edición de 'Operación Triunfo', se conocieron a través de unos amigos comunes. "En aquella época -año 2006- yo trabajaba en Europa Press y un chico de mi pandilla, que casualmente trabajaba en la gira de Manu Tenorio, me invitó a ver una exposición pictórica de Alejandro Sanz en Madrid. Recuerdo que ese día era martes y trece, nevaba y hacía un frío polar, de modo que le dije: '¡No salgo de casa ni aunque me pongas una alfombra roja!'. Pero tanto insistió que al final accedí a ir... ¡en moto! Fue en ese evento donde conocí a Manu. Él se acercó a mí, conversamos un momento y yo -lo reconozco- fui un poco borde. De ahí nos fuimos todos a otra fiesta en la discoteca Joy Eslava, volvimos a hablar y ya apenas nos separamos durante toda la noche. Hasta hoy".

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