¡Prepárate para ser el envidiado de todos los jardineros! La Nandina doméstica, también conocida como bambú sagrado, es la estrella que iluminará tu jardín con su transformación de verde a rojo. ¡Sigue esta guía y haz que tu planta sea la admiración de todos!
Iluminación: Un baño de sol para la diva del jardín
Aunque la Nandina doméstica es una planta guerrera del frío, prefiere evitar el sol abrasador. En climas cálidos, es mejor darle un lugar de semisombra para proteger su belleza. Pero no te preocupes, ¡un poco de sol directo la mantendrá feliz y radiante!
Sustrato: El secreto de una vida larga y saludable
Para alcanzar su máximo potencial, esta planta necesita un sustrato ácido, ligero y bien drenado. Mezcla humus de lombriz y fibra de coco para darle el hogar perfecto. ¡Con el pH adecuado, tu bambú sagrado crecerá alto y fuerte!
Riego: La dosis justa de hidratación
El bambú sagrado odia tener los pies mojados, así que evita los encharcamientos. Riega con agua mineral o destilada cada dos o tres días en verano y una vez a la semana en invierno. ¡Así mantendrás sus hojas perennes en su máximo esplendor!
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Reproducción: Multiplica la maravilla
¿Quieres más de esta belleza en tu jardín? Usa esquejes semi maduros y sigue la misma guía de cuidados. Para la próxima primavera, tendrás un nuevo bambú sagrado listo para conquistar corazones.
En resumen, la Nandina doméstica es la planta que no solo sobrevive, sino que brilla con luz propia en cualquier jardín. Con estos cuidados, tu bambú sagrado será un espectáculo de color y vida durante todo el año.