Tras la euforia masiva que el estreno de Spider-Man: No Way Home había dejado en los fans de Marvel, a finales de 2021, las expectativas por los próximos estrenos del MCU estaban por las nubes. A final de cuentas, algo que parecía imposible, como lo era el regreso de Tobey Maguire y Andrew Garfield, acababa de hacerse realidad, por lo que ahora todo era posible en el Universo Marvel.
De las películas que serían lanzadas en 2022, había en particular que hizo que el hype del público incrementara demasiado, más que nada por dos motivos: en primer lugar, el título de la película daba pie a muchas teorías sobre potenciales y cameos, y en segundo lugar, el director de este filme, fue el responsable de traernos la trilogía original de Spider-Man.
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Estamos hablando de Doctor Strange in the Multiverse of Madness, dirigida por Sam Raimi. Protagonizada por Benedict Cumberbatch, Elizabeth Olsen y Xóchitl Gómez, esta cinta no sólo sería la secuela de Doctor Strange (2016), sino que también funcionaría para darle continuidad al arco de Wanda Maximoff, después de los acontecimientos de WandaVision, al mismo tiempo que nos daría una profunda introducción a todo el tema del Multiverso.
Si bien esta segunda entrega de Doctor Strange sí cumplió lo que prometió, y nos trajo al Profesor Charles Xavier y a Reed Richards al Universo Cinematográfico de Marvel, muchos fans quedaron un tanto decepcionados con el resultado final, pues llegaron a imaginar que tendríamos una mayor cantidad de cameos y personajes sorpresa, cosa que nunca sucedió. Aun y con ello, el largometraje fue muy bien recibido, al momento de su estreno.
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Doctor Strange en el Multiverso de la Locura no sólo logró conseguir buenas calificaciones, sino que también hizo excelentes números en taquilla, recaudando la impresionante cifra de 955 millones de dólares, en todo el mundo. Sin embargo, cuando nos ponemos a ver su presupuesto, esta cantidad pareciera ya no ser tan mayúscula, pues el costo de producción de la cinta fue de nada más y nada menos que de 414 MDD, superando casi a todas las demás películas que conforman al MCU.
A pesar del éxito financiero, el rodaje de este filme fue uno de los más difíciles para Marvel, pues terminó viéndose afectado por la pandemia del coronavirus. De esta forma, retrasos, parones y tests de antígenos fueron elementos recurrentes entre bastidores, contribuyendo a llevar al límite a buena parte del equipo implicado, y obligando a tomar medidas de seguridad sumamente cautelosas, entre los miembros del equipo de producción.
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