El «speed job dating», la técnica para ofrecer empleos inspirada en las citas amorosas rápidas

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El «speed job dating», la técnica para ofrecer empleos inspirada en las citas amorosas rápidas

Este formato que impulsa la Comunidad de Madrid busca conectar a demandantes de trabajo con un lugar en una empresa acorde con sus competencias

La empresa Clece organiza un proceso de selección denominado “Job Speed Dating” que consiste en entrevistas rápidas que ponen en contacto a trabajadores con empresas. El proceso de búsqueda se ha realizado en una oficina de empleo del SEPE. © Alberto R. Roldán / Diario La Razón. 09 05 2024
Javier Gallego, delegado social de la empresa Clece, el pasado miércoles 8 de mayo realizando una entrevista rápida a una candidata en las oficinas de empleo de Santa EugeniaAlberto R. RoldánFotógrafos

Syntia Valladares, de 47 años, se muestra ilusionada y sonriente después de su cita. Le ha «caído muy bien» a la persona que tiene enfrente. Pero no vino a buscar el amor, vino a buscar empleo. Valladares es una de las candidatas que el pasado 8 mayo acudieron a las oficinas de empleo de Santa Eugenia para ser entrevistada por un puesto en la empresa Clece. Lo distinto de esa prueba para conseguir un trabajo con otra es el formato: se trata de entrevistas rápidas de 10 a 15 minutos. La Comunidad de Madrid –que lo organiza en colaboración con la compañía– ha bautizado a este tipo de encuentros como «speed job dating», algo así como entrevistas de trabajo rápidas y que está inspirado en el «speed dating», que es esa forma de encontrar pareja amorosa mediante citas rápidas de cinco minutos. Surge debido al problema encontrado «en la casación de la oferta y la demanda», en palabras de Ana Belén García, subdirectora general de fomento del empleo de la Comunidad de Madrid.

El pasado miércoles 8 de mayo se organizó una de estas jornadas. En la primera planta de la oficina de empleo de Santa Eugenia, los candidatos aguardaban sentados en los sillones rojos, azules o negros. Ese día, las entrevistas comenzaron a las 10:00 horas y terminaron a las 14:00 y se realizaron por tandas de unas 12 personas por hora, con unos 15 minutos dedicados a cada candidato. En total, unas 60 personas fueron preguntadas por un puesto de trabajo en la parte de Multiservicios Aeroportuarios del grupo Clece, en concreto para un contrato temporal de 6 meses –que tiene la «posibilidad de prorrogarse»– para la tarea de limpieza del interior de los aviones. Los candidatos accedían una vez llamados a un espacio donde estaban dispuestas unas mesas separadas por cubículos donde tuvieron lugar las entrevistas.

En los organismos de la Comunidad de Madrid se dieron cuenta de un problema de «casación entre oferta y demanda», en palabras de García, responsable de la red de 42 oficinas de empleo de la Comunidad. «Lo que vemos es que hay empresas que nos dicen que no encuentran trabajadores. Y vamos a nuestra base de datos y encontramos que hay trabajadores que están buscando esas ocupaciones. ¿Cómo es posible que no se estén encontrando?», explica García. Entonces, al reparar en que no se estaban conectando, decidieron «intermediar».

El proceso es el siguiente, cuenta García: «La empresa nos pone una oferta, en la que nos cuenta los requisitos que necesitan de los trabajadores. Con eso, buscamos los trabajadores en nuestra oficina de empleo». Es un requisito estar inscrito como demandante de empleo, y que esa demanda esté en alta.

La Comunidad de Madrid realiza un trabajo de preselección para las empresas. «Hemos empezado a especializar oficinas de empleo por sectores desde hace casi dos años. Así, los técnicos conocen las necesidades de las empresas al hablar con ellas y eso facilita este tipo de actuaciones», detalla García. Jesús Nogales, el director de operaciones de Clece, explica que la finalidad de esta colaboración público-privada es «que al cooperar» puedan «llegar a más ciudadanos». «Nosotros tenemos nuestros canales de difusión, pero esta no es la misma que si lo hacemos con la administración pública. El número de candidatos será mayor y la selección puede ser más efectiva», explica Nogales, presente en el proceso el pasado miércoles.

Con toda esa información, los técnicos son capaces de encontrar una conexión o un «match», que es como se dice en lenguaje de aplicación de citas amorosas cuando dos personas confluyen en unos gustos y empiezan a hablar si quieren; solo que en este caso ese «match» es entre una empresa de un sector y un trabajador posiblemente adecuado para ella. Por eso, para esta situación se decantaron por este formato llamado «speed job dating».

¿Cómo funcionan estas entrevistas rápidas de trabajo? Al haber hecho un proceso de selección exhaustivo, según García, después las entrevistas no tienen que ser tan largas. «Los preparamos con un taller antes, les enseñamos a hacer esas entrevistas cortas, porque efectivamente la empresa ya no necesita ver si tú cumples con la formación, porque sabe que si estás ahí sentado es porque cumples con ella», dice García. Y añade: «Tienes que contar quién eres tú, y para eso con 10 minutos sobra»

La empresa Clece organiza un proceso de selección denominado “Job Speed Dating” que consiste en entrevistas rá
La empresa Clece organiza un proceso de selección denominado “Job Speed Dating” que consiste en entrevistas ráAlberto R. RoldánFotógrafos

Javier Gallego Zugasti, delegado social de Clece, desarrolla algunos de los detalles, al ser uno de los encargados de realizar las entrevistas a los candidatos. «Este trabajo de colaboración público-privado es garantía de éxito. Llevamos mucho tiempo trabajando juntos, entonces conocemos bien los perfiles y cada día afinamos un poco más», cuenta Gallego en una de la mesas que utiliza para entrevistar candidatos. A la hora de la charla, «el candidato viene muy nervioso, y lo que hacemos en tranquilizarlo». A veces una de esas preocupaciones puede ser el tiempo. «A ver, el candidato necesita el tiempo que necesita. Hablamos de 15 minutos porque realmente está tasado porque mucha gente tiene que pasar por las mesas, pero si son 20, son 20. No vamos a perder 5 minutos de explicar más cosas y tranquilizar al candidato para perder un perfil adecuado».

García también reflexiona sobre el tiempo dedicado en estas entrevistas, ya que originalmente se pensó en que fueran menos minutos. «Como la idea viene de esas citas rápidas, al principio pensamos en cinco minutos. Pero nos dimos cuenta de que tenían que ser más», cuenta García «Cinco minutos se quedaban cortos para lo que es el empleo. Para el amor ya es otra cosa», bromea.

Esta idea no solo ha sido desarrollada con Clece, que tiene más de 80.000 trabajadores, sino que está diseñada para que participen las empresas que lo necesiten. Según datos de la Comunidad de Madrid, se han realizado 9 jornadas de trabajo con este modelo desde 2023 y han participado más de 530 personas. Además, ha sido habitual que en otras jornadas estuvieran presentes más de una empresa, y así un trabajador puede ser entrevistado por varias empresas en un día.

García cree que han sido «pioneros en este formato». «Por lo que hablo con otras Comunidades Autónomas, hemos sido muy pioneros, pero si lo estaban haciendo antes en otro lado, a lo mejor no me he enterado. Si no somos pioneros, casi».

Una vista general de la sala donde esperan los candidatos a tener una entrevista rápida de trabajo para un empleo en la empresa Clece, el pasado 8 de mayo en las oficinas de empleo Santa Eugenia
Una vista general de la sala donde esperan los candidatos a tener una entrevista rápida de trabajo para un empleo en la empresa Clece, el pasado 8 de mayo en las oficinas de empleo Santa EugeniaAlberto R. RoldánFotógrafos

Celia, de 50 años, es una de las candidatas para el puesto ofrecido por Clece y cuenta que ya tiene experiencia en el asunto. «Yo estuve trabajando para el mismo puesto: en la pandemia estuve limpiando aviones», dice Celia, que ha hecho más trabajos de limpieza en obras, portales o residencias. Ahora, dice, «no es como antes»: «Hay más pasos», afirma en referencia a una parte de la preselección que era una entrevista grupal. Celia, que esperaba que la «preguntaran más», dice que «si viene algo estable, mejor».

«En los últimos doce meses se han creado en Madrid 127.887 puestos de trabajos y el paro ha bajado en todos los sectores con un descenso de más de 8.000 desempleados»; además, «se ha logrado en la región el máximo histórico de afiliación a la Seguridad Social con más de 3.600.000 cotizantes», es lo que destaca la Comunidad de Madrid de los datos de desempleo de abril del Ministerio de Trabajo.

Margarita Rubio, de 39 años, lleva desde octubre de 2022 sin trabajar. Estuvo 5 años trabajando en un supermercado como cajera, pero sufrió un proceso de subrogación que implicó una reducción de plantilla. Ahora, busca un empleo con el que pueda conciliar el cuidado de su hijo, que tiene una discapacidad y al que le gustaría dedicar las tardes. Se ha encontrado cómoda con el proceso de entrevistas rápidas: «Te lo explican muy bien. No te ponen nerviosa y enseguida te dicen si sí o si no».

Igual se ha sentido Syntia Valladares. «No noté una presión por el tiempo, ni lo vi apresurado». Valladares es ecuatoriana y ya había pasado antes otra etapa en Madrid: «Desde que volví he sentido un cambio radical en tema laboral: no hay contratos fijos, todo es inestable. Ahora piden mucha formación. Y luego te cogen para un mes, dos meses. Es preocupante no tener un trabajo fijo».

Para Pilar Toalombo, de 32 años, también de Ecuador y con otro periodo previo en España, la experiencia fue algo distinta. «Sí, noté un poco la presión del tiempo. Como van un poco ajustados y estamos tantos candidatos, tienen que apañarse ellos también. Ahora tengo que ir a pedirle un papel. Nos despistamos los dos». Toalombo busca un «trabajo estable por el futuro de sus hijos», tras llevar un año en el que no ha trabajado al estar realizando un curso de seguros de la Comunidad y en el que ha estado inmersa en un proceso judicial por una denuncia por violencia de género contra el padre de sus hijos.

García resume la dinámica de este procedimiento: «Tiene que haber un enamoramiento por ambas partes. O sea, la empresa tiene que decir: este es el trabajador que quiero; pero también el trabajador tiene que decir: esta es la empresa en la que yo quiero trabajar».

El «desconocimiento» de las oficinas de empleo

Según García, existe un «desconocimiento» del trabajo que realizan las oficinas de empleo. «Muchas veces la gente dice, no he recibido ofertas. Y eso no es verdad, las reciben en su correo electrónico y es que no miran el correo electrónico, o no las reconocen. O sea, es que es casi imposible que ahora mismo haya personas que no reciban ofertas de empleo, porque es que hay muchísimo», dice García. Además, alerta de la «necesidad de que la demanda de empleo esté en alta»: «Es muy importante que el demandante, el trabajador, tenga muy actualizada su demanda de empleo». Y añade. «Creo que no nos conocen a las oficinas de empleo. Y darse de alta es muy fácil con una app, también por teléfono. No tienes ni que ir a la oficina».